Las Mariposas Vuelan Libres: Un Acercamiento Innovador y Radical a la Evolución Espiritual by Stephen Davis - HTML preview

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CAPÍTULO 11

EL MODELO DEL JUEGO HUMANO

 

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«Deja que te diga por qué estás aquí, estás aquí porque sabes algo. Lo que sabes no puedes explicarlo, pero lo notas. Lo has sentido toda tu vida: que hay algo equivocado en el mundo. No sabes lo que es, pero es como una astilla clavada en tu mente que te vuelve loco».

 

~ Morfeo, de Matrix

 

No hay forma alguna de que en este universo holográfico un ser humano sepa con certeza por qué le ha creado su Yo Infinito. Por lo tanto, la historia que voy a contarte no puede decirse que sea la Verdad. En lugar de eso, es un modelo (como El Campo) que está tan cerca de la Verdad como cualquier otro modelo, y es extremadamente factible y eficaz en la metamorfosis hacia la mariposa.

Y ya va siendo hora de un modelo nuevo. Los modelos de cómo funciona el universo que utilizábamos en la sala de cine ya no son válidos, ya que todos se basan en la suposición errónea de que las películas que vemos son reales. Con los resultados recientes en física cuántica y otros experimentos científicos, necesitamos hacernos con un modelo nuevo que se amolde a nuestro nuevo conocimiento del universo holográfico.

Robert Scheinfeld1 fue quien me presentó este nuevo modelo en mis primeros días como explorador. Aunque le he hecho ciertas modificaciones (con las que él estará o no de acuerdo) quiero concederle la autoría.

Se llama el Modelo del Juego Humano

Vamos a escuchar a hurtadillas a un par de Yo Infinitos que conversan:

 

¿Sabes?, he pensado….

Por favor, dime que no me preocupe. Ya sabes lo que dijo el Jefe la última vez…

No te preocupes, esto es diferente.

De acuerdo.

He pensado que quiero ir al GPA esta noche.

¿Dónde?

Al Gran Parque de Atracciones.

¿Y eso era?, ¡cuenta conmigo!, con todos esos juegos y atracciones diferentes…

Si, pero esta noche voy a jugar a romper globos con los dardos con una mano atada a la espalda.

¿Qué?

¿Es que no hablo claro? He dicho que esta noche quiero atarme una mano a la espalda en el juego de dardos

Te he oído perfectamente, sólo que no tiene sentido lo que dices. ¿Por qué quieres hacer eso?

Bueno, porque cada vez que juego rompo siempre todos los globos y me llevo a casa otro muñeco de peluche. Tengo el armario lleno de ellos.

¿Y qué otra cosa puedes esperar cuando tienes poder infinito, sabiduría infinita, infinita abundancia…?

Es que quiero experimentar algo un poco diferente para variar, algo que sea más retador, quizá. Lo que quiero decir es que un juego en el que ganas siempre se puede hacer un poco aburrido.

Entonces, ¿vas a tirar los dardos con una mano atada a la espalda?

Sí, creo que por lo menos voy a intentarlo.

Eso tengo que verlo….

 

***

 

¿Sabes?, he pensado….

¡Oh, no!, ya estamos otra vez.

Tirar dardos con una mano atada a la espalda no resulta. Sigo rompiendo todos los globos y ahora ya tengo un segundo armario lleno de muñecos de peluche.

Me doy perfecta cuenta, el segundo armario era mío, ¿recuerdas?

Así que esta noche me voy a atar las dos manos a la espalda.

Perdona, ¿cómo vas a tirar los dardos con las dos manos atadas a la espalda?

Aún no lo sé, pero, como tú dijiste, tengo poder infinito y sabiduría infinita, así que ya me inventaré algo.

 

***

 

Esta vez he sido yo el que ha pensado….

¿Qué has pensado?

He pensado que he tenido que construir otro armario para tus muñecos de peluche. A lo mejor esta noche deberías intentar tirar los dardos con los ojos vendados….

¡Eh, buena idea!

 

***

 

Esto no funciona, ¿sabes?, es bueno que dispongamos de espacio infinito para un número infinito de armarios.

Sí, lo sé. Tiene que haber una manera…

¿Una manera de hacer qué?

Una manera de experimentar cómo sería no ser tan… “infinito”, tan… “perfecto” todo el rato.

No te sigo…

Lo que quiero decir es que aquí estamos, con alegría infinita, poder infinito, sabiduría infinita, abundancia infinita, amor infinito… Somos tan… tan perfectos. Bueno, a lo mejor quiero sentir cómo sería fallar algún globo de cuando en cuando para experimentar cómo sería no ser tan infinito, sólo por diversión. ¿Quién sabe?, quizá valoraría más mi naturaleza infinita cuando supiera a qué sabe lo opuesto.

Pero eso no es posible.

¿El qué no es posible?

No ser infinito. Digo, es que eso es lo que somos, seres infinitos. No es posible no ser infinito.

Quizá no, al menos, no para nosotros directamente. Pero ¿qué pasaría si inventásemos un juego nuevo y creásemos un jugador para que lo jugase por nosotros?

Sigo sin seguirte….

¿Conoces el Túnel del Amor, en el Parque, donde experimentamos esas imágenes fantásticas de todos esos preciosos universos?

¡Ah, sí!, es una de mis atracciones favoritas. Me gusta muchísimo la música que ponen. Canta conmigo esa canción de…

No, no, déjate de canciones ahora, ¡intento hablar contigo de crear un juego nuevo en el que podamos experimentar lo que sería estar limitado, en lugar de tan puñeteramente infinitos y perfectos todo el tiempo!

Oh, ya veo que hablas en serio, ¿no? Bueno, como ya he dicho, eso no es posible, porque siempre sabríamos que somos infinitos y el juego no funcionaría.

Tienes razón, no nos es posible ponernos límites a nosotros mismos, por eso rompo siempre los globos, haga lo que haga. Por eso he dicho que tenemos que inventar una atracción donde nosotros no juguemos realmente. En lugar de eso crearemos un jugador para que se meta en ella y juegue por nosotros, un jugador que nos represente en el juego.

¿Y dónde estaría la diversión, si nosotros estamos fuera y el jugador dentro? ¿No sería el jugador el que se llevase toda la diversión?, y si es el jugador el que juega, ¿cómo tendríamos nosotros la experiencia?

Manteniéndonos conectados con el jugador…

¿Quieres decir, lo mismo que nosotros estamos siempre conectados por la InfiRed?

Sí, algo muy parecido a eso. Y el jugador, que está limitado, nos enviaría sus sentimientos a través de esa conexión y así podríamos experimentar esos sentimientos a través de él.

A ver si lo he entendido bien… Tú quieres crear algo parecido a un videojuego en el que un jugador, al que haces pasar por varias experiencias, reacciona desde sus limitaciones, y entonces te envía los sentimientos que tiene durante esas experiencias de cómo es no ser infinito.

¡Exacto!

Debo admitir que puede ser divertido e interesante, pero ¿cómo vas a crear esas experiencias limitadoras para tu jugador?

Oh, ésa es la parte fácil. Sólo tengo que ir a El Campo, colapsar unas cuantas funciones de onda cuánticas y hacer unos hologramas.

¿El Campo?, ¿estás seguro de que el Jefe aprobará el uso de El Campo para crear un juego en el que el objetivo es limitación en lugar de expansión?

¿Por qué no? Ya sabes que el Jefe no considera ninguna experiencia como “mejor” o “peor” que otra. Todas las experiencias son iguales. Y el Jefe creó El Campo (cuyo nombre completo, te recuerdo, es El Campo de las Posibilidades Ilimitadas) porque nos permite posibilidades ilimitadas de jugar, lo que debe incluir la posibilidad de experimentar limitación tanto como expansión, ¿verdad?

Tienes razón, ¿pero de verdad crees que puedes crear un juego holográfico tan real, un juego en el que el jugador esté tan convencido de tener limitaciones que reaccione con sentimientos que tú puedas experimentar?

Bueno, aún tengo que trabajar algunos detalles, pero ¿a que parece una pasada explosiva?

No sé si será una ”pasada explosiva”… más bien algo como un “big bang,” pero definitivamente es algo muy creativo. Todavía no estoy convencido de que sea posible limitar el poder o la sabiduría ilimitados, ya me dirás cómo te va…

 

***

 

Tengo un prototipo.

¿Un prototipo de qué?

¿De veras te has olvidado de nuestra conversación, o sólo te estás quedando conmigo?

Recuérdamelo….

Estoy creando un juego en el que podemos experimentar lo que es no ser tan infinitos.

¡Ah, sí!, ése.

Y he creado un jugador para que juegue el juego por mí….

¿De veras?

Sí, he pasado por un montón de intentos y errores, pero al final he logrado algo que funciona. Adán.

¿Qué?

Lo llamo “Adán”.

Interesante. Por ahora no te preguntaré por qué. Sigue….

Y he creado también un buen montón de escenarios holográficos diferentes para que Adán experimente eso de ser limitado… y ha estado enviándome sus sentimientos ante esas experiencias. Es genial, ¡y funciona de verdad! ¿Quieres verlo?

Claro, echaré un vistazo…

 

***

 

¡Anda, qué mundo de juego tan bonito!, limpios cielos azules, frondosos bosques verdes, océanos turquesa… verdaderamente asombroso. ¿Y has hecho todo esto con hologramas?

Sí, como dije, esa era la parte fácil. Lo llamo “Tierra”.

Conforme… como quieras.

La parte difícil era hacer que los hologramas aparecieran en el espacio y el tiempo, para que Adán creyese que estaba dentro de algo así como una película de inmersión total.

¿Y?

Y entonces he creado un “cerebro”.

Ya veo que voy a necesitar un diccionario antes de acabar. ¿Qué es un “cerebro”?

Un “cerebro” es una especie de procesador holográfico. Lo que hago es descargar las frecuencias cuánticas de onda, que he elegido de El Campo para mi Entorno Tierra, a un lado del cerebro de Adán, habitualmente cuando está dormido….

¿Y Adán no tiene idea de lo que ocurre?

En realidad, cuando se despierta tiene esos… bueno, como recuerdos de algo que ocurre durante la noche, pero todas las imágenes están mezcladas y nada tiene sentido para él. Parecido a intentar leer un archivo en formato zip.

Entendido, sigue….

Entonces, cuando estoy preparado, abro ese archivo zip y muevo las imágenes al otro lado de su cerebro. En el proceso de mover las imágenes de un lado al otro, el cerebro traduce las frecuencias de onda en localizaciones de partículas y crea una imagen holográfica, la cual proyecta hacia fuera al espacio y tiempo, a través de los sentidos, para que Adán la perciba y experimente.

Parece bastante sencillo…

Sí. Esencialmente es como la unidad central de proceso de nuestros ordenadores, que toma el código binario y lo traduce en lo que se ve en nuestras pantallas. Pero Adán cree que ocurre “ahí fuera”, alrededor de él, independiente de su propio cerebro, como si fuera alguna clase de realidad objetiva.

Y exactamente, ¿qué hace Adán ahora?

Caza un conejo.

¿Un qué?

A esa cosita peluda la llamo “conejo”.

¿De dónde sacas esos nombres? Bueno, no importa; pero Adán no cogerá nunca al conejo, es demasiado rápido para él.

Exacto, esa es la idea. Adán está experimentando la limitación de tener un cuerpo y me está enviando sus sentimientos sobre eso.

Y esos sentimientos son…

Diría que ahora mismo está un poco… frustrado. Y eso es perfecto, ¡es un sentimiento asombroso! Si yo estuviera cazando el conejo aquí, lo cazaría cada vez, lo mismo que rompo cada globo. ¡Esto es precisamente lo que esperaba sentir!

Yo no siento nada.

Claro que no, Adán es mi jugador. Sólo yo puedo sentir lo que él siente.

Entonces, si yo quisiera tener una experiencia parecida…

Tendrías que crear tu propio jugador.

¿Es posible eso?

Puedo mirar de hacerlo.

 

* * *

 

Esto puede parecer increíble, y es posible que te rías o que pienses que se me ha ido la cabeza del todo, pero ¿es acaso más increíble que todas las otras historias de la creación que se hallan en cada una de las religiones del mundo?; ¿es quizá más teórico que un “big bang” que nadie puede encontrar o explicar?; ¿es que es más extraño que alienígenas del Duodécimo Planeta hicieran al homo sapiens con ingeniería genética al combinar el ADN de monos con el suyo, como aparentemente creían nuestros antepasados Sumerios?2

Ciertamente, no está enteramente fuera del campo de lo posible que un Yo Infinito quisiera experimentar qué se siente al ser imperfecto; cómo es limitar el poder, la alegría, la abundancia, la sabiduría y el amor sin límites; cómo es estar involucrado en dramas y conflictos y dolor y sufrimiento. Si recuerdas, uno de los atributos que le di al Yo Infinito era el deseo infinito de jugar y expresarse a sí mismo creativamente. Puedo imaginarme que un juego en el que un Yo Infinito experimentase ser lo opuesto de lo que realmente es resultase muy interesante y atrayente, por no decir extremadamente difícil de sacar adelante. ¿Cómo se limita el poder infinito?, ¿cómo se restringe la sabiduría infinita?, ¿cómo se renuncia a la alegría y el amor sin límites?, ¿cómo se crea la escasez en medio de la abundancia ilimitada?

La conversación siguió…

 

¿Estás listo?

¿Para qué?

Para crear tu propio jugador.

De acuerdo, enséñame.

Lo primero de todo es que hay unas reglas en el juego con las que tienes que estar conforme antes de que empecemos. Número uno, y el Jefe ha sido muy claro: toda creación debe tener libre albedrío total. Una vez que hayas creado a tu jugador, tú no puedes interferir en sus decisiones y elecciones por razón alguna en ningún momento.

¿Quieres decir que simplemente creo un jugador y lo dejo suelto por tu “Tierra”?

No, no, para nada. Tú tienes que crear cada segundo de cada experiencia para tu jugador, hasta el más ínfimo detalle. Los jugadores no pueden crear nada, son parte del holograma. Están en el lado erróneo de El Campo y no tienen poder alguno para crear las experiencias por sí mismos. Pero una vez que se ha creado una experiencia, ellos tienen que tener libre albedrío total para elegir cómo quieren responder o reaccionar a esa experiencia.

No estoy en contra de ello.

Bien. Regla número dos: tu jugador no puede saber que es tu jugador, en caso contrario accedería a tu infinitud a través de la conexión. Debe creer que tiene su propia consciencia e identidad y que no es sólo un representante temporal, una extensión de ti creada para el juego.

Puedo estar de acuerdo con eso.

Regla número tres: tu jugador tampoco debe saber que todo es un juego, tiene que creer que es real. Tiene que tomárselo en serio, o no funcionaría.

¿Quieres decir que Adán no sabe que todo es un holograma?

¡No!, Adán es parte del holograma. Un holograma le parece real a todo lo que esté dentro del holograma mismo. Adán cree que el jardín que he hecho para él verdaderamente existe, ¡si hasta se come las manzanas holográficas, por ejemplo!

Bien, no le diré que no es real.

Tienes razón, no puedes decírselo, a menos que yo esté de acuerdo, lo que es la Regla número cuatro. Tú vas a crear a tu propio jugador con sus propias experiencias, pero ya me las he arreglado para que puedan interactuar los hologramas de diferentes jugadores…

Espera un momento… ¿dices que no voy a usar tus hologramas?

No, no puedes. Si quieres, como plantilla para tu jugador puedes usar la colección de “Entornos Tierra” holográficos que he creado. Y te sugiero de veras que lo hagas, porque si tu jugador interacciona con el mío creo que será más fácil si ambos ven prácticamente las mismas cosas en sus hologramas, en caso contrario se pasarán el tiempo discutiendo sobre el color “azul”, por ejemplo, y sobre si hay dos soles en el cielo, o no.

Y no nos interesa eso ahora, ¿verdad?

Para ser exactos, eso podría ser interesante, y probablemente resultaría en sentimientos extraños que nos vinieran a través de la conexión; pero quizá pudiera ser que algunos jugadores se molestasen mucho si la realidad que vieran fuera muy diferente a la de los otros jugadores. Al menos por ahora, creo que funcionaría mejor que dos jugadores vieran más bien las mismas cosas.

Entonces, ¿los hologramas de mi jugador estarán completamente aparte de los de Adán?

Por supuesto. Cada jugador debe tener su propia realidad individual y única aparte. Tú creas la realidad de tu propio jugador y yo creo la realidad del mío. Por la manera en que he hecho que los hologramas de dos jugadores interactúen entre sí, los jugadores pueden creer que están conectados, que todos ellos son “uno,” o que todos comparten el mismo universo holográfico; pero no será cierto. Es la única forma de que esto pueda funcionar.

¿Por qué es eso?

Bien, volviendo a lo que hablábamos, la Regla número cuatro es que tu jugador (si decidimos que tu jugador y el mío interactúen), tu jugador no puede decir o hacer en los hologramas del mío nada que yo no haya aprobado de antemano. Si no fuera así tú podrías crear experiencias para mi jugador y yo para el tuyo.

Y eso sería malo porque…

Porque el Jefe insiste en que nadie pueda ser víctima de nada en ningún momento, y si tú tuvieras la habilidad de crear experiencias para mi jugador, haciendo o diciendo algo que yo no quiera, o que no apruebe, o que no sepa, entonces mi jugador podría ser víctima de tus creaciones. Supongo que un jugador puede sentirse víctima de cuando en cuando (y eso es bueno para nosotros porque sencillamente lleva a una limitación mayor), pero no puede ser nunca el caso de veras. Yo debo estar siempre de acuerdo al 100% con cada detalle del guión antes de que ocurra nada en los hologramas de mi jugador. Y lo mismo vale para ti y tu jugador.

Lo capto.

Entonces, ¿estás listo?

Sí, pero quiero un jugador muy diferente de Adán.

Bien, ¿quieres un jugador humano, o un jugador animal?, ¿o quizá un delfín?

Un delfín parece muy divertido, pero ¿qué es Adán?

Adán es un ser humano. Esto se llama El Juego Humano.

Entonces yo también quiero un humano, pero quiero un humano que sea diferente…

De acuerdo, puedes crear lo que quieras mientras tenga dos piernas, dos brazos, dos ojos, dos orejas…

 

***

 

¡Mira!, eso es interesante. ¿Cómo lo llamas?

Eva.

 

* * *

 

La noticia del nuevo Juego Humano se propagó aparentemente muy rápido en InfiniLandia por InfiniMail. Pronto hubo muchos otros Yo Infinitos que querían jugar al juego y la población humana de la Tierra empezó a crecer. Y entonces…

 

Espera un momento, tengo otra idea.

La última que tuviste era bastante buena, ¿cuál es ésta?

Dividamos el Juego Humano en dos partes. La primera parte consistirá en ver hasta cuánta limitación podemos meter a nuestros jugadores, y la segunda parte será sacarlos de ahí otra vez.

¡Me juego un millón a que llevo a mi Jugador más lejos en las limitaciones