VII.
Extracto resumido de lo que ha ocurrido en la expedicion deldescubrimiento de la Bahía sin Fondo,
en la Costa Patagónica
.
Salió esta expedicion de Montevideo, compuesta de cuatro embarcacionesarmadas en guerra, con 114
hombres de tropa con sus respectivosoficiales, en 15 de Diciembre de 1778, comandada por el ComisarioSuper-intendente D. Juan de la Piedra; y navegando despues de salir delRio de la Plata en 7
de Enero, entraron en una gran Bahía por la latitudde 11 grados 30 minutos, y dentro de ella á la parte del S de suentrada, un excelente puerto de 10 leguas de extension y 6 ó 8 en susmayores anchuras. A este puerto se puso el nombre de
San José
, el cualtiene su entrada de casi una legua de ancho con 40 brazas de fondo, ypara el interior de ella en diferentes lugares, y la bahía tiene enpartes 80 brazas. Ni en esta, ni en el Puerto de San José se encontróbajio, ni escollo, ni isla alguna, pues todo es limpio y con un fondoprodigioso.
A la derecha de la entrada de esta Bahía se halló otro puerto, que sedenominó de San Antonio
, el cual es mas pequeño que el de San José, ysolo sirve para embarcaciones menores. El terreno del de San José, enque desembarcó la tropa, demostraba capacidad para sembrar, pero faltode agua dulce, pues todas las que se hallaban en pozos que se abrian,era salobre y salitrada, sin embargo que en algunos se halló massufrible. Con todo, en 31 de Enero hallaron á distancia de 4 ó 5 leguasdel establecimiento, tres manantiales de agua dulce muy buena y enbastante cantidad, y vieron que el terreno prometia mas fertilidad queel antecedente, y con mejor pasto y leña. Hicimos algunas mudanzas delugar, para establecernos con mas ventajas junto al puerto. En este noencontramos vestigio de gente ni indios, mas sí mucha abundancia de salmuy especial con visos de rosada.
Encontraron liebres, guanacos, lobos yperdices, cochinilla silvestre, yeso, ocre y canchalagua.
Al SSO de dicho Puerto de San José, se descubrió otro de igual ó mayorgrandeza, formando la tierra entremedia de ambos una península, cuyagarganta en su parte mas angosta no llega á tener una legua de ancho:pero su entrada es de mayor grandeza que la de San José, y aun no se hapodido examinar con precision.
De este primero establecimiento, se mandó reconocer la entrada del RioSauce ó Negro, que se habia visto antecedentemente y no se habia podidoentrar: para cuya diligencia se mandó una embarcacion que salió de SanJosé el dia 13 de Febrero, y en el 18 se vieron señales de tierra por lacorriente, palos quemados sobre el mar, color del agua y otrosvestigios.
El dia 22 á las cinco de la mañana se avistó la boca del rio que sebuscaba, la cual se reconoció llena de bajios y dimos fondo en tresbrazas, y echando el bote al agua entramos en dicha boca con la sonda enmano, y desembarcamos en tierra. Hallamos árboles grandes de saucessecos que habian traido las corrientes del rio: en tierra hallamosplantas como las del puerto de San José, apio, llanten y otras: patos,chorlitos, perdices é infinitos lobos, de admirable tamaño. Y observandoque la marea crecia con velocidad, y que estabamos en media marea, saleá la barra á hacer las señas prevenidas para entrar el bergantin quellevó el bote por su proa, y dió fondo dentro del espresado rio en tresbrazas de agua, y soltando la gente en tierra hallamos perdices, liebresy muchos lobos de aceite, con que se divertió la gente en matar algunos,aumentando la alegria de haber entrado.
El dia 23 dió la vela el bergantin llevando el bote por la proa,siguiendo rio arriba para reconocer el país y sus habitantes, pues elfuego y los perros daban indicios de haber gente: y con efecto, se vióun pelotoncito de gente, y se mandaron venir á bordo los primeros indiosque aparecieron, que eran ocho, antes que llegase una multitud de ellosque á toda priesa caminaban. Entre estos venian dos desertores delpueblo de San José, que se habian desertado con otros nueve, de loscuales solo estos dos vivieron, habiéndose muerto los otros y el negrode D. Juan de la Piedra, al rigor de la inclemencia de estos campos,excesivo calor, hambre y sed, á mas 18 que se mandaron buscar entrehombres, mugeres y criaturas. Se les dió de comer, y se regalaron con lopoco que teniamos. Dióse fuego á un cañon y al principio seamedrentaron, pero luego se alegraron con mucha algazara, y al ponerseel sol se mandaron á tierra.
Hasta el dia 25 continuaron los indios á venir á bordo, y en estevinieron los indios con una cautiva que era india pampa y hablaba elespañol regularmente: la cual dijo que estos indios no tienen adoracion,solo un poco veneran al sol, comen guanacos, avestruces y carne decaballo: que sacan de bajo de la tierra unas batatillas muy chicas, quecomen ya crudas ya cocidas, y raices, que tostadas hacen de ellas harinacon que componen sus
poleadas
, y asimismo de una semilla muy chica queparece mostaza, tambien la muelen entre dos piedras y hacen poleadas.Dijo mas, que rio arriba hay muchos indios Aucaces y Teguelches, peroque están lejos: que los Teguelches son pobres, y los Aucaces ricos,pues tienen ganado vacuno, caballar y ovejuno con abundancia: que hacenmantas, pellones y ponchos; que amazan y siembran. Dijo que estuvieronmucho tiempo entre cristianos, y que nunca vieron ni entre estos indioshubo noticia de ver otra embarcacion en este rio, ni en sus costas, nijamas habian visto cristiano alguno.
Hasta el dia 11 Marzo continuaron las visitas de los indios: se ofrecióun indio á pasar en el bergantin, que no se admitió sin beneplacito desu cacique por no digustarlos, y conseguido, lo embarcaron, y él muycontento queria arrojar al agua el pellejo con que se cubria. No pudimossalir la barra hasta esta dia, sin embargo de haberse largado para estefin el dia 28 del antecedente mes, lo que hicimos por 13 palmos de agua,y con felicidad llegamos el dia 18, donde hallamos la noticia de haberD. Juan de la Piedra seguido viage á Buenos Aires, y que se hallabacomandando aquel establecimiento D. Francisco de Viedma.
Con las noticias referidas del Rio Sauce, resolvió D. Francisco Viedmapasar á aquel parage, lo que puso en práctica en el dia 11 de Abril, quesalieron del Puerto de San José, y en el dia 18 entraron la barra dedicho rio, y se dió fondo á tres leguas de la boca, y luego se continuóá navegar rio arriba hasta las seis horas de la tarde en que se fondeósegunda vez, y en el siguiente dia se subió mas arriba, como á distanciade 9 leguas de la boca del rio.
Los indios continuaron á venir á bordo, y los nuestros á tratar conellos, dándoles de comer y algunos regalos: y sin embargo de mostrar ensus movimientos algunas desconfianzas, no hubo novedad por el cuidadocon que nos manejabamos: y en el dia 23 de Abril se empezó el trabajo delevantar un fuerte, cortándose madera para él, abriendo un foso, lasoficinas y ranchos precisos, habiéndose escogido terreno para elestablecimiento en la márgen del S de dicho rio; lo que se continuóhasta aquel.
Dia 20 de Mayo, llegaron los toldos que tenia el Cacique Negro, que seconserva de paz con nosotros en Buenos Aires, entre los cuales veniandos negros que habian cautivado en el dristito de Buenos Aires, y unamuchacha que tendria 12 años, que se rescató. El cual cacique entregó alComandante una carta del Exmo. Virey D. Juan José de Vertiz, que se lahabia confiado para conducir por tierra.
Hasta el dia 13 no hubo cosa notable que espresar: este dia creció tantoel rio, impelido por la agua del mar agitada de vientos muy frescos, queinundó toda la nueva poblacion empezada de la parte del S, creciendo elagua tres cuartas sobre el terreno: de suerte que la gente se subiósobre los ranchos para escapar, la cual no tuvo de duracion mas de mediahora, ni hizo perjuicio á los géneros y provisiones, por no habersedesembarcado. Por cuya causa juzgó el Comandante, que era precisomudarla para la parte del N en que habia terreno alto y á donde nopodrian llegar las crecientes: lo que se egecutó inmediatamente, y sequeda trabajando en un fortin de 55 brazas en cuadro, con su foso paracubrir las provisiones, gente y pertrechos, de alguna invasion queintenten los indios, en que se montarán algunos pequeños cañones.
Estas son las noticias que se tienen de estos nuevos descubrimientoshasta el presente.
VIII.
Diario que principia el 21 de Setiembre de 1778, en que se dá noticiade la expedicion y destacamento, que por órden del Exmo. Sr. Virey, D.Juan José de Vertiz, marchó al campo del enemigo, reconociéndolo hastallegar á las Salinas, que se hallan en las campañas yermas del Sud
.
Comandaba dicha expedicion el Maestre de Campo D. Manuel de Pinazo, y laescoltaba el capitan D. Juan de Serdens, con un destacamento, que secomponia de un teniente, un alferez, tres sargentos, tres cabos, untambor y 65 dragones. Las carretas que se conducian para traer carga desal eran 580 y 20 del equipage, carretillas y carretones: los picadoresde dichas, 600, los soldados de guarnicion, 400 entre blandeguez,milicianos y dragones, y los carpinteros, boyeros, interesados yagregados pasaban de 300. Las caballadas se componian de 2,600, y laboyada pasaba de 12,000 bueyes.
Desde el referido dia 21 de Setiembre hasta el 4 de Octubre, fueronconcurriendo todos á la frontera de Lujan, distante 20 leguas de estacapital, rumbo al N. Dicho dia 4 de Octubre se pusieron en marcha paralas referidas Salinas, con 250 carretas, y se fué á dormir al parage delDurazno, 5 leguas distante de la frontera de Lujan, al O, donde haylagunas medianas; y esta noche llegaron mas carretas.
Dia 5. Al amanecer, segun lo acostumbrado, se tocó la generala y semarchó al mismo rumbo, poco mas ó menos, hasta parar en el parage de lasSaladas, distante 6 leguas del antecedente, donde llegaron ya 415carretas: y en dicha parada se encuentra muy poca agua dulce para lagente.
Dia 6. A la misma hora se marchó hasta el parage de Chivilcoy, distantedos leguas del antecedente, donde igualmente hay muy poca agua dulce, yaqui pasaban de 470 carretas las que se juntaron. Así un este, como enlos demas parages sobredichos, se encuentra suficiente cardo paraguisar.
Dia 7. A la misma hora se emprendió la marcha, y fué á parar al paragede Palantelen, distante 10 leguas, y en medio de ellas está el RioSalado, que se pasa con el agua hasta la falda; y en la parada solo hayleña de duraznillo, pero agua suficiente.
Dia 8. Se hizo descanso en el sobredicho parage de Palantelen, donde sejuntó en un cuerpo toda la expedicion arriba relacionada.
Dia 9. Al amanecer siguió la marcha; y fué á parar al parage del MédanoPartido, distante 12 leguas, en medio de cuyo distrito se encuentran ála izquierda tres lagunas, iguales y bien grandes, que se llaman las
Tres Hermanas
, y en la abra y bajo que forma el médano, hay aguasobreabundante y muy esquisita, y no falta leña con que guisar.
Dia 10. A las siete siguió la marcha, y fue á parar al parage de la Cruzde Guerra, á distancia de 6 leguas, donde se encuentra una lagunagrande, pero sin leña.
Dia 11. A la misma hora se emprendió la marcha, y fué á parar al Juncal,que es una laguna grande, distante del parage 10 leguas, sin leña.
Dia 12. A las cinco y media de la mañana siguió la marcha, y paró ádistancia de 5 leguas, en unas lagunas, que por no tener nombre se lepuso del
Pilar
, donde hay alguna leña de cardo.
Dia 13. Se marchó á la misma hora, y se fue á parar al parage de laCabeza del Buey, á distancia de 8 leguas del antecedente. Es lugar demuchísima agua, y alli salió el cacique Tipa, de los de paz con estacapital, trayendo consigo varios indios é indias á vender cueros y otrosefectos; y se reconoció en dicho lugar vestigio de haberse ausentadopoco há los indios enemigos de él: no hay leña, pero suple en su lugarla mucha osamenta que se encuentra.
Dia 14. Por la tarde siguió la marcha, y paró en una cañada muy hermosa,á las 5 leguas de distancia, la cual por no tener nombre se le puso
deVertiz
. Tenia muchísima agua, aunque parecia no ser permanente; nohabia llena. Allí llegó el hijo del cacique Zorro Negro, con varios desus indios, (que son de paz con esta capital), á hacer varioscambalaches: digo de paz con esta capital porque con Córdoba no latienen, ni estos ni los antecedentes de Tipa.
Dia 15.
Se marchó al romper el dia, y se paró á media legua, en unos médanos demucha agua, llamados el Juncal
, á 7 leguas de distancia; y los dichosindios de Zorro Negro siguieron sobre la marcha.
Dia 16.
Siguió la marcha á la misma hora, y paró á las 8 leguas en un campo sinnombre. Este dia á las cinco y media de la tarde dieron parte de verse10 indios; y habiéndose hecho alto en un bajo, fué la gran guardia áreconocerlos, y viniendo formados con sus lanzas, á distancia de un tirode fusil hicieron alto, y se adelantaron solo tres, hasta cerca de laavanzada, á la que preguntaron á qué venian y qué buscaban; y sinaguardar respuesta alguna se retiraron á galope, y viéndose con losdemas, se huyeron y desaparecieron.
Dia 17.
Se marchó hasta parar en la Laguna del Monte, á distancia de 7 leguas:dicha laguna es muy grande, y tiene un monte en medio.
Dia 18.
Siguió la marcha hasta los Manantiales de Chaves, distante 5 leguas: eslugar sin leña.
Dia 19.
Se marchó hasta parar en la Laguna de los Paraguayos, á distancia de 6leguas: este dia se costeó la laguna de San Lucas, á la izquierda delcamino, que es tambien criadero de sal. Huvo mal camino y se ahogarondos bueyes en el carril por la mucha agua, y en dicha laguna de SanLucas hay mucha leña, que llaman de
cachiyuyo
.
Dia 20.
A las seis siguió la marcha, hasta parar en el parage de las Toscas, ádistancia de 7 leguas. En este parage se encontraron cenizas de 35fogones de indios enemigos, donde habian tenido otros tantos toldos; yse hallaron una porcion de odres partidos, de los que habian tomado losdichos indios á las dos tropas de arrias que mataron en el camino de lasTunas, pocos dias antes.
Dia 21.
Se caminó á la misma hora, y se arrealó en la Laguna de los Patos, ádistancia de 6 leguas, en donde no se halla leña.
Dia 22.
A la misma hora siguió la marcha, al poniente recto, y pasado demediodia se llegó á la Laguna de Salinas, á distancia de tres leguas delparage antecedente; y no se ha declarado el rumbo de las anteriorescaminatas por lo variable de él. Pero segun la práctica de losvaqueanos, se halla dicha laguna en semejante situacion, y lasdistancias que se demuestran segun el pitipié
, tanto de esta capitalcomo de la jurisdiccion de Córdoba, Punta de San Luis, Santa Fé y caminodel comercio. A distancia de 16 leguas de dicha laguna, rumbo al S, sehalla otra dicha, igual á la antecedente por lo respectivo á la sal.
La mencionada primera laguna de sal tiene de circunferencia 8 leguas, yá la márgen de la parte del N varios manantiales de agua dulce, quenacen de unos médanos pequeños y corren hasta entrar en ella. A la partedel S tiene unas montañas inmensas de arboledas muy frondosas, capacesde trabajar tablas, casas y cuanto se quiera de ellas; y son el paraderoy albergue de los indios enemigos que bajan de la sierra. Ultimamente, ádistancia de dos leguas de dicha laguna, á la parte del N, se hallanjuntos muchos manantiales de agua dulce, muy copiosos: que á cortasdistancias de su nacimiento forman otras tantas lagunas, que semantienen sin que tengan curso ni desague para otra parte.
Aquí se mantuvieron gordas las boyadas y caballadas de la referidaexpedicion, y se mantendrian del mismo modo, aunque fuesen tres tantosde ganados. Este parage es el puerto primero donde descansan, se juntany refuerzan los indios enemigos que salen de la sierra para pasar áinvadir y asesinar nuestra fronteras y caminos, y á la tornavuelta lessirve no solo de descanso, sino tambien de invernar, lo que tambienegecutan en varias estaciones del año, que se mantienen en aquel lugar,potreando y tomando animales baguales y cimarrones, que hayinnumerables. No se puede encontrar parage mas aparente y á propósitopara egecutar lo proyectado en el párrafo 54, de la relacion de 22 deFebrero del presento año de 1779; pues ocupado este por los nuestros delmodo que allí se previene, como que así lo demanda la necesidadpresente, se les coarta absolutamente la libertad de la entrada éinvasiones de este enemigo: pues aunque les queda campo para poderentrar sin ser sentidos, como para llegar á asesinar en los caminos yfronteras, es necesario que se internen lo menos ciento y tantas leguasá dentro, dejando atras esta guia avanzada de los nuestros, esdificultosísimo que se atrevan á ello, por la contingencia de la salida,teniendo privado el lugar de su descanso é invernada.
Con semejante ocupacion quedarian por nuestras las campañas yermas, yresultarian otros innumerables beneficios que omito deducir, sin quehaya en todo lo dicho la mas leve duda ni dificultad: bien entendidoque, resultando estos á todas las provincias circunvecinas, es muy derazon y justicia trabajen todas ellas, igualmente en la consecucion yconservacion de semejante fortaleza: que aunque se padezca algo alprincipio, nunca será equivalente al beneficio que se logrará, como nitampoco los gastos que se puedan impender. Y es lo que puedo decir,exigido del sumo amor al real servicio, de mis superiores y de lapatria, y del deseo positivo de la libertad de enemigo tan temerario,salvando en todo el mejor dictámen y parecer.
IX.
Informe sobre el puerto de San José, por D. Custodio Sá y Farias
.
EXMO. SEÑOR:
En egecucion de la orden de V.E. expresada en el oficio de 21 delpresente mes, por la cual se sirve V.E.
mandarme que, en vista de lasreales órdenas expedidas en Junio del año próximo pasado, sobre losnuevos establecimientos en la Costa Patagónica, de los diarios y planosque han resultado de la expedicion que V.E.
mandó hacer en dicho parage,le diga yo mi sentir muy reservadamente acerca de la calidad del puertode San José, si puede ser el de San Matias ó Bahía sin Fondo, y queutilidades ó ventajas proporcionará para la navegacion y comercio, puesaunque no sea el que se busca, habrá de mantenerse, si debe recelarseque con el tiempo suceda lo que la real órden anuncia: y asimismo quereconocimientos han de continuarse para la perfecta instruccion de lasituacion y puerto de San José antes de hacer un formal establecimiento;si por sus circunstancias puede contarse con su segura permanencia, óconvendria desde luego abandonarlo; y que apunte yo todo lo demas queconsidere conveniente á los fines propuestos.
Despues de agradecer á V.E. la confianza que conceptúa de mi débilcapacidad para haber de formar juicio en una materia de tantaconsideracion é importancia, y tan recomendada por su Magestad, pasarécon el celo con que deseo emplearme en su real servicio, á expresar áV.E. lo que siento en este particular.
En el papel remitido á V.E. de la Corte, he leido una descripcion biencircunstanciada del Rio Negro y del Rio Colorado, y los urgentes motivosque su Magestad tiene para hacer en ellos los nuevos establecimientos; yque se halla informado que las riberas del mar son tierras areniscas:pero que en lo interior del país entre los dos rios, es el sueloexcelente y adaptado á todo género de cultivos.
En la expedicion que pasó presentemente á esta costa, mandada por D.Juan de la Piedra, veo que se ha descubierto una gran bahía, y en ella,de la parte del sud, un puerto por la latitud de 42 grados 10
minutos,que por su dilatada grandeza y admirable fondo puede admitir en sí lasmayores armadas. La descripcion sobredicha, mandada por la Corte, ponela Bahía sin Fondo en 41 grados 30 minutos, que es la misma latitud conpoca diferencia de minutos en que se halla esta bahía (nuevamentedescubierta) en su medio, y siendo la propia, debería desaguar en ellael Rio Negro, que no consta hallarse en dicha bahía: y solo en suentrada, de la parte norte, trae el plano presentemente levantado, unrio que denomina Colorado, en 41 grados 5 minutos, que dice el diario nose pudo examinar: y por la latitud de 39 grados 38 minutos al norte delantecedente, coloca otro que nombra del Sauce, de que tambien no trae elexámen. Si estos son los dos rios que se buscan, vienen en dicho plano ydiario con los nombres trocados, pues el que queda de la parte del nortedebe ser el Colorado, y el que queda al sud, el Negro, esto es, elSauce: pues el informe remitido por la Corte así los considera, y todoslos mapas antiguos y modernos, de esta suerte los colocan. Y
últimamentese confirma por el diario de la expedicion que V.E. mandó contra losindios Teguelches, mandada por D. Manuel de Pinazo el año de 1770, quepasó (caminando por las pampas de Buenos Aires) hasta el Rio Colorado,que atravesó; y asegura que el Rio Sauce ó Negro queda mas al sud delantecedente.
