LUCHAS MARICAS
Y DERECHOS HUMANOS
EN AMÉRICA LATINA
JUAN OLIVIER GÓMEZ MEZA
2011
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A todas y todos, activistas y partidarios de la política marica en América Latina.
A quienes han hecho realidad este libro.
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INDICE
Capítulo 1
DERECHOS HUMANOS Y LUCHAS GLBTT
Capítulo 2
POLÍTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES GLBTT
Capítulo 3
LOS MAYORES AVANCES EN POLÍTICAS Y DERECHOS GLBTT:
ARGENTINA, URUGUAY, BRASIL, CHILE Y MÉXICO
Capítulo 4
AVANCES Y DIFICULTADES EN POLÍTICA Y DERECHOS GLBTT:
ECUADOR, CUBA, PARAGUAY, BOLIVIA, PERÚ,
VENEZUELA, COLOMBIA
Capítulo 5
HOSTILIDAD Y PERSECUCIÓN: POLÍTICA Y DERECHOS GLBTT EN
NICARAGUA, EL SALVADOR, PANAMÁ,
GUATEMALA, REPÚBLICA DOMINICANA Y HONDURAS
Capítulo 6
BRASIL, UN PAÍS BICHA: POLÍTICA Y DERECHOS HUMANOS GLBTT
Capítulo 7
COSTA RICA: ARMARIOS Y POLÍTICAS CONFESIONALES
CONCLUSIONES
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SIGLAS UTILIZADAS
ABGLT Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas y Transgéneros
ADESPROC Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural “Libertad”, Bolivia
AHMNP Asociación Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá
ALBA Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
ALCA Asociación de Libre Comercio de las Américas
APOGLBT Asociación de la Parada Gay Lesbica Bisexual y Trans de São Paulo
ANTRA Articulación Nacional de Transgéneros, Brasil
CENESEX Centro Nacional de Educación Sexual, Cuba
CHA Comunidad Homosexual de Argentina
CIPAC Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derechos
Humanos
CONGA Coalición de Organizaciones Gays de Centroamérica
COVEH Colectivo Venezolano de Hombres y Mujeres Homosexuales
DD.HH. Derechos Humanos
EEMS Encuentro Ecuménicos para las Minorías Sexuales, Uruguay
EZLN Ejército Zapatista de Liberación Nacional
FALGBT Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales
FMLN Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, El Salvador
FREDIF Frente por el Derecho a ser Diferente, Perú
GAM Gran Área Metropolitana
GELG Grupo de Estudio por la Liberación de los Gais, Colombia
GGB Grupo Gai de Bahía, Brasil
GLBTT Gay, Lésbico, Bisexual, Transgénero/Transexual, Travestí
ICE Instituto Costarricense de Electricidad
IGLHRC Internacional Gay and Lesbian Human Rights Comisión (Comisión Internacional
Derechos Humanos Gay y lesbicos)
IA Investigación Acción
ILGA Internacional Lesbian and Gay Association. (Asociación Internacional Lésbico Gay)
ILPES Instituto Latinoamericano de Prevención y Educación en Salud
IDSDH Iniciativa desde la Diversidad Sexual por los Derechos Humanos, Nicaragua
MERCOSUR Mercado Común del Sur
MHOL Movimiento homosexual de Lima, Perú
OEA Organización de Estados Americanos
OI Organización Internacional
ONG Organización No Gubernamental
ONU Organización de las Naciones Unidas
PAC Partido Acción Ciudadana, Costa Rica
PAN Partido Acción Nacional, México
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PASE Partido Accesibilidad Sin Exclusión, Costa Rica
PNDH Programa Nacional de Derechos Humanos, Brasil
PT Partido de los Trabajadores, Brasil
REDNADS Red Nacional para la Diversidad Sexual de Guatemala
SIDA Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida
TdL Teología la Liberación
TICs Tecnologías de la Información y la Comunicación
UCR Universidad de Costa Rica
UNA Universidad Nacional de Costa Rica
UNAM Universidad Nacional Autónoma de México
UNASUR Unión de Naciones Sudamericanas
UNED Universidad Estatal a Distancia, Costa Rica
VIH Virus de Inmunodeficiencia Humana
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CAPÍTULO 1
DERECHOS HUMANOS Y LUCHAS GLBTT
Debemos, pues, partir de una reflexión que
comience desde el “otro concreto”, desde
seres humanos de carne y hueso que luchan
diariamente por satisfacer sus necesidades
y colmar sus carencias. Joaquín Herrera
Flores (2004 p.105)
No es sino en los últimos años, cuando en nuestra región latinoamericana
empieza a reducirse la tendencia a invisibilizar o minusvalorar todo lo referido a las personas y grupos de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales y Travestís (GLBTT). Me
refiero a ese otro concreto, desde sus organizaciones hasta sus pensamientos y sobre
todo sus subordinaciones, humillaciones, reivindicaciones y luchas. En el mundo de
habla española, tratar temas GLBTT produce “incomodidad” entre los sectores
científicos, editoriales, de divulgación también en las mismas universidades:
Salvo raras excepciones, editoriales, revistas científicas y de divulgación, cursos
universitarios y estivales, ciclos de conferencias y congresos internacionales se
han sentido incómodos al programar o incluir en su oferta temas relacionados
con la homosexualidad (…) Evidentemente, junto a la incomodidad, también
hay que tener en cuenta el rechazo abierto o encubierto de algunos
investigadores por tratar el tema –traducido en el reducido número de tesis
doctorales y proyectos de investigación presentados en las universidades y
centro de investigación. (Bernabéu Albert 2010, p.15)(Énfasis JOGM).
Así que la mejor forma de investigar las luchas maricas en América latina es
construyendo un camino de praxis y teorías, desde enfoques verdaderamente
emancipatorios. Este libro será un atentado contra la tradición violenta, patriarcal, de
nuestras sociedades latinoamericanas, destacándose las políticas y los derechos
humanos en la región desde un enfoque político que denominaré una concepción o
enfoque crítico de los derechos humanos.
Uno de los más significativos propulsores de una concepción crítica de los
derechos humanos ha sido Joaquín Herrera Flores, quien toma como punto de partida
los procesos históricos de lucha1, dentro de lo que se ha llamado capitalismo neoliberal
1 Sobre los procesos históricos de luchas sociales y los derechos humanos es importante destacar que:
“Si no se historiza el problema de los derechos humanos no puede salirse de esa complejidad y ambigüedad (…) la historización consiste (a) en la verificación práxica de la verdad-falsedad, justicia-injusticia, ajuste-desajuste que se da del derecho proclamado; (b) en la constatación de si el derecho proclamado sirve para la seguridad de unos pocos o deja de ser efectivo para los más; (c) el examen de las condiciones reales, sin las cuales no tienen posibilidad de realidad los propósitos intencionales; (d) en 6
globalizado, para denunciar que los derechos humanos en ese mundo oficial son
mecanismos de adaptación a las diferentes fases por las que atraviesan las relaciones
sociales, económicas, políticas y culturales del régimen actual. Sostiene que, sobre
todo desde la década de 1990, viene generándose un número creciente de
movimientos sociales con luchas específicas en cada vez más frentes, muchos de ellos
conscientemente promoviendo concepciones y prácticas innovadoras, de derechos
humanos diferentes:
(…) estamos siendo testigos de la construcción de un proceso de luchas por las
particulares concepciones de la dignidad humana (…) a construir el marco más
general y efectivo de resistencia planetaria frente a las formas de poder y las
consecuencias sociales que se están expandiendo bajo el término de
neoliberalismo globalizado. (Herrera Flores, 2004: 97).
Esta reflexión lanza a las personas socialmente diversas (GLBTT), la interrogante
de pensar sus/nuestros derechos humanos como reivindicación de la variedad y
multiplicidad de posibilidades y opciones psicológico sexuales humanas, frente a la
homogeneización mercantil o ideológica (religiosa) heterocéntrica. Actualmente las
luchas GLBTT, vienen adquiriendo dimensiones de resistencias y tendencias
planetarias. Ya sea por realidades comercializadas o ya sea por la autonomía de las
resistencias y su irrupción transgresora y denunciante, son miles y millones las
personas que participan activamente hoy.
La perspectiva crítica de los derechos humanos, se basa en la función social del
conocimiento, particularmente alrededor de prácticas de control o luchas de
afirmación y liberación. Por ello busca constituirse en pensamientos y acciones
emancipadores, primordiales en la actualidad, en la medida en que la arena jurídica
viene adquiriendo creciente importancia.
En este sentido, los movimientos por los derechos humanos de personas GLBTT
superan las versiones naturalistas o esencialistas de las personas humanas. Orientan
luchas que, entonces, tienden a fundarse en los criterios de la convivencia social:
relaciones sociales solidarias y centramiento en los grupos más que, exclusivamente, en
los derechos de individuos aislados o abstractos. Son luchas sociales con importantes
funciones y resultados, señala Herrera Flores, porque tienen por objetivo,
(…) la implantación de relaciones de solidaridad entre nosotros y los otros; o, en
otros términos, que tiende a construir relaciones de reconocimiento en las que
los otros sean considerados tan sujetos del conocimiento como lo somos
nosotros. (Herrera Flores, 2004: 105).
Y esos otros humanos, las gentes GLBTT por caso, son similares epistemológicos
y también ontológica y jurídicamente. Pero las versiones formales de los derechos
la desideologización de los planteamientos idealistas, que en vez de animar a los cambios sustanciales, exigibles para el cumplimiento efectivo del derecho y no solo para la afirmación de su posibilidad o desiderabilidad, se convierten en obstáculo de los mismos; (e) en la introducción de la dimensión tiempo para poder cuantificar y verificar cuándo las proclamaciones ideales se pueden convertir en realidades o alcanzar, al menos, cierto grado de aceptable realización.” (Ellacuría, 1990 p.590).
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humanos tienden a ocultarlos y negarlos. Se les abstrae de las realidades de carne y hueso, ocultando las prácticas y mostrando solo entidades ficticias, o alineándose
precisamente con las instituciones que desconocen y atropellan a esos otros
necesarios. Al contrario, por tanto,
La función social del conocimiento exige reconocer al otro en su cotidianeidad,
en su vida, tanto pública como privada, en su hacer y no solo en su pensar (…)
Los derechos de los individuos no solo se reducen a las libertades de
pensamiento, sino que se extienden necesariamente a las condiciones sociales,
económicas políticas y culturales desde, y en, las que nos relacionamos.
Debemos, pues, partir de una reflexión que comience desde el “otro concreto”,
desde seres humanos de carne y hueso que luchan diariamente por satisfacer
sus necesidades y colmar sus carencias. (Herrera Flores, 2004: 105)
La función social de los derechos humanos me hace buscar, participar y llegar a
las cotidianeidades significativas de las personas y grupos GLBTT. Los derechos
humanos de estos grupos son importantes porque obligan a que la sociedad entera
deba debatir y comunicarse con esos otros concretos. Se visibilizan quienes han estado
oficialmente ausentes y se producen encuentros de mundos, ojos y palabras, en
marchas de protesta, sentadas, huelgas, desfiles, debates jurídicos, luchas políticas e
ideológicas, en lugares específicos y a cargo de personas reales, existentes, que tienen
nombres y caminan por las calles y se consideran a sí mismos/as seres humanos en
algún sentido.
No debe extrañar, por tanto, la homofobia que enfrentan los movimientos
sociales cuando acuden a todos los recursos disponibles para reivindicar derechos.
Derechos sobre aspectos fundantes de ser seres humanos en la sociedad capitalista
occidental: su familia, su cultura, su economía, su ejército.
Es necesario promover y analizar los derechos humanos de las personas GLBTT,
considerando ciertas vidas particulares grupos y movimientos, alrededor de
determinadas luchas específicas, que expresan diferentes valores, creencias y
posiciones sociopolíticas. Para lo cual, en los capítulos siguientes se analizarán los
países latinoamericanos y se profundizará en los casos de Brasil y de Costa Rica.
La inversión ideológica de los derechos humanos
Oficialmente existe una especie de mundo ideal en el que viven la democracia y
los derechos humanos. Tienen una naturaleza esencial, son connaturales a nuestra
propia existencia, y se aplican a todos los seres humanos, en principio. Se encuentran
encarnados en las diferentes legislaciones nacionales e internacionales, y todos los
regímenes políticos oficialmente afirman dirigirse por esos principios e ideales2.
Sus prácticas, y las prácticas de quienes controlan el poder, sin embargo, no son
ni democráticas ni respetuosas de derechos de otros y, entonces, son irrespetuosas
también de sus mismas bases ideológicas. En tales condiciones encontramos a
personas y grupos GLBTT, viviendo vidas y situaciones inhumanas. Consecuentemente,
2 Véase la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
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la inversión ideológica que se encuentra en las doctrinas oficiales de la democracia y de
los DD.HH, constituye un dilema muy complejo, en el que se llegan a explicar y
justificar abusos, atropellos o genocidios contra personas y grupos, en nombre de los
mismos principios que prohíben abusos, atropellos o genocidios.
