descalzase
fué
La
invención:
llego
á
su
cama,
Donde
sentado
me
llama,
Y
humilde
le
descalcé.
Pero
echándome
los
brazos,
Tan
descortés
procedió,
Que
á
arrojarle
me
obligó
Donde
le
hiciera
pedazos.
Mas
de
aquellos
desatinos
Sus
zapatos
me
vengaron,
Cuyas
voces
despertaron
La
mitad
de
los
vecinos.
Y
aunque
culpando
el
rigor,
Poniéndose
de
por
medio,
Celebraron
el
remedio
Para quitarle el amor.
DOÑA ANA
Notable
debes
de
ser.
Cierto que te tengo amor.
JUANA
Es
el
servicio
mejor
Y
la
más
limpia
mujer
De
cuantas
andan
aquí.
Ruégale que esté contigo.
DOÑA ANA
¿No
querrás
estar
conmigo,
Isabel?
DOÑA MARÍA
Señora, sí. 2040
DOÑA ANA
¿Qué sabes hacer?
DOÑA MARÍA
Lavar,
Masar,
cocer
y
traer
Agua.
DOÑA ANA
¿No sabrás coser?
DOÑA MARÍA
Bien sé coser y labrar.
DOÑA ANA
Pues
eso
será
mejor.
Manto y tocas te daré.
DOÑA MARÍA
Señora,
yo
no
sabré
Servir
de
dueña
de
honor.
Éste
es
un
hábito
agora
De
cierta
desdicha
mía,
Que vos sabréis algún día. ( Vase. )
JUANA
Aquí está don Juan, Señora.
ESCENA V
DON JUAN, MARTÍN.—DOÑA ANA, LEONOR, JUANA
DON JUAN
Siempre
soy
embajador.
El
Conde
os
pide
licencia,
Y
dice
que
de
su
ausencia
Fué
causa
vuestro
rigor;
Que
tratáis
tan
mal
su
amor,
Que
ya
toma
por
partido,
En
la
caza
divertido,
Solicitar
á
su
daño
Una
manera
de
engaño
Que
á
los
dos
parezca
olvido:
Á
vos
excusando
el
veros,
Y
á
él,
Señora,
el
cansaros.
Pero
no
quiere
engañaros
Ni
olvidarse
de
quereros:
Visitaros
y
ofenderos
Es
fuerza
para
serviros.
Esto
me
manda
deciros:
Mirad
si
le
dais
licencia;
Que
le
cuesta
vuestra
ausencia
Cuantos instantes, suspiros.
DOÑA ANA
Vos
venís
en
ocasión
Que
os
he
hecho
un
gran
servicio:
Á
lo
menos
es
indicio
De
ésta
mi
loca
pasión.
Mirad
en
qué
obligación
Os
pone
el
haber
traído
Á
mi
casa
quien
ha
sido
Lo
que
tanto
habéis
amado;
Que
os
quiero
ver
obligado,
Pues
no
puedo
agradecido.
Volved
los
ojos,
veréis
Á
Isabel,
que
viene
aquí,
No
para
servirme
á
mí,
Sino
á
que
vos
la
mandéis;
Que
no
quiero
que
os
canséis
En
buscarla
en
fuente
ó
prado.
Mirad
si
estáis
obligado,
Y
cómo
he
sabido
hacer
Que
vos
me
vengáis
á
ver,
No como hasta aquí, forzado.
DON JUAN
De
vuestra
queja
os
prometo
Que
es
el
Conde,
mi
señor,
La
causa,
cuyo
valor
Únicamente
respeto;
Porque
¿cuál
hombre
discreto
No
conociera
y
amara
De
vuestra
belleza
rara
La
divina
perfección,
Y
el
discurso
á
la
razón,
Y
á
vos
el
alma
negara?
Con
esto
la
puse
en
quien
La
misma
desigualdad
Disculpe
la
voluntad,
Para
no
quereros
bien.
Mas
no
me
pidáis
que
os
den
Gracias
de
haberla
traído
Mis
ojos;
que
antes
ha
sido
Para
no
poderla
ver,
Pues
testigo
habéis
de
ser,
Y yo menos atrevido.
ESCENA VI
EL CONDE.—DICHOS
CONDE
Tanto
la
licencia
tarda,
Que sin ella vengo á veros.
DOÑA ANA
Conde,
mi
señor,
disculpa.
De
ausencia
de
tanto
tiempo.—
Llega una silla, Isabel.
DON JUAN
Aquí
me
estaban
riñendo
Tu ausencia.
CONDE
¡Buena
criada!
Y
nueva;
que
no
me
acuerdo
Haberla visto otra vez.
DOÑA ANA
¡Buena
cara,
gentil
cuerpo!
¿No es muy linda?
CONDE
¡Sí, por Dios!
DOÑA ANA
De
que
os
agrade
me
huelgo;
Que es la dama de don Juan. 2125
CONDE
Si
es
así
el
entendimiento,
Disculpa
tiene
mi
primo.
Verla
más
de
espacio
quiero.—
Pasad,
Señora,
adelante,
¿De dónde sois?
DOÑA MARÍA
No
sé
cierto;
Porque ha mucho que no soy.
CONDE
Partes
en
la
moza
veo,
Que
en
otro
traje
pudieran,
Con
el
donaire
y
aseo,
Dar,
fuera
de
vuestros
ojos,
Á
muchos
envidia
y
celos.
Mi
primo
es
tan
singular,
Que
por
bizarría
ha
puesto
Las
preferencias
del
gusto
En tan bajos fundamentos. 2140
MARTÍN
Á
mí
responder
me
toca.
Perdónenme
si
me
atrevo,
Por
el
honor
del
fregado,
La
opinión
del
lavadero,
Del
cántaro
y
el
jabón;
Que
más
de
cuatro
manteos,
De
ésos
con
esteras
de
oro,
Cubren algunos defetos.
DOÑA ANA
Cásase
Martín
agora
Con
mi
Leonor,
y
por
eso
Siente
que
vueseñoría
Haga de don Juan desprecio.
DON JUAN
¡Dar en el pobre don Juan!
CONDE
Huélgome
del
casamiento.
Y
¿seréis
vos
la
madrina?
Porque ser padrino quiero.
DOÑA ANA
No,
Señor,
que
es
Isabel;
Que
pienso
que
ha
mucho
tiempo
Que ella y Leonor son amigas.
CONDE
Pues
tócale
de
derecho
Ser el padrino á don Juan.
DON JUAN
Basta;
que
estáis
de
concierto
Todos
contra
mí.
Pues
vaya;
Que el ser el padrino aceto.
CONDE
¿Cómo calla la madrina? 2165
DOÑA MARÍA
Señor,
corto
entendimiento
Presto
se
ataja,
y
más
donde
Hay
tantos
y
tan
discretos.
Allá
en
mi
lugar
un
día
Un
muchacho
en
un
jumento
Llevaba
una
labradora,
Y
perdonad,
que
iba
en
pelo.
«Hazte
allá,
que
le
maltratas,»
Iba
la
madre
diciendo;
Y
tanto
hacia
atrás
se
hizo,
Que
dió
el
muchacho
en
el
suelo.
Díjole:
«¿Cómo
caíste?»
Y
disculpóse
diciendo:
«Madre,
acabóseme
el
asno.»
Así
yo,
que
hablando
veo
Á
tan
discretos
señores,
Hago
atrás
mi
entendimiento,
Hasta
que
he
venido
á
dar
Con el silencio en el suelo.
MARTÍN ( ap. )
Tomen lo que se han ganado. 2185
DOÑA MARÍA
Es
el
Conde
muy
discreto,
Y
la
señora
doña
Ana
Un
ángel;
pues
yo
¿qué
puedo
Decir que no sea ignorancia?
DOÑA ANA
Ahora
bien,
Señor,
hablemos
De
la
ausencia
destos
días.
Ya
me
olvidáis,
ya
me
quejo
De vos al pasado amor.
CONDE
Negocios
son,
os
prometo,
Que
me
han
tenido
ocupado
Por
un
notable
suceso.
Mató
en
Ronda
cierta
dama
Guzmán
y
Portocarrero,
Cuyo
padre
con
el
duque
De
Medina
tiene
deudo,
Un caballero su amante.
DOÑA ANA
¿Con qué ocasión? ¿Fueron celos?
CONDE
Desagraviando
á
su
padre
De
un
bofetón,
porque
el
viejo
No estaba para las armas. 2205
DOÑA ANA
¡Gran valor!
DON JUAN
¡Valiente
esfuerzo!
Diera
por
ver
á
esa
dama
Toda cuanta hacienda tengo.
DOÑA MARÍA ( ap. )
Turbada
estoy,
encubrir
Puedo apenas lo que siento. 2210
CONDE
Al
fin,
perdonó
la
parte,
Poniéndose
de
por
medio,
Entre
deudos
de
unos
y
otros,
Muchos
nobles
caballeros.
Con
esto
me
ha
escrito
el
Duque,
Por
el
mismo
parentesco,
Alcance
el
perdón
del
Rey;
Lo
que
hoy,
Señora,
se
ha
hecho.
Mándame
también
buscalla,
Si
entre
tantos
extranjeros
Alguna
nueva
se
hallase,
Siendo
esta
corte
su
centro.
Mirad
si
estoy
disculpado;
Y
porque
me
voy
con
esto,
Vendré,
Señora,
á
la
noche,
Si me dais licencia, á veros.
DOÑA ANA
Id con Dios; volvé á la noche.
CONDE
Si
haré,
encanto
de
Babel.—
Quedáos
con
vuestra
Isabel;
( Á
don
Juan. )
Que
yo
me
voy
en
el
coche.