Esto supuesto, parece que hasta ahora no se ha examinado y descubiertomas que una bahía y puerto, y que falta por examinar los riosmencionados en las reales órdenes, porque de ellos debemos inferir quedicha bahía es la denominada
sin fondo
, ó si en la entrada del RioNegro hay otra bahía á que mejor convenga este nombre: pues en el papelremitido de la Corte, se dice:
"Que en la embocadura del Rio Negro hay un puerto mediano sobre laderecha, que llaman de San Matias
."
Y no solo este se debe examinar, pero tambien el del Rio Colorado, endonde su Magestad manda que en su embocadura se ponga un fuerte de menorconsideracion para defender igualmente su entrada.
Toda la circunferencia de la bahía que se acaba de descubrir, se debeexaminar escrupulosamente para ver si en ella desemboca algun riocaudaloso y navegable: porque hallándose, será esta bahía buscada.Tambien se debe visitar la sierra opuesta á su entrada, que queda allado del oeste, pues parece natural que de ella desague algun rio, ócorra por sus faldas alguno que venga del interior de la campaña:finalmente se deben examinar de la misma suerte los dos Rios Negro yColorado, y su terreno intermedio.
El diario del Padre Cardiel que V.E. conserva, del viage que hizo 70leguas del Volcan para el sud por tierra, dice lo siguiente:
"Desde el Volcan, caminando por cerca de la costa del mar, hay como 100leguas hasta el Rio Colorado, sin habitacion de indios: en este y en elde Sauce que está como 30 leguas mas hallá, y en su intermedio, habitala nacion Teguelche, que tiene poca comunicacion con los cristianos; puebla esta nacion las orillas del mar por aquella parte
, y mas alláde él habitan otras muchas naciones hasta el Estrecho, no por la costadel mar, que es tierra estéril, sino por tierra adentro, segun lasnoticias que nos dán los Serranos, Aucaes y los Teguelches."
Lo que comprueba las noticias de la Corte, referidas, es la relacioncircunstanciada de Mr. Falkner, que certifica ser el terreno entre losrios muy adaptado para poblaciones, y aun en las orillas del mar, comose verifica del citado diario, que en otro discurso dice lo siguiente:
"Que los Serranos y Aucaes dieron noticia al dicho Padre del grandenúmero de gente que habita entre los dos Rios, Colorado y Sauce, y delos bosques y otras utilidades que allí habia, necesarias para fundarpueblos."
A mi entender no se debe abandonar el Puerto de San José, nuevamentedescubierto, porque de él se puede salir á examinar los sobredichos riosy terreno intermedio, con mas comodidad que de otro lugar que no tenemosen aquella costa. Me hago cargo de la falta de agua que en él seexperimenta: mas la diligencia y trabajo la podrán facilitar. Se debeexaminar si los manantiales de agua dulce, que dicen estar distantes 4 ó5
leguas, están en parage de no poderse conducir al puerto, esto es, sitiene declivio el terreno: porque con cualquiera pequeña abertura sepodrá conseguir; y no pudiendo vencerse, si el terreno próximo á dichosmanantiales[4] es capaz para cultivo, mudando la poblacion á él, ydejando en el puerto un fuerte para respeto del establecimiento. Tambiense podrá mandar de aquí un cierto número de bueyes mansos y carretaspara conducir el agua que se ha de beber, en cuanto no se descubrenotras providencias.
[Nota 4: El diario de D. Francisco Viedma, Comisario Super-intendente de la Bahía de San Julian dice:—Que la tierra de aquel parage manifiesta mucha mas bondad que la en donde se hallan, y que abunda mas de leña.]
El mismo recelo que tiene su Magestad (y pretende evitar) por los dosmencionados rios Negro y Colorado, debe haber por este puerto: porquesiendo tan fácil el desembarque á cualquiera nacion, está facilitadoigualmente el poder internarse á las campañas inmediatas y á lossobredichos rios, (que no pueden estar lejos) y seguir por ellos sunavegacion cuando lo intentasen.
Me ocurre tambien una reflexion, á mi parecer digna de atencion, para nodespreciar dicho puerto, y es, que en el caso de que los rios Negro yColorado no dejen entrar embarcaciones en sus puertos por falta de fondoy otras incomodidades inevitables, vendrá á suceder que todo el peligroque en ellos considera S.M., recaerá en el puerto nuevamentedescubierto, lo que pide una deliberacion muy séria y prudente.
Cuanto á las ventajas de la navegacion, me parece que seria muy útil eldicho puerto, tanto para los que naveguen á Malvinas y á San Julian, ó áalgun otro establecimiento que se verifique en la costa, teniendo en elcamino un puerto en que entrar en caso fortuito, como á los navios quefueren y vinieren para el mar del sud: cuya utilidad no menos resultaráá favor del comercio de quien puedan ser dichas embarcaciones. El que sepodrá hacer con los establecimientos que nuevamente se levantasen, aunlo ignoramos, en cuanto no se descubra el terreno adyacente á ellos, susfrutos y producciones, y que se tomen medidas proporcionadas parahacerlos útiles.
Con respecto á la calidad del Puerto de San José, tiene este lasgrandes ventajas de su excelente fondo para toda clase de embarcaciones,sin obstáculo en su entrada, sin bancos ni escollos en que puedanpeligrar los navios; y solo hallo que por su grande extension y anchuraserá expuesto á los temporales. Pero como los mas peligrosos losconsidero del semicírculo de este hasta oeste por el sur, y que lasembarcaciones pueden fondear muy cerca de tierra, me parece que noquedan tan expuestas de este lado de la poblacion, por venir el vientode sobre la tierra, que, aunque sea baja, siempre de este lado hará quejunto á ella se minore la agitacion de la mar, y las buenas amarrasserian el remedio y seguridad de los buques que allí entraren.
El puerto denominado de
San Antonio
en el nuevo plano, se debeexaminar, observando con exactitud sus bancos, escollos, fondo ycanales; porque poblándose entre los dos rios mencionados, ó en algunode ellos, podrá venir á ser muy útil el cubrir y asegurar tambien estepuerto; y mas, siendo el camino como refiere el mismo Padre en sudiario, en el dia 29 de Mayo, que es el siguiente:
"Quede pues sabido para todos, que este camino desde las Salina delVolcan hasta cuatro leguas mas hallá del Arroyo de la Asumpcion de dondenos volvimos, que por tierra adentro es cosa de 70 leguas, es camino nosolo de cabalgaduras sino tambien de carretas, sin pantano alguno, conpasos por los rios, aun por los dos grandes de las barrancas, con leñapara pasar: porque, aunque en algunas partes hay muy poca, se puedecargar donde la hay; con abundancia de agua: de manera que casi siemprese puede hacer mediodia en un arroyo y noche en otro.
"Para llegar al Rio Colorado, que dicen ser grande y con muchaabundancia de sauces altos y gruesos, no faltan, segun lo que pudeaveriguar, sino cosa de 30 leguas: este trecho será de las mismascalidades que el de 70 andado. Del Colorado al Rio Sauce, habitacion delas tolderias de los Teguelches, debe haber otras 30, y hablan mucho losindios de su fertilidad: con que seguramente se puede ir con carretashasta el Rio Sauce."
Es cuanto me ocurre expresar á V.E. en cumplimiento de su órden,deseando haber acertado en alguna cosa que pueda resultar en utilidaddel real servicio.
Buenos Aires, 25 de Marzo de 1779
.
CUSTODIO SA Y FARIAS.
X.
Segundo informe de D. Custodio Sá y Farias sobre el Puerto de SanJosé
.
EXMO. SEÑOR:
Muy Señor mio:—En egecucion de la superior órden de V.E., en que memanda exprese mi dictámen sobre los establecimientos de la CostaPatagónica, en vista de los documentos y oficios que se han producidodesde que se dió principio al importante objeto de estosdescubrimientos, siendo el de mayor consideracion el de evitar que otracualquier nacion se pueda establecer en aquella costa, en graveperjuicio del derecho incontestable que tiene el Rey Nuestro Señor áaquellos terrenos: de que igualmente podria resultar el grandeinconveