11.º —TOPA INGA YUPANQUE [ Tupac Inca Yupanqui].
12.º —GUAYNA CAPAC [ Huaina Capac].
13.º —ATAGUALPA [ Atahuallpa], ¿su hermano?
Los que despues de la muerte de ATAGUALPA nombró el marqués Yngas:
TOPA GUALPA [ Tupac Huallpa], MANGO YNGA [ Manco Inca].
El que nombraron los capitanes de MANGO INGA:
SAIRE TOPA [ Xairi Tupac], que agora está en las montañas.
Al Illustre y Excelentissimo Señor Don Antonio de Mendoza, Vissorey yCapitan general por Su Magestad en estos reinos y provincias del Perú.
ILUSTRÍSIMO Y EXCELENTÍSIMO SEÑOR: Acabado de traducir y recopilar unlibro que Doctrina chripstiana se dice, en el cual se contiene ladoctrina chripstiana y dos Vocabularios, uno de vocablos, y otro denoticias y oraciones enteras y coloquios y confisionario, quedó mijuicio tan fatigado y mi cuerpo tan cansado, en seis años de mi mocedadque en él gasté, que propuse, y habia determinado entre mí, de nocomponer ni traducir otro libro de semejante materia en lengua india,que tratase de los hechos y costumbres destos indios naturales del Perú,por el gran trabajo que dello ví que se me ofrecia y por la variedad quehallaba en el informarme destas cosas, y ver cuán diferentemente losconquistadores hablan dello, y muy lejos de lo que los indios usaron; yesto creo yo ser, porque entónces, no tanto se empleaban en sabello,cuanto en sujetar la tierra y adquirir; y tambien, porque, nuevos en eltrato de los indios, no sabrian inquirillo y preguntallo, faltándoles lainteligencia de la lengua, y los indios, recelándose, no sabrian darentera relacion.
Fácil cosa podria parecer escribir semejantes libros, ymuy difícil contentar al lector; porque los ojos, conténtanse con quesea bien legible la letra, mas, el delicado, y experimentado juicio deVUESTRA ILUSTRÍSIMA SEÑORÍA requeria estilo gracioso y elocuencia suave,lo cual ya, para presente y servicio que yo á VUESTRA EXCELENCIAhiciese, en mi falta, y la historia de semejante materia no da lugar,pues para ser verdadero y fiel traducidor, tengo de guardar la manera yórden del hablar de los naturales. Y viniendo al propósito, digo, que enesta presente escriptura algunos ratos empleará VUESTRA EXCELENCIA losojos para leella, la cual, aunque no sea volúmen muy alto, ha sido muytrabajoso; lo uno, porque no le traduje y recopilé siendo informado deuno solo, sino de muchos, y de los más antiguos y de crédito que halléentre estos naturales; y lo otro, pensando que habia de ser ofrecida áVUESTRA EXCELENCIA.
Háme sido tambien muy penosa, por el poco tiempo quehe tenido para ocuparme en ella, pues para el otro libro de la Doctrina era menester todo; y sobre todo, añadióse al trabajo haber dedar fin á este libro en breve, agora que VUESTRA EXCELENCIA me lo mandó.Los nombres de los Ingas que los indios llamaron CAPACCUNA, que á suentender quiere decir, que mayor no lo hay ni puede haber, é cuyoshechos y vidas aquí escribo, la tabla de los cuales se hallará en fin deeste prólogo, si alguno me quisiere redargüir que en la materia destelibro hay algo supérfluo ó que dejé algo de decir por olvido, será sinmotivo, dicho de indios comunes que hablan por antojo ó por sueños, queansí lo suelen hacer, ó porque á los tales reprendedores les parecia,cuando se informaban, que los indios comunes querian decir lo que ellosagora afirman contando estas
cosas, no lo entendiendo retamente. Ni áunlas lenguas, en los tiempos pasados, no sabian inquirir y preguntar loque ellos pretendian saber y ser informados. Bien veo ser niñerías yvanidades lo que estos indios usaban y yo escribo aquí; mas, relatarlasyo siendo mandado, tengo de traducir como ello pasaba; y por tanto estelibro resciba favor de VUESTRA EXCELENCIA.
EXCELENTÍSIMO SEÑOR: La vida y estado de VUESTRA EXCELENCIA, NuestroSeñor prospere con mucha felicidad.
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CAPÍTULO PRIMERO.—Que trata del Con Tici Viracocha[4],
que ellostienen que fué el Hacedor, é de cómo hizo el cielo é tierra é las gentesindios destas provincias del Perú.
En los tiempos antiguos, dicen ser la tierra é provincia del Perúescura, y que en ella no habia lumbre ni dia. Que habia en este tiempocierta gente en ella, la cual gente tenia cierto Señor que la mandaba yá quien ella era subjeta. Del nombre desta gente y del Señor que lamandaba no se acuerdan. Y en estos tiempos que esta tierra era todanoche, dicen que salió de una laguna que es en esta tierra del Perú enla [pág. 2]provincia que dicen de Collasuyo, un Señor que llamaron Con TiciViracocha, el cual dicen haber sacado consigo cierto número de gentes,del cual número no se acuerdan. Y como este hubiese salido desta laguna,fuése de allí á un sitio ques junto á esta laguna, questá donde hoy diaes un pueblo que llaman Tiaguanaco, en esta provincia ya dicha delCollao; y como allí fuese él y los suyos, luego allí en improviso dicenque hizo el sol y el dia, y que al sol mandó que anduviese por el cursoque anda; y luego dicen que hizo las estrellas y la luna. El cual ConTici Viracocha, dicen haber salido otra vez ántes de aquella, y que enesta vez primera que salió, hizo el cielo y la tierra, y que todo lodejó escuro; y que entónces hizo aquella gente que habia en el tiempo dela escuridad ya dicha; y que esta gente le hizo cierto deservicio á esteViracocha, y como della estuviese enojado, tornó esta vez postrera ysalió como ántes habia hecho, y á aquella gente primera y á su Señor, encastigo del enojo que le hicieron, hízolos que se tornasen piedra luego.
Así como salió y en aquella mesma hora, como ya hemos dicho, dicen quehizo el sol y dia, y luna y estrellas; y que esto hecho, que en aquelasiento de Tiaguanaco, hizo de piedra cierta gente y manera de dechadode la gente que despues habia de producir, haciéndolo en esta manera:Que hizo de piedra cierto número de gente y un principal que lagobernaba y señoreaba y muchas mujeres preñadas y otras paridas y quelos niños tenian en cunas, segun su uso;[pág. 3] todo lo cual ansí hecho depiedra, que lo apartaba á cierta parte; y que él luego hizo otraprovincia allí en Tiaguanaco, formándolos de piedras en la manera yadicha, y como los hobiese acabado de hacer, mandó á toda su gente que separtiesen todos los que él allí consigo tenia, dejando solos dos en sucompañía, á los cuales dijo que mirasen aquellos bultos y los nombresque les habia dado á cada género de aquellos, señalándoles ydiciéndoles: "éstos se llamarán los tales y saldrán de tal fuente en talprovincia, y poblarán en ella, y allí serán aumentados; y éstos saldránde tal cueva, y se nombrarán los fulanos, y poblarán en tal parte; yansí como yo aquí los tengo pintados y hechos de piedras, ansí han desalir de las fuentes y rios, y cuevas y cerros, en las provincias queansí os he dicho y nombrado; é ireis luego todos vosotros por esta parte(señalándoles hácia donde el sol sale), dividiéndoles á cada uno por síy señalándoles el derecho que deba de llevar."[pág. 4]
CAP. II.—En que se trata cómo salieron las gentes desta tierra pormandado de Viracocha é asímesmo de aquellos sus viracochas que para elloenviaba; y como el Con Tici Viracocha ansimesmo se partió, é los dos quele quedaron, á hacer la mesma obra, y cómo se juntó, al fin de haberesto acabado, con los suyos, y se metió por la mar, adonde nunca más levieron.
É ansí se partieron estos viracochas que habeis oido, los cuales ibanpor las provincias que les habia dicho Viracocha, llamando en cadaprovincia, ansí como llegaban, cada uno de ellos, por la parte que ibaná la tal provincia, los que el Viracocha en Tiaguanaco les señaló depiedra que en la tal provincia habian de salir, puniéndose cada unodestos viracochas allí junto al sitio do les era dicho que la tal gentede allí habia de salir; y siendo ansí, allí este Viracocha decia en altavoz: "Fulano, salid é poblad esta tierra que está desierta, porque ansílo mandó el Con Tici Viracocha, que hizo el mundo." Y como estos ansílos llamasen, luego salian las tales gentes de aquellas partes y lugaresque ansí les era dicho por el Viracocha. Y ansí dicen que iban estosllamando y sacando[pág. 5] las gentes de las cuevas, rios y fuentes é altassierras, como ya en el capítulo ántes déste habeis oido, y poblando latierra hácia la parte do el sol sale.
É como el Con Tici Viracocha hobiese ya despachado esto, y ido en lamanera ya dicha, dicen que los dos que allí quedaron con él en el pueblode Tiaguanaco, que los envió asímismo á que llamasen y sacasen lasgentes en la manera que ya habeis oido, devidiendo estos dos en estamanera: Que envió el uno por la parte y provincia de Condesuyo, que es,estando en este Tiaguanaco las espaldas do el sol sale, á la manoizquierda, para que ansímismo fuesen hacer lo que habian ido losprimeros, y que ansímismo llamasen los indios y naturales de laprovincia de Condesuyo; y que lo mismo envió el otro por la parte yprovincia de Andesuyo, que es á la otra manderecha, puesto en la maneradicha, las espaldas hácia do el sol sale.
Y estos dos ansí despachados, dicen que él ansímismo se partió por elderecho hácia el Cuzco, que es por el medio destas dos provincias,viniendo por el camino real que va por la sierra hácia Caxamalca; por elcual camino iba él ansímismo llamando y sacando las gentes en la maneraque ya habeis oido. Y como llegase á una provincia que dicen Cacha, quees de indios Canas, la cual está diez y ocho leguas de la ciudad delCuzco, este Viracocha, como hobiese allí llamado estos indios Canas, queluego como salieron, que salieron armados, y como viesen al Viracocha,no lo conociendo, dicen que se venian á él con sus armas todos juntos ále matar, y que él, como los viese venir[pág.
6] ansí, entendiendo á lo quevenian, luego improviso hizo que cayese fuego del cielo y que viniesequemando una cordillera de un cerro hácia do los indios estaban. Y comolos indios viesen el fuego, que tuvieron temor de ser quemados yarrojaron las armas en tierra, y se fueron derechos al Viracocha, y comollegasen á él, se echaron por tierra todos; el cual, como ansí losviese, tomó una vara en las manos y fué do el fuego estaba, y dió en éldos ó tres varazos y luego fué muerto. Y todo esto hecho, dijo á losindios cómo él era su hacedor; y luego los indios Canas hicieron en ellugar do él se puso, para quel fuego cayese del cielo y de allí partió ámatalles, una suntuosa guaca, que quiere decir guaca adoratorio ó ídolo,en la cual guaca ofrecieron mucha cantidad de oro y plata éstos y susdescendientes, en la cual guaca pusieron un bulto de piedra esculpido enuna piedra grande de casi cinco varas en largo y de ancho una vara ópoco ménos, en memoria de este Viracocha y de aquello allí subcedido; locual dicen estar hecha esta guaca desde su antigüedad hasta hoy.—Y yohe visto el cerro quemado y las piedras dél, y la quemadura es de más deun cuarto de legua; y viendo esta admiracion, llamé en este pueblo deChaca[5] los indios é principales más ancianos, é preguntéles quéhobiese sido aquello de aquel cerro quemado, y ellos me dijeron esto quehabeis oido. Y la guaca de este Viracocha está en derecho desta[pág. 7]quemadura un tiro de piedra della, en un llano y de la otra parte de unarroyo que está entre esta quemadura y la guaca.
Muchas personas hanpasado este arroyo y han visto esta guaca, porque han oido lo ya dicho álos indios, y han visto esta piedra: que preguntando á los indios quequé figura tenia este Viracocha cuando ansí le vieron los antiguos,segun que dello ellos tenian noticia, y dijéronme que era un hombre altode cuerpo y que tenia una vestidura blanca que le daba hasta los piés, yquesta vestidura traia ceñida; é que traia el cabello corto y una coronahecha en la cabeza á manera de sacerdote; y que andaba destocado, y quetraia en las manos cierta cosa que á ellos les parece el dia de hoy comoestos breviarios que los sacerdotes traian en las manos. Y esta es larazon que yo desto tuve, segun que los indios me dijeron. Y preguntélescómo se llamaba aquella persona en cuyo lugar aquella piedra era puesta,y dijéronme que se llama Con Tici Viracocha Pachayachachic, que quieredecir en su lengua, Dios hacedor del mundo.
Y volviendo á nuestra historia, dicen que despues de haber hecho en estaprovincia de Cacha este milagro, que pasó adelante, siempre entendiendoen su obra, como ya habeis oido, y como llegase á un sitio que agoradicen el Tambo de Úrcos, que es seis leguas de la ciudad del Cuzco,subióse á un cerro alto y sentóse en lo más alto dél, de donde dicen quemandó que produciesen y saliesen de aquella altura los indios naturalesque allí residen el dia de hoy. Y porque este Viracocha allí se hubiesesentado, le hicieron[pág. 8] en aquel lugar una muy rica y suntuosa guaca, enla cual guaca, porque se sentó en aquel lugar este Viracocha, pusieronlos que la edificaron un escaño de oro fino, y el bulto que en el lugardeste Viracocha pusieron, le sentaron en este escaño; el cual bulto deoro fino, en la parte[6] del Cuzco que los chripstianos hicieron cuandole ganaron, [valió ó pesó] diez y seis ó diez y ocho mill pesos. Y deallí el Viracocha se partió y vino haciendo sus gentes, como ya habeisoido, hasta que llegó al Cuzco; donde llegado que fué, dicen que hizo unSeñor, al cual puso por nombre Alcaviza, y puso nombre ansímesmo á estesitio, do este Señor hizo, Cuzco; y dejando órden como despues quélpasase produciese los orejones, se partió adelante haciendo su obra. Ycomo llegase á la provincia de Puerto Viejo, se juntó allí con los suyosque ante él inviaba en la manera ya dicha, donde como allí se juntasen,se metió por la mar juntamente con ellos, por do dicen que andaba él ylos suyos por el agua ansí como si anduvieran por tierra. Otras muchascosas hobiera aquí más escripto deste Viracocha, segund que estos indiosme han informado dél, sino, por evitar proligidad y grandes idolatrías ybestialidad, no las puse; donde le dejaremos y hablaremos delproducimiento de los orejones de la ciudad del Cuzco, que ansímesmo van[usan] y siguen la bestialidad é idolatría gentílica y bárbara que yahabeis oido[7]. [pág. 9]
CAP. III.—En que trata del sitio y manera en (así) que tenia el lugardo ora dicen y llaman la gran ciudad del Cuzco, y del producimiento delos Orejones y segun que ellos tienen que producieron y salieron decierta cueva.
En el lugar y sitio que hoy dicen y llaman la gran ciudad del Cuzco, enla provincia del Perú, en los tiempos antiguos, ántes que en él hobieseSeñores Orejones, Incas, Capaccuna, que ellos dicen reyes, habia unpueblo pequeño de hasta treinta casas pequeñas pajizas y muy ruines, yen ellas habia treinta indios, y el Señor y cacique de este pueblo sedecia Alcaviza; y lo demas dentorno deste pueblo pequeño, era unaciénega de junco, [y]
yerba cortadera, la cual ciénega causaban losmanantiales de agua que de la sierra y lugar do agora es la fortalezasalian; y esta ciénaga era y se hacia en el lugar do agora es la plaza ylas casas del marqués don Francisco Pizarro, que despues esta ciudadganó; y lo mismo era en el sitio de las casas del comendador HernandoPizarro; y asimismo era[pág. 10] ciénaga el lugar y sitio do es en esta ciudad,de la parte del arroyo que por medio della pasa, el mercado ó tiánguez,plaza de contratacion de los mismos naturales indios. Al cual pueblollamaban los moradores dél desde su antigüedad Cozco; y lo que quieredecir este nombre Cozco no lo saben declarar, mas de decir que ansí senombraba antiguamente.
