Finalizaré aquí este breve repertorio con un caso extraído de la historia de Roma, por cuanto también aquí, al igual que en la narración de la isla de Pohnpei, la divinidad implorada acude a la llamada en auxilio del solicitante. El personaje invocado aquí es Cástor.
Efec�vamente, en el año 498 antes de JC, el exiliado Tarquino se encaminó sobre Roma, con la intención de aplastarla con aliados de treinta y seis ciudades de la Liga la�na conducidos por Octavio Manilio.
La batalla se libró junto al lago Regilo, cerca de la actual Frasca�. Cuando al cabo de algunas horas parecía decantarse cierta ventaja en favor de los etruscos, que consiguieron empujar a los romanos, Aulio Postumio, en su desesperación, prome�ó un templo a Cástor si éste intercedía en la lucha. Repen�namente, en una violenta carga contra el enemigo, se colocaron a la cabeza de la caballería dos extraños y apuestos jinetes de una estatura superior a la humana, que de inmediato se pusieron a dirigir la por ende victoriosa carga.
Fueron solamente algunos ejemplos. Los suficientes, creo, para esta conclusión: dado que los relatos que nos refieren los cronistas de la
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conquista de América difieren poco o nada, en algunos casos, de otros tes�monios similares recogidos en todas las épocas y en muchos lugares del planeta por otros historiadores, creo que cabe poca duda acerca de la observación de que alguien está encauzando desde siempre, sin preguntárnoslo, nuestro des�no.
“Jerusalén es el lugar de residencia de muchos Arcontes”
El Apocalipsis de Santiago 25:15
Códices de Nag Hammadi (Texto Gnós�co)
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AFRICA BAJO LA CRUZ REPTIL
por David Icke
Esto que sigue a continuación intenta completar el excelente informe de Faber-Kaiser titulado “La Conquista Programada” y es un fragmento bastante extenso de una charla mantenida entre David Icke y el chamán zulú Credo Mutwa, donde éste le explica a aquél cómo fue realizada la conquista cristiana en el continente africano. Dicha conquista tiene curiosos paralelismos con la conquista española realizada en América. Además de eso, Credo Mutwa habla de la leyenda de los “chitauri” y de una dolorosa experiencia de abducción tenida en su niñez.
Hola, bienvenidos a África. A este enorme y maravilloso continente. Sudáfrica para ser más preciso… Sólo a unos kilómetros de Johannesburgo. Y estoy aquí para hablar con un hombre sobresaliente… Credo Mutwa.
La primera vez que vine a Sudáfrica conocía a Credo Mutwa.
En los primeros días no había escuchado antes de él, pero tan pronto lo conocí no dejó de hablar por lo menos durante 5 horas… Y durante
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los primeros minutos me di cuenta de que no sólo estaba en la presencia de un hombre de gran conocimiento sino en la presencia de un genio. Un ser humano único… Y Credo Mutwa es sin duda alguna el hombre más increíble el cual he tenido el honor de conocer.
Credo es lo que algunos llaman “chamán”, y otros, profundamente ignorantes, llaman “brujo”. Su título oficial en la nación Zulú es zanuzi. Un zanuzi es el portador, guardián del conocimiento antiguo. Incluyendo el conocimiento antiguo de la historia de África; de dónde surgió todo esto, de dónde vino la gente…
CUAL ES LA VERDAD SOBRE LA HISTORIA. En vez de la gran versión sin sentido de la historia que recibimos en las Universidades y escuelas…
Sólo quedan dos zanuzis en Sudáfrica hoy en día, y Credo es uno de ellos. Y esto es aterrador, ya que significa que la verdadera historia de este continente está muriendo. Se está perdiendo entre esta versión “oficial” de la historia. La historia está siendo re-escrita, y la gente que puede re-establecer la verdadera historia de nuevo está dejando este mundo, a la vez que envejece, sin reemplazo alguno.
Así que usted está por escuchar a este hombre hablar y ver su conocimiento preservado por tanto tiempo como la existencia de los medios electrónicos. He aquí el narrador oficial de la historia y guardián de la historia de la gente Zulú. Pero ¿sabe?, el conocimiento es algo muy peligroso cuando uno intenta manipular y controlar a la gente. Así es que gente como credo Mutwa, quien tiene el conocimiento como para re-escribir la historia y por lo tanto el presente es gente peligrosa para aquellos que desean controlar y suprimir. Este hombre ha tenido infinidad de atentados a su vida, inclusive en los últimos días. Y él ha molestado a la jerarquía de su
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propia gente tanto como a la gente de otras culturas y razas que también desean suprimir la verdad para mantener su propio dominio religioso o mantener a la gente en la ignorancia.
Así es que he venido a hablar con Credo. Esta es una serie de videos únicos, con un hombre único.
CREDO MUTWA: Cuando el hombre blanco comenzó a destruir nuestra religión, cuando empezó a demonizar a nuestros dioses, cuando empezó ridiculizando nuestras creencias y empezó usando africanos con educación para destruir nuestra religión, en muchas partes del África nuestra antigua religión se volvió clandestina. Y ahí estaban las llamadas sociedades secretas por toda áfrica del Norte, Sur, Centro y Oeste, donde este conocimiento fue mantenido por guardianes dedicados de por vida, mucho de los cuales desconocían que en otra parte de la nación habían otros guardianes haciendo exactamente lo mismo. Ahora, cuando me convertí en un zangoma,
yo era una persona con educación.
Terminé la escuela a los 14 años y me convertí en zangoma a los 16
años. Y lo que mi tía y mis abuelos me enseñaron me conmocionó hasta el fondo de mi alma… Encontré que las escuelas misioneras me habían estado enseñando mentiras sobre mi gente. Cuando éramos niños, los misionero nos dijeron que la única verdad en África fue traída por el hombre blanco, y que antes de que el hombre blanco viniera los negros no teníamos idea sobre Dios, que no creíamos en la vida después de la muerte y que nuestra gente era sólo una raza de salvajes los cuales solían descansar bajo el sol, mujeriar, pelear
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y emborracharse todo el día… Y en algún momento me di cuenta de que los africanos habían sido mucho más intelectuales de los que los misioneros querían dar crédito. Y que de igual manera que el hombre blanco, nosotros teníamos astronomía, astrología, cirugía. De hecho encontré que los cirujanos zulús, a inicios del 1800 y más atrás realizaban operaciones las cuales los cirujanos blancos no eran capaz de realizar. Y mientras más aprendía sobre mi gente, más quería saber… Y cuando mi iniciación bajo la guía de mi tía y mis abuelos terminó, quise saber más y más. Y a veces tuve que pagar un precio muy alto para obtener ese conocimiento…
(Credo relata luego la dura iniciación por la que tuvo que pasar para ser aceptado en una sociedad secreta africana) Estas fueron las personas que por primera vez me hablaron de una raza de seres altamente inteligentes llamados CHITAURI, lo cual significa “dictadores”. Una raza de criaturas que parecen reptiles quienes han gobernado el mundo por ciertos, si no es que miles de años… A través de este acto atroz (la de la Iniciación_Nota mía) pude ganar el conocimiento que era negado inclusive a los más altos zangomas porque ellos no estaban dispuestos a pasar por el ritual que yo pasé. Así es como el conocimiento secreto está protegido en África…
DAVID ICKE: Credo ¿Por qué has decidido revelar ahora este conocimiento a una audiencia más amplia?
CREDO MUTWA: Señor David, por favor, África está muriendo, la están matando y nosotros aquí sentados como tontos sin darnos cuenta de lo que se le hace a nuestra gente… Tengo pruebas irrefutables de que
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el SIDA fue creado por el hombre y esta enfermedad mataría a tres cuartos de la gente negra de Sudáfrica dentro de los próximos diez años. Hay guerra en África que no me hacen sentido como hombre negro. Señor David, cuando la gente pelea una guerra ¿Cuál es la razón? La gente pelea para deshacerse de algo que le está causando daño, ya sea si trata por un jefe de tribu o un gobierno corrupto. Ellos querrían pelear para eliminar este obstáculo o para ser destruidos por ello. Esa es la idea detrás de una rebelión. Pero en África vemos guerras donde un grupo de rebeldes reta a los gobiernos e intenta pelear en contra. Y estas guerras y en la destrucción total de un país en particular donde hoy en día ni los gobiernos ni los rebeldes ganan debido a que se tiene a estos rebeldes enfrentando al gobierno y, de repente, la armada rebelde se divide en pequeñas partes enfrentándose entre ellos y no al verdadero enemigo, convirtiéndose en una situación donde todo el mundo se enfrenta contra todos sin llegar a ningún lado. Señor, estas guerras que están destruyendo África están siendo orquestadas por fuerzas externas. Nuestra agente necesita desarrollo. Nuestra gente necesita paz. Nosotros somos gente pacífica. Nosotros no estamos a favor de la guerra. No permita que los historiadores le mientan.
África no es percibida como es. Primeramente, mi gente son los zulúes. Una tribu famosa por sus guerras durante mucho tiempo…
Pero espere, ¿Sabe que la tribu zulú siempre ha odiado la guerra, al contrario de lo que los historiadores quieren hacernos creer?
Nosotros le llamamos a la guerra “impi”, lo que significa malvado en nuestro idioma. La palabra impi significa “es que es malvado”…
Ahora, cuando un zulú va a la batalla, es espiritualmente preparado
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para pelear. Pero una vez que ha regresado, tiene que someterse a una ceremonia de purificación. Un ritual muy, muy doloroso, el cual dura 7 días antes de que se le permita tocar a su esposa. Pero espere… En Inglaterra tenemos a la duquesa de Marlboro, quien escribió en su diario que su esposo, el duque de Marlboro, le hizo el amor tres veces después de una terrible batalla sin haberse quitado antes sus botas. He aquí un hombre viniendo de la batalla con las botas aún impregnadas con el olor de la sangre de los caballos y hombres, y probablemente aún con carne humana adherida a ellas, he aquí este hombre haciéndole el amor a su esposa… ¿Qué tipo de actitud es esa? Nosotros nunca hicimos eso en África. Nosotros odiamos la guerra… África está siendo asesinada señor, y la raza de gente que una vez fundó una de las civilizaciones más grandes está siendo cruelmente exterminada, y nuestros políticos parecen estar hipnotizados tal como las pitones hipnotizan a sus presas. ¿Es que no saben nuestros líderes lo que sucede en África? Tengo que hablar señor, lo voy a hacer. Voy a revelar y enfrentar las consecuencias… No soy un hombre valiente, pero alguien tiene que hacerlo y exponer la conspiración que existe en África.
DAVID ICKE: Empecemos mirando a la fuerza que se denominador desde los inicios hasta el presente. Y que ha estado manipulado estas situaciones malévolas. Mis propias investigaciones alrededor del mundo se ha enfocado en el hecho de que hay una fuerza ajena a este mundo, por así decirlo, que es el denominador común. ¿Cuál es tu experiencia y conocimiento en el involucramiento extraterrestre en la historia de África?
CREDO MUTWA: Una de las historias más secretas que me fue revelada
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es acerca de estos seres. Esta historia me fue revelada inicialmente en occidente posteriormente en el país hoy llamado Rwanda. Y luego escuché esta historia en los alrededores de la montaña Kilimanjaro.
Esta es la historia que uno encuentra por todo África…
Erase una vez cuando el cielo azul no era visible. Cuando todo estaba cubierto por la niebla. Cuando no era posible ver el Sol como ahora.
Uno sólo podía ver un destello de luz blanca moviéndose lentamente por el cielo. En ese entonces prevalecía una eterna llovizna presente todos los días del año. En ese entonces no era posible ver las estrellas.
Sólo podía visualizarse los árboles en crecimiento, los cuales eran enormes. No había desierto entonces. Sólo jungla por doquier…
En ese entonces señor, el ser humano nacía como ambos géneros, femenino y masculino en un solo cuerpo. Y un día, arriba en el cielo, aparecieron terribles objetos… Eran como esferas gigantes que parecía estar echas de oro brillante. Estas esferas eran más grandes que las montañas. Vinieron del cielo haciendo un ruido tremendo, emanando fuego humo y humo negro. Y de esos enormes objetos salieron Ellos…
En ese entonces los seres humanos no ponías hablar. No teníamos el don del lenguaje en ese momento. Sin embargo, la gente tenía grandes poderes mentales. Para cazar, el hombre iba hacia los arbustos y usaban el poder de su mente para llamar al animal que necesitaba para alimentar a sus hijos. Y el animal aparecía arrodillándose ante el hombre para que este pudiera matarlo. Pero cuando los
“chitauri” (dictadores) llegaron al África, le dijeron a nuestra gente que ellos eran dioses y que les darían a los seres humanos grandes
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dones siempre y cuando sean adorados y aceptados como nuestros creadores. Algunos de ellos dijeron a nuestra gente que eran nuestros hermanos mayores y que habían sido producidos por este planeta varias generaciones atrás. Dijeron que habían regresado al verde vientre de su madre y que nos convertirían en dioses.
Lo que hicieron fue crear un par de cuevas muy extrañas en la zona.
Cavaron dos cuevas. En una de ellas había una luz verde y en la otra una roja. Trajeron a los seres humanos a estas cuevas y cada ser humano tuvo que escoger la cueva a la cual iba a entrar. Aquellos que entraron a la cueva verde regresaron como mujeres. Aquellos que entraron a la cueva roja salieron de ella como hombres. Y después de eso, los chitauri dijeron a la gente que ahora eran perfectos… pero en el momento en que el primer hombre vio a la primer mujer surgió una terrible inconformidad. Las mujeres odiaron al hombre al mirar entre sus piernas vieron lo que parecían ser serpientes enredadas. Y
los hombres odiaron a las mujeres porque al mirar su pecho vieron esas grandes cosas sin saber lo que eran. Para los chitauri, todo esto era un juego y les parecía muy gracioso. Luego los chitauri dijeron: si aceptan servirnos los convertiremos en dioses. Y los humanos aceptaron.
Posteriormente los chitauri dieron a los humanos un segundo don el don; el don del lenguaje. La gente empezó a hablar por sus bocas cuando anteriormente lo hacían con sus mentes. Y de ahí surgió un gran problema, porque este hombre no sabía el lenguaje de este otro. Y cuando este hombre saludó a este otro, él creyó que estaba siendo insultado, y eso fue la causa de homicidios. Cuando a la gente se le dio el lenguaje, encontraron para su horror que habían perdido
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la mayoría de sus poderes mentales… Habían pagado un precio muy alto; los chitauri eran ahora los amos de los seres humanos.
Los chitauri forzaron a los humanos a minar metales; oro, cobre, estaño y todo tipo de metales. La gente estaba bastante triste, porque no podían lidiar con las nuevas diferencias sexuales que eran ahora entre hombre y mujer. Pero luego, entre los chitauri, surgió una mujer chitauri con buenas intenciones. Su nombre era MAI ZARANTUARI ZAMAJONGO, quien era la esposa oficial del terrible jefe de los chitauri llamado UMBABA GORRONTUARI ZAMAJONGO.
Esta mujer reptil se sentía muy mal por la raza humana. Ella preguntó a la gente ¿Son infelices? Y la gente respondió “Sí su grandeza. Porque vamos a las cuevas todos los días, cavamos y traemos los metales a los dioses, pero no somos felices…”. Y la mujer chitauri, rascándose la mejilla escamosa comenzó a pensar y pensar. Ella era terriblemente fea. Sus ojos eran como luces en la oscuridad… pero había piedad en su corazón. Así es que enseñó a los hombres y mujeres a hacer el amor. Y dijo “Miren, nosotros los hemos dividido entre hombres y mujeres, y esta acción los unirá nuevamente”.
Pero no fue así, porque todos aquellos que reciben un regalo de los hijos de la serpiente están siempre en problemas… Lo que ocasionó fue cuando un hombre empezó a acostarse con su esposa no se conformó y fue a robar a la mujer del vecino y esa fue la causa de una gran problema entre la gente. Así es que los hombres comenzaron a robar a las esposas y novias de otros y las mujeres hicieron lo mismo.
Entonces, el rey Umbaba, el terrible jefe de la gente reptil dijo “Mira lo que has hecho mujer estúpida. Ahora esta gente está haciendo
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tanto ruido… Escucha a todos los que gritan entre los arbustos. Están entretenidos haciendo el amor y no están haciendo su trabajo. Y
tú eres responsable de esto”. Y la mujer reptil pensó y pensó hasta que algo se le ocurrió y dijo “Los haré detenerse. Cuando estén haciendo el amor entre ellos, las mujeres van a embarazarse. Y una vez embarazadas, el hombre va a dejarla en paz. Y ese ruido en los arbustos dejará de molestarte señor”. Y Umbaba dijo “Más te vale, porque la producción está detenida”. Y entonces todas las mujeres del área se embarazaron y Umbaba se enfureció una vez más con su esposa. Y estos eventos continuaron sucediéndose, hasta que un día la mujer reptil, activó a un héroe negro llamado MUERO. Y
Muero retó al jefe de los reptiles a una pelea, donde cortó el pene del rey de la gente serpiente. Y eso causó una gran guerra. Muero huyó, pero Umbaba, el terrible jefe chitauri lo arrestó y lo llevo a su aldea. Donde luego le dijo “Cortase mi pene, el cual he reemplazado con uno de oro y no puedo hacer más el amor. Piensas demasiado pequeña escoria humana”. Ahora Umbaba tenía una uña horrible en uno de sus dedos. Una garra. Lo que hizo fue ensartar esa garra dentro de una de las ventanas de la nariz de Muero haciendo un terrible agujero en su cerebro y luego comenzó a beber su cerebro, finalmente desvaneciéndose su cadáver. Hasta ese día nosotros creemos que los chitauri suelen devorar el cerebro humano…
DAVID ICKE: Lo que relatas es la misma situación que he encontrado durante mi investigación. Increíble confirmación de que una raza humanoide de reptiles de otro mundo ha estado detrás de la manipulación de la humanidad por largo tiempo. Ahora, ¿Cuál es la apariencia de estos chitauris?
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CREDO MUTWA: No soy un buen artista señor, pero esta es la percepción de la apariencia de los chitauri…
(Credo Mutwa le muestra una imagen pintada en la pared que tiene forma de cabeza de reptil humanoide…) CREDO MUTWA: Usted verá… Ustedes la raza blanca dicen que hay extraterrestres en la Tierra, pero están EQUIVOCADOS. El planeta en que vivimos hay producido 24 razas diferentes durante su larga existencia. Pero esta es la apariencia de los chitauri (señala la pintura) cuya altura llega a los 3 metros. Es un ser muy esbelto en cual pareciera carecer de huesos. No hay uniones en sus dedos ya que son muy flexibles. Alguno de los chitauris tienen 3 garras y un pulgar, mientras otros tienen hasta 6 garras más el pulgar. Algunos de ellos tienen cuernos en la cabeza y lo que me sorprende es que algunos productores de cine, tal como los de Star Wars, con regularidad muestran criaturas que realmente existen y que la persona menos educada en África que ha oído de los chitauris pueden identificarlos...
Ahora, me pregunto. Sólo me pregunto…. ¿De dónde obtienen su información esos productores de cine?
…Una de estas zonas de África, señor, es un notable lugar llamado
“Matopo”, situadas en Zimbabwe… Estas montañas son el lugar donde los chitauris han sido vistos. Este es el lugar donde Cecil John Rhodes fue enterrado…
DAVID ICKE: Es una extraña coincidencia que Cecil Rhodes, uno de los más grandes representantes de los illuminati, quien hizo tanto para aprisionar a África, haya escogido ser enterrado donde todo esto está sucediendo.
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CREDO MUTWA: Cuando Cecil John Rhodes se dirigía hacia las cabañas de los africanos, los hombres sabios de la tribu “Mashona”
y de la tribu “Matebele”, en su desesperación, intentaron convencer a Rhodes para convertirse en uno de ellos, contándoles el secreto de las montañas Matopo. Le dijeron que debajo de estas montañas se encuentra una ciudad. Una ciudad de gran sabiduría la cual, es el hogar de los últimos sobrevivientes de los dioses chitauris. Y si usted va a las montañas Matopo, señor, y lleva consigo un martillo de 2 kilos y lo azota en ciertas partes de ese territorio escuchará un sonido hueco indicando que hay cavernas en las profundidades. Hay un conjunto de dos montañas, Matopo es una de ellas, pero al este de Zimbabwe, se encuentra la maravillosa montaña conocida como Iniangani. Es ahí, donde hasta el día de la fecha, la gente desaparece sin dejar rastro alguno. Algunas veces las personas desaparecen por varios días y aparecen unos días después sin recordar dónde han estado…
¿Por qué la gente desaparece ahí?
Son miles quienes desaparecen.
Fue ahí donde yo también desaparecí por 4 días en 1959. Fue una de las experiencias más traumáticas de mi vida.
DAVID ICKE: ¿Qué sucedió?
CREDO MUTWA: Bueno, es una larga historia, señor. Mi maestra, Elizabeth Mollos, me había enviado a recolectar unas plantas especiales que crecen sólo alrededores de esas montañas. Era un día ordinario, como cualquier otro. Un hermoso día soleado como el de
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hoy. Siempre me ha encantado el desierto africano. Estando entre los arbustos me hace sentir en casa. Especialmente en los días cuando rebozaba de salud. Amo a los animales y al olor de la vegetación.
Así que me encontraba ahí buscando estas plantas cuando, repentinamente, fui envuelto por una neblina azul brillante… Me tomó tiempo reaccionar a esta cosa. Era un día caluroso y, de repente, la temperatura a mi alrededor bajó. Era como si me encontrara en los pies de una montaña muy helada. Pero era un caluroso día.
Y enseguida de eso, me encontré en lo que parecía ser un túnel metálico lineal. Y estaba acostado en lo que parecía ser una larga mesa. Una mesa de hierro como la que usaría alguien para trabajar con los metales, para cortarlos. Esta mesa estaba brillantemente pulida. Y ahí me encontraba yo acostado, sin mis pantalones, cuando vi de nuevo, a través de lo que parecía ser una neblina azul, un conjunto de objetos en movimiento los cuales al principio creí que eran muñecos, pero estos objetos se estaban dirigiendo a mí. Y, para mi sorpresa, noté que eran unas pequeñas criaturas, humanoides y muy delgadas, con largas cabezas en forma de melón.
Estas criaturas no tenían narices como la de los humanos. Tenían sólo unas pequeñas aberturas en cada lado donde la nariz estaría. Sus bocas eran como cortaduras de navajas en la parte baja del rostro. Y
estas criaturas estaban viniendo hacia mí… (Credo está describiendo a los “grises” _ Nota mía) Ellos eran de color gris, como ciertos tipos de peces. Vestían con prendas de color plateado las cuales cubrían sus cuellos y sus muñecas… Y mientras me encontraba mirando a estas criaturas tuve la sensación de que algo estaba por ocurrirme.
Acostado ahí, mire directamente hacia los ojos de uno de ellos el cual era mucho más alto que el resto. Esta criatura vestía una
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especie de overol ajustado y liso el cual cubría hasta su cuello… Esta criatura tenía unos dedos muy largos. Cada uno de sus dedos tenía una unión extra el cual terminaba en una garra negra tal como las de las gallinas… Y la criatura estaba parada a mi lado, con la mirada hacia mí, y yo miraba hacia sus ojos lo cuales eran muy extraños. Era como si estuviera usando lentes de natación sobre sus ojos. Pude ver sus ojos a través de esa especie de lentes… La criatura emanaba un olor terrible que no puedo describir. Era un olor químico, metálico…
muy feo. Y esa criatura tenía la mirada dirigida hacia mí. Yo estaba asustado pero no podía moverme. Y enseguida sentí un dolor horrible en mi muslo izquierdo. Como si alguien me hubiera acuchillado hasta el hueso. Grité e intenté levantarme pero mi cuerpo estaba inactivo No podía moverme y no tenía ninguna atadura. No había un cinturón deteniéndome. Y sin embargo, no podía mover mi cuerpo. Y cuando miré abajo para ver lo que me sucedía, noté que una de las criaturas pequeñas había clavado algo muy doloroso en mi muslo izquierdo.
Y luego, mientras observaba horrorizado, la criatura sacó esta cosa de mi cuerpo. Era como un lápiz hecho de metal brillante y tenía lo que parecía ser un cable flexible en la parte trasera. Y antes de que pudiera hacer algo, señor, la criatura a mi lado me tomó ambos lados de la cabeza (hace un gesto como si lo estuvieran sujetando) y luego una segunda criatura metió algo en la ventana derecha de mi nariz.
Sentí como si me hubieran electrocutado. El dolor fue tan terrible, señor, que grité y grité. Mi boca se lleno de sangre, sangre salió de mi nariz, y a la criatura no parecía importarle…
Yo estaba estupefacto porque el dolor era tan intenso y terrible. Y
luego, silenciosa y brutalmente, la criatura jaló la cosa de mi nariz y enseguida comenzó a fluir sangre de mi nariz, de la boca. Y la criatura
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alta movió mi cabeza de esta forma (hace un gesto con la cabeza) para que la sangre pudiera salir de la boca y me diera algún alivio.
Y después de lo que parecía ser una eternidad de dolor, la criatura trajo algo que parecía como un antiguo drenador. Y colocó esta cosa cerca de mi nariz. Y enseguida el dolor disminuyó. La tortura fue tan intensa que ni siquiera ahora puedo describirla… Y luego, algo me sucedió. Una cuarta criatura empezó a remover entre mis piernas, sacando mi órgano masculino e insertando algo en él. Fue muy extraño, pero ya no sentía dolor para entonces. Sin embargo, podía sentir el cable flexible moviéndose dentro de mí, dentro de mi cuerpo. Y luego… no lo puedo describir… Fue como si mi “semilla”
hubiera sido succionada por este pequeño y brillante cable flexible.
Y luego la criatura simplemente lo jaló.
Grité y lloré, pero no me fue posible moverme. Y luego sucedió algo que hasta este día sigue sorprendiéndome… Después de que la criatura sacó el cable de mi órgano, ésta se mantuvo ahí parada, observando mi órgano. Y yo estaba tan aterrorizado, que lo oriné…
Accidentalmente oriné sobre el pecho de la criatura. Inmediatamente saltó a un lado, como si se tratase de un disparo. Pero su rostro nunca mostró ninguna expresión. Su boca ni siquiera se abrió. Por la forma en que la criatura reaccionó fue como si en verdad le hubiera disparado. Pero él estaba usando una especie de prenda. Y después de eso señor, me dejaron en paz. Excepto por la criatura alta, quien en ese momento estaba parada a mi lado con los brazos cruzados mirando hacia mí. Y luego, mientras yo observaba a esta criatura y le rogaba piadosamente “no más dolor por favor, no más…”. De repente, imágenes inundaron mi mente… Imágenes de edificios hundidos en
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un lago de aguas rojas. Edificios rotando de un lado a otro, edificios que lucían como si hubiesen sido bombardeados. Ciudades hundidas en lodo. Árboles sin hojas y sin ramas, clavados en el lodo como si hubiesen sido envenenados. Es fueron mis visiones. Y luego, de una entrada que no había notado antes, apareció un terrible y extraño ser, señor…
(Credo Mutwa describe la aparición de un robot metálico que se acercó a la camilla y lo observó, sin tocarlo) Y enseguida, señor, detrás de esta criatura de metal apareció otra criatura. Era radicalmente diferente de las criaturas “grises”, en el sentido que lucía exactamente igual a un ser humano (muestra una estatuilla de un ser humanoide femenino). Tenía una piel rosada como el de una mujer de piel blanca. Tenía el cabello dorado y orejas puntiagudas, como el de un animal. Sus ojos estaban ligeramente inclinados. Eran de un azul pálido los cuales nunca parpadeaban y se encontraba desnuda. En la parte de atrás tenía una cola, lo cual fue muy obvia cuando se alejó de mí después de lo que me hizo. Lo que esta “cosa” hizo fue treparse encima de mí y me hizo el amor…
Me di cuenta que a diferencia de una mujer normal, tenía el busto muy elevado sobre su pecho, y estos eran muy calientes, en apariencia. Tanto el bello púbico como el axilar eran de un rojo fuego, como si hubiera muerto. Y esta “cosa” ni siquiera parpadeó. Y
sus ojos permanecían fijos, mirándome, como si no hubiese líquido en ellos. Sólo una horrible mirada fija. Era una criatura pequeña, del tamaño de una niña de 16 años. Sin embargo, pesaba demasiado cuando se trepó en mí. No mostró emociones durante el acto…
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Enseguida las criaturas me sacaron de la habitación después de que las criatura de metal y la mujer se fueron, y me transportaron a lo largo de un contenedor el cual conducía lentamente hacia la derecha. Ahí, me mostraron muchas cosas que hasta este día sigo sin entender. Me mostraron pequeñas versiones de esta criatura (sostiene la estatua de un gris en la mano), nadando en grandes cilindros que parecían estar hechos de cristal conteniendo un líquido de color rosa. Eran como renacuajos nadando en el líquido. Lucían como fetos humanos abortados. Eran muy horribles y repugnantes. Luego entramos a otra habitación donde vi a un número de personas sometiéndose a la misma tortura que yo sufrí. Pasé muy cerca de una persona en particular. Era un hombre blanco, definitivamente europeo con una barba y bigote amarillento, de largo cabello rojo oscuro. Este hombre me miró a los ojos mientras yo hacía lo mismo…
Para no hacer la historia larga señor, me encontré nuevamente entre los arbustos, pero esta vez sólo tenía puesta mi camisa. Mis pantalones y mis botas ya no estaban. Así que me quité la camisa y la usé como tapa rabo. Y empecé a caminar sin dirección alguna.
Finalmente encontré un camino y lo empecé a seguir. Más tarde, vi gente viniendo hacia mí. Era un grupo joven de mujeres y hombres de la tribu Mashona quienes se dirigían al centro del comercio. Les pregunté por Elizabeth Moyos y ellos me indicaron el camino, pero en todo momento mantuvieron su distancia. Más adelante supe la razón… Fue porque ese día yo portaba un terrible olor inhumano.
Cuando finalmente llegué al pueblo de Elizabeth Moyos, todos los perros del lugar se pusieron histéricos. Vinieron en manada queriéndome hacer pedazos. Sólo los pobladores se las arreglaron
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para salvarme. La señora Moyos me preguntó dónde había estado. Le respondí que no sabía. Y luego dijo: “Yo sé. Has sido tomado por los pequeños.” Yo le respondí: “Así es, y no lo puedo entender” . Ella dijo:
“No se trata de entender; fuiste elegido por los dioses para sacrificio.
Así que ni siquiera intentes hablar de esto” . ¿Pero cómo no iba a hablar? Quería entender lo que se me había hecho, por quién y por qué. Inclusive ahora sigo sin entender…
Muchos años después conocí a una notable mujer blanca, Elizabeth Clara. Una famosa mujer sudafricana que había trabajando para la inteligencia británica durante la guerra y quien se me ha dicho fue embarazada por un ser de las estrellas; Ako. Yo le pregunté a ella el significado de mi extraña experiencia… porque, desde entonces, he conocido mucha gente negra, a más de 200, quienes han pasado por la misma tortura. He conocido a mujeres que han sido misteriosamente embarazadas por las mismas criaturas de mi encuentro…
Señor, yo he visto a los chitauri. Los he olido. Yo he tenido mis propias experiencias con este asunto. Hay gente que afirma que estas criaturas son dioses, hay gente que afirma que estas criaturas están experimentando con nosotros… Eso es un montón de basura. Estas criaturas nos están cosechando. Estas criaturas no son extraterrestres señor Icke. Estas criaturas son compatibles sexualmente con nuestras mujeres, y esto nos indica que ellos son de aquí. Ellos son parte de nosotros y esto los hace aún más peligrosos. Ellos nos conocen a la perfección. Ellos conocen las grandes debilidades de nuestra mente.
Y también conocen sus fortalezas.
Ellos operan en lo que yo llamo “el área gris” de la existencia
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humana. Ese lado de nuestra vida del cual no queremos saber (el inconsciente_Nota mía). Las tradiciones africanas dicen que los chitauris se enfrentaron a Dios en una terrible guerra. Y Dios los venció. El Dios real. Gugungú, el creador. Dios los venció y les selló la boca para que no pudieran hablar o alimentarse nunca más. Pero se nos dice que los chitauri se alimentaban de la energía que los seres humanos le damos. Ellos nos hacen pelear entre nosotros.
Cuando las grandes masas están pasando por miedo, muerte y terror.
Cuando cientos y cientos de personas están enojados y temerosos, los chitauri se alimentan de esa energía. Ellos se alimentan de los que llamamos el poder oscuro generado cuando los humanos destruyen el planeta donde viven…
DAVID ICKE: Cuénteme la historia de cómo este continente fue apoderado por el imperio británico…
CREDO MUTWA: Veamos… Hay misterios en este mundo que nosotros como seres humanos pensantes deberíamos mirar. Y uno de esos misterios es éste: Hay una abrumadora evidencia del hecho de que antes de que África fuera verdaderamente colonizada por la gente blanca de Europa, primero fuera preparada por gente extraña para que se diera esta colonización…
Cuando las primera embarcaciones portuguesas comenzaron a navegar por Cabo Esperanza, seres extraños aparecieron entre nuestra gente. Extrañas criaturas casi humanas. Usualmente criaturas de gran estatura. Normalmente altos. Seres casi humanos. Algunos de ellos sólo tenían un pié.
Aparecieron entre nuestra gente y comenzaron a hacer cosas allí
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que hizo más fácil, para los colonialistas, que nos invadieran y nos conquistaran.
DAVID ICKE: ¿Cómo se veían en términos de color de piel, Credo?
CREDO MUTWA: Señor, nosotros no sabemos. Pero los adultos los describían como muy, muy blancos. De un blanco tiza, en apariencia.
Esto ocurrió tan a menudo que se volvió tradicional para nuestra gente el representar a esos seres con tiza blanca. Usted encuentra máscaras entre nuestras máscaras hechas las cuales están manchadas totalmente con tiza blanca para representar a estas criaturas.
Estas criaturas medían usualmente unos dos metros y medio. Eran muy, muy esbeltos. Y solían usar túnicas hechas con una talla alta de cierto tipo de antílope. Usualmente eran intensamente negras. De antílope sable.
DAVID ICKE: ¿Qué nombre le daba la gente?
CREDO MUTWA: Nosotros le pusimos el nombre ISILO SENGU, o “Las Bestias de la Terrible Manta”.
Estas criaturas se vestían exactamente como los monjes cristianos.
Con capuchas y largas túnicas. De hecho voy a dibujarte la semejanza de uno de ellos como aparece en una pintura rupestre. Ahora, estas criaturas solían vivir en agujeros en la tierra, o en cavernas subterráneas, o en pasajes… sobre los cuales un techo de césped y también de vegetación con pasto estaba situado. Y esto puede ser interesante para usted, señor, que los exploradores y marineros portugueses solían ver a estas criaturas de una sola pierna apareciendo y a veces desapareciendo en la tierra como por arte de
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magia. Y esas criaturas eran llamadas por los marineros portugueses
“monopies”. Usaban largas túnicas que llegaban hasta los tobillos, y ellos aparecían mientras se movían entre los arbustos como si sólo tuvieran una pierna.
Los monopies fueron vistos en África y también fueron vistos en América antes de ser colonizados por los blancos…
DAVID ICKE: ¿Entre los nativos americanos?
CREDO MUTWA: Sí, señor. Una de las cosas que me sorprende es que la historia de América y la de África fue la misma... Esta dice que estos monopies introdujeron cierto conocimiento en nuestra gente.
Ellos en realidad prepararon a nuestra gente mentalmente para lo que se avecinaba. Por ejemplo, estos monopies, estas Bestias de la Terrible Manta, solían usar una CRUZ como adorno… en sus pechos como un talismán. Una cruz hecha de oro o planta. No le sorprenda que cuando los nativos americanos vieron la cruz pintada en las velas de los navíos de Cristóbal Colón la reconocieron como objeto sagrado. Déjeme decirle señor, que exactamente lo mismo ocurrió en Sudáfrica, donde nuestra gente estaba familiarizada con esta cruz mucho antes de que los blancos se instalaran en África. Y cuando nuestra gente vio esa cruz, esta vez traída por los misioneros, la reconocieron como un objeto sagrado de otras maneras. Ahora, no sé cómo decir esto, pero usted lo puede decir por mí… Nuestra gente fue preparada mucho antes para que reconocieran ciertos símbolos cristianos y judíos. Y cuando ellos los vieron después en los yelmos de los colonizadores, los vieron por lo que eran. Esta es una de las razones por la que, señor Icke, los africanos aceptaron y protegieron a los misioneros cristianos, incluso, cuando se luchaba a vida y
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muerte contra los colonizadores blancos.
¿Cómo es posible que un hombre acepte la religión de un invasor mientras que al mismo tiempo está luchando entre la vida y la muerte contra los abusos que este invasor estaba haciendo en su tierra nativa?
Esto ocurrió en América y a su vez en África. Y las fuentes de esta aceptación fueron las mismas.
Me gustaría poner esto en un mejor inglés del que uso ahora porque siento que es importante…
DAVID ICKE: Creo que estás poniéndolo de una manera muy clara. Que parece que estos chitauris estaban por todo el mundo preparando para la ocupación del centro Illuminati en Londres-Europa, de todas estas áreas como América nativa y África.
CREDO MUTWA: Sí, señor. La historia… Verá… Un gran fraude se ha cometido en las escuelas educativas... En eso los educadores en todas las direcciones fuerzan a nuestros jóvenes para que vean la colonización africana y americana como si fueran dos incidentes separados. Pero ciertos hechos de esa colonización fueron los mismos en África y en América, y lograron los mismos resultados. Por eso es que yo siempre discuto que la conspiración, la conspiración internacional, comenzó mucho antes de los tiempos de la colonización africana y americana. Mire esto: aquí está el gran rey zulú Shaka. Shaka es un guerrero senzangakona. Shaka le dio la bienvenida a la gente blanca a su imperio en cuestión. Shaka le permitió a los misioneros operar libremente en su país. Y cuando Shaka murió, antes de que él muriera, quería que su hermano
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Dingane bajo ninguna circunstancia atacara a la gente blanca. Y eso permitió a los misioneros operar libremente entre los zulúes. De hecho, duranrte el reinado del rey Dingane, el hermano de Shaka, dos misionero, el reverendo Halstead y el reverendo Owen, hicieron una misión de puesta en escena desde dentro de la gran aldea del rey Dingane. Pero espere, señor. Déjeme señalar una cosa; estos misioneros, cuando convertían a nuestra gente al cristianismo, a menudo se alejaban del camino para criticar y socavar la autoridad del rey a los ojos de su acomodo. En otras palabras, nosotros tuvimos un increíble fenómeno aquí donde un gran rey fue quebrantado por la misa gente a la que permitió predicar libremente en su país…
¡Por qué! Ni un solo estudiante sudafricano se ha preguntado a sí mismo por qué. ¿Por qué? ¿Por qué nuestra gente, al parecer tan estúpidamente, permitió entrar a una religión extranjera a su país?
(fin de la entrevista)
“¡Hagamos que él nos nutra y sostenga!
Nosotros ya lo intentamos con nuestra primera creación... pero no los hicimos orar y venerarnos.
Así pues, tratemos de hacerlos obedientes, seres respetuosos que nos nutrirán y nos sostendrán.”
Popol Vuh; sobre la creación
del Hombre
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SOMBRAS DE BARRO
por Carlos Castaneda
Capítulo de su libro EL LADO ACTIVO DEL INFINITO - 1998
Sentarse en silencio con don Juan era una de las experiencias más agradables que conocía. Estábamos cómodamente sentados en unas sillas tapizadas en la parte posterior de su casa, en las montañas de México central. Era de tarde. Soplaba una brisa placentera. El sol estaba detrás de la casa, a nuestras espaldas. Su luz se desvanecía, creando exquisitas sombras verdes en los grandes árboles del pa�o. Enormes árboles crecían alrededor de la casa y aun más allá, tapando la vista de la ciudad donde don Juan vivía. Me daba siempre la sensación de estar en una lugar salvaje, un lugar salvaje dis�nto del árido desierto de Sonora, pero agreste de todos modos.
-Hoy vamos a discu�r un tema muy serio de la brujería -dijo don Juan de manera abrupta-, y vamos a comenzar por hablar del cuerpo energé�co.
Me había descrito el cuerpo energé�co incontables veces, diciéndome que era un conglomerado de campos de energía que conforman el cuerpo �sico cuando es visto como energía que fluye en el universo. Había dicho que era más pequeño, más compacto, y de
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apariencia más pesada que la esfera luminosa del cuerpo �sico.
Don Juan me había explicado que el cuerpo y el cuerpo energé�co eran dos conglomerados de campos energé�cos comprimidos y unidos por una extraña fuerza aglu�nante. Había enfa�zado una y otra vez que la fuerza que une esos dos grupos de campos energé�cos era, según los chamanes del México an�guo, la fuerza más misteriosa en el universo.
Él es�maba que era la esencia pura de todo el cosmos, la suma total de todo lo que es.
Había asegurado que el cuerpo �sico y el cuerpo energé�co eran las únicas configuraciones de energía en contrapeso en el reino humano. Por tanto, él no aceptaba ningún otro dualismo. El dualismo entre cuerpo y mente, carne y espíritu, él los consideraba como una mera concatenación de la mente que surgía de ésta sin fundamento energé�co alguno.
Don Juan había dicho que por medio de la disciplina es posible para cualquiera acercar el cuerpo energé�co hacia el cuerpo �sico.
Normalmente, la distancia entre los dos es enorme. Una vez que el cuerpo energé�co está dentro de cierto radio (que varía para cada uno de nosotros individualmente), cualquiera, por medio de la disciplina, puede tomar de él una réplica exacta del cuerpo �sico; es decir, un ser sólido, tridimensional. De allí la idea de los chamanes del otro o del doble. Del mismo modo, a través de los mismos procesos de disciplina, cualquiera puede forjar de su cuerpo �sico sólido, tridimensional, una réplica exacta de su propio cuerpo energé�co, es decir, una carga de energía etérea invisible al ojo humano, tal como lo es toda energía.
Cuando don Juan me dio esta explicación, mi reacción había sido
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preguntarle si lo que él estaba describiendo era una proposición mí�ca.
Él me había respondido que no hay nada mí�co acerca de los chamanes.
Los chamanes eran seres prác�cos, y lo que ellos describían era siempre algo muy sobrio y muy realista. De acuerdo a don Juan, la dificultad de entender lo que los chamanes hacían estaba en que ellos procedían desde un sistema cogni�vo diferente.
Aquel día, sentados en la parte trasera de su casa en el centro de México, don Juan dijo que el cuerpo energé�co era de una importancia clave en todo lo que estaba ocurriendo en mi vida. Él veía como un hecho energé�co el que mi cuerpo energé�co, en lugar de alejarse de mí (como sucede normalmente), se me acercaba a gran velocidad.
-¿Qué significa el que se me esté acercando, don Juan? -
pregunté.
-Significa que algo te va a sacar la mugre -dijo don Juan sonriendo-
. Un grado tremendo de control va a aparecer en tu vida, pero no tu control; el control del cuerpo energé�co.
-¿Quiere decir, don Juan, que una fuerza externa va a controlarme?
-pregunté.
-Hay montones de fuerzas externas controlándote ahorita mismo
-don Juan replicó-. El control al que me refiero es algo que está fuera del dominio del lenguaje. Es tu control pero a la vez no lo es. No puede ser clasificado, pero sí puede ser experimentado. Y, por cierto y por sobre todo, puede ser manipulado. Recuerda: puede ser manipulado, por supuesto, para tu beneficio total, que no es, claro, tu propio beneficio sino el beneficio del cuerpo energé�co. Sin embargo, el cuerpo
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energé�co eres tú, así es que podríamos con�nuar indefinidamente como perros mordiéndose la propia cola, tratando de explicar esto. El lenguaje es inadecuado.
Todas estas experiencias están más allá de la sintaxis.
La oscuridad había descendido muy rápidamente, y el follaje de los árboles, que momentos antes brillaba de color verde, estaba ahora muy oscuro y denso. Don Juan dijo que si yo prestaba atención intensamente a la oscuridad del follaje, sin enfocar la mirada sino mirando como con el rabillo del ojo, vería una sombra fugaz cruzando mi campo de visión.
-Ésta es la hora apropiada para hacer lo que te voy a pedir -dijo-
. Toma un momento en fijar la atención necesaria de parte tuya para lograrlo. No pares hasta que captes esa sombra fugaz negra.
Vi de hecho una extraña sombra fugaz negra proyectada en el follaje de los árboles. Era, o bien una sombra que iba de un lado al otro, o varias sombras fugaces moviéndose de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, o hacia arriba en el aire. Me parecían peces negros y gordos, peces enormes. Era como si gigantescos peces espada volaran por el aire. Estaba absorto en la visión. Luego, finalmente, la visión me asustó. Estaba ya muy oscuro para ver el follaje, pero aun así veía las sombras fugaces negras.
-¿Qué es, don Juan? -pregunté-. Veo sombras fugaces negras por todos lados.
-Ah, es el universo en su totalidad -dijo-, inconmensurable, no lineal, fuera del reino de la sintaxis. Los chamanes del México an�guo fueron los primeros que vieron esas sombras fugaces, así es que las
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siguieron. Las vieron como tú las viste hoy, y las vieron como energía que fluye en el universo. Y, sí, descubrieron algo trascendental.
Paró de hablar y me miró. Sus pausas encajaban perfectamente.
Siempre paraba de hablar cuando yo pendía de un hilo.
-¿Qué descubrieron, don Juan? -pregunté.
-Descubrieron que tenemos un compañero de por vida -dijo de la manera más clara que pudo-. Tenemos un predador que vino desde las profundidades del cosmos y tomó control sobre nuestras vidas. Los seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, nos ordena que no lo hagamos.
Estaba ya muy oscuro a nuestro alrededor, y eso parecía impedir cualquier expresión de mi parte. Si hubiera sido de día, me hubiera reído a carcajadas. En la oscuridad, me sen�a bastante inhibido.
-Hay una negrura que nos rodea -dijo don Juan-, pero si miras por el rabillo del ojo, verás todavía las fugaces sombras saltando a tu alrededor.
Tenía razón. Aun las podía ver. Sus movimientos me marearon.
Don Juan prendió la luz, y eso pareció disiparlo todo.
-Has llegado, a través de tu propio esfuerzo, a lo que los chamanes del México an�guo llamaban el tema de temas -dijo don Juan-. Me anduve con rodeos todo este �empo, insinuándote que algo nos �ene prisioneros. ¡Desde luego que algo nos �ene prisioneros! Esto era un
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hecho energé�co para los chamanes del México an�guo.
-¿Pero, por qué este predador ha tomado posesión de la manera que usted describe, don Juan? -pregunté-. Debe haber una explicación lógica.
-Hay una explicación -replicó don Juan-, y es la explicación más simple del mundo. Tomaron posesión porque para ellos somos comida, y nos exprimen sin compasión porque somos su sustento. Así como nosotros criamos gallinas en gallineros, así también ellos nos crían en humaneros. Por lo tanto, siempre �enen comida a su alcance.
Sen� que mi cabeza se sacudía violentamente de lado a lado. No podía expresar mi profundo sen�miento de incomodidad y descontento, pero mi cuerpo se movía haciéndolo patente. Temblaba de pies a cabeza sin volición alguna de mi parte.
-No, no, no, no -me oí decir-. Esto es absurdo, don Juan. Lo que usted está diciendo es algo monstruoso. Simplemente no puede ser cierto, para chamanes o para seres comunes, o para nadie.
-¿Por qué no? -don Juan preguntó calmadamente-. ¿Por qué no?
¿Por qué te enfurece?
-Sí, me enfurece -le contesté-. ¡Esas afirmaciones son monstruosas!
-Bueno -dijo-, aún no has oído todas las afirmaciones. Espérate un momento y verás cómo te sientes. Te voy a someter a un bombardeo. Es decir, voy a someter a tu mente a tremendos ataques, y no te puedes ir porque estás atrapado. No porque yo te tenga prisionero, sino porque
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algo en � te impedirá irte, mientras que otra parte de � de veras se alocará. Así es que, ¡ajústate el cinturón!
Sen� que había algo en mí que exigía ser cas�gada. Don Juan tenía razón. No podría haberme ido de la casa por nada del mundo. Y aun así, no me gustaban para nada las insensateces que él peroraba.
-Quiero apelar a tu mente analí�ca -dijo don Juan-. Piensa por un momento, y dime cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia del hombre-ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o la estupidez de su comportamiento contradictorio. Los chamanes creen que los predadores nos han dado nuestro sistema de creencias, nuestras ideas acerca del bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expecta�vas, nuestros sueños de triunfo y fracaso. Nos otorgaron la codicia, la mezquindad y la cobardía. Es el predador el que nos hace complacientes, ru�narios y egomaniá�cos.
-¿Pero de qué manera pueden hacer esto, don Juan? -pregunté, de cierto modo más enojado aún por sus afirmaciones-. ¿Susurran todo esto en nuestros oídos mientras dormimos?
-No, no lo hacen de esa manera, ¡eso es una idiotez! -dijo don Juan, sonriendo-. Son infinitamente más eficaces y organizados que eso. Para mantenernos obedientes y dóciles y débiles, los predadores se involucraron en una maniobra estupenda (estupenda, por supuesto, desde el punto de vista de un estratega). Una maniobra horrible desde el punto de vista de quien la sufre. ¡Nos dieron su mente! ¿Me escuchas?
Los predadores nos dieron su mente, que se vuelve nuestra mente. La mente del predador es barroca, contradictoria, mórbida, llena de miedo
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a ser descubierta en cualquier momento.
»Aunque nunca has sufrido hambre -con�nuó-, sé que �enes unas ansias con�nuas de comer, lo cual no es sino las ansias del predador que teme que en cualquier momento su maniobra será descubierta y la comida le será negada. A través de la mente, que después de todo es su mente, los predadores inyectan en las vidas de los seres humanos lo que sea conveniente para ellos. Y se garan�zan a ellos mismos, de esta manera, un grado de seguridad que actúa como amor�guador de su miedo.
-No es que no pueda aceptar esto como válido, don Juan -dije-.
Podría, pero hay algo tan odioso al respecto que realmente me causa rechazo. Me fuerza a tomar una posición contradictoria. Si es cierto que nos comen, ¿cómo lo hacen?
Don Juan tenía una sonrisa de oreja a oreja. Rebosaba de placer.
Me explicó que los chamanes ven a los niños humanos como extrañas bolas luminosas de energía, cubiertas de arriba a abajo con una capa brillante, algo así como una cobertura plás�ca que se ajusta de forma ceñida sobre su capullo de energía. Dijo que esa capa brillante de conciencia era lo que los predadores consumían, y que cuando un ser humano llegaba a ser adulto, todo lo que quedaba de esa capa brillante de conciencia era una angosta franja que se elevaba desde el suelo hasta por encima de los dedos de los pies. Esa franja permi�a al ser humano con�nuar vivo, pero sólo apenas.
Como si hubiera estado en un sueño, oí a don Juan Matus explicando que, hasta donde él sabía, la humanidad era la única especie que tenía la capa brillante de conciencia por fuera del capullo luminoso.
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Por lo tanto, se volvió presa fácil para una conciencia de dis�nto orden, tal como la pesada conciencia del predador.
Luego hizo el comentario más injuriante que había pronunciado hasta el momento. Dijo que esta angosta franja de conciencia era el epicentro donde el ser humano estaba atrapado sin remedio.
Aprovechándose del único punto de conciencia que nos queda, los predadores crean llamaradas de conciencia que proceden a consumir de manera despiadada y predatorial. Nos otorgan problemas banales que fuerzan a esas llamaradas de conciencia a crecer, y de esa manera nos man�enen vivos para alimentarse con la llamarada energé�ca de nuestras seudo-preocupaciones.
Algo debía de haber en lo que don Juan decía, pues me resultó tan devastador que a este punto se me revolvió el estómago. Después de una pausa suficientemente larga para que me pudiera recuperar, le pregunté a don Juan:
-¿Pero por qué, si los chamanes del México an�guo, y todos los chamanes de la actualidad, ven los predadores no hacen nada al respecto?
-No hay nada que tú y yo podamos hacer -dijo don Juan con voz grave y triste-. Todo lo que podemos hacer es disciplinarnos hasta el punto de que no nos toquen. ¿Cómo puedes pedirles a tus semejantes que atraviesen los mismos rigores de la disciplina? Se reirán y se burlarán de �, y los más agresivos te darán una patada en el culo. Y no tanto porque no te crean. En lo más profundo de cada ser humano, hay un saber ancestral, visceral acerca de la existencia del predador.
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Mi mente analí�ca se movía de un lado a otro como un yo-yo. Me abandonaba y volvía, me abandonó de nuevo y volvía otra vez. Lo que don Juan estaba afirmando era absurdo e increíble. Al mismo �empo, era algo de lo más razonable, tan simple. Explicaba cada contradicción humana que se me pudiera ocurrir. ¿Pero cómo podría cualquier persona haber tomado esto con seriedad? Don Juan me empujaba al paso de una avalancha que me derribaría para siempre.
Sen� otra ola de una sensación amenazante. La ola no provenía de mí, y sin embargo estaba unida a mí. Don Juan estaba haciéndome algo, algo misteriosamente posi�vo y a la vez terriblemente nega�vo. Lo sen�
como un intento de cortar una fina lámina que parecía estar pegada a mí. Sus ojos estaban fijos en los míos, me miraba sin parpadear. Alejó sus ojos de mí y comenzó a hablar sin volver a mirarme.
-Cuando las dudas te asalten hasta el punto de que corras peligro -
dijo-, haz algo pragmá�co al respecto. Apaga la luz. Perfora la oscuridad.
Averigua qué puedes ver.
Se levantó para apagar la luz. Lo frené.
-No, no, don Juan -dije-, no apague la luz. Estoy bien.
Lo que sen�a era algo fuera de lo normal, un inusual miedo a la oscuridad. El solo pensar en ella me producía jadeos. Defini�vamente sabía algo visceralmente, pero ni loco lo tocaría o lo traería a la superficie, ¡por nada del mundo!
-Viste las sombras fugaces contra los árboles -dijo don Juan, reclinándose en su silla-. Estuviste muy bien. Ahora me gustaría que las vieras en esta habitación. No estás viendo nada. Simplemente estás
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captando imágenes fugaces. Tienes suficiente energía para hacerlo.
Temía que don Juan se levantara y apagara la luz de la habitación, y así lo hizo. Dos segundos más tarde yo estaba gritando a grito pelado. No sólo capté la visión de esas imágenes fugaces, sino que las oí zumbando en mis oídos. Don Juan prendió la luz mientras se doblaba de risa.
-¡Qué �po temperamental! -dijo-. Un completo incrédulo, por un lado, y por el otro un pragma�sta. Tienes que arreglar esta lucha interna.
Si no, vas a hincharte y a reventar como sapo.
Don Juan con�nuó hincándome su púa más y más profundo.
-Los chamanes del México an�guo -dijo- vieron al predador. Lo llamaron el volador porque brinca en el aire.
No es nada lindo. Es una enorme sombra, de una oscuridad impenetrable, una sombra negra que salta por el aire. Luego, aterriza de plano en el suelo. Los chamanes del México an�guo estaban bastante inquietos con saber cuándo había hecho su aparición en la Tierra. Razonaron que era que el hombre debía haber sido un ser completo en algún momento, con estupendas revelaciones, proezas de conciencia que hoy en día son leyendas mitológicas. Y luego todo parece desvanecerse y nos quedamos con un hombre sumiso.
Quería enojarme, llamarlo paranoico, pero de algún modo mi rec�tud inflexible que por lo general se escondía justo por debajo de la superficie de mi ser, no estaba allí. Algo en mí estaba más allá de hacerle mi pregunta favorita: ¿Qué pasa si lo que él dice es verdad? Aquella noche, al �empo que me hablaba, de todo corazón sen� que lo que me decía era verdad, pero al mismo �empo y con igual fuerza, sen� que
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todo lo que me estaba diciendo era completamente absurdo.
-¿Qué me está diciendo, don Juan? -pregunté débilmente. Mi garganta estaba constreñida. Apenas podía respirar.
-Lo que estoy diciendo es que no nos enfrentamos a un simple predador. Es muy ingenioso, y es organizado.
Sigue un sistema metódico para volvernos inú�les. El hombre, el ser mágico que es nuestro des�no alcanzar, ya no es mágico. Es un pedazo de carne. No hay más sueños para el hombre sino los sueños de un animal que está siendo criado para volverse un pedazo de carne: trillado, convencional, imbécil.
Las palabras de don Juan estaban provocando una extraña reacción corporal en mí, comparable a la sensación de náusea. Era como si nuevamente me fuera a enfermar del estómago. Pero la náusea provenía del fondo de mi ser, desde los huesos. Me convulsioné involuntariamente. Don Juan me sacudió de los hombros. Sen� mi cuello bamboleándose hacia delante y hacia atrás bajo el impacto de su apretón. Su maniobra me calmó de inmediato. Me sen� mejor, más en control.
-Este predador -dijo don Juan-, que por supuesto es un ser inorgánico, no nos es del todo invisible, como lo son otros seres inorgánicos. Creo que de niños sí los vemos, y decidimos que son tan terroríficos que no queremos pensar en ellos. Los niños podrían, por supuesto, decidir enfocarse en esa visión, pero todo el mundo a su alrededor lo disuade de hacerlo.
»La única alterna�va que le queda a la humanidad -con�nuó- es
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la disciplina. La disciplina es el único repelente. Pero con disciplina no me refiero a arduas ru�nas. No me refiero a levantarse cada mañana a las cinco y media y a darte baños de agua helada hasta ponerte azul. Los chamanes en�enden por disciplina la capacidad de enfrentar con serenidad circunstancias que no están incluidas en nuestras expecta�vas. Para ellos, la disciplina es un arte: el arte de enfrentarse al infinito sin vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están llenos de asombro.
-¿De qué manera sería la disciplina de un brujo un repelente? -
pregunté.
-Los chamanes dicen que la disciplina hace que la capa brillante de conciencia se vuelva desabrida al volador
-dijo don Juan, escudriñando mi cara como queriendo encontrar algún signo de incredulidad-. El resultado es que los predadores se desconciertan. Una capa brillante de conciencia que sea incomible no es parte de su cognición, supongo. Una vez desconcertados, no les queda otra opción que descon�nuar su nefasta tarea.
»Si los predadores no nos comen nuestra capa brillante de conciencia durante un �empo -con�nuó-, ésta seguirá creciendo.
Simplificando este asunto en extremo, te puedo decir que los chamanes, por medio de su disciplina, empujan a los predadores lo suficientemente lejos para permi�r que su capa brillante de conciencia crezca más allá del nivel de los dedos de los pies. Una vez que pasa este nivel, crece hasta su tamaño natural.
Los chamanes del México an�guo decían que la capa brillante de
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conciencia es como un árbol. Si no se lo poda, crece hasta su tamaño y volumen naturales. A medida que la conciencia alcanza niveles más altos que los dedos de los pies, tremendas maniobras de percepción se vuelven cosa corriente.
»El gran truco de esos chamanes de �empos an�guos -con�nuó don Juan- era sobrecargar la mente del volador con disciplina.
Descubrieron que si agotaban la mente del volador con silencio interno, la instalación foránea saldría corriendo, dando al prac�cante envuelto en tal maniobra la total certeza del origen foráneo de la mente. La instalación foránea vuelve, te aseguro, pero no con la misma fuerza, y comienza un proceso en que la huida de la mente del volador se vuelve ru�na, hasta que un día desaparece de forma permanente. ¡Un día de lo más triste! Ése es el día en que �enes que contar con tus propios recursos, que son prác�camente nulos.
No hay nadie que te diga qué hacer. No hay una mente de origen foráneo que te dicte las imbecilidades a las que estás habituado.
-Mi maestro, el nagual Julián, les adver�a a todos sus discípulos
-con�nuó don Juan-, que éste era el día más duro en la vida de un chamán, pues la verdadera mente que nos pertenece, la suma total de todas nuestras experiencias, después de toda una vida de dominación se ha vuelto �mida, insegura y evasiva. Personalmente, puedo decirte que la verdadera batalla de un chamán comienza en ese momento. El resto es mera preparación.
Me puse verdaderamente agitado. Quería saber más, y sin embargo, un extraño sen�miento en mí imploraba que parara. Aludía a oscuros resultados y a cas�gos, algo así como la ira de Dios descendiendo
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sobre mí por meterme con algo velado por Dios mismo. Hice un esfuerzo supremo para permi�r que mi curiosidad prevaleciera.
-¿Qué-qué-qué significa usted -me escuché decir-, con eso de agotar la mente del volador?
-La disciplina defini�vamente agota la mente foránea -contestó don Juan-. Entonces, a través de su disciplina, los chamanes se deshacen de la instalación foránea.
Estaba abrumado por sus afirmaciones. O bien don Juan estaba verdaderamente loco, o lo que me estaba diciendo era tan asombroso que me había congelado por completo. Noté, sin embargo, con qué rapidez junté la energía para negarlo todo. Después de un instante de pánico, comencé a reír, como si don Juan me hubiera contado un chiste.
Incluso me escuché decir:
-¡Don Juan, don Juan, es usted incorregible!
Don Juan parecía entender todo lo que estaba sucediéndome.
Movió su cabeza de lado a lado y alzó sus ojos a los cielos, en un gesto de fingida desesperación.
-Soy tan incorregible -dijo-, que voy a darle a la mente del volador, que llevas dentro de �, una sacudida más.
Te voy a revelar uno de los secretos más extraordinarios de la brujería. Te voy a describir un hallazgo que les tomó a los chamanes miles de años para verificar y consolidar.
Me miró y sonrió de manera maliciosa.
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-La mente del volador huye para siempre cuando un chamán logra asirse a la fuerza vibradora que nos man�ene unidos como conglomerado de fibras energé�cas. Si un chamán man�ene esa presión durante suficiente �empo, la mente del volador huye derrotada. Y eso es exactamente lo que vas a hacer: agarrarte a la energía que te man�ene unido.
Tuve la reacción más inexplicable que jamás hubiera imaginado.
Algo en mí literalmente tembló, como si hubiese recibido una sacudida.
Entré en un estado de miedo injus�ficado, el que inmediatamente relacioné con mi entrenamiento religioso.
Don Juan me miró de la cabeza a los pies.
-Temes la ira de Dios, ¿verdad? -dijo-. Quédate tranquilo, ése no es tu miedo. Es el temor del volador, que sabe que harás exactamente como te digo.
Sus palabras no me calmaron en absoluto. Me sen� peor. Comencé a convulsionarme de manera involuntaria, sin poder evitarlo.
-No te preocupes -dijo don Juan de manera calma-. Sé, de hecho, que esos ataques se ex�nguen de lo más pronto. La mente del volador no �ene concentración alguna.
Después de un momento, todo paró, como lo había previsto don Juan. Decir nuevamente que estaba abrumado es un eufemismo. Ésta era la primera vez en mi vida, con o sin don Juan, que no sabía si iba o venía. Quería levantarme de la silla y caminar por la habitación, pero estaba mortalmente asustado. Estaba lleno de aserciones racionales, y a la vez repleto de un miedo infan�l. Comencé a respirar profundo,
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mientras un sudor frío me cubría todo el cuerpo. De alguna manera se había desatado en mí una horrenda visión: sombras negras, fugaces brincando a mi alrededor, dondequiera que mirara. Cerré los ojos y me recliné sobre el brazo de la silla.
-No sé para dónde mirar, don Juan -dije-. Esta noche ha logrado realmente que me pierda.
-Estás desgarrado por una lucha interna -dijo don Juan-. Muy en lo profundo, sabes que eres incapaz de rechazar el acuerdo de que una parte indispensable de �, tu capa brillante de conciencia, servirá de alimento incomprensible a unas en�dades, naturalmente, también incomprensibles. Y otra parte de � se opondrá a esta situación con toda su fuerza.
»La revolución de los chamanes -con�nuó-, es que se rehúsan a honrar acuerdos en los que no han par�cipado. Nadie me preguntó si consen�a ser comido por seres de otra clase de conciencia. Mis padres me trajeron a este mundo para ser comida, sin más, como lo fueron ellos; fin de la historia.
Don Juan se levantó de la silla y es�ró los brazos y las piernas.
-Llevamos horas aquí sentados. Es hora de entrar en la casa. Yo voy a comer. ¿Quieres comer conmigo?
Le dije que no. Mi estómago estaba revuelto.
-Mejor vete a dormir -dijo- El bombardeo te ha devastado.
No necesité que me insis�era. Me derrumbé en mi cama y caí dormido como un tronco.
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Ya en casa, a medida que pasaba el �empo, la idea de los voladores se volvió una de las principales fijaciones de mi vida. Llegué a pensar que don Juan tenía toda la razón. Por más que intentara, no podía rechazar su lógica. Mientras más lo pensaba, y mientras más me observaba y hablaba con mis prójimos, la convicción era más y más intensa de que algo nos impedía toda ac�vidad o interacción o pensamiento que no tuviese como punto focal, el yo. Mi preocupación, como la preocupación de cualquiera que yo conociera o con el que yo hablara, era el yo. Como no encontraba explicación para tal homogeneidad universal, concluí que la línea de pensamiento de don Juan era la más apropiada para elucidar el fenómeno.
Me sumergí tanto como pude en lecturas de mitos y leyendas. Al leer, experimenté algo que nunca antes había sen�do: cada uno de los libros que leí era una interpretación de mitos y leyendas. En cada uno de esos libros, una mente homogénea se hacía patente. Los es�los diferían, pero el impulso detrás de las palabras era homogéneamente el mismo: a pesar de ser el tema algo tan abstracto como los mitos y las leyendas, los autores se las arreglaban siempre para encajar afirmaciones acerca de ellos mismos. El impulso común detrás de cada uno de estos libros no era el tema que anunciaban; era, en su lugar, autoservicio. Nunca antes me había dado cuenta de esto.
Atribuí mi reacción a la influencia de don Juan. La pregunta inevitable que me hacía a mí mismo era: ¿Será que don Juan me está influyendo para verlo de esta manera, o hay realmente una mente foránea dictándonos todo lo que hacemos? Viraba otra vez, obligadamente, a la negación, e iba como loco de negación a aceptación a negación. Algo en mí sabía que don Juan quería llegar a un hecho energé�co, pero algo de
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igual importancia en mí sabía que era todo un disparate. El resultado final de mi lucha interna vino bajo la forma de un presen�miento, la sensación de que algo peligroso e inminente se acercaba.
Hice una gran can�dad de estudios antropológicos en el tema de los voladores en otras culturas, pero no encontré referencia alguna.
Don Juan parecía ser la única fuente de información sobre el tema. La siguiente vez que lo vi, me apresuré a hablarle de los voladores.
-He hecho lo posible por ser racional sobre el tema -dije-, pero no puedo. Hay momentos en que estoy totalmente de acuerdo con usted acerca de los predadores.
-Enfoca tu atención en las sombras fugaces que puedes ver -dijo don Juan con una sonrisa.
Le dije a don Juan que esas sombras fugaces terminarían con mi vida racional. Las veía por todas partes.
Desde que me había ido de su casa, era incapaz de dormirme en la oscuridad. Dormir con las luces encendidas no me molestaba en absoluto. Sin embargo, en cuanto las apagaba todo a mi alrededor comenzaba a dar saltos. Nunca veía figuras o formas completas. Todo lo que veía eran sombras fugaces negras.
-La mente del volador no te ha abandonado -dijo don Juan-. Ha sido seriamente injuriada. Está haciendo lo posible por restablecer su relación con�go. Pero algo en � se ha roto para siempre. El volador lo sabe. El verdadero peligro está en que la mente del volador te puede vencer agotándote y forzándote a abandonar jugando con la contradicción entre lo que ella te dice y lo que yo te digo.
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»Te digo, la mente del volador no �ene compe�dores -con�nuó don Juan-. Cuando propone algo, está de acuerdo con su propia proposición, y te hace creer que hiciste algo de valor. La mente del volador te dirá que lo que don Juan Matus te está diciendo es puro disparate, y luego la misma mente estará de acuerdo con su propia proposición. “Sí, por supuesto, es un disparate”, dirás. Así nos vencen.
»Los voladores son una parte esencial del universo -con�nuó-, y deben tomarse como lo que son realmente: asombrosos, monstruosos.
Son el medio por el cual el universo nos pone a prueba.
»Somos sondas creadas por el universo -siguió, como si yo no estuviera presente-, y es porque somos poseedores de energía con conciencia, que somos los medios por los que el universo se vuelve consciente de sí mismo. Los voladores son los desafiantes implacables.
No pueden ser considerados de ninguna otra forma.
Si lo logramos, el universo nos permite con�nuar.
Quería que don Juan siguiera hablando. Pero sólo dijo:
-El bombardeo terminó la úl�ma vez que estuviste aquí; no hay más qué decir acerca de los voladores. Es �empo de otra clase de maniobra.
Esa noche no pude dormir. Caí en un sopor liviano a la madrugada, hasta que don Juan me sacó de la cama, y me llevó a una caminata por las montañas. Donde él vivía, la configuración de las montañas era muy dis�nta a la del desierto de Sonora, pero me dijo que no me entregara a comparar, ya que después de caminar un kilómetro, todos los lugares del mundo son iguales.
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-Disfrutar del panorama es para gente que pasea en automóviles
-dijo-. Van a gran velocidad sin hacer ningún esfuerzo. Los panoramas no son para caminantes.
»Por ejemplo, cuando vas en coche puedes ver una montaña gigantesca que te abruma con su belleza. La vista de esa montaña no te va a abrumar de la misma forma si la ves mientras vas de a pie; te va a abrumar de otra forma, especialmente si debes escalarla o rodearla.
La mañana estaba muy calurosa. Caminamos por el lecho seco de un río. Una cosa en común entre este valle y el desierto de Sonora eran los millones de insectos. Los mosquitos y las moscas a mi alrededor parecían bombarderos suicidas que apuntaban a mi nariz, a mis ojos y a mis orejas. Don Juan me dijo que no les prestara atención a sus zumbidos.
-No trates de espantarlos con tus manos -me lanzó en tono firme-
. Intenta que se alejen. Forma una barrera energé�ca a tu alrededor.
Estate en silencio, y desde ese silencio se construirá la barrera. Nadie sabe cómo se hace. Es una de esas cosas que los chamanes llaman hechos energé�cos. Para tu diálogo interno. Eso es todo lo que se necesita.
»Quiero proponerte una idea un poco rara -con�nuó don Juan mientras caminaba delante de mí.
Yo tenía que acelerar mis pasos para mantenerme cerca de él, y así no perderme nada de lo que él decía.
-Tengo que insis�r en que es una idea rara que encontrará en
� infinita resistencia -dijo-. Debo adver�rte que no la aceptarás con
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facilidad. Pero no por el hecho de que es rara debes rechazarla. Eres un cien�fico social.
Por lo tanto, tu mente está siempre abierta a la inves�gación,
¿verdad?
Don Juan se estaba burlando de mí desvergonzadamente. Yo lo sabía, pero no me molestaba. Quizá porque él caminaba tan rápido y yo debía seguirle el paso haciendo tremendos esfuerzos, su sarcasmo se deslizaba sobre mí, y en lugar de molestarme, me hacía reír. Mi atención total estaba enfocada en lo que él decía, y los insectos, o bien dejaron de molestarme porque había intentado una barrera a mi alrededor, o porque estaba tan ocupado escuchando a don Juan, que ya no me molestaban sus zumbidos.
-La idea rara -dijo lentamente, midiendo el efecto de sus palabras-es que todo ser humano en esta Tierra parece tener las mismas reacciones, los mismos pensamientos, los mismos sen�mientos.
Parecen responder de la misma manera a los mismos es�mulos. Esas reacciones parecen estar en cierto modo nubladas por el lenguaje que hablan, pero si escarbamos esa superficie son exactamente las mismas reacciones que asedian a cada ser humano en la Tierra. Me gustaría que esto te causara curiosidad como cien�fico social, por supuesto, y que veas si puedes explicar esta homogeneidad.
Don Juan recolectó una serie de plantas. Algunas apenas eran visibles. Parecían ser algas, musgos. Mantuve abierta su bolsa y dejamos de hablar. Cuando tuvo suficientes plantas, se encaminó hacia su casa y comenzó a caminar a toda velocidad. Dijo que quería limpiar y separar esas plantas y ordenarlas antes de que se secaran demasiado.
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Yo me encontraba absorto pensando en la tarea que él me había delineado. Comencé por pensar si conocía algún ar�culo o trabajo sobre el tema. Supuse que debía inves�garlo, y decidí que comenzaría por leer todo lo escrito sobre «carácter nacional». Me entusiasmé de manera fortuita con el tema, y quería volver en seguida a mi casa y emprender la tarea con seriedad; sin embargo, antes de llegar a su casa, don Juan se sentó en una saliente alta que daba sobre el fondo del valle. No dijo nada por un rato. No le faltaba el aire. Yo no comprendía por qué se había detenido a sentarse.
-La tarea del día, para � -dijo abruptamente, en tono de presagio-, es una de las tareas más misteriosas de la brujería, algo que va más allá del lenguaje, más allá de las explicaciones. Hoy nos fuimos de caminata, hablamos, porque el misterio de la brujería debe ser amor�guado con lo mundano. Debe par�r de la nada, y debe volver nuevamente a la nada.
Ése es el arte del guerrero-viajero: pasar por el ojo de una aguja sin ser notado. Por tanto, prepárate acomodando tu espalda contra esta pared de roca, lo más lejos posible del borde. Estaré cerca de �, en caso de que te desmayes o te caigas.
-¿Qué está tramando, don Juan? -pregunté, y mi alarma era tan patente que en seguida bajé la voz.
-¿Quiero que cruces las piernas y entres en un estado de silencio interno -dijo-. Digamos que quieres averiguar qué ar�culos podrías buscar para desacreditar o comprobar lo que te he pedido que hagas en tu medio académico. Entra en el silencio interno, pero no te duermas.
Éste no es un viaje al oscuro mar de la conciencia. Esto es ver desde el silencio interno.
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Me era bastante di�cil entrar en un estado de silencio interno sin quedarme dormido. Luché contra el casi invencible deseo de dormir. Logré evitarlo, y me encontré mirando el fondo del valle desde la impenetrable oscuridad que me rodeaba. Y luego vi algo que me estremeció hasta los huesos. Vi una sombra gigantesca, quizá de un ancho de cinco metros, saltando en el aire y luego aterrizando con un golpe ahogado y silencioso.
Sen� el golpe en mis huesos, pero no lo oí.
-Son verdaderamente pesados -don Juan me dijo al oído. Me estaba agarrando del brazo izquierdo, lo más fuerte que podía.
Vi algo, como una sombra de barro meneándose en el suelo, y luego dio otro salto, quizá de unos quince metros, y volvió a aterrizar con el mismo silencioso golpe. Estaba aterrorizado más allá de todo lo que racionalmente pudiera usar como descripción. Mantuve mis ojos fijos en la sombra saltando en el fondo del valle.
Luego escuché un zumbido peculiar, una mezcla entre el sonido de un ba�r de alas, y el sonido de una radio que no ha sintonizado la frecuencia de una estación, y el golpe que siguió fue algo inolvidable.
Nos sacudió a don Juan y a mí hasta los huesos -una gigantesca sombra de barro negra acababa de aterrizar a nuestros pies.
-No te asustes -dijo don Juan en tono impera�vo-. Mantén tu silencio interno y la sombra se irá.
Yo temblaba de pies a cabeza. Tenía la clara impresión de que si no mantenía mi silencio interno ac�vo, la sombra de barro me envolvería como una frazada y me sofocaría. Sin perder la oscuridad a mi alrededor,
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grité con toda mi fuerza. Nunca había sen�do tanto enojo, tanta frustración. La sombra de barro dio otro salto, claramente hacia el valle.
Con�nué gritando mientras sacudía mis piernas. Quería deshacerme de lo que fuera que viniera a comerme. Mi estado nervioso era tal, que perdí la noción del �empo. Quizá me desmayé.
Cuando recuperé el sen�do, estaba recostado en mi cama en casa de don Juan. Tenía una toalla, empapada de agua helada, envuelta sobre la frente. Ardía de fiebre. Una de las compañeras de don Juan me frotaba la espalda, el pecho y la frente con alcohol, pero no sen�a ningún alivio. El calor que sen�a provenía de mí mismo. La impotencia y la ira lo generaban.
Don Juan reía como si lo que me sucedía fuera lo más gracioso en el mundo. Sus carcajadas resonaban una tras otra.
-Jamás se me hubiera ocurrido que tomarías el ver a un volador tan a pecho -dijo.
Me tomó de la mano y me llevó a la parte posterior de su casa, donde me sumergió en un enorme tanque de agua, completamente ves�do, con zapatos, reloj, y todo.
-¡Mi reloj, mi reloj! -grité.
Don Juan se contorsionaba de risa.
-No deberías usar reloj cuando vienes a verme -dijo-. ¡Ahora lo chingaste por completo!
Me saqué el reloj y lo puse a un lado de la bañera. Recordé que era a prueba de agua y que nada le hubiera sucedido. Estar sumergido en el
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tanque me ayudó inmensamente. Cuando don Juan me ayudó a salir del agua helada, yo había recuperado cierto grado de control.
-¡Esa visión es absurda! -no hacía yo otra cosa que repe�r, incapaz de decir nada más.
El predador que don Juan había descrito no era benévolo. Era enormemente pesado, vulgar, indiferente. Sen� su despreocupación por nosotros. Sin duda, nos había aplastado épocas atrás, volviéndonos, como don Juan había dicho, débiles, vulnerables y dóciles. Me quité la ropa húmeda, me cubrí con un poncho, me senté en la cama, y lloré desconsoladamente, pero no por mí. Yo tenía mi ira, mi intento inflexible, para no dejarme comer.
Lloré por mis semejantes, especialmente por mi padre. Nunca supe, hasta ese momento, que lo quería tanto.
-Nunca tuvo la opción -me escuché repe�r una y otra vez, como si las palabras no fueran realmente mías. Mi pobre padre, el ser más generoso que conocía, tan �erno, tan gen�l, tan indefenso.
“Los espíritus del cielo tienen su casa en el cielo y los espíritus de la tierra que fueron engendrados sobre la tierra tienen su casa en la tierra.”
Enoc 15.10
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UN REINO DE ESPIRITUS
DESCONCERTADOS
por Raymond Moody
Capítulo de su libro REFLEXIONES SOBRE VIDA DESPUÉS DE LA VIDA – 1978
En los libros de Moody se trata a fondo las ECM. Es importante comparar su trabajo con el de investigadores como el doctor Malanga, pues las conclusiones que se pueden sacar son mucho más que interesantes. Si es cierto que existen humanos
“sin alma”, deberíamos preguntarnos qué ocurre con ellos tras la muerte. En los estudios sobre Tanatología se habla de la experiencia del túnel y de los seres y ciudades de luz. Los desencarnados parecen viajar a otros mundos donde viven experiencias extraordinarias. Apoyándonos en el trabajo de Malanga y de otros estudiosos del tema, es de esperar que estos desencarnados sean los humanos “álmicos”.
Malanga les llama a estos humanos HOMBRES. El hombre, para Malanga, no es un cuerpo sino un alma trascendente. Y esa alma trascendente puede ocupar
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distintos contenedores biológicos… no necesariamente humanos. Ese “hombre” del que habla Malanga es para Juan Matus una bola energética de luz. Los
“hombres” son seres energéticos que pueden elevarse al infinito… ¡Tienen cualidades extraordinarias! como bien lo afirman los libros de Castaneda.
Pero si los “hombres” son seres capaces de viajar a otros planos más sutiles ¿Qué ocurre con esa parte de la Humanidad desalmada? ¿Podrán ellos tener esas experiencias? Mi opinión es que NO PUEDEN
TENERLAS, porque además, no las necesitan. La mente de esta clase de humanos (a la cual podemos llamar humanoides) no posee verdadera “autoconciencia”
y por ende, no puede trascender. Desconoce todo lo que escapa a sus sentidos físicos y aspira solamente al bienestar del cuerpo que habita. De esa forma está confinada a vivir una existencia temporal, limitada y de rebaño. Cabría preguntarse si algo de esta gente sobrevive tras la muerte física o, por el contrario, su existencia desaparece por completo conjuntamente con su organismo. Mi hipótesis es que estos desalmados poseen, además de un cuerpo, un campo de energía o espíritu, y ese espíritu (lugar donde anida su conciencia) tarda más tiempo en desintegrarse que su contenedor. Esto quiere decir que estos sujetos padecerían una “doble muerte”; primero la muerte del cuerpo y finalmente la muerte del cuerpo energético. Este componente energético debería tener
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la apariencia de un “espectro” o “fantasma”; fantasma atrapado en sus recuerdos a la espera de su disolución final…
Para corroborar esta hipótesis releí los trabajos de Moody (que es el que más extensamente ha investigado este tipo de experiencias) para saber si existían casos de gente que, una vez muerta, no habían traspasado el túnel quedando atrapadas en alguna dimensión. Estos seres deberían mostrar señales de poca luminosidad, pues al ser pobres espiritualmente (les falta el componente álmico) no podían tener un resplandor energético demasiado intenso. Pues bien, afortunadamente para mi, estas entidades se encontraban en algunas ECM. Después de leer esos casos vi que todo encajaba perfecto tal como lo había imaginado. Incluso descubrí en otras lecturas que este tipo de desencarnados eran vistos por algunos clarividentes.
Lo que encontré fue una región inter-física que es algo así como un “depósito de espíritus”, pero no de espíritus cualquiera sino espíritus opacos carentes de luz. Estos espíritus no parecían tener autoconciencia, no sabían qué hacían allí ni sabían para qué lado ir.
Pese a estar completamente perdidos, no rezaban ni pedían ayuda. Incluso eran indiferentes al resto de los espíritus que merodeaban alrededor suyo. Un dato interesante es que tenían un aspecto bastante
“humano”, pese a que los seres espirituales-álmicos
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son brillantes y despiden un resplandor. Aún teniendo
–como dije– un aspecto “humano” estaban bastante desdibujados. Podría decir que eran como una copia holográfica del cuerpo que tuvieron en vida pero más deshilachada, como si atravesaran un proceso de
“desintegración”.
Estos retazos de espíritus tenían, desde luego, conciencia. Ellos sabían que existían y que estaban varados allí. Pero no tenían autodeterminación. No tenían esperanza ni dicha. Como si el hecho de haber sido separados de su antigua existencia física fuera suficiente para que la vida haya dejado de tener SENTIDO. Aún así, algunos de estos seres parecían haber encontrado su camino de regreso a la Tierra, pues se los veía merodeando entre los vivos como si fueran auténticos fantasmas. En ese vagabundeo terrestre buscaban contactarse con la gente; hablarles, trasmitirle algún consejo, ayudarlos en alguna cosa...
Un intento completamente infértil pues la gente ni se percataba en ellos (¡son fantasmas!). Esta conducta estúpida pone en clara evidencia el grado de inconsciencia de estos “espíritus”, pues un ser realmente AUTOCONCIENTE se vería reflejado en esa situación y comprendería que no está viviendo más en el plano “físico” como vivía antes, por lo que desistiría de esa comunicación. Pero estos fantasmas errantes no se ven reflejados en esa realidad, lo que los lleva a pensar que de alguna manera siguen estando “vivos”.
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No “vivos” en el sentido físico sino vivos en cuanto a pertenecer a ese mundo. Para ser más concisos, tienen “consciencia” del mundo que les rodea pero no
“consciencia” de tener una existencia independiente de ese mundo material, es decir la AUTOCONCIENCIA (efecto espejo).
Mi conclusión fue que estos “espíritus desconcertados” que se describen en el libro de Moody no son almas desencarnadas –auténticos “seres de luz”– sino “campos de energía consciente” que fueron a parar allí luego de perder sus contenedores biológicos.
Estas entidades energéticas son lo que queda de los desalmados. Espíritus que jamás trascienden y que sólo pueden vivir dentro de un organismo vivo… (planta, humano, animal) Esto explica su falta de “espiritualidad”, su apego a lo “mundano”, su ignorancia de otros planos “más altos”. A continuación transcribo el capítulo del libro de Raymond Moody para que ustedes juzguen por sí mismos.
Varias personas me han informado de haber entrevisto en algún momento otros seres que parecían “atrapados” en una forma de existencia aparentemente de lo más desdichada. Los que han manifestado haber visto a estos seres confundidos se muestran de acuerdo en diversos puntos. En primer lugar, afirman que estos seres aparecían de hecho incapaces de cortar los lazos con el mundo físico.
Un hombre relató que, aparentemente, los espíritus que había visto
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“no podían avanzar hacia el otro lado porque su Dios vive todavía en éste”. Es decir, parecían atados a algún objeto, persona o costumbre concretos. En segundo lugar, todos han señalado que esos seres estaban como “apagados”, que su conciencia aparentaba ser más limitada que la de los demás. En tercer lugar, afirman que era como si aquellos “espíritus apagados” estuviesen allí sólo hasta resolver el problema o dificultad que los mantenía en aquél estado de confusión y perplejidad.
Estas coincidencias salieron en el siguiente fragmento de la entrevista con una mujer a la que se creyó “muerta” durante unos quince minutos.
Ha mencionado haber visto a esa gente, a espíritus que parecían sumamente confundidos. ¿Podría contarme algo más sobre ellos?
¿Aquella gente aturdida? No sé exactamente donde los vi… Pero según iba avanzando, encontré una zona apagada en contraste con toda aquella resplandeciente luminosidad. Si se para una a pensar en ello, las figuras estaban más humanizadas que el resto, pero tampoco tenían una forma totalmente humana como la nuestra.
Se puede decir que era como si llevasen la cabeza agachada; su aspecto era triste, deprimido; parecían ir arrastrando los pies, como en una fila de prisioneros encadenados. No sé por qué lo digo, pues no recuerdo haber visto pies. No sé quiénes eran pero resultaban como desteñidos, apagados, grises; y parecían estar eternamente arrastrándose y moviéndose de una lado a otro,
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sin saber siquiera adónde iban, sin saber a quién seguir o qué buscar.
Al pasar yo ni siquiera levantaron la cabeza para ver qué ocurría. Parecían estar pensando: “Bien, se acabó todo, ¿qué hago?, ¿de qué va todo esto?” Sólo este comportamiento rotundo, aplastado, desesperanzado, sin saber qué hacer, ni a dónde ir, ni quiénes eran, ni nada.
Más que sentados, parecían estar moviéndose con�nuamente, pero sin rumbo definido. Empezaban a ir recto, luego giraban a la izquierda, daban algunos pasos y giraban de nuevo hacia la derecha. Y no tenían absolutamente nada qué hacer. Creo que buscaban algo, pero desconozco qué.
¿Parecían estar conscientes del mundo �sico?
No parecían estar conscientes de nada, ni del mundo �sico ni del espiritual. Era como si estuvieran atrapados entre el uno y el otro. En un lugar ni espiritual ni �sico, como en un nivel intermedio entre ambos; o al menos eso me pareció. Quizá tengan algún contacto con el mundo �sico. Algo �ra de ellos hacia abajo, pues todos parecían inclinarse y mirar hacia abajo, puede que al mundo �sico…, puede que contemplando algo que no habían hecho o que deberían haber hecho. No podían tomar una decisión sobre qué hacer, ya que todos tenían la expresión más desconsoladora; no había en ellos ningún color de vida.
¿Así pues parecían desconcertados?
Totalmente desconcertados; sin saber quiénes o qué eran.
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Parecía como si hubiesen perdido todo el conocimiento de quiénes o qué cosa eran; como si careciesen de la más mínima iden�dad.
¿Diría que se encontraban entre el mundo �sico y aquél en que estaba usted?
En mis recuerdos, lo que vi fue después de dejar el hospital.
Como ya he dicho, sen� como si me elevara, y fue en medio, y fue en medio, de hecho antes de entrar realmente en el túnel, como lo he descrito, y antes de entrar en el mundo espiritual en el que había tanta resplandeciente luz de día; bueno, no exactamente luz de día, sino una luz brillante que lo inundaba todo y que brillaba más que la del día, pero sin herir los ojos como ésta, sin deslumbrar. Pero en ese si�o concreto reinaba el gris más apagado y tristón. Ahora tengo un amigo ciego para los colores, y le he oído decir que para él el mundo se reduce a los tonos y ma�ces del gris. Pero yo me sen�a lleno de color, y aquello era como una película en blanco y negro. Sólo los diferentes tonos del gris, sucios y desteñidos.
No repararon en mí. No dieron señal alguna de haber notado que yo estaba allí. Me resultó muy deprimente.
Parecían estar intentando tomar una decisión; miraban hacia atrás; no sabían si seguir adelante o volver a los cuerpos en que estaban alojados. Era como si estuviesen vacilando todo el �empo; miraban hacia abajo y nunca hacia arriba. No querían avanzar para averiguar lo que les aguardaba; me recordaba también las descripciones de fantasmas que he leído; sería más
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bien como el �po de fantasmas a través del cual se puede ver.
Parecía haber una enorme can�dad de ellos por todos lados.
Algunas personas que han sido tes�go de estos fenómenos han observado cómo, al parecer, alguno de estos seres intentaban infructuosamente comunicarse con personas todavía �sicamente vivas.
Un hombre contó numerosos ejemplos que había observado mientras estuvo “muerto” durante un prolongado período de �empo. Por citar un caso, contó como vio a un individuo normal y corriente caminar por la calle, sin darse cuenta de que uno de aquellos espíritus apagados revoloteaba por encima de él. Dijo que tenía la sensación de que, en vida, aquél espíritu había sido la madre del hombre y que, todavía incapaz de renunciar a su papel terrenal, intentaba aconsejar a su hijo sobre lo que debía hacer. Encontramos otro ejemplo en el siguiente fragmento de la entrevista mantenida con un paciente:
¿Pudo ver a alguno de ellos intentando hablar con otras personas
�sicas?
Sí, sí. Se les podía ver intentando contactar con otros seres, pero nadie se daba cuenta de su presencia; la gente les ignoraba…
Querían comunicarse, pero no había forma de romper la barrera.
La gente no parecía reparar en absoluto en ellos.
¿Puede contarnos algo de lo que intentaban trasmi�r?
Uno parecía ser una mujer que intentaba desesperadamente comunicarse con los niños y con una señora anciana de la casa.
Me pregunté si no se trataría de la madre de los niños, y puede
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que de la hija de la anciana de la casa, a los que estaba intentando llegar. Me pareció que quería comunicarse con los niños, pero éstos siguieron jugando sin hacerle ningún caso, mientras que la vieja parecía estar yendo y viniendo por la cocina, haciendo su trabajo, y sin darse cuenta de que esta otra persona merodeaba por allí.
¿Había algo concreto que estuviese intentando decirles?
Bueno, era más o menos como si intentase ponerse en contacto con ellos, decirles que hicieran las cosas de modo dis�nto a como ellos lo estaban haciendo, que cambiasen, que variasen de forma de vida. Bien, esto que voy a decir puede parecer inventado, pero intentaba que actuasen correctamente, que cambiasen para no verse en la misma situación que ella. “No hagáis lo que yo, para que no os pase esto. Haced cosas por los demás, para que no os veáis así” .
No estoy intentando moralizar o echar un sermón, pero creo que éste era el mensaje que deseaba trasmi�r… para decirlo de algún modo, era como si en aquella casa no hubiese ningún amor… parecía como si estuviera tratando de expiar algo que había hecho… Fue una experiencia que no olvidaré jamás.
“La paja humana, la raza antropoide, son los descendientes de la humanidad pre-adámica. La diferencia principal entre el hombre pre-adámico y el hombre adámico – una diferencia que no es percibida por los sentidos – es que el primero no posee los centros superiores desarrollados que existen en el último...”
Boris Mouravieff; Gnosis - Libro III
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EN BUSCA DEL ALMA
por Daniel Lapazano
En este artículo voy a tratar la diferencia entre alma y espíritu, algo que a menudo produce mucha confusión. También la diferencia entre estas dos entidades y la mente, y su relación con el cerebro. Lo que sigue está sujeto a discusión –no pretende ser la verdad última–
pero es el resultado de mis investigaciones en este campo.
Desde mi punto de vista y la de muchos, el alma es la parte inmutable del humano; el atributo esencial de los seres “almados”.
Inmutable quiere decir que no cambia, que trasciende el tiempo, que no perece... El alma, pues, no nace; ES. Desde este punto de vista está claro que el alma no “evoluciona”. La evolución necesita de mutación; si algo no muta, no puede evolucionar. Pero aquí ocurre algo revelador; si el alma no tiene edad (porque no tiene tiempo)
¿Puede ser considerado algo físico? Entiendo que no puede ser considerado algo físico porque no es mesurable temporalmente.
Las cosas físicas cambian; mutan, se combinan, envejecen. También se renuevan. En la física moderna, las partículas atómicas están compuestas de energía. La transferencia de energía es lo que permite la mutabilidad de los cuerpos. Pero si el alma no transfiere energía (o la transfiere ilimitadamente) ¿qué clase de fisicalidad puede tener?
Aparte de eso, el alma no puede ser estudiada científicamente. En
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los experimentos científicos hay condiciones iniciales, evolución del sistema y condiciones finales. Esto indica que en la experimentación aparece una línea de tiempo. Pero si el alma no muta ¿Cómo puede ser estudiada científicamente? A la ciencia no le sirve las cosas que no mutan… ¡No las puede estudiar! Sin embargo, el alma se puede expresar. El alma dice “Yo Soy el que Soy”. Esto indica que al alma se la escucha. No puede ponérsela a prueba. Sólo da prueba de su existencia por medio de un testimonio. Finalmente, el alma está conectada a Dios. No al Dios de los paganos o al Dios de los cristianos sino al verdadero Dios; a la Fuente. El alma proviene de Dios, es una chispa divina. Por eso, el alma SIEMPRE es buena. SIEMPRE.
Ahora vayamos al espíritu.
El espíritu es algo mutable. Nace, se modifica y tiene una durabilidad ilimitada. Pero ilimitada no significa eterna, ilimitada quiere decir que no tiene fecha de vencimiento, que no sabemos cuándo puede extinguirse. El espíritu es como una lengua de fuego; mientras disponga de oxígeno para arder puede existir miles de años, pero tan pronto se acaba el oxígeno muere irremediablemente. El espíritu necesita ser alimentado, ser nutrido constantemente de energía. Allí aparecen los casos de vampiros energéticos y bajos astrales. Los llamados espíritus malignos y los demonios de la antigüedad. Un demonio es un espíritu maligno, un bajo astral es un espíritu sin luz (que puede ser maligno en ocasiones), los dioses babilónicos eran seres espirituales, los “extraterrestres” que abducen personas también, los fantasmas que deambulan por la Tierra también son espíritus… En las sesiones de ouija, que normalmente se practican por la noche, los jóvenes lo que hacen es invocar a los
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espíritus. Hacer esto es muy peligroso puesto que los espíritus, una vez que han sido invocados, suelen luego apegarse a los participantes o meterse en el cuerpo de uno de ellos (normalmente el que hace de médium). Muchas cosas que vemos en las películas de terror (no todas por supuesto) están basadas en hechos reales.
Todos estos espíritus que hemos mencionado anteriormente viven apegados al mundo material y buscan nutrirse de energía; los reptilianos, los grises, los vampiros energéticos, los bajos astrales, los dioses babilónicos que demandaban sacrificios humanos y oraciones de sus fieles, los espíritus que se invocan en los templos umbanda…
¿Por qué todos ellos demandan ENERGÍA? ¡Pues porque la necesitan!
No es un jueguito; es una necesidad.
El espíritu tiene fisicalidad, aunque no ocupe un espacio definido (como un cuerpo). Es una estructura energética viviente (es decir con conciencia) que dirige su atención a las cosas y actúa sobre la materia dentro de sus posibilidades. En dichas posibilidades están sus mayores o menores facultades cognitivas, es decir mentales. Hay espíritus muy inteligentes (como los reptilianos, el LUX, los demonios…) y otros no tanto. Y hay espíritus que se mueven libremente y otros que viven dentro de un cuerpo (contenedor biológico). La dificultad de la ciencia en estudiar al espíritu es que no puede ubicarlo en un espacio definido; no es mesurable en términos espaciales. Un espíritu es un tipo de campo que puede vivir en el cuerpo de una ballena o caber en la cabeza de un alfiler. Además, mientras más energía tiene, más poderoso se vuelve. Es por eso que todo espíritu es parasitario en algún sentido.
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¿Las plantas y los animales tienen espíritu?
También, sino, no estarían vivos. La Naturaleza está llena de espiritus. Los espíritus deambulan por toda la Tierra… Y un espíritu, como dije antes, puede ser bueno o malo. El alma, en cambio, es siempre buena, porque viene de Dios. Los espíritus viven en las plantas y esto hace que sean buenas o malas. Las plantas malas son aquellas que son demasiado invasivas, no dando lugar a que otras plantas puedan compartir su propio habitad. También son malas las que crecen en lugares donde hay mucha energía negativa. Por último están las plantas parasitarias, que sobreviven matando a su huésped. Las plantas parasitarias no deben ser confundidas con las plantas huésped. Nosotros los humanos, en los intestinos y en la piel, tenemos bacterias que se alimentan de lo que encuentran en nuestro cuerpo, pero en general son bacterias inofensivas, pocas de ellas nos enferman. La diferencia entre un huésped y un parásito es que éste último es dañino para el hospedado. También hay plantas cuyos espíritus tienen gran afinidad con el hombre; el peyote, la ayahuasca, la marihuana, el opio y la coca, son plantas que durante milenios se han vinculado con nosotros. La relación entre estas plantas “mágicas” y el hombre radica en que ellas transportan al hombre a otros estados de conciencia a cambio de la energía que el humano les brinda. La planta, mientras ejerce su efecto psicoactivo, absorbe la energía del humano y también su conocimiento. Es un intercambio entre entidades, a veces peligroso por la dependencia que puede generar.
De esta forma comprendemos que los espíritus no son creados directamente por Dios sino por la madre Naturaleza. La
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Tierra es un organismo viviente, un ecosistema, casi una divinidad.
El sistema solar también tiene Vida; el Sol es el proveedor de energía de todos los planetas. A su vez, nuestro sistema solar se beneficia de las radiaciones que vienen de otras estrellas… La Vía Láctea (que es nuestra galaxia) es un gran sistema viviente. En la tradición gnóstica y algunas canalizaciones, las galaxias y las primeras formas de vida fueron creadas por los “Constructores” y “Diseñadores de Vida”.
Estas entidades eran casi dioses. Puede también que todos estos
“Constructores” no sean más que diversos personajes tras la cual se esconde el mismísimo Dios…
El punto es que una vez creada la Tierra y los primeros seres vivos (es decir puestas las condiciones físicas iniciales), el sistema se retroalimenta de manera autónoma. Funciona solo, sin necesidad de ninguna intervención externa salvo el suministro continuo de energía (que en este caso proviene del Sol). Por ende, los espíritus del reino animal no provienen de Dios sino que han nacido en la Tierra. Son hijos de la Tierra, no de Dios. Su relación con la divinidad es indirecta (como la que tiene un nieto con su abuelo). Aún así su existencia se asienta en la conciencia divina; ellos necesitan a Dios para existir.
No hace falta aclarar de que si estos espíritus se han formado en la Tierra, no tienen una naturaleza inmutable; son cambiantes y pueden eventualmente extinguirse...
Así, los espíritus se forman a partir de un sistema viviente (planeta, estrella, galaxia…). Son una creación de Vida y pertenecen a la “mundanidad”. Mientras que las almas son una chispa divina, un desprendimiento de Dios; no provienen de la Vida sino de la FUENTE de la Vida. UN ALMA –parafraseando la Física– ES UN
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CAMPO FUNDAMENTAL DE LA REALIDAD. Los espíritus no son
“fundamentales”; son estructuras mutables.
Aquí aparece una controversia respecto al futuro de los espíritus, pues la pregunta que muchos se hacen es si esa extinción de los espíritus es completa o no. Los espíritus tienen consciencia y existen dentro de la divinidad, por ende, cuando se extinguen, algo debería sobrevivir. Según lo que yo he investigado, lo único que puede sobrevivir es su conciencia, no su campo energético.
El campo energético se desintegra y de disipa por todo el cosmos.
Todo su pasado y sus recuerdos desaparecen con ello también. Esto indica que estos seres, al morir, pierden su identidad, convirtiéndose en una conciencia colectiva formada por todos los espíritus desaparecidos… (la llamada segunda muerte). Una vez devueltos al mar de la conciencia cósmica, vuelven a reintegrarse a futuro en otras estructuras vivientes. De esta forma, si una determinada conciencia estuvo una vez en el cuerpo de un perro, o incluso de un desalmado, en otra vida posterior podrá integrarse al cuerpo de un insecto, o de una planta o de un hongo. Así, puede que una mantis religiosa que se está comiendo a un bichito, haya sido en otra vida la madre de ese bichito cuando a ambos les toco vivir en una familia de campesinos. La mantis religiosa no reconocerá a su hijo pues en esa nueva existencia él no es su hijo sino su alimento. La relación entre madre e hijo se rompió cuando ellos murieron y ahora la relación es completamente diferente. Otro caso podría ser la de un padre que tuvo un hijo desalmado que murió en un accidente de coche cuando apenas era un adolecente. Con el tiempo, la conciencia de ese hijo podría estar metida entre las hormigas que invaden su casa. O en un
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pollo o chancho de su granja. Es muy triste para alguien que tenga corazón ver a su hijo en esas condiciones… Pero es así el destino de los desalmados; ellos son como los animales. No pertenecen a Dios sino a la madre Naturaleza. Ella es, al final, la que los pare y los devora.
Podemos ver que, frente a la pregunta de que si algo sobrevive o no en éstos espíritus, la respuesta es que si queda algo, ese algo no constituye una HISTORIA. Los seres almados tienen historia, tienen un pasado que contar. Pero los seres sin alma no tienen historia.
Su nombre no está escrito en el Libro de la Vida. Dicha historia se disuelve totalmente cuando pierden su existencia espiritual.
Continuando con este tema y aclarada esa cuestión, en el espíritu anida la personalidad del sujeto álmico; dos humanos almados son idénticos en alma pero distintos en espíritu. Vemos que hay gente que tiene un espíritu intrépido y otros no. Algunos son ardientes como el fuego y otros, en cambio, calmos como el agua.
Si damos crédito a lo que dice la Astrología, un almado nacido bajo el signo de Piscis tendrá un espíritu más creativo que otro nacido en Virgo o Géminis. El espíritu depende de cada individuo y se va modificando con las experiencias de la Vida. Recordemos que el espíritu es mutable. El alma, que no cambia, es siempre la que más sufre o se beneficia por los avatares del espíritu… Hay veces que el espíritu es terco y eso lo lleva a no aprender de sus errores. Los místicos dicen que el espíritu sabio es aquél que escucha a su alma.
Cuando el espíritu deja de escuchar a su alma –que es su parte más profunda– se hunde y se pierde por caminos tortuosos. Otros dicen que la relación entre el alma y el espíritu es semejante a la relación
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entre un varón y una mujer. Son como una pareja y no siempre se llevan bien; a veces el alma pide una cosa pero el espíritu hace otra…
En el texto de Montalk, lo que yo y el profesor Malanga (incluso los antiguos egipcios) definimos como alma, la autora lo define como “espíritu”. Y lo mismo con el término espíritu, que ella prefiere identificarlo como el “alma”. La religión Católica también define al espíritu como lo inmortal y al alma como lo temporal (por ejemplo, el Espíritu Santo). Pero estas definiciones son lo menos importante pues es una cuestión puramente “idiomática” (como la diferencia de hablar chino y japonés); los conceptos son los mismos más allá del vocabulario que usemos. Así, si usted prefiere usar el término espíritu en lugar de alma, sólo cambie las palabras y el significado del texto se mantendrá.
Otra cosa que tiene el alma y que lo diferencia del espíritu es que el primero tiene autoconciencia y el otro sólo conciencia.
La conciencia es el conocimiento de lo externo, es existir a través del otro. Por ejemplo, cuando una entidad se mueve dentro de una habitación y se para frente a un espejo. Y entonces ocurre lo siguiente: la entidad ve solamente el espejo, más no a sí mismo. El ser conoce la realidad por medio de su observación (mira los muebles, las paredes, el espejo…), pero no logra “corporizarse” dentro de esa realidad. Sabe que existe un YO (es consciente de sí) pero un YO
que existe como parte del entorno, no un YO que se distingue de él. Para una entidad consciente, su YO es un objeto más entre todos los objetos que le rodean. Ese ser consciente vivirá en ese mundo como un fantasma, contemplando una realidad que no puede oler
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ni tocar. Ahora supongamos que esa entidad consciente encarna en un cuerpo. Supongamos que en una marioneta… Esta vez, cuando la entidad se pare frente al espejo, podrá contemplarse… En realidad no se ve a sí mismo sino que ve la marioneta, pero como la marioneta responde a sus órdenes (mueve los brazos y las piernas), la entidad se siente “corporizada”; por primera vez puede interactuar con ese mundo. Desde luego, de allí en adelante, se va a empeñar en cuidar su cuerpo ya que eso es su medio para conectarse con esa realidad.
La autoconsciencia se produce, en cambio, cuando el espejo devuelve la imagen. La entidad se para frente al espejo y puede contemplarse en todos sus detalles. Aunque tenga una existencia de fantasma y el entorno quede inaccesible para él, sabrá que tiene existencia propia y que no necesita del entorno para SER. Si por casualidad la entidad encarna en un cuerpo (como en el caso anterior), el ser autoconsciente sabrá que ese cuerpo es un envase que le permite interactuar con el exterior. La pérdida temporaria del envase no representa para él la pérdida de su identidad…
Esto explica las diferencias entre un científico materialista y otro que no. El científico materialista es un humano desalmado. Al carecer de ALMA, carece de autoconciencia. No puede imaginarse una existencia fuera de la fisicalidad que le muestran sus sentidos.
Él va a intentar explicar todos los fenómenos de la mente partiendo de los átomos y las neuronas, sin nunca encontrar en ellas su propio reflejo… Al final, se convencerá de que él existe a través de ese montón de carne que constituyen sus tejidos y quedará conforme con esa explicación, a la cual considerará “científica”. Otro caso de materialismo menos intelectual es el de las mujeres que viven para
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su cuerpo. Estas mujeres, al igual que el científico, carecen de alma.
Pero como son mucho más ignorantes dedican su vida al cuidado de su juventud. Gastan fortunas en joyas y ropas y en costosos tratamientos de belleza pues su cuerpo representa para ellas su única y verdadera identidad. Toda agresión que experimenta su cuerpo (por ejemplo arrugas o caída del cabello) lo viven como una agresión a sí misma, algo que lastima lo más íntimo de su ser... Por el contrario, el científico almado sabe que detrás de esas neuronas existe algo más que motoriza su cuerpo. No se identifica para nada con un átomo, al cual considera un simple paquete de energía. Sin dejar de lado la ciencia, se interesará también por la metafísica y los fenómenos paranormales. Vivirá todo el tiempo metido en medio de dos realidades; una la que le muestra la ciencia y otra la que le muestra su ALMA.
Finalmente tenemos la mente, que es la más elemental de todas. La mente es, básicamente, un campo de procesamiento de información. Nuestra experiencia nos dice que la mente está asociada a los seres vivos, pero no todos los seres vivos tienen la misma mentalidad. La mente humana maneja abstracciones que no manejan los animales. A su vez los animales parecen ser más inteligentes que los insectos. En todo caso la mente es algo que está definido más en términos de espacio, tiempo y conciencia a que en espacio, tiempo y energía (como supone la ciencia materialista). Obsérvese que en una computadora lo menos relevante son sus materiales; en una computadora, lo importante es la ingeniería del hardware-software y los módulos de procesamiento y almacenamiento de datos (esto último es la memoria). Con todo esto una computadora no es nada sin
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un ser humano que la maneje… Así, la memoria posee un componente espacial y otro temporal, mientras que la conciencia es la que maneja toda esa información. La conciencia trabaja de manera muy activa con la memoria y los módulos de procesamiento. El espacio tiene una estructura “matricial”; son celdas donde la conciencia guarda la información. El tiempo es un vector de frecuencia; ordena el acceso a la información almacenada (input-output). La información son esos símbolos e íconos que se forman en la mente y se ordenan en la memoria. La energía no cumple ningún papel en los procesos de la mente, pero sí los cumple en los procesos cerebrales. El cerebro es la estructura física que conecta la mente con el cuerpo. Buena parte de la información que crea la mente la guarda en los campos eléctricos de las neuronas. Es como cuando escribimos en una hoja de papel para no olvidarlos de algo importante. A su vez el cerebro es un codificador; se encarga de organizar y presentar la información que ingresa por el sistema nervioso a la mente para que ésta la represente en su propio lenguaje simbólico. Este lenguaje mental es diferente al lenguaje del mundo físico. Aparte de eso el cerebro posee otras funciones muy parecidas a la de una computadora; por ejemplo puede ejecutar, por pedido de la mente, algoritmos matemáticos y realizar asociaciones simbólicas e icónicas a gran velocidad. Es como si fuera una calculadora de la mente.
¿Qué ocurre cuando el cerebro se enferma?
Eso depende de si el sujeto es un desalmado o no. Si es un sujeto “almado” su lucidez se mantendrá en buena forma. El alma es una entidad poderosa y puede acceder a los datos del pasado, aunque, en su cerebro maltrecho, mucha de esa información se
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haya borrado. De hecho que en las ECM el cerebro está muerto y el sujeto sigue lúcido, recordándolo todo. Pero si el sujeto es un desalmado la cosa cambia radicalmente… Lo que ocurre es que la mente tiene dificultades de conectarse con el mundo real. El sujeto ve cosas que no existen (delirios) y el acceso a la memoria se empieza a perder (ya que la mente guarda buena parte de la información en el cerebro). Aparecen cosas como el olvido, la memoria falsa y toda clase de desvaríos. Pero el sujeto sigue estando consciente; su YO
sigue estando allí. Es su conexión con el mundo y no su YO la que se ve alterada.
¿Y qué ocurre cuando el cerebro se muere definitivamente?
Se produce la desencarnación y la conciencia del sujeto queda LIBRE. Si es un humano con alma no pasa nada y continúa en otro plano; la muerte es como atravesar una puerta. Pero si en cambio es un desalmado, no tenemos muy en claro qué ocurre con su memoria terrenal y cuánta capacidad intelectual podrá o no seguir teniendo.
Aquí se me viene a la memoria los casos de personas que murieron con demencia senil; gente que pasó sus últimos años manifestando olvidos y conductas incoherentes. Si una persona que sufre demencia senil o esquizofrenia llegara a morirse ¿recobraría su lucidez después de muerta?
En lo personal, albergo grandes dudas aunque las posibilidades quedan abiertas. Mi conocimiento sobre el espíritu y la mente me dice que esta gente continuará perdida en el más allá... El Reino de los Espíritus Desconcertados del libro de Raymond Moody puede que sea un depósito de mentes locas y enfermas (en este caso, de
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espíritus enfermos). La causa es que estos esquizofrénicos y ancianos muertos con demencia senil son, en realidad, humanos desalmados cuyo campo energético espiritual ha sido severamente dañado. Una vez que se produce ese daño, la persona se vuelve psíquicamente irrecuperable.
El profesor Corrado Malanga diseñó un cuadro interesante sobre los cuatro componentes principales del ser humano (alma, espíritu, mente y cuerpo). Estos cuatro componentes los representó en cuatro elementos fundamentales: espacio, tiempo, energía y conciencia. Yo, después de estudiar este modelo, lo tomé como una guía para escribir este texto porque me pareció muy práctico y con buen poder explicativo. No lo tomé a pie de puntillas porque, para mi gusto, es un modelo demasiado “pitagórico”. Malanga reconoce que ese cuadro es tan sólo un modelo y no tiene que tomarse como algo “definitivo”. Aún así es un recurso valioso para representar y entender muchas cosas. De ese modelo se deduce lo siguiente: EL CUERPO: El cuerpo es la parte densa de la estructura biológica de los seres vivos. Es lo que se manifiesta frente a nuestros ojos como órganos, tejidos y células. Posee los componentes espacio, tiempo y energía, pero carece de conciencia. Esto hace que el cuerpo sea una máquina o cáscara inanimada.
LA MENTE: La mente es un campo de procesamiento de información.
Es un equivalente al sistema operativo o software que usan las computadoras. Está compuesta por espacio, tiempo y conciencia, pero carece de energía. Esto hace que su fisicalidad sea difícil de determinar. La mente está en la mayoría de los seres vivos y puede
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que en todos. No todas las mentes son iguales; estas varían según las especies. La mente de un delfín es más sofisticada que la de un insecto. Es difícil hallar la mente en la biología, pero sin duda su acción se manifiesta.
EL ESPÍRITU: El espíritu es una conciencia que se nuclea alrededor de un campo de energía. Es lo que anima y mantienen unida a la estructura biológica densa. Está claro que con esta definición, si un espíritu abandona al cuerpo, no hay biología posible y sólo tenemos una montaña de átomos… La unión del espíritu con el cuerpo crea la biología, no el cuerpo solo. Los componentes del espíritu son energía, tiempo y conciencia. Como se ve, carece de espacio. La falta de un componente espacial hace que el espíritu sea difícil de cuantificar.
EL ALMA: Es la parte del ser humano que se vincula con la divinidad.
Posee tres componentes; espacio, energía y conciencia. Pero carece de tiempo y esto la hace imperecedera. El alma no nace ni muere; ha existido desde siempre. Esta propiedad inmortal del alma la hace inaccesible al método científico. El hecho de que tenga energía pero no tenga un componente temporal hace que su fuente de energía sea inagotable. Esto no tiene sentido para la ciencia, pues ningún cuerpo tiene energía infinita. El alma desafía la Termodinámica y es la FUENTE real de la Vida en el Universo. Para el profesor Malanga, esta propiedad única del alma la hace codiciosa para los parásitos extraterrestres. Además, según sus investigaciones, un humano puede perder (temporariamente) su alma. Cuando este fenómeno ocurre, el humano se siente cansado y vacío.
Esto último del alma puede ser difícil de entender al principio,
Los Desalmados
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pero se aclara después si pensamos que, cuando un alienígena o demonio separa nuestra alma de muestro espíritu-mente, la conciencia queda disociada entre el alma y el espíritu (recordemos que la conciencia está en ambos). Si la conciencia estaba más anclada en el espíritu, sentirá que ha sido desposeída de su alma (su Yo quedará ubicado en la tríada espíritu-mente-cuerpo). Pero si su conciencia estaba más anclada en su alma, en el momento de la posesión sentirá que el alienígena-demonio se lo “lleva” dejando su espíritu y cuerpo atrás…
Según el cuadro de Malanga, los componentes del hombre formados de sólo tres ejes presentarían, en el mismo eje, la misma contribución, pero no en cantidades iguales. Se puede resumir esta característica con la siguiente matriz, atribuyendo a cada eje una contribución entera, pero variable entre cero y tres (0, 1, 2, 3): Según esta matriz el Alma tiene más Conciencia, seguido del Espíritu, luego la Mente, el Cuerpo no posee nada de Conciencia. Por otro lado, el Alma no tiene una contribución temporal y es la más longeva, seguida por el Espíritu, la Mente y el Cuerpo que refleja la máxima medida del Tiempo.
“Ésta es la pequeña alma, psique con sus alas, si la priváis de ellas, queda convertida en un mísero gusano.”
Mefistófeles; del “Fausto” de Goethe
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MAS ALLA DE LA MUERTE
por Daniel Lapazano
La idea de humanos sin alma fue adoptada rápidamente por mí pues explica de manera simple cosas que a la ciencia le cuesta explicar (o explica de manera muy rebuscada). En el texto de Montalk se menciona el caso de individuos irrecuperables para la sociedad que la psicología define como «psicópatas». Para la psicología, el psicópata es un ser humano como cualquier otro que tiene un desorden en la personalidad. Desconoce la causa de ese “desorden”
y reconoce que esta gente es irrecuperable, pero aún así no duda en considerarlo un humano con todas las letras. Pero otros no dudan en definir al psicópata como un ser carente de alma (un desalmado) quitándole de esa forma su atributo humano más esencial. Y esto no tiene nada de racista pues se apoya en la visión científica de definir las cosas tal cual se manifiestan. La conducta, por compleja que sea, es lo que en última instancia define a toda entidad.
Refiriéndome ahora a mi experiencia personal, yo he tenido la oportunidad de conocer a gente sin alma (entre ellos auténticos psicópatas). Es por eso que me es difícil no estar de acuerdo con el análisis que hace la mujer del texto de Montalk. Tal cual como lo describe ella, esta gente no parece manifestar otro interés que no sea el que apunta a lo puramente «material». No es una cuestión de
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educación ni de falta de información, pues he constatado que en el mismo núcleo familiar en que ellos se han criado, otros miembros de la familia se compartan de manera diferente. El tener contacto con otras personas que le pueden trasmitir otros valores de vida, no los aparta un ápice de sus ideas u objetivos. Es más, REÚYEN del contacto de esas personas y buscan establecer vínculos con aquellos que le puedan sacar algún provecho.
Es graciosa la comparación que ella hace de esta gente cuando dice “Hay algo rudimentario y animal piloteando sus cuerpos. Pareciera como si tienen conciencia del mismo modo que las plantas y los animales tienen…” . Pocas veces he escuchado una frase que expresa a la perfección mi impresión de estos sujetos.
Efectivamente, estos seres parecen tener una mentalidad de animal e incluso ¡de planta! Suelen tener –por ejemplo– conductas parasitarias, extremadamente ociosas tanto en lo físico como en lo mental. Otros, en cambio, se obsesionan con el consumo y el dinero, llegando al extremo de comprometer las finanzas de su familia (se llenan de DEUDAS que después no pueden pagar). He visto muchas personas que no tienen sentido del “disfrute”, su vida pasa por el acopio continuo como si fueran auténticas hormigas. No estoy hablando de gente que “invierte”, porque invertir es comprar bienes de capital. Estoy hablando de gente que gasta su salario en lujos y tecnología. Su placer no parece radicar tanto en disfrutar de las cosas que compran sino en el proceso mismo de la “acumulación” de artículos de lujo. Es el placer de “tener” o de salir a “comprar” lo que motiva sus acciones. Y eso los transforma en engranajes vivos de la gran maquinaria capitalista.
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Estos sujetos no tienen creatividad, no saben qué hacer con su tiempo libre… Piensan que la vida es puro “trabajo” y “dinero”, vivir de apariencias o hacer vida social. Esto los lleva a tener fascinación por la vida opulenta de las clases acomodadas. Existe en esta gente una envidia o recelo por el estilo de vida de los ricos. De ahí que las palabras de José Halteh son las mejores cuando define con crudeza la naturaleza de estos sujetos y su relación con las especies dominantes (extraterrestres):
“Ellos no se comen a los que están evolucionado para ser más inteligentes sino a las personas que NO TIENEN NINGUNA IDEA MENTAL… que solamente COME, TRABAJA y ya está… que NO SE DIFERENCIA DE UN ANIMAL. El ser humano evoluciona espiritualmente, en la música, creando cosas… pero hay otros humanos que no hacen NADA. Son completamente VACAS.
Esos son los que ellos comen.”
Aquí vemos una comparación clara con el modo de vida de los humanos. Los humanos matan gallinas y vacas para su consumo.
No sienten culpa de matar a esas criaturas pues los consideran simples “animales”; seres que carecen de “alma” o de una esencia
“superior”. Así, estos reptiles ven a los desalmados también como
“animales”; bestias de consumo masivo cuyo valor no supera lo que pesan en carne.
El relato de José Halteh es, en otro contexto, lo que vemos a diario en la sociedad actual. Millones de personas no hacen otra cosa en su vida que trabajar, comer y hacer dinero. Si tienen un coche, se cansan y se compran otro modelo más nuevo. Andan pendiente de la moda y no piensan en la gente que no tiene qué ponerse… No
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ven a la tecnología como un “medio” sino como un artículo de lujo.
Buscan la comodidad (que les da la tecnología) no para hacer cosas nuevas sino para hacer lo mismo. Se embrutecen, embotan su mente con la basura que le ofrece la televisión. No crecen intelectualmente.
Tienen hijos que después no pueden cuidar… Y el SISTEMA, que los cría como a vacas, los utiliza y los descarta luego.
Los humanos con alma se dan cuenta de la manipulación que ejerce el SISTEMA. Y no sólo lo tienen bien clarito sino que elaboran estrategias para protegerse. Por eso leen, se informan, cambian sus hábitos, hacen meditación, comparten con otros lo que saben, tratan de darse tiempo para hacer cosas que los elevan… Este grupo diferente de humanos, según Corrado Malanga, representa no más del 20% de la Humanidad. El resto son todas vacas, como bien señala José.
¿Cómo se produjo el incremento de la Humanidad borrega en el planeta?
Humanidad borrega y desalmada en la cual se incluyen intelectuales y científicos…
Hace unos 200 años la población mundial no superaba los 1.000 millones de habitantes. En esos millones de personas, los humanos y los desalmados estaban más o menos repartidos. Pero la ELITE globalista decidió que había que agrandar la granja, y entonces permitió el incremento desmesurado de la población mundial. Fue allí donde la población humana originaria quedó en franca minoría con la otra, pues los seres “almados” no salen de un espermatozoide y un óvulo… Aumentar el número de contenedores biológicos no
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equivale a aumentar almas. Esto los extraterrestres lo saben, y es por eso que experimentan con humanos. Malanga afirma que los humanos con espíritu son alrededor del 20%, pero yo sospecho que no superan el 10…
Este incremento brutal de los desalmados (más del 80% de la Humanidad) parece volver utópica la expulsión de las razas regresivas.
Aunque estos parásitos cósmicos no sean más que una minoría, el gran ejército de desalmados trabaja a favor de ellos; vemos gente metida en los gobiernos que están programados con el MK-Ultra, los militares son en su mayoría descerebrados al servicio del poder, los hombres del comercio y las finanzas sufren el parasitismo de estos seres, y también jueces, periodistas y educadores los vemos defendiendo esta “cultura reptil”. La juventud se hunde en la droga, en la violencia y en la estupidez. Las religiones siguen haciendo su negocio… No hay dudas de que estas razas ya tienen el control total del planeta, y el llamado New World Order es la simple formalización de ese control…
¿Qué le queda por hacer a la verdadera Humanidad?
Tal vez empezar el Éxodo… a otros mundos. Para volver a empezar.
Pero aquí hay que tener cuidado porque viene el trabajo de los Arcontes. Como dice el doctor Malanga, estos parásitos no desean que nos vayamos…
¿Cómo pueden evitar que los humanos se escapen de la Matrix?
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Armando una matriz holográfica que los coja cuando el alma desencarna.
Aclaremos este punto:
Cuando los humanos �enen viajes astrales se desprenden de su cuerpo. José Halteh nos habló de uno de sus viajes y yo conté el mío en uno de mis libros. Para el humano autén�co, el alma es su cuerpo original. Lo otro es un contenedor. Los desalmados no son seres álmicos; cuando mueren quedan reducidos a un pálido campo de energía. Ese campo es lo que yo llamo espíritu y que se desintegra con el paso del
�empo (en ese campo quedan grabados lo que queda de sus memorias y sus recuerdos).
En el texto de Montalk, los conceptos “espíritu” y “alma” están usados de dis�nta forma a como yo y Malanga lo usamos, pero el paradigma filosófico es el mismo.
Volviendo al tema de los Arcontes, cuando el cuerpo humano llega a su final defini�vo, el alma humana elige seguir en la Tierra o no. Si no quiere quedarse, puede regresar a su lugar de ORIGEN. Es en ese momento en que comienza el trabajo de los Arcontes. Que aprovechándose del sistema de creencias del humano (que ellos alimentaron cuando vivía en la Tierra), buscarán llenarlo de culpas para que regrese a la Tierra y siga atrapado.
El truco que u�lizan es variado; si es cris�ano le harán ver a Jesús, si es musulmán al profeta Mahoma, si es un judío a Moisés o a Yahvé…
También u�lizan el truco de hacerle aparecer a un ser querido. Todos estos seres son alienígenas disfrazados de esos personajes. Luego le hacen ver una revisión de vida para mostrarle los errores que come�ó.
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El paso siguiente es mostrarles un falso paraíso lleno de personas felices y decirle que todavía no es merecedor de estar allí defini�vamente.
“Tienes que regresar a la Tierra y terminar tu trabajo” , le dirán.
Hay que tener cuidado porque los Arcontes u�lizan la Falsa Luz para capturar al humano desencarnado. Por ejemplo, en la experiencia del túnel, las personas afirman ver una luz muy hermosa. ¡Ojo con esa luz porque puede ser una trampa! Veamos el siguiente tes�monio de una mujer que tuvo un desprendimiento del cuerpo en un estado profundo de meditación y se topó con esa hermosa luz…
“…mi alma ha salido de mi; si, digamos que se ha liberado en el aire como para ir a hacer el trabajo desde lo alto. Debía ver donde estaban todos y a un cierto punto una gran luz se ha puesto delante de ella, como algo hermoso que intentaba cogerla para abrazarla. No soy muy creyente pero pensé: “Parece un dios, ¿qué será?” Pensé que era algo bueno pero ella, el alma, sabía que no lo era e intentaba desvincularse; esta cosa la quería aferrarse engañándola pero no lo ha conseguido porque el alma se ha escabullido y ha terminado su trabajo junto a mí.”
(Corrado Malanga – Alien Cicatrix II, pag 59, ed.PDF ) Yo también logré ver una vez una hermosa luz (de color blanco dorado) cuando estaba haciendo meditación ¡en un sueño! Recuerdo que, de repente, una luz me envolvió y sen� una paz extraordinaria. No era una paz como la que sen�mos en la Tierra sino una paz que te llena de dicha y de libertad. Siendo consciente de que estaba durmiendo, tenía ganas de quedarme largo �empo allí, pero el estado duró pocos segundos y pronto desperté acostado en mi cama. No parecía una luz
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maligna, pero tampoco puedo asegurar lo contrario.
El fenómeno de la luz es común en los estados profundos de meditación y sobre todo en las ECM. Pero hay que tener cuidado porque esas luces suelen ser falsas…
La estrategia de los Arcontes (que son los mismos alienígenas que estudia Malanga y ven muchos abducidos) es, como dije, crear un paraíso holográfico que �ene por objeto atrapar a las almas. No a los espíritus porque los espíritu se quedan en la Tierra… Los Arcontes (que son demonios) le hacen creer al desencarnado que ese holograma es el des�no de todas las almas, pero que, para quedarse a vivir allí, es necesario saldar las cuentas karmicas pendientes… Como es de suponer, todo espíritu va a querer quedarse a vivir en ese paraíso para siempre…
¡quién no! Entonces, aceptará las condiciones que le impongan y regresará a la Tierra para con�nuar su misión. No interesa que el sujeto sea ateo, pues aunque sea ateo llegado el momento creerá, ya que el ateo ha vivido en un mundo en donde existen las religiones y
�ene conocimiento de ese sistema de creencias. Los Arcontes le harán ver que su ateísmo estaba equivocado y que tendrá otra oportunidad de reencarnar y así volver a “vivir”. El ateo, desde luego, lo creerá y
¡reencarnará con gusto!
Pero el proceso de reencarnación �ene una trampa, y esta es que los Arcontes borran la memoria de aquél que va a reencarnar. (para ser más exacto, bloquean el acceso a los registros akásicos)
¿Qué sen�do entonces �ene la reencarnación si vas a OLVIDAR
todo lo aprendido?
Parece una tomada de pelo ¿verdad?
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A eso se le suma que –una vez que está en la Tierra– el mismo SISTEMA lo empuja a que sea individualista. Lo hace mediante la educación, el sistema económico, las doctrinas religiosas («mi Dios es el verdadero ¡no el tuyo!»). No hace falta aclarar que el SISTEMA está controlado por estas mismas razas parásitas que se ven detrás del túnel...
Así, el humano almado, vuelve a caer nuevamente en el error, lo que lo lleva a sen�rse culpable y frustrado por su falta de éxito. Una vez que se desprende del cuerpo, volverá a encontrarse con estos mismos Arcontes, que le mostrarán sus vidas pasadas para señalarle los errores come�dos…
“Cuando apareció la luz, lo primero que me dijo fue:
«¿Qué �enes que enseñarme de lo que has hecho con tu vida?», o algo parecido. En ese momento vienen las visiones retrospec�vas. Me pregunté que estaba sucediendo, pues de repente estaba regresando a mi infancia. A par�r de ese instante fue como si pasara desde mi primera infancia, año a año, hasta aquel momento.”
(Raymond Moody – Vida después de la Vida, pag. 77, EDAF. 1984) El objeto de la revisión es llenar de culpas al desencarnado para poder manipularlo después y mandarlo de regreso a la Tierra. Si por casualidad el sujeto se resiste, intentarán regresarlo por la fuerza…
“Cuando me me� bajo el agua, lo siguiente que recuerdo es que descendí por un largo túnel. La luz, que podía sen�r, pasó de ser muy dura a ser muy brillante. Después vi a Dios en un trono.
Unas personas, quizás fueran ángeles, estaban abajo, mirando
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hacia arriba, al trono. Me senté en el regazo de Dios, y éste me dijo que tenía que regresar. “No es tu �empo” dijo. Yo quería quedarme, pero regresé”
(Melvin Morse – Más cerca de la Luz, pag. 160, EDAF. 1991)
“El Señor me envió de regreso, pero no sé por qué. Lo sen�
allí y me di cuenta de que Él me reconoció y supo quién era yo. No se decidió a dejarme en el cielo, aunque desconozco el mo�vo.
He pensado muchas veces en ello desde entonces y creo que era, bien porque tenía dos niños pequeños que cuidar o porque yo personalmente no estaba preparada para ir allí. Todavía sigo buscando la respuesta y no pude encontrarla.”
(Raymond Moody – Vida después de la Vida, pag. 88-89, EDAF. 1984) Llegado a ese punto –que el desencarnado haya caído en la trampa y lo quieran hacer regresar– lo único que le queda por hacer es tomar conciencia de que es un ser LIBRE y hacerlo valer por la fuerza contra estos seres. Malanga afirma que, con suficiente fuerza de voluntad, se los puede hacer retroceder. Esta opinión es compar�da también –como hemos visto a lo largo de este libro– por muchas personas que sufrieron abducciones (en la cual José Halteh es uno de ellos). No es muy dis�nta la manipulación que sufren las almas cuando son abducidas a las que se verán some�das después de “muertas”.
Si por casualidad el desencarnado era un conocedor del fenómeno OVNI, los Arcontes se presentarán como enviados de un
“comando estelar” y le querrán convencer, con elocuencia, de que debe regresar a la Tierra para salvar a la Humanidad de… ¡los rep�lianos!
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Las estrategias a usar son muchas pero todas apuntan a lo mismo: a que las almas se queden en la Tierra para realizar o completar una MISIÓN. El alma debe saber que la única misión que �ene en su vida es cuidar de sí misma; el resto es un agregado. Por otra parte ¿Qué es eso de salvar a la Humanidad? ¿Quién es la Humanidad? ¿Los polí�cos que nos gobiernan, los banqueros que administran nuestras deudas, los delincuentes que nos asaltan en la calle, los estudiantes que agreden a nuestros hijos, los empresarios que nos explotan en una fábrica, los sindicalistas que arreglan con los empresarios, los cien�ficos que trabajan para las corporaciones, los comerciantes que suben los precios, los hombres que maltratan a las mujeres, las mujeres que se aprovechan de los hombres? ¿Esa es la Humanidad por la cual tenemos que luchar?
De esa “humanidad” hay que ESCAPAR, ya que no son humanos autén�cos… Al igual que las películas de zombis (misteriosamente en boga en nuestra época…), la verdadera Humanidad ha quedado reducida a un puñado de sobrevivientes.
Soy consciente que a muchas personas puede resultarle increíble todo esto; quiero decir a que estas en�dades puedan manipularnos a niveles tan altos. Pero mi larga inves�gación en estos fenómenos me demuestra que es perfectamente posible. Primero porque estos parásitos (rep�lianos, pleyadianos, man�dianos, LUX…) saben que los hombres no son seres �sicos sino seres “álmicos” (o espirituales, según como lo definamos). Por ejemplo, los abducidos y contactados afirman que la comunicación con estos seres muchas veces se concreta en el plano astral. Y Malanga afirma que estas razas separan el “ánima” del contenedor biológico y luego lo vuelven a poner allí. Además de eso, antes de la aparición de un pla�llo volante, los abducidos suelen sen�r
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un extraño cambio en el ambiente; algo se modifica en el espacio antes de la aparición de estos seres, como si se abriera un portal invisible que conecta el mundo de estos seres con el nuestro. Todo esto indica que los humanos sólo viven en una franja de la realidad y no en la realidad.
Y que es por medio de nuestro cuerpo álmico-espiritual –y no siempre por medio de nuestro contenedor biológico– como entramos y salimos de una franja a otra. Dicho de otra forma, nuestro contenedor biológico a veces viaja con nosotros y otras veces no. Es por eso que el final de nuestra existencia �sica no nos asegura ninguna salvación, ya que estos parásitos viven en el otro lado y están listos para engañarnos y meternos dentro de un mundo de quimeras (ciudades de luz, estrellas distantes, planetas remotos, paraísos celes�ales…), para así tenernos preparados para regresar a esta franja “terrenal”. Si existe algún infierno, es muy probable que sea ESTE.
Llegado a este punto es necesario comprender que los desalmados (que no son humanos sino antropoides u homínidos racionales, es decir humanoides) son, en cierto sen�do, un producto demoníaco-alienígena.
No �enen razón de exis�r, pero están aquí amparados por el SISTEMA.
El desalmado carece de valores elevados y se alinea, normalmente, a los principios del darwinismo. Muchos de ellos son cien�ficos y gente importante que trabajan diariamente para servir al PODER CENTRAL
(masonería, illumina�, linajes dinás�cos, corporaciones mundiales). Ese servicio puede ser directo o indirecto, consciente o no. Pero no importa, trabajan para el SISTEMA igual... Pensemos un poco en esto y luego con�nuamos:
La estructura biológica del ser humano ha sido producto de varias mutaciones genéticas. No fue fruto de la evolución de ningún
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“gorila estepario” sino, lisa y llanamente, un diseño de laboratorio.
Basta ver las grandes diferencias existentes entre nuestro ADN y el del resto de los homínidos y tomar nota de la ausencia de fósiles homínidos en transición para darse cuenta de ello. Como si todo esto no bastara, el testimonio de todos los pueblos de la antigüedad (grabados en tablillas de arcilla, muros, pirámides, papiros, estatuas, pinturas, etc.) nos hablan invariablemente de seres “venidos del cielo” que nos crearon o nos modificaron.
Estas en�dades cósmicas no desaparecieron en el curso de la Historia; simplemente se ocultaron para actuar entre bambalinas. El célebre profeta argen�no Benjamín Solari Parravicini afirmó:
“Aparecerán volando las alturas, círculo de luces trayendo seres extraños de otros planetas. Sí, serán los que vinieron a poblar la Tierra se dirá, y se dirá bien. ¡Sí! los que se llamaron ángeles en el An�guo Testamento, o la voz de Jehová, serán y de nuevo se les verá y se les verá y se les escuchará.” (1938)
“Ante la constantes visitas de los navieros extraterrestres, la ciencia negará, luego dudará y por fin dirá ¡verdad es! Y nuestra sapiencia ha quedado atrás ¡siglos nos vigilan y contemplan!”
(1940)
También dijo:
“La Teoría de Darwin dejará de ser porque se sabrá que el hombre bajó de los planetas.”
Así, podemos afirmar, que lo que llamamos “humano” no es algo natural (como nos quiere hacer creer la ciencia) sino algo ar�ficial. Y
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creado para un fin específico.
Estos seres “venidos del cielo” fueron los que diseñaron las dis�ntas razas humanas (japonesa, hindú, africana, nórdica). Estas razas las hicieron de la misma manera que los humanos hicieron las razas de perros… Fue una manipulación gené�ca. Por ejemplo ¿Qué ventaja adapta�va �enen los ojitos alargados de un chinito o de un japonés? La misma que �ene el cuerpo alargado de un gracioso perro salchicha. ¿Y
por qué la descendencia de la gente negra que vive en zonas frías sigue teniendo la piel negra como sus antepasados? Por la misma razón que los árabes que viven en el desierto �enen la piel caucásica como los del profeta Mahoma. O de Moisés o de Nabucodonosor ¡Parece que el calor sufrido por siglos no los «anegró» ni un ápice! No es una cues�ón de feno�po como nos quiere hacer creer la ciencia con eso de que las razas son “un mito del pasado”; es una cues�ón gené�ca. Los negros �enen una gené�ca dis�nta a la raza blanca y van a seguir siendo negros por más que vivan 1.000 años me�dos en iglú… Y lo mismo podemos decir de los rubios de Noruega; siempre van a tener bebés rubios salvo que se mezclen con algún morocho.
Una vez comprendido de que no existe una única Humanidad y de que hemos sido manipulados como perros, la cues�ón es saber cómo los humanos con alma (la verdadera Humanidad) cayeron atrapados por estas “larvas venidas del cielo”.
La versión “tradicional” de la Ufología sos�ene que la raza humana inició su vida en la Tierra dentro de contenedores biológicos
–o sea con dualidad cuerpo-alma– y que lo que hicieron estos lagartos fue empobrecer la gené�ca de ese contenedor para tener al alma dominada. Al tener empobrecida su gené�ca, logran que el alma se
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maneje dentro de un vehículo de calidad menor, que le bloquea cosas importantes como la telepa�a y los viajes astrales.. .
Para haber logrado eso suponemos que debe haber mediado un engaño, pues yo dudo que haya sido a la fuerza.
Esta idea �ene mucho sen�do si pensamos que no se en�ende cómo un ser álmico que viaja a un planeta a aprender pueda crecer espiritualmente me�do dentro de un cuerpo como el nuestro, tan limitado en muchos aspectos... La idea de la manipulación gené�ca cobra más vida cuando escuchamos el tes�monio de Credo Mutwa, del Popol Vuh y de otros pueblos de la an�güedad.
Esto indica que debe haber exis�do una humanidad primigenia que tenía un contenedor biológico con caracterís�cas diferentes al que tenemos ahora. Este contenedor biológico que le fue dado al ser humano
�ene que haber sido creado por una raza extraterrestre lumínica que
�ene por función sembrar la vida en todo el Cosmos (los Elohim que aparecen en la Biblia o los Eones del que hablan los gnós�cos). Estos Diseñadores de Vida (Elohim, Eones, Kadishtus…) crearon las condiciones iniciales para que la raza humana pudiera vivir aquí. Puede que ese contenedor biológico lo hayan creado de algún homínido preexistente en el planeta que posteriormente fue modificado para que pudiera contener el alma humana. Otra posibilidad podría ser que las primeras almas ya hayan venido con su propio contenedor biológico desde otro sistema estelar (es decir con forma humana), pues se supone que las condiciones terrestres se deben dar en otros planetas de la galaxia.
Esta raza pre-adámica debió haber vivido al principio de los �empos en prosperidad, hasta que se produjo la venida a la Tierra de una raza regresiva que tomó el control de todo y redujo a los humanos a esclavos.
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Estos lagartos comenzaron a manipular nuestro ADN originario creando las razas adámicas. Estas nuevas razas eran gené�camente inferiores a la raza humana originaria, y su función fue la de limitar las facultades álmicas del humano pre-adámico. Así, las nuevas reencarnaciones se produjeron en estos nuevos contenedores biológicos, provocando la caída de nuestra raza y con ello el deterioro del planeta.
Cuando estas razas adámicas se impusieron, ya no quedaba casi nada de la raza humana primordial. Fue un proceso darwinista de selección semi-natural que provocó el exterminio de las culturas an�guas. No coincido con Mouravieff de que el hombre pre-adámico era el inferior; mi hipótesis es que el hombre inferior era el adámico y el superior era el otro. Tampoco creo que existan razas con almas y otras sin almas (como parece sugerir él). La posesión de un alma no depende tanto de una raza en par�cular sino de ciertos elementos indispensables en el ADN humano. Tanto las razas adámicas como las pre-adámicas pueden poseer un alma. La diferencia radica en que la raza adámica es gené�camente inferior a la pre-adámica y puede limitar más la conexión del alma con la fuente divina. Pero tanto un adámico como un pre-adámico pueden poseer un alma.
¿Qué caracterís�cas tenían y �enen las razas adámicas?
Todos los inves�gadores que conozco coinciden en que son los de �po ario, justamente la raza que a lo largo de la historia humana se creyó “superior”. La raza aria es ideal para funcionar como portal orgánico de los demonios. Esto lo podemos ver claramente siguiendo los linajes dinás�cos de la vieja Europa (Rockefeller, Rothschild, Freeman, Astor, Bundy, Van Duyn, Kennedy…). Estas familias –según Springmeier–
devienen de los Merovingios y de la an�gua aristocracia romana. Hitler
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era de raza aria y era el proto�po del An�cristo. Pero también lo fueron Stalin, Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Bush… Es por eso que los Illumina� buscan la eliminación total de las razas no arias (los de rasgos negroides y aborígenes); para facilitar la dominación del planeta.
Aquí encontramos la razón de la gran propaganda que �enen en los medios el es�lo de belleza “ario” (hombres y mujeres con rasgos nórdicos); se pretende que la población blanca no se mezcle con gente ajena a su gené�ca para así no entorpecer el plan de limpieza étnica.
Una vez atrapado el ser humano en esa nueva cáscara de carne (la raza adámica), la historia de la Humanidad siguió como la conocemos…
Así, los llamados humanos desalmados no serían más que ese proto�po animalesco que fue creado para dicho fin. Proto�po que a su vez sirve de contenedor para las almas humanas encarnadas allí.
Decimos entonces que, cuando nace un humano de carne y hueso (antropoide), éste será el verdadero cuerpo para ese ser vivo, que crecerá y se mul�plicará, pero será CONTENEDOR BIOLÓGICO si los lagartos alojan en él a un alma humana (o si se alojan ellos en lugar de aquél). Cuando ocurre esto úl�mo se produce una encarnación.
Los humanos nacen de esa alquimia encarna�va y es el obje�vo final de los demonios. Los humanos también �enen espíritu pues todo ser vivo nace con un cuerpo energé�co (es inherente a toda estructura biológica). Los desalmados, a diferencia de los humanos, son el resultado de un proceso natural. Nacen y mueren como cualquier animal y �enen una conciencia muy limitada. Volviendo al tema de la encarnación, se sospecha que esta especie alienígena no puede
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encarnar en cualquier organismo-contenedor (vibran en una frecuencia dis�nta a la nuestra) por lo que la cues�ón de las razas humanas es de fundamental importancia para ellos. Hay razones para suponer que las razas que ellos eligen para “encarnar” son las del �po ario, como la de los pueblos sajones y nórdicos. Todos los miembros de la ELITE
(Rockefeller, Rothschild, Astor, Realeza inglesa, holandesa, española…) poseen una gené�ca de este �po.
Concluyendo, cuando se producen los nacimientos aquí en la Tierra, hay niños que nacen con “alma” y otros “sin alma”. Este último es el desalmado, el cual constituye al menos el 80 % del total de nacimientos (4 de cada 5 niños nacen sin alma). Ambos tipos de niños pueden nacer en la misma familia, o sea, pueden ser “hermanos”.
Pero el niño “almado” posee características conductuales muy diferentes al otro; los niños almados nacen con una sensibilidad superior al resto de los infantes, poseen más fantasía y respetan más las normas de convivencia que le imponen los adultos. Pueden llegar a ser rebeldes, pero por cuestiones espirituales o filosóficas, nunca por otra razón. No les gustan las peleas y prefieren juntarse con niños pacíficos y tranquilos. Si son niños inquietos y con espíritu de aventura, nunca manifiestan actitudes destructivas (por ejemplo torturar a un animal o hacer pedazos una planta). Muestran desde jóvenes interés por las cuestiones filosóficas y metafísicas; a veces le cuestionan a los adultos sus ideas. También muestran preocupación por las cosas que pasan en el mundo, sintiendo pena por la gente que sufre discriminación y marginalidad, por ejemplo. Detestan la injusticia y la desigualdad, aunque respetan las diferencias humanas referidas a la sabiduría y la experiencia.
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Esos niños llamados “índigo” o “cristal” parecen presentar similitudes con los niños almados. Lo mismo aquellos que demuestran destacadas capacidades artísticas y creativas. Sin duda todos ellos son almados. A mi criterio, un niño almado necesita una educación DIFERENCIAL, este sistema moderno de educación bloquea sus capacidades espirituales y creativas. Los niños desalmados, en cambio, son diferentes a los almados. A diferencia de estos últimos, muestran una conducta más reptiliana. Son niños más territorialistas, más mezquinos y celosos. Poseen una mentalidad de rebaño; quieren ser iguales a la mayoría. Detestan al que es diferente, agrediéndolo cuando tienen la posibilidad. Si no son niños agresivos, suelen ser apáticos y con poca creatividad. No tienen imaginación y se aburren fácilmente. A este tipo de niños muchas veces se los ve melancólicos, lo que los lleva a evadirse con cosas como la televisión, la tecnología, las juntas y las drogas. Si son agresivos, buscan competir con otros niños con el objeto de mostrar su superioridad. Como tienen un ego fuerte, les cuesta asumir la derrota deportiva. Eso los lleva a pelearse con otros niños cuando están participando en juegos.
Peleas que a veces derivan en la violencia física. En el caso de las niñas desalmadas, éstas manifiestan desde pequeñas conductas egocéntricas y materialistas. Gustan de la apariencia y la frivolidad, deseando poseer cosas que la hagan sentir deseada (aunque sea por ellas mismas). Al igual que su par los varones, carecen de imaginación y tienen mentalidad de rebaño. Desobedecen la autoridad de sus padres buscando en lo social (el mundo) la contención que necesitan.
Si no logran vencer la autoridad paterna, se crían como adolescentes frustradas y resentidas.
Toda esta violencia y rebeldía de la juventud tan característica
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en las sociedades actuales se explica por la falta de alma de estos jóvenes. Los psicólogos intentan explicarlo con las teorías “científicas”
que tienen a mano y los docentes se deshacen en ensayar una variedad de métodos pedagógicos de los más peregrinos, pero todo esto fracasa pues el desalmado, por naturaleza, carece de “moral”.
El desalmado no es una entelequia, no puede ser elevado a un orden espiritual superior. Su conducta está guiada por sus instintos y condicionamiento social, por lo que necesita no un sistema de educación sino un sistema de disciplinamiento. Disciplinar quiere decir “inculcar patrones conductuales”. Estos patrones conductuales pueden ser, desde luego, constructivos o destructivos. Por ejemplo, cuando uno viaja a países como Noruega, Suecia, Australia o Canadá, incluso Japón, ve que en esas sociedades los índices de delincuencia son bajos. En Noruega o Suecia, los adolecentes son menos conflictivos que en otras regiones del planeta y los ciudadanos están acostumbrados a respetar mucho más las leyes que en otras latitudes. Esto ocurre no porque las personas que viven allí son más “buenas” sino porque han sido disciplinadas por un Estado rígido y contenedor (Estado de Bienestar). Pero si vamos a países como Argentina, México o Brasil, las cosas cambian radicalmente.
Esos países son la cloaca del SISTEMA reptil, allí el Estado brilla por su ausencia. La función de esos países, en el sistema globalista-reptiliano, es proveer de materias primas y mano de obra barata a los países más ricos (Europa, EE.UU, Japón). Por ende, los jóvenes son disciplinados de manera diferente. El patrón de disciplinamiento social ya no es la obediencia a la ley sino la evasión de la ley. El sujeto, dentro de la lógica darwinista, tendrá éxito social si elude la ley, no si la cumple ¿se entiende? Pare ser más preciso, si sabe
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eludir la ley o tienen con qué eludirla. No es, como se cree, que en esos países no existe la disciplina; existe otro tipo de disciplina, otras reglas, otro ordenamiento. ¡Pero TODOS están disciplinados!, tanto en el Norte como en el Sur… Un argentino que va a Alemania o Suecia y quiere aplicar los mismos patrones conductuales que aplica en su país (y ha ocurrido casos) va preso o sufre el rechazo social.
Esto obliga al inmigrante a tener que adaptarse a esas sociedades si quiere permanecer allí. Yo conozco casos de gente que se fue a vivir a Europa y que me lo explican clarito “aquí no es como en Argentina
–dicen– aquí la leyes se cumplen y si no vas preso o te hacen pagar la multa…”.
Está claro que si el 80% de la Humanidad son meros antropoides, no tiene sentido discutir cosas como la “democracia”,
“derechos humanos”, “violencia de género” y “progreso social”. El mundo de los desalmados, arrendados por las huestes infernales, es un mundo darwinista de depredación y barbarie. La especie humana auténtica (pre-adámica o almada) tiene que mantenerse al margen de ese mundo regresivo y concentrar sus esfuerzos en desarrollar sus aptitudes álmicas y espirituales. Nada de meterse en organizaciones de “izquierda” o partidos políticos para cambiar el mundo. Tampoco en ONGs, sectas religiosas, policía o milicia. Hacer este tipo de cosas es gastar tiempo y energía inútilmente que bien podríamos utilizar en provecho propio y de nuestra especie. Un humano sólo debe ayudar a otro humano, no a un desalmado. Y debe juntarse con humanos, no con otros. No es una cuestión de racismo sino de ahorro de tiempo y energía. Muchas cosas nos quedan por hacer en esta vida y ¡no tenemos tiempo que perder!
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Los desalmados o antropoides finalizan su vida en la Tierra de una manera mustia. Cuando fallecen, al carecer de alma, sobreviven en forma de energía. El espíritu del desalmado queda vagando en la Tierra como una entidad errante (un fantasma) mientras su cuerpo se desintegra lentamente en su tumba. Si la conciencia del desalmado es débil, su espíritu se desintegrará irremediablemente, pero si la conciencia del desalmado es fuerte, seguramente buscará parasitar a otro ser humano en su necesidad de seguir conectado a la vida (esto es lo que da origen a la leyenda de los vampiros y los zombis).
También puede que el espíritu busque reencarnar en un cuerpo, si es que encuentra la manera de hacerlo. Allí puede que cohabite junto con otro espíritu antropoide creado espontáneamente en el proceso embrionario del feto.
Generalmente el desalmado queda alojado en el plano astral pues nunca logra salir de su confusión (la pérdida del cerebro hace irrecuperable su memoria, por lo que queda suspendido en un eterno presente como los ancianos que sufren demencia senil… Ver el Capítulo “Un Reino de Espíritus Desconcertados” ). Este tipo de entidades sin alma son el origen de los “bajos astrales”, la mayoría de ellos fantasmas que suelen frecuentar el mundo de los vivos.
Nuestro mundo está lleno de bajos astrales dada la gran cantidad de habitantes (7.000 millones). En los juegos de la ouija, lo que se invoca casi siempre es un bajo astral (alienígena o desalmado). Es por eso que no se aconseja su práctica.
El desalmado vive apegado al mundo físico porque esa es su única realidad. Cuando muere, vive adherido a sus recuerdos, a lo que fue y nunca más será. Naufragando en un mar de confusión,
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buscará siempre estar cerca de los vivos… Para él no existe ni el túnel ni la Luz. Su añoranza es la emoción de la carne… Los ocultistas que practican la clarividencia se suelen conectar con estos espíritus; entidades que no tienen nada que ver con las almas de los humanos desencarnados. Charles Leadbeater, en su libro “Clarividencia” , nos dice lo siguiente sobre estos espíritus:
“Entre la gran hueste de los muertos recientemente verá todos los grados de conciencia e inteligencia… Así pues entre los muertos, nuestro estudiante verá hombres inteligentes y estúpidos… Muchos de ellos se encuentran en un estado de profunda sorpresa y perplejidad, y algunas veces presa de gran desesperación, porque encuentran los hechos del otro mundo tan diferentes de las leyendas infan�les, que es todo lo que la religión popular en Occidente �ene que ofrecerles… Además de las en�dades astrales verá cadáveres astrales –sombras y cascarones en todos los estados de decadencia.”
Aquí el célebre ocultista hace referencia a la muerte de los espíritus. Cuando un espíritu muere (lo que se conoce como segunda muerte) sus restos quedan varados en el plano astral lo mismo que un cadáver. Esto se conoce en el mundo del esoterismo como
“cadáver astral” o “sombra”…
“Así como en la muerte �sica se desprende el Ego del cuerpo �sico, así en la muerte astral desecha el cuerpo astral, que también se desintegra como se desintegró el �sico… Así se pone en existencia una temporánea en�dad llamada «La Sombra», que no es en modo alguno el Ego o verdadero ser humano…
Desde luego que esta sombra no es capaz de personificación
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en el sen�do de atribuirle conciencia; pero sus reminiscencias simulan la verdadera en�dad... La duración de la sombra varía según la can�dad de materia mental que con�ene, y como está en con�nuo proceso de desintegración, van debilitándose sus vibraciones… EL CASCARON es el cadáver astral en el úl�mo grado de desintegración, cuando ya no le queda ninguna par�cula de materia mental. Carece por completo de inteligencia, porque le faltan las vibraciones de la materia mental y las corrientes astrales lo arrastran como nube empujada por el viento.”
(Charles Leadbeater, El Plano Astral) Esta descripción que acabamos de leer es el final que le espera al 80% de Humanidad. La misma que tienen los animales y los demonios que pueblan la Tierra. Los demonios tampoco tienen alma y es por eso que están condenados a la extinción. Parasitan el alma de los humanos con el objeto de eternizar la vida de sus espíritus. El día que los humanos decidamos dejar de darles de comer, ellos morirán y la Tierra, o lo que quede de ella, vivirá. Pero mientras sigamos atados a los paradigmas de este mundo reptil (religiosos, políticos, científicos) ellos mantendrán viva la llama de su existencia.
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