Introducción
El Sida es una de las enfermedades más difíciles de contraer, si se toman las medidas del caso, pero que más miedo despierta en la gente. Esta sesión tiene como interés terminar con los mitos acerca del peligro de infección y de instruir a todos los funcionarios del sistema penitenciario para que sepan las cosas que pueden y que no pueden hacer en caso de encontrarse con un recluso portador o enfermo de Sida.
Con los cuidados higiénicos esenciales, nadie tiene por qué temer el contagio. Por el contrario, nosotros somos los que a veces ponemos en peligro a las personas con Sida por nuestra negligencias y por nuestra discriminación.
Pero sabemos que aún conciendo las reglas básicas de lo que se debe o no hacer, las personas continúan con los temores respecto a las personas portadoras o con Sida. Esto tiene que ver más con las actitudes y los prejuicios que con la realidad médica. Por esta razón, es importante que ahondemos en cuáles son esos prejuicios y cuáles las alternativas para prescindir de ellos.
En el caso nuestro, de técnicos o agentes de seguridad en una cárcel, es imprescindible que sepamos todo lo que tenemos que saber acerca cómooo protegernos en el caso de trabajar con personas portadoras o con Sida. Pero no menos importante es que también nos pongamios en el pellejo de los portadores o pacientess con el fin de que tengamos la sensibilidad para darles apoyo y comprensión. Con miedo o temor, nuestra labor preventiva o curativa es imposible.
Una de las formas de mirar el lado humano del problema es hablar con un paciente o portador y oir de él o ella el discriminación y la estigmatización.