La economía capitalista que deshumaniza a quienes deben vender su fuerza de
trabajo (su vida durante ocho o más horas cada día laboral), es justificada y enmarcada
por un orden institucional supuestamente democrático. Sin duda inspirándose en
Ludwig Feuerbach y Karl Marx3, Franz Hinkelammert nos ha planteado el problema del
crimen que resulta de la inversión ideológica de los derechos humanos:
(…) todo lo que se le antoje al poderoso lo puede hacer, y todo eso será la
imposición legítima de derechos humanos a sus adversarios. Esta es la inversión
de los derechos humanos, en cuyo nombre se aniquila a los propios derechos
humanos. Ella tiene una larga historia. De hecho, la historia de los derechos
humanos modernos es a la vez la historia de su inversión, la cual transforma la
violación de estos mismos derechos humanos en un imperativo categórico de la
acción política. (Hinkelammert, 2000, p.80).
Los derechos humanos son entonces tipos y formas de prácticas sociales e
individuales, que expresan y promueven el valor social, cultural, jurídico, ético, de
quienes las practican. Los derechos humanos surgen de y se refieren a las vidas reales,
a la dimensión de la vida práctica y entonces, como extensión y apoyo (incluyendo
garantías), también pueden referirse a las dimensiones institucionales. El engaño de la
inversión ideológica es el discurso que jurídicamente otorga algunos derechos
humanos a todos, y las prácticas estatales o comerciales que garantizan esos derechos
solamente a algunos (eliminando o restringiendo las prácticas de determinados
derechos humanos para diferentes clases, grupos e individuos)
Las relaciones sociales de producción señaladas por Hinkelammert, hay que
agregar, no son democráticas, y más bien quienes participan en ellas pronto se
3 Estos autores introdujeron el concepto de la inversión ideológica ya en el siglo XIX, al señalar que el idealismo alemán interpretaba el mundo, pero no podía intentar transformarlo porque comprendía a ese mundo de forma invertida. Es decir, asumiendo o afirmando que los ámbitos ideales son fundadores de la realidad. Feuerbach y Marx buscan darle vuelta al idealismo hegeliano (“que está parado de cabeza”), y crear un pensamiento centrado en las praxis. Adolfo Sánchez Vázquez (1980), comentando la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel, explica lo anterior señalando que: “El joven Marx extiende la crítica de Feuerbach a la filosofía política de Hegel y, como fruto de su propia crítica, ve en esta filosofía una especulación o mistificación análoga a la denunciada por Feuerbach. El hombre real que produce el Estado y la Sociedad Civil como objetivaciones suyas, se presenta en Hegel como predicado de un sujeto último (la Idea). A su vez, la Sociedad Civil (es decir, la esfera de los intereses particulares y de las relaciones materiales) aparece como una determinación o un atributo de la Idea (o, más exactamente, del Estado como encarnación de la Idea o esfera del Espíritu, de la razón). En esta transformación de lo condicionante en condicionado reside la mistificación, especulación o inversión características de la filosofía política hegeliana (…) La realidad está presente en su concepción, pero invertida, trastocada; no como sujeto sino como predicado; no como lo real empírico, sino como determinación de la Idea; no como condicionante sino como condicionado. Así entran en la filosofía política de Hegel, con la Sociedad Civil, el comercio, la industria, las relaciones materiales y los conflictos entre los intereses particulares de los individuos y de los grupos sociales o corporaciones” (p.20).
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deshumanizan, creyendo estar humanizándose. El resultado es la alienación ideológica,
el condenado que ama a su torturador.
Cuanto más se ensalza esta dimensión de la dignidad humana contenida en la
sociedad democrática, más se crea por simple implicación una imagen del mal
que significa ser opositor a las relaciones sociales de producción (…) El opositor
es ahora visto como alguien que se levanta en contra de toda dignidad humana,
un destructor de todo lo humanamente bueno y un enemigo objetivo de la
humanidad. (F. Hinkelammert y H. Mora, 2005 p. 141).
En el mundo GLBTT, se trata de por qué y cómo estas personas y grupos
experimentan, viven, reproducen y desafían, la auto homofobia, y la falta de conciencia
sobre las raíces y el sentido de la discriminación, la exclusión, la persecución. Se siguen
importantes implicaciones para la lucha por la liberación GLBTT. Para los movimientos
sociales GLBTT, se ganaría mucho explorando las operaciones de la inversión ideológica
en sus análisis y propuestas, reivindicaciones y luchas. Personas y grupos GLBTT
obtendrían importantes avances, profundizando la comprensión del sentido de las
existencias políticas, desde sus luchas