UN POETA Y DOS AMORES
Desde la ventana
veo el cielo con astros, planetas
y estrellas tiritando de envidia.
Sólo yo, un poeta
tiene la alegría de tener
dos mujeres en la misma cama.
Yo, en el centro mismo del calor
protegidos por dos cuerpos
calientes de amor.
A un lado el cuerpo tibio
grueso de marfil transparente,
de una mujer, flor natural.
Al otro lado un cuerpo pequeño,
tibio, suave como un terciopelo
de color oliva.
El tibio marfil con sus ojos de azul cielo,
sus labios de tulipanes grandes, fuertes y rojos
se han hundido sobre los míos.
La otra de ojos almendrados negros
como dos carbones dando llama de pasión,
boca pequeñina suave y tierna.
El silencio de la noche
deja escuchar los latidos
de los dos amores de un poeta.
Tengo esta dicha, más grande que el universo,
escucho la sangre en los ríos subterráneos
cantar la melodía del amor.
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