Introducción
El Comité sobre Alcoholismo y Depedencia de las Drogas, de la Asociación Médica Norteamericana, define el alcoholismo como una enfermedad en la cual se presenta ansiedad por el alcohol y pérdida de control sobre su consumo, como un tipo de dependencia que puede causar daño a la salud de la persona o interferir su habilidad para trabajar y para avenirse con los demás.
Hasta hace pocos años, se creía que el alcoholismo era una conducta asociada con problemas emocionales en que la persona incapaz de resolverlos, recurría al alcohol como solución. Hoy en día, sin embargo, al alcoholismo se le concibe de manera diferente. Se le define como una enfermedad médica que resulta de varias predisposiciones biológicas, y que es progresiva al punto de llevar a la persona a la incapacidad o a la misma muerte.
Existe también un tratamiento para el alcoholismo que consiste en una combinación de apoyo en un centro especializado y la participación en los 12 pasos de los grupos de Alcohólicos Anónimos. Mucha gente logra recuperarse solo con los 12 pasos o por su propia iniciativa.
Se sabe ahora que en un 10 o 20 por ciento de la población, existe una predisposición biológica heredada hacia el alcoholismo. Esta gente metaboliza en su cerebro el alcohol en forma diferente a los demás, lo que los hace disfrutar más de tomar y también los hace sufrir de más fuertes necesidades cuando dejan de hacerlo. La investigación continúa en esta área y aún no están del todo claros los mecanismos para explicarlo. Pero esto explica el por qué unos pueden beber socialmente por años sin convertirse en alcohólicos y otros, desarrollan serios problemas tan pronto empiezan a tomar.
En la etapa más temprana de la enfermedad del alcoholismo, el bebedor siente que su conducta social más bien mejora. Se siente bien y disfruta de la vida. En la etapa intermedia, la persona necesita tomar para funcionar, ya sea en el campo social, el profesional o el efectivo. La tolerancia se desarrolla, o sea se necesita cada vez más licor para obtener el mismo estado.
En la etapa más avanzada, el alcohólico no puede funcionar. Generalmente, pierde su empleo, sus pertenencias, su familia, y se deteriora físicamente, desarrollando enfermedades como la sirrosis, la neumanía, o enfermedades cardiovasculares. Además, se incrementa la mortalidad por suicidios, accidentes automovilísticos y otros como ahogarse.
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El tratamiento para el alcoholismo siempre involucra la abstinencia total. El alcohólico no es capaz de beber. "solo un traguito" o hacerlo solo de manera social. El tratamiento más efectivo es el que proporciona el grupo de Alcohólicos Anónimos (Ver apéndice 1).
¿Qué tienen que ver el alcohol y las drogas con el Sida?
El alcohol y las drogas no causan el Sida. Sin embargo, en la actualidad, es muy común que mucha gente se infecte con el virus del Sida como consecuencia del uso de éstas.
Las razones son tres:
1. Al compartir agujas o jeringas, el virus del Sida se transmite de la sangre de una persona a la de la otra. Esta es la manera más directa de contraer el virus. Es por eso que muchas personas que usan heroína, cocaína y anfetaminas contraen el Sida.
2. A veces, el uso del alcohol o de drogas lleva a la gente a hacer cosas que normalmente no haría. Muchas personas, por ejemplo, mueren en accidentes automovilísticos debido a que la ingestión de alcohol les impide conducir de la mejor manera posible. Algo similar sucede con el sexo y el Sida. La gente sabe que el Sida se transmite por la vía sexual, cuando hay penetración sin usar el condón (preservativos) o cuando éste se usa incorrectamente. No obstante, el hecho de que las personas posean este conocimiento no es suficiente para evitar la infección con el virus del Sida, ya que distintos estudios científicos demuestran que es menos probable que una persona use el condón al encontrarse bajo la influencia del alcohol o las drogas. Esto es válido, tanto si la persona consume alcohol o drogas intensivamente, como si lo hace ocasionalmente.
3. El uso de alcohol y de drogas no es saludable , daña el cuerpo humano y el sistema de defensa del organismo. Todos necesitamos el sistema de defensa para combatir infecciones. Si la persona está infectada con el virus del Sida es necesario que su sistema de defensa se mantenga lo más fuerte posible.
En vista de lo anterior, de la misma manera en que es necesario concientizar a la gente de que si toma no maneje, así mismo, en el campo del Sida, hay que hacerlo con respecto al alcohol, las drogas y el sexo.