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Como su padre, por la mar dichoso,
No siempre has de atender á Marte
airado
Desde tu tierna edad ejercitado.»
[145] Vanderhamen, Historia de D. Juan de Austria, lib.IV.—Torres Aguilera, Crónica de varios sucesos, parte 3.ª, caps. 7.ºy 8.º—Babia, Historia pontificia, parte 3.ª, cap.
7.º
[146] Vanderhamen, libs. IV, V y VI.
[147] V. las Memorias de la Academia de la Historia, tomo VI,apéndice 13.—Francisco I, durante su forzosa permanencia en España,exclamó, admirado de la
extraordinaria juventud de muchos soldadosespañoles: ¡Oh bienaventurada
España,
que
pare
y
cría
los
hombresarmados! —L. Marineo, Cosas memorables, lib. V.
[148] Dedicatoria de Pobreza no es vileza, tomo XX.
[149] Si la historia de Fernando, en La Dorotea, fueseidéntica en todo á la de Lope, como lo es en algunos puntos, hubo de irá la Universidad á los diez años y abandonarla á los diez y siete; perolo primero concuerda difícilmente con los otros datos. Ateniéndonostambién á La Dorotea, sus padres hubieron de morir mientras él residíaen Alcalá, apoderándose de sus bienes un malvado, que huyó con ellos áAmérica.
[150] Epístola de Belardo á Amarilis.
[151] Epístola al Dr. Gregorio de Angulo.