Introducción
Muy raras veces los hombres gays nos reunimos para realizar un trabajo en conjunto, pues no estamos acostumbrados a esto, fenómeno que para los heterosexuales es de lo más común.
Quizás ésta sea la primera ocasión en que usted a sus compañeros se hayan puestos de acuerdo con otras personas para hacer una actividad totalmente distinta a la social o a la vida de los bares. Este aspecto es de gran importancia dentro de la problemática del Sida porque la mejor manera de que una comunidad se proteja del virus es por medio de su organización y su adquisición de poder ante el a. No podemos dejar que la campaña de prevención y de cuidado de pacientes continúe sin nuestra participación porque ésto nos convierte en dobles víctimas: víctimas del prejuicio y del sentimiento de impotencia ante los demás.
A pesar de la necesidad que tenemos de unirnos ante la epidemia, el hecho de que nunca hayamos trabajado en conjunto es un obstáculo que tenemos que superar. No estamos acostumbrados a la experiencia de hablar de nuestras vidas ante un grupo de desconocidos, aunque todos sean gays. Generalmente, hemos aprendido a esconder nuestra orientación sexual y estilo de vida ante el mundo, con la excepción de muy contadas personas. El solo hecho de dirigir un grupo, o participar en él, nos asusta más de lo que lo haría a una persona heterosexual. No es de extrañarse entonces el por qué muchas de las personas que asisten a la primera reunión, no regresan: el temor es más grande que la necesidad.
Nuestro aislamiento histórico nos l eva a creer que todo lo que obtengamos en la vida lo haremos practicamente solos, sin necesidad de trabajar en grupo. Es como si la vida a escondidas, discreta, invisible y reprimida fuera el modelo a seguir para alcanzar la felicidad. Esta gran individualidad del hombre gay latino repercute en todos los aspectos de la comunidad.
Estamos acostumbrados a creer que nuestra felicidad y bienestar se obtiene solo por medio de la pareja ideal y que no tenemos necesidad de compartir otros aspectos distintos a la sexualidad con otros gays. Sin embargo, el costo del "escondite" es muy alto. El aislamiento nos hace presa de las enfermedades, de la violencia, de la soledad, del maltrato, del abuso de las drogas, de la discriminación y de la impotencia, aspectos que guardan una íntima relación con el Sida.
Por vivir aislados no tenemos "facilitadores" o líderes natos, acostumbrados a coordinar trabajos grupales.
Probablemente éste sea el primer tal er al que asisten los participantes y el mismo facilitador. Trabajar en grupo es ya un reto para muchos, porque el solo hecho de asistir a la primera reunión rompe con sus esquemas acerca de como deben vivir su homosexualidad. Esto hace que la tarea del facilitador sea más complicada de lo que ya es coordinar grupos para trabajar la sexualidad: la experiencia de años no está, la información de cómo hacerlo es muy escueta, los logros aún están por verse. Además, para nuestra comunidad no existe un bosquejo de lo que es un buen facilitador de grupos gays, ni de lo que es un grupo exitoso.
Otra de las formas en que la facilitación se hace más difícil con otros gays es que hemos estado acostumbrados a sobresexualizar nuestras vidas. En vista de que usualmente nos reunimos solo para asuntos sociales, tendemos a buscar un ligue sexual en toda reunión. La tentación que tiene el facilitador y otros participantes de sexualizar sus relaciones es muy grande.
Generalmente, ésto no es muy positivo porque se crean alianzas de muy distintos grados de intimidad entre los participantes o porque destruye las motivaciones del facilitador ante los demás, si él incurre en relaciones durante los tal eres.
Esta falta de experiencia y de costumbre hace que este tal er no solo aspire a l enar las expectativas de prevención, sino que también las del trabajo en grupo de los gays. Es importante que los participantes aprendan a trabajar con otros como el os y que lo hagan de una manera muy respetuosa de la confidencialidad de todos. La revelación forzosa de la identidad sexual siempre ha servido como una arma que se usa en contra del gay, tanto por los heterosexuales como por otros homosexuales. De ahí que uno de los temores básicos de los que toman el tal er será siempre ser expuestos en contra de su voluntad.
Una vez que se obtienen las seguridades de parte de los demás de que el grupo respetará lo que se discuta, hasta el punto de no compartirlo con nadie fuera de él, la desconfianza disminuirá.
En vista de la homofobia interiorizada en sociedades tan represivas como las latina, también es común que exista un escepticismo muy grande a confiar en otros gays. Mucho del odio que hemos aprendido en nuestra contra lo hemos exteriorizado con ataques a otros gays.
Muchos de los nombres o palabras que usamos para referirnos a nosotros mismos como "loca", "playo",
"mujer", "zorra" y otras más deben ser cuestionados y probablemente, desechados de nuestro vocabulario. El
"cuento", "chisme", "vinazo", todos instrumentos de ataque, también deben evitarse para un trabajo armonioso en grupo.
Los ejercicios en esta sesión
El cuestionario es una pieza vital de los tal eres para medir su efectividad. Debe ser l enado con toda tranquilidad y con la confianza de su anonimato.
El grupo debe también establecer sus propias reglas del juego como, por ejemplo, la confidencialidad y la responsabilidad compartidas.
El juego del rompecabezas sirve para demostrar la necesidad del trabajo en grupo y cómo éste es a veces mejor que el trabajo individual. Finalmente, si existe un graduado disponible, su charla sobre el valor de los tal eres para él, ayudará a despejar temores y a identificar los beneficios de asistir a todas las sesiones.
Tema 3: Información del Proyecto
Objetivo: Presentación de todos los aspectos relacionados con el proyecto.
Ejercicio 2: Información
Duración: 20 minutos
Materiales: papelógrafo con los nombres de los tal eres, con el título de Modelo Holístico (Ver Apédice 1), papelógrafos con el objetivo general, marcadores.
Procedimiento:
a. Primero los facilitadores explican en qué consiste el modelo holístico, la metodología participativa y en qué se diferencian de la educación tradicional.
b. Los facilitadores expondrán luego, en que papelógrafo, los tal eres para que sean más fáciles de apreciar. Se debe hacer una breve exposición de lo que es una sesión, de cuántos tal eres está formado, de la duración de cada sesión, módulo en general y de los objetivos generales: