Introducción:
Si las personas cambiaran sus prácticas sexuales solo con la información, no habría necesidad de un módulo como éste, de diez semanas, para la prevención del Sida. Haríamos esta sesión y con el a lograriamos nuestros objetivos.
Los participantes aprenderían cómo se transmite y se previene el Sida, y cómo usar efectivamente el sexo más seguro, incluyendo el preservativo, y ésto sería suficiente. Sin embargo, las personas no modifican su conducta sexual tan fácilmente.
Creemos que dar la información solamente no logrará nuestros objetivos (ya lo hemos evidenciado en la Encuesta Nacional de Sida y en la Encuesta Gay). Esto quiere decir que existen otros factores, además de la información, que influyen en las prácticas sexuales. Eso no quiere decir que podemos omitirla, o asumir que ya la mayoría de los participantes tienen una información adecuada. En realidad, muchos conocen cómo se trasmite el Sida y que el condón sirve de barrera, pero desconocen, o tienen información confusa, acerca de otros aspectos relevantes.
En el caso del condón, muchos no saben cómo ponerlo o quitarlo, cuáles marcar usar, cuáles gelatinas y sus marcasss son las mejores (a veces, recomendamos erróneamente una marca de lubricante que creemos que es hecha a base de agua y ésta tiene algo de aceite), y de la inconveniencia de ciertas prácticas, como l evarlo en la bil etera (el calor lo perjudica), usar dos para mayor protección (la fricción más bien los rompe) y probarlos inadecuadamente (usando las uñas o estirándolos hacia arriba en vez de hacia lo ancho).
Existe siempre discusión, además, de la seguridad de ciertas prácticas sexuales como el beso profundo, el sexo oral y lamer el recto. No hay una posición unámine ante el peligro que éstos representan y por el o, es importante que los participantes reconozcan los grados de riesgo a los que se exponen con cada una de las prácticas sexuales. En vista de que los conocimientos acerca de la infección varían de acuerdo con nuevas investigaciones, muchas de las recomendaciones también deben ser modificadas y por el o, permanentemente revisadas (Por eso omitimos en el Manual mucha de la información sobre el tratamiento del Sida con el fin de que utilice siempre la más reciente).
Lo mismo sucede con respecto al examen del Sida. Hace unos años los beneficios de saberse seropositivos eran muy reducidos comparados con la carga negativa de sabverse contagiado. Ahora, en los Estados Unidos y en los países desarrol ados, un dictamén temprano sirve para iniciar un tratamiento preventivo que podría retrasar la enfermedad o evitarla del todo. En países como Costa Rica, la falta de AZT, DDI, y otras drogas por aprobarse, impiden que los seropositivos de escasos recursos puedan iniciar la prevención y que obtengan los mismos resultados. De ahí que la decisión de hacerse o no el examen, también debe tomarse teniendo en cuenta estas realidades tan distintas.
La posición oficial de estos talleres ante el examen del Sida es totalmente neutral. Ni se recomienda ni se aprueba. Cada persona debe l egar a su propia decisión, después de que se le de toda la información pertinente.
En lo que sí tenemos una posición oficial es con respecto a la prevención. Todos los gays debemos practicar el sexo más seguro para protegernos y para terminar con el contagio en nuestra comunidad. No existe ninguna razón suficientemente buena como para correr riesgos y amenazar nuestras vidas o las de nuestros compañeros.
Sabemos que existen excusas para no hacerlo, pero éstas deber ser atacadas y cuestionadas con toda nuestra vehemencia. Por eso es que creemos que el resultado del examen del Sida es irrelevante con respecto a la prevención: todos debemos cambiar y protegernos.
Los ejercicios en esta sesión
El ejercicio de las palabras claves es una alternativa dinámica a la tradicional charla médica sobre el Sida. Los participantes discuten sobre lo que creen son los términos básicos relacionados con la enfermedad y luego se aclaran las dudas. El facilitador deber estar muy atento a intervenir y dar la información adecuada, para lo que debe estar permanentemente atento a las nuevas informaciones sobre el Sida.
Esto mismo sucede con respecto al sexo más seguro. Como no hay consenso médico, los participantes deben evaluar los riesgos de cada práctica sexual. En la discusión muchos aprenden alternativas a prácticas no del todo seguras como el sexo oral.
Las competencias de los condones hacen que los participantes aprendan a usarlos de una manera lúdica.
También hacen al condón algo familiar y positivo y le quitan la carga emocional que muchos tienene contra él.
Lo mismo sucede con los psicodramas.
Esto permiten que los participantes se expongan a las excusa que se usan para no usar el condón y a pensar en las posibles respuestas.