Y viviendo y residiendo en este pueblo Alcaviza, abrió la tierra unacueva siete leguas deste pueblo, do llaman hoy Pacaritambo, que dice Casa de producimiento; y esta cueva tenia la salida della cuanto unhombre podia caber saliendo ó entrando á gatas; de la cual cueva, luegoque se abrió, salieron cuatro hombres con sus mujeres, saliendo en estamanera. Salió primero el que se llamó Ayar Cache y su mujer con él, quese llamó Mama Guaco; y tras éste salió otro que se llamó Ayar Oche, ytras él su mujer, que se llamó Cura; y tras éste salió otro que se llamóAyar Auca, y su mujer, que se llamó Ragua Ocllo; y tras éstos salió otroque se llamó Ayar Mango, a quien despues llamaron Mango Capac, quequiere decir el rey Mango; y tras éste salió su mujer que llamaron MamaOcllo; los cuales sacaron en sus manos, de dentro de la cueva, unasalabardas de oro, y ellos salieron vestidos de unas vestiduras de lanafina tejida con oro fino, y á los cuellos sacaron unas bolsas, ansímismo de lana y oro, muy labradas, en las cuales bolsas sacaron unashondas de niervos.
Y
las
mujeres
salieron
asimismo
vestidas
muyricamente, con unas mantas y fajas, que ellos llaman chumbis, muylabradas de oro, y con los prendederos[pág. 11] de oro muy fino, los cuales sonunos alfileres largos de dos palmos que ellos llaman topos; y ansí mismosacaron estas mujeres el servicio con que habian de servir y guisar decomer á sus maridos, como son ollas y cántaros pequeños, y platos yescudillas y vasos para beber, todo de oro fino. Los cuales, como fuesende allí hasta un cerro questá legua y media del Cozco, Guanacaure, ydescendieron de allí, á las espaldas deste cerro, á un valle pequeño queen él se hace, donde como fuesen allí, sembraron unas tierras de papas,comida destos indios, y subiendo un dia al cerro Guanacaure para de allímirar y devisar donde fuese mejor asiento y sitio para poblar; y siendoya encima del cerro, Ayar Cache, que fué el primero que salió de lacueva, sacó una honda y puso en ella una piedra y tiróla á un cerroalto, y del golpe que dió, derribó el cerro y hizo en él una quebrada; yansímismo tiró otras tres piedras, y hizo de cada una una quebradagrande en los cerros altos; los cuales tiros eran y son, desde donde lostiró hasta donde el golpe hicieron, segun que ellos lo fantasean,espacio de legua y media y de una legua.
Y viendo estos tiros de honda los otros tres sus compañeros, paráronse ápensar en la fortaleza deste Ayar Cache, y apartáronse de allí un pocoaparte, y ordenaron de dar manera como aquel Ayar Cache se echase de sucompañía, porque les parescia que era hombre de grandes fuerzas yvalerosidad, y que los mandaria y subjetaria andando el tiempo, yacordaron de tornar desde allí á las cuevas donde habian salido;[pág. 12]
yporquellos al salir habian dejado muchas riquezas de oro y ropa y delmás servicio dentro de la cueva, ordenaron, sobre cautela, que teniannecesidad deste servicio, que volviese á lo sacar Ayar Cache; el cualdijo que le placia, y siendo ya á la puerta de la cueva, Ayar Cacheentró agatado, bien ansí como habia salido, que no podian entrar ménos;y como le viesen los demás dentro, tomaron una gran losa, y cerráronlela salida y puerta por do entró; y luego, con mucha piedra y mezcla,hicieron á ésta en toda [entrada?] una gruesa pared, de manera quecuando volviese á
salir,
no
pudiese
y
se
quedase
allá.
Y
esto
acabado,estuviéronse allí hasta que dende á cierto rato oyeron cómo daba golpesen la losa de dentro Ayar Cache, y viendo los compañeros que no podiasalir, tornáronse al asiento de Guanacaure, donde estuvieron los tresjuntos un año y las cuatro mujeres con ellos; y la mujer de Ayar Cache,que ya era quedado en la cueva, diéronla á Ayar Mango, para que lesirviese.[pág. 13]
CAP. IV.—En que trata cómo Ayar Mango se descendió de los altos deGuanacaure á vivir á otra quebrada, donde, despues de cierto tiempo, deallí se pasó á vivir á la ciudad del Cuzco, en compañía de Alcaviza,dejando en el cerro Guanacaure á su compañero Ayar Oche hecho ídolo,como por la historia más largo lo contará.
Y el año cumplido que allí estuvieron, paresciéndoles que aquel sitio noera cual les convenia, pasáronse de allí media legua más hácia el Cuzco,á otra quebrada, questuvieron otro año, y desde encima de los cerrosdesta quebrada, la cual se llama Matagua, miraban el valle del Cuzco yel pueblo que tenia poblado Alcaviza, y parescióles que era buen sitioaquel do estaba poblado aquel pueblo de Alcaviza; y descendidos quefueron al sitio y ranchería que tenian, entraron en su acuerdo, yparescióles quel uno dellos se quedase en el cerro de Guanacaure hechoídolo, é que los que quedaban, fuesen á poblar con los que vivian enaquel pueblo y que adorasen á éste que ansí quedase hecho ídolo, y quehablase con el sol, su padre, que los guardase y aumentase y diesehijos, y los inviase buenos temporales. Y luego se levantó en[pág. 14] pié AyarOche y mostró unas alas grandes y dijo quél habia de ser el que quedaseallí en el cerro de Guanacaure por ídolo, para hablar con el sol supadre.
Y luego subieron el cerro arriba, y siendo ya en el sitio dohabia de quedar hecho ídolo, dió un vuelo hácia el cielo el Ayar Oche,tan alto, que no lo devisaron; y tornóse allí, y díjole á Ayar Mango,que de allí se nombrase Mango Capac, porque él venia de donde el solestaba, y que ansí lo mandaba el sol que se nombrase; y que sedescendiese de allí y se fuese al pueblo que habian visto y que le seriafecha buena compañía por los moradores del pueblo; y que poblase allí; yque su mujer Cura, que se la daba para que le sirviese, y quél llevaseconsigo á su compañero Ayar Auca.
Y acabado de decir esto por el ídolo Ayar Oche, tornóse piedra ansí comoestaba, con sus alas, y luego se descendió Mango Capac y Ayar Auca á suranchería; y descendidos que fueron, vinieron donde el ídolo estabamuchos indios de un pueblo de allí cercano, y como vieron el ídolo hechopiedra, que le habian visto cuando el vuelo dió en lo alto, tiráronleuna piedra y desta piedra le quebraron al ídolo una ala; de donde, comoya le hubiesen quebrado una ala, no pudo volar ya más; y como le viesenhecho piedra, no le hicieron más enojo.
Y volviéndose estos indios que esto hicieron ansí á su pueblo, MangoCapac y su compañero Ayar Auca salieron de sus rancherías, llevandoconsigo sus cuatro mujeres ya nombradas, y caminaron para el pueblo deel Cozco, donde estaba Alcaviza. Y
ántes que llegasen[pág. 15] al pueblo, dostiros de arcabuz, estaba poblado un pueblo pequeño, en el cual pueblohabia coca y ají; y la mujer de Ayar Oche, el que se perdió en la cueva,llamada Mama Guaco, dió á un indio de los deste pueblo de coca un golpecon unos ayllos y matóle y abrióle de pronto y sacóle los bofes y elcorazon, y á vista de los demás del pueblo, hinchó los bofessoplándolos; y visto por los indios del pueblo aquel caso, tuvieron grantemor, é con el miedo que habian tomado, luego en aquella hora se fueronhuyendo al valle que llaman el dia de hoy Gualla, de donde han procedidolos indios que el dia de hoy benefician la coca de Gualla. Y esto hecho,pasaron adelante Mango Capac y su gente, y hablaron con Alcaviza,diciéndole que el sol los inviaba á que poblasen con él alli en aquelpueblo del Cozco; y el Alcaviza, como le viese tan bien aderezado á él yá su compañía, y las alabardas de oro que en las manos traian, y eldemás servicio de oro, entendió que era ansí y que eran hijos del sol, ydíjoles que poblasen donde mejor les paresciese. Y el Mango Capacagradescióselo, y paresciéndole bien el sitio y asiento do agora es enesta ciudad del Cuzco la casa y convento de Santo Domingo, que ántessolia ser la Casa del Sol, como adelante la historia lo dirá, hizo allíel Mango Capac y su compañero, y con el ayuda de las cuatro mujeres, unacasa, sin consentir que gente Alcaviza les ayudase, aunque los querianayudar; en la cual casa se metieron ellos dos y sus cuatro mujeres. Yesto hecho, dende á cierto tiempo el Mango Capac y su compañero con suscuatro mujeres, sembraron unas tierras[pág.
16] de maiz, la cual semilla de maizdicen haber sacado ellos de la cueva, á la cual cueva nombró este SeñorMango Capac, Pacarictambo, que dice, Casa de producimiento; porque,como ya habeis oido, dicen que salieron de aquella cueva. Su sementerahecha, holgábanse y regocijábanse Mango Capac y Alcaviza en buenaamistad y en contentamiento.
CAP. V.—En que trata cómo murió Ayar Auca, compañero de Mango Capac, ycómo hubo un hijo Mango Capac, el cual se llamó Sinchi Roca[8]; é cómomurió Mango Capac, y cómo murió despues de esto Alcaviza despues; y delos Señores que deste Sinchi Roca sucedieron hasta Viracocha Inca, y delos casos y cosas que acaecieron en los tiempos destos hasta ViracochaInca.
Dende á dos años que allí vino Mango Capac, murió su compañero AyarAuca, y quedó la mujer en compañía de las demás de Mango Capac, sin queen ella hobiese habido hijo ninguno de Ayar Auca, y ansí, quedó soloMango Capac con su mujer y las otras tres[pág. 17] de sus compañeros ya dichos,y sin que tuviese que ver con ninguna dellas para en cuanto á tenellaspor mujeres propias, sino con la suya propia; en la cual, dende á pocotiempo hubo un hijo, al cual hizo llamar Sinchi Roca. Y siendo ya SinchiRoca mancebo de hasta quince ó diez y seis años, murió su padre MangoCapac, sin dejar otro hijo sino fué este Sinchi Roca. É dende cinco añosque murió Mango Capac, murió Alcaviza. Y como fuese ya de edad de veinteaños este Sinchi Roca, hijo de Mango Capac, usó por mujer una señorallamada Mama Coca, hija de un cacique Señor de un pueblo questá unalegua del Cuzco, que llaman Zañu, en la cual señora hubo Sinchi Roca unhijo llamado Lloque Yupanqui. Este Lloque Yupanqui nació con dientes, yluego que nació, anduvo, y nunca quiso mamar; y luego habló cosas deadmiracion, que á mi parescer debió de ser otro Merlin, segun que lasfábulas dicen. Y ansí como este nació, que tomó una piedra en las manosy tiróla á otro muchacho descendiente de Alcaviza, que al presente porallí pasaba, el cual iba por agua á una fuente con cierta vasija en lasmanos, de la cual pedrada Lloque Yupanqui, el recien nacido, quebró unapierna al muchacho de Alcaviza ya dicho, del cual caso los agorerosdijeron, que los que descendieren de este Lloque Yupanqui serian grandesSeñores, y que señorearian aquel pueblo; y que los descendientes de losde Alcaviza serian echados de aquel pueblo por los descendientes deLloque Yupanqui; lo cual así fué, como la historia lo dirá adelante,segun que lo dijeron los que dieron razon dello. Y
porque este[pág. 18] LloqueYupanqui no hizo cosas más notables questa ya dicha, en el tiempo quevivió, le dejaremos.
Y despues de los dias de éste sucedió en su lugar un hijo suyo, que sellamó Capac Yupanqui, del cual se dice no haber procurado[9] más ser quesu padre Lloque Yupanqui le dejó. Y
despues de los dias de éste, sucedióen su lugar un hijo suyo que se dijo Mayta Capac, el cual dicen no haberprocurado más ser que sus pasados. Y despues de los dias de éste,sucedió en su lugar un hijo suyo que se dijo Inca Roca Inca, del cualdicen haber habido en seis mujeres que tuvo, treinta hijos y hijas.
Ydespues de los dias deste, sucedió en su lugar un hijo suyo y mayor delos otros, que se llamó Yaguar Guacac Inca Yupanqui.
Déste dicen quenació llorando sangre, y por eso le llamaron Yaguar Guacac, que dicen,llorar sangre. Deste di