Defensores Angelicales y Abusadores Demoníacos by Kerth Barker - HTML preview

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El Casamiento de la Bestia

Yo tenía quince años, acercándome a mi decimosexto cumpleaños, cuando volví a ver a

Bob. No lo había visto por más de un año y medio. Yo no lo había extrañado. Pero él parecía

diferente. Algo había cambiado, pero yo no sabía qué. Por alguna razón, no sentí tanto desprecio

por él. Y yo no tenía miedo de él. Pero yo no confiaba en él. El tiempo que pasé con los Gentiles

Seguidores de María me había cambiado. Yo rezaba mucho más. Sentía la presencia de ángeles

en mi vida. Y mi mente no estaba siendo manipulada por los satanistas. Pero también sabía que

yo todavía estaba en peligro. Bob había hecho arreglos para una reunión, y yo no sentía que

pudiera librarme de ella.

Lo primero que preguntó Bob fue si yo realmente había visto El Libro de las Sombras de

Susan la Envenenadora. Le dije que si lo había visto, y le conté la historia de la vida de Susan la

Envenenadora según el libro. Él parecía entretenido por la historia.

Dijo que él había estado viajando por todo el mundo en una misión, haciendo trabajos en

nombre del Barón. No dijo cuál era su misión, y yo no le pregunté. Él dijo que yo había sido

invitado a una fiesta en la casa del Barón. Le contesté que no quería ir. Él dijo que yo no tenía

que preocuparme. No iba a ser una orgía de sexo y no se realizaría ningún ritual satánico. Era

sólo un evento social para Luciferinos. Yo todavía no quería ir.

Así que Bob me mostró algunas fotografías. Eran fotografías de mí que se habían tomado

sin mi conocimiento. Era sólo yo caminando en la calle, pero significaba que el Barón me tenía

bajo vigilancia. Y había fotos de vigilancia de mi madre. Sentí que las fotos fueron pensadas

como una amenaza. Bob reprodujo entonces una grabación. Era inquietante. Podía oír las voces

de las personas en mi hogar, mi familia, hablando de cosas. Significaba que el Barón había hecho

instalar micrófonos en la casa de mis padres. Me sentí frustrado.

"¿Por qué está tan obsesionado conmigo?" Pregunté.

Bob respondió: "Él piensa en ti como un proyecto que ha estado trabajando durante

mucho tiempo. En cierto sentido, él siente que él te ha creado. Él te ha enseñado cosas. Tú sabes

cosas. Por el amor de Lucifer, piensa en ello. Él te mostró la entrada a su biblioteca secreta en su

casa e incluso yo no sé dónde está. Te está preparando para una posición de liderazgo. No va a

dejarte ir. Pero mira el lado positivo. Si juegas bien tus cartas serás muy rico y poderoso. Puedes

tener todo lo que quieras. Hombres, mujeres, autos, dinero, una casa grande... -- es todo tuyo.

Eso es lo que él está ofreciendo".

Pregunté, "¿Y él va a darme todo eso en esta fiesta?".

"No. La fiesta es sólo para que te vean algunas personas importantes. Será divertido. No

habrá ningún sacrificio animal ni sexo Algunas de las personas pueden estar enmascaradas. Es

muy de etiqueta. Tendrás que estar sobrio y usar ropa bonita. Si el Barón decide que estás

actuando apropiadamente para esta multitud, anunciará que vas a ser iniciado. Este es un honor

que realmente no puedes rechazar. Pero por las campanas del infierno, lo habrás logrado. Una

vez que seas iniciado él te mostrará cómo hacer dinero -- a la manera Luciferina. Estás destinado

a ser un hombre rico. Pero no pasará nada en la fiesta. La iniciación no sucederá por unos meses

todavía".

Bob me dio instrucciones de cuándo y dónde debía estar yo así él podría recogerme. Para

la fiesta faltaban pocos días. En aquel momento en mi vida yo realmente no tenía ropa bonita.

Cualquier traje que yo había poseído, me había quedado chico. Mis amigos en la escuela en su

mayoría usaban viejos pantalones vaqueros, camisetas y zapatillas de tenis. Busqué en mi

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armario en casa algo apropiado. Eliminé todos los jeans gastados y cosas así. Lo que quedó fue

la ropa que en su mayoría yo no usaba porque era tan pasada de moda. Había una chaqueta

Nehru blanca que mi madre me compró en una liquidación después que estas chaquetas pasaron

de moda. La gente en la India todavía las usaba. Esta era una chaqueta que tenía un extraño

cuello Mao, corto que se paraba recto hacia arriba. Y me quedaba bien. Yo tenía un par de

pantalones púrpura de botamanga (o bastilla) acampanada, que eran ajustados excepto en la parte

inferior donde las piernas de los pantalones eran acampanadas hacia afuera. Tenía una camisa

hippie floreada del tipo de las que ya nadie usaba. Y tenía un par de botas negras grandes, que

me puse. Me di cuenta de que las personas en la fiesta probablemente serían Luciferinos edad

media que no se darían cuenta de que estas ropas estaban todas fuera de moda. En realidad

podrían pensar que yo estaba a la moda.

En el día de la fiesta, le mentí a mi madre, diciéndole que yo tenía una cita con una chica

de la escuela y estaría afuera hasta tarde. Tomé un baño y lavé mi largo cabello desgreñado.

Después de que fue desenredado con un peine, se veía muy bien. Las ropas me quedaban bien, y

cuando me miré en el espejo, pensé que en cierto modo se veían bien en mí.

Me alejé caminando algunas cuadras hasta el lugar donde Bob iba a encontrarse conmigo.

Cuando apareció salió de su coche deportivo para examinarme visualmente. Estaba ataviado con

ropa de mujeres -- haciendo esa personificación femenina suya. Cuando él estaba con ropa

masculina era Bob. Cuando él usaba ropa de mujer abiertamente sexy, era Bobby. Cuando en

realidad trataba de pasar por una mujer, él era Roberta. Así que esta noche él era Roberta, que

vestía ropa femenina más elegante. Era bajo y pequeño, y si él usaba justo la ropa adecuada y

justo el maquillaje y los accesorios correctos, la mayoría de la gente pensaría que él era mujer.

Por lo menos lo harían si lo vieran a cierta distancia. Después de que él salió del coche puso sus

manos en sus caderas -- examinándome.

En una voz femenina maliciosa dijo: "¿Realmente no vas a vestir así?"

A mí me pareció raro que él dijera eso, teniendo en cuenta que él estaba ataviado como

una mujer. Pero Roberta sabía mucho sobre moda. Observó que lo que yo estaba usando podría

haber estado a la moda si estuviéramos yendo a una fiesta en California unos dos años antes. Se

quejó un poco, pero se decidió que yo no tenía tiempo de cambiarme ni ninguna otra cosa para

ponerme. Un grupo de tipos en un auto cruzaron por ahí y le silbaron a él, pensando que era una

mujer. Roberta les devolvió el saludo agitando la mano con coquetería. Yo sabía que esta iba a

ser una noche verdaderamente extraña.

Me puse los anteojos de vendarme los ojos, ya que todavía no se me permitía saber donde

vivía el Barón, y nos fuimos. Cuando llegamos a la casa todavía me sentía nervioso por cómo yo

estaba vestido. Las personas a quienes vi entrando en la fiesta estaban vestidas con ropa costosa

de la última moda. Pero no pude evitar notar que ninguno de los otros hombres estaban

realmente vestidos como yo en absoluto. Me sentía fuera de lugar. El mayordomo en la puerta

estaba verificando nombres en una lista. Pero cuando nos vio a Bob y a mí, nos hizo entrar

haciendo un gesto con su mano, sabiendo quiénes éramos.

Una vez dentro el Barón nos saludó. Besó a Roberta en la mejilla y elogió su vestido. Me

examinó con una gran sonrisa en su rostro.

Finalmente dijo: "Me encanta. Estás vestido como un pirata gurú hippie. ¡Qué

maravilloso!. Sabía que yo tenía razón en invitarte aquí esta noche. Eres más que bienvenido."

Roberta tomó mi brazo como si fuese mi cita, lo cual se sentía raro, y entramos

caminando juntos a la sala principal. Algunos de los hombres en la fiesta estaban vestidos como

mujeres, y algunas de las mujeres estaban vestidas como hombres. Algunas de las personas

usaban máscaras, pero otras no.

No sabía si yo encajaría, pero el Barón vino hacia nosotros con un grupo de personas. Les

dijo que yo realmente había visto la única copia verdadera de El Libro de las Sombras de Susan

la Envenenadora. Todos estaban impresionados. El Barón me hizo contar la historia de Susan.

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Conté cómo su madre fue falsamente acusada de brujería y cómo ella escapa de los cazadores de

Brujas. Conté cómo Susan se convirtió al satanismo y fue recompensada con un rayo que le dio a

su familia fuego y carne y así sucesivamente. Conté toda la maldita historia. Todo el mundo

parecía fascinado y me sentí aceptado.

Cuando todos los invitados habían entrado en la mansión, el Barón hizo que se reúnan en

el gran salón de baile en el primer piso. Hizo que un hombre joven, una mujer joven y yo nos

paremos en frente de esta multitud, que consistía en unas pocas docenas de personas bien

vestidas de diferentes edades. Nosotros éramos claramente las personas más jóvenes allí. El

joven estaba vestido de negro y tenía un antifaz negro como el de El Zorro. La chica estaba

vestida de rojo y tenía un antifaz rojo similar. El Barón presentó a esos dos por sus nombres

Luciferinos.

Luego me señaló y dijo, "Y, por supuesto, todos ustedes conocen a nuestra Kathy."

Me sentí confundido por esa declaración porque no reconocí a nadie que no sean el Barón

y Roberta en la multitud, pero entonces se me ocurrió que todo el mundo había visto las

imágenes y películas pornográficas que se habían hecho de mí. Muchos de los hombres y

mujeres estaban mirándome con sonrisas lascivas en sus rostros y me sentí avergonzado. Pero les

devolví la sonrisa de todos modos.

Entonces dijo a la multitud que en pocos meses, el 8 de septiembre, nosotros tres íbamos

a ser iniciados y que pronto seríamos parte del grupo de ellos. La pequeña multitud aplaudió

cortésmente. Y algunas personas se acercaron y estrecharon nuestras manos.

Los jóvenes hombre y mujer enmascarados fueron a agradecer al Barón.

Roberta me impulsó, y fui a agradecer al Barón también. Pero en mi mente me sentía

completamente confundido. Mis pensamientos estaban nublados. Realmente no entendí

completamente lo que acababa de ocurrir.

Luego, en una voz estridente, el Barón dijo: "Todos ustedes siéntanse como en casa.

Diviértanse. Que comience la fiesta."

En la mayoría de los aspectos parecía una fiesta de lujo muy normal. Había música de

jazz en vivo, comida y vino. Algunas personas estaban bailando. Una mujer vestida como un

hombre le preguntó a Bob si él quería bailar y se fueron a la zona de baile. Una mujer bajita

tetona con una máscara, quien ya estaba borracha, comenzó a coquetear conmigo y era muy

entretenido hablar con ella. Bebí un poco de vino y empecé a sentirme bien.

Pero después de unos veinte minutos la fiesta fue interrumpida con un grito. En la parte

posterior del salón de baile había un gran ventanal que daba al amplio patio trasero del Barón. La

mujer que había gritado estaba de pie junto a la ventana y señalando algo en el patio. Cuando

subí corriendo hasta allí vi que había una mujer muerta colgando de la rama de un árbol en el

patio. Había una escalera apoyada contra el árbol. Sus pies estaban todavía pateando un poco.

Cuando el Barón vio esto parecía conmocionado y dijo: "Oh Dios mío, es Daisy."

Roberta miró hacia afuera a la mujer muerta colgando de la rama y luego de nuevo al

Barón. Él examinó las otras caras de la gente. Él me miró y me guiñó el ojo. Luego empezó a reír

en una voz aguda femenina.

Él dijo: "Oh Barón, malvado viejo bromista. Por un minuto me hiciste caer. Esta es sólo

otra de tus famosas bromas pesadas. Bueno, tengo que admitirlo. Me atrapaste con ésta."

Las otras personas comenzaron a reírse también. El Barón comenzó a reírse también. Él

explicó que era sólo un muñeco realista que puso allí y que estaba contento de que todo el

mundo en la fiesta tuviera sentido del humor.

Cuando la risa amainó, Roberta me tomó por el brazo y dijo que él quería mostrarme una

hermosa pintura en el otro cuarto. Algunas de las personas en la fiesta nos miraron con

expresiones obscenas, tal vez suponiendo que éramos una pareja que iba a la otra habitación a

pasar un momento juntos.

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Pero cuando nos alejamos de la multitud, todo lo de la suplantación femenina de Bob

desapareció. Él se subió su vestido y comenzó a alejarse rápidamente dando grandes zancadas

por un pasillo. Sus tacones repiqueteaban furiosamente mientras caminamos juntos. Yo no estaba

seguro de en qué nos estábamos involucrando y me quedé atrás. Él se sacó de un tirón la peluca

de su cabeza.

Él miró hacia atrás hacia mí y en una voz masculina dijo, "Vamos, maldita sea, tenemos

que bajar esa cosa antes de que los demás invitados sospechen algo."

Bob ladró algunas órdenes a un par de mayordomos y se fueron. Bob me llevó afuera al

garaje de múltiples puertas al costado de la mansión. Abrió una de las puertas automáticas.

Después de un rato dos mayordomos regresaron trayendo un cadáver, y otro mayordomo, quien

traía la escalera, se había unido a ellos. Pusieron el cuerpo en el piso del garaje y Bob cerró la

puerta. La mujer muerta tenía un vestido sucio y había moretones en su cara y sus piernas. Había

líneas de marcas de aguja en su brazo donde ella se había estado inyectando heroína. Bob se

arrodilló ante el cuerpo y comprobó su pulso.

Cuando se dio cuenta de que estaba muerta miró el cadáver y dijo: "Oh Daisy, puta vieja

loca, ¿por qué tenías que hacer esto aquí?"

Bob miró a uno de los mayordomos y dijo: "Creo que conoces al hombre que llamamos

Ole Jack. Es uno de los invitados aquí esta noche. Encuéntralo, tráelo aquí, pero no le digas

nada".

El mayordomo asintió con la cabeza y se marchó como se le indicó. Me sentí horrorizado

mientras miraba el cadáver en el piso. Todo el tiempo que estuve parado en el compartimento del

garaje con el cadáver, me sentía paralizado de miedo. Era todo lo que podía hacer para evitar

vomitar. Tenía problemas para respirar. Tuve que concentrar mis pensamientos para no

desmayarme de miedo. Pero Bob y todos los demás actuaron perfectamente normales como si

tratar con un cuerpo muerto no era nada más que una molestia. Pronto el mayordomo regresó

acompañado de un hombre de mediana edad con una cara rugosa. Ole Jack silbó cuando vio a la

mujer muerta en el piso.

"Pobre vieja Daisy", dijo con el ceño fruncido.

"Tenemos que deshacernos de esto. Podríamos enterrarla debajo de la línea de

congelamiento en un parque. O conozco al dueño de una funeraria con un horno para

cremaciones. Él puede ser sobornado para dejarnos usarlo, pero está en otro estado," dijo Bob

nerviosamente.

Ole Jack puso sus pulgares en su cinturón en frente de él y dijo, "No te alteres tanto mi

amigo. Nosotros sólo moveremos su cuerpo y lo colgaremos en otro lugar. Luego dejaremos que

la policía la encuentre en otra parte. Fue un suicidio después de todo. Así que simplemente puede

ser un suicidio en otro lugar."

El Barón entró de repente y dijo, "¡Oh querida! Daisy pobre tonta. ¿Qué has hecho?"

Había verdadera tristeza en su voz.

El Barón miró a Ole Jack y dijo, "Yo le he estado dando pequeñas cantidades de dinero

durante años, desde que dejó de ser útil para mis propósitos. Ella ha estado prostituyéndose por

su cuenta. Pero ella ya no era más ninguna belleza, así que no había dinero en ello. De todos

modos, no lo suficiente para costear su hábito. Me pidió más dinero el otro día y me negué. Creo

que esta fue su venganza. ¿Qué vamos a hacer, mi amigo? Simplemente no puedo tener un

escándalo."

Ole Jack dijo, "No se preocupe jefe. Tengo un plan. Sólo vamos a llevar al cadáver a otro

lado, colgarlo en un árbol diferente y hacer una llamada anónima a la policía local, informando

sobre un suicidio. Pero tenemos que tener cuidado de dónde la colgamos. Habrá una autopsia. Y

cualquiera que haga la autopsia que no sea totalmente incompetente sabrá que ella ha sido

movida.

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"¿Cómo?" preguntó Bob.

Ole Jack respondió: "No quiero entrar en la explicación técnica, sólo cree en mi palabra.

Pero la buena noticia es que conozco a un médico forense que hace todas las autopsias para un

distrito rural. Antes lo he sobornado y no es demasiado ambicioso. Yo lo llamaré y haré un trato

con él. Vamos a colgar a la vieja en algún lugar en su distrito, hacer una llamada anónima a la

policía, ellos lo llamarán y él hará el informe que queremos."

"Plan sensato", dijo el Barón.

"Lo que necesito de usted es algo con la letra de ella, así puedo falsificar una nota de

suicidio".

El Barón dijo: "Puedo tener una vieja carta de ella justo aquí en la parte trasera de este

garaje".

El Barón llevó a algunos de sus mayordomos a la parte posterior de su amplio garaje para

varios autos a un lugar donde había cajas prolijamente apiladas en estantes. Hizo que los

mayordomos sacaran un par de cajas y las trajeran cerca de donde estaba el cuerpo. El Barón

encontró una carta en una y se la dio a Ole Jack.

Ole Jack dijo a uno de los mayordomos que encuentre la furgoneta destartalada que

utilizaba el jardinero y la estacione cerca del garaje. Cuando llegó Ole Jack hizo que los

mayordomos vacíen todo lo que había en la furgoneta directamente en la entrada para autos. Ole

Jack dobló cuidadosamente la cuerda que estaba todavía alrededor del cuello de Daisy, y la

enrolló sobre su estómago. Bob se quitó sus zapatos de tacón alto y ayudó a Ole Jack a cargar el

cuerpo en la furgoneta. Hicieron esto de manera tan diligente que tuve la sensación de que

habían hecho esto más que un par de veces antes. Ole Jack encontró un toldo de lona en la pila

de material descargado de la furgoneta. Cubrió el cadáver. Miró adentro de la pila y sacó una

vieja chaqueta gastada y un suéter. También encontró un par de gorras de béisbol gastadas y

unos guantes. Se quitó su corbata de moño, esmoquin blanco y camisa con volantes, dejando

sólo su camiseta blanca.

Dijo a uno de los mayordomos, "Voy a necesitar tu ayuda. Llamaremos la atención,

manejando ese cacharro, si estamos usando trajes elegantes."

El mayordomo se quitó su chaqueta y su camisa también. Ole Jack y el mayordomo se

pusieron la ropa vieja y sombreros. Cargaron la escalera sobre el porta-equipaje encima de la

furgoneta. Ole Jack entró en el lado del conductor y el mayordomo subió en el lado del pasajero.

Se alejaron a toda prisa resueltamente. El Barón habló a Bob diciendo: "Estuviste grandioso allí

atrás, por cierto. Cubriste eso perfectamente haciendo que los invitados piensen que era una

broma pesada. Rápido pensamiento, mi amigo. ¿Crees que alguno de los invitados sospeche

algo?"

Bob respondió: "Incluso si lo hacen, ellos nunca hablarán. Son todos leales a ti".

"Sí lo sé, pero mientras menos gente conoce un secreto menos probablemente él será

revelado. Creo que volveré a la fiesta y elevaré el ánimo de la multitud".

El Barón se fue con los otros dos mayordomos. Miré a las cajas que habían sido abiertas.

Había fotografías enmarcadas en una de ellas. Recogí una de las fotografías. Era una foto de

Daisy cuando ella era una adolescente. Se veía muy diferente a la anciana devastada que yo

había visto muerta en el suelo del garaje, pero supe que era ella. En la foto estaba usando un

vestido blanco y sonriendo dulcemente. Sus ojos eran claros y reflejaban una aguda inteligencia.

Encontré otra foto de ella cuando era una mujer joven. Ella estaba desnuda con sus manos en sus

caderas. Su cuerpo era delgado, voluptuoso y hermoso. Se veía como una diosa y su sonrisa era

radiante. Recogí otra foto enmarcada y ella me conmocionó. En ella estaba desnuda y reclinada

sobre un sofá pequeño -- sus piernas separadas. Dos figuras en túnicas negras con capuchas

sostenían una cabra en posición vertical en frente de ella. La cabra estaba teniendo relaciones

sexuales con ella.

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Pregunté a Bob, "¿Qué demonios es esto?"

Después de echar un vistazo a la imagen brevemente Bob sonrió irónicamente y dijo:

"Oh, bueno, supongo que lo descubrirás en septiembre de este año en la iniciación."

"¿Qué iniciación?" Pregunté.

"La iniciación en la Iglesia Internacional de Satán. Recuerda, el Barón acaba de anunciar

que vas a convertirte en un iniciado".

"Te dije que no quiero unirme. Oh Dios, no debería haber venido aquí esta noche."

"Escucha, no te culpo por no querer unirte. Ojalá yo nunca lo hubiera hecho. Desearía

poder salir. Pero tú sabes demasiado. El Barón nunca te dejará ir."

"Tiene que haber alguna forma de salir de esto", le rogué.

Bob miró a su alrededor en el garaje nerviosamente y con una voz suave, dijo, "Mira, no

quiero hablar aquí. Las paredes tienen oídos. Pero pronto me voy a ir a un tipo de retiro. Me iré

por un tiempo, pero volveré un par de días antes de la iniciación. No puedo garantizar que te

puedo sacar de esto, pero puede ser que yo sepa de alguna manera de ayudarte para entonces. Así

que no me vuelvas loco. Si te suicidas o huyes, el Barón matará a tu madre. Así que prepárate

para la posibilidad de que puedes tener que pasar por la iniciación."

"¿Cómo va a ser la iniciación?"

"Es sobre el casamiento de Satanás con su congregación. Vas a convertirte en un

miembro de su congregación".

"¿Qué?"

Bob señaló la foto de Daisy teniendo relaciones sexuales con la cabra.

Dijo, " Ese es todo el sentido de este ritual. La mujer representa la Iglesia de Satán y la

cabra simboliza a Satanás. Este es un trabajo mágico".

"¿Cómo lo llaman?," le pregunté.

Bob respondió: "El Casamiento de la Bestia".

El Libro de las Sombras de Susan la Envenenadora

A medida que las semanas pasaban y el día de iniciación se acercaba, me ponía más

nervioso. No tenía ninguna forma de contactar a James y él no se había contactado conmigo. Bob

se había ido a algún lugar y yo no tenía ninguna comunicación de él. En esos días, yo realmente

no conocía a James muy bien, y realmente no confiaba en Bob. Así que sentí que yo estaba solo.

Me sentía completamente conflictuado y aterrorizado. Y yo no tenía a nadie con quien poder

hablar. En serio le recé a Dios para que me muestre una forma de salir de asistir al ritual de

iniciación de la Boda de la Bestia.

Algunas otras cosas habían sucedido a lo largo del tiempo para hacerme más resistente a

la idea de convertirme en un Luciferino. Desde la edad de catorce años cuando dejé de hacer

trabajo sexual para el Barón, también dejé de ver a Bob con regularidad. Un par de veces fui a su

casa para estudiar sus libros secretos Luciferinos, pero él pasó poco tiempo conmigo. Y luego,

cuando él se fue en su misión internacional para el Barón, no lo vi en absoluto. Sólo vi al Barón

brevemente y con poca frecuencia. Dejé de socializar con Luciferinos cuando dejé de ver al

Barón y Bob. El ritual de iniciación iba a tener lugar cerca de la fecha de mi decimosexto

cumpleaños. Así que tuve un período de aproximadamente dos años en los que tuve poco

contacto con Luciferinos. Y me di cuenta de que me sentía mejor acerca de la vida cuando yo no

estaba cerca de Luciferinos.

Otra cosa que cambió fue que después de que el Barón dejó de hacerme hacer trabajo

sexual, también dejó de organizar para que los negocios sean enviados a la empresa de mi padre.

Recuerdo haber oído a mi padre quejarse con mi madre de que su empresa se estaba secando.

Pero él había sido un oficial de combate durante la guerra y no era un derrotista. Así que en torno

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a la época cuando yo tenía catorce años de edad, él empezó a esforzarse para crear nuevos

clientes para su negocio. Esto significó que en algunos fines de semana tuvo que conducir fuera

de la ciudad. No le gustaba estar solo, así que empezó a llevarme en estos viajes de negocios.

Nunca habíamos sido cercanos en absoluto en todo mi crecimiento. En un momento cuando era

más joven hubiera querido tener una relación más estrecha. Y sí nos divertimos en las vacaciones

de verano y cosas así. Pero yo no estaba acostumbrado a estar cerca de él durante largos periodos

de tiempo donde hablaríamos.

Cuando eso comenzó a ocurrir, cuando yo tenía catorce años, cambió algunas cosas.

Pasar tiempo hablando con él me dio otra impresión de lo que era ser un hombre. El Barón,

Senior, Bob y Freddy realmente no eran buenos modelos para lo que significaba ser un hombre.

Bueno, a veces Freddy actuaba decentemente, pero técnicamente hablando, ella no era un

hombre. Mi padre hablaba mucho y nunca me escuchaba mucho. Y la verdad era que, en el

momento en que nací, él realmente hubiera preferido que yo no hubiera nacido, y me decía esto

con suficiente frecuencia. Así que nunca íbamos a ser unidos como padre e hijo. Y nunca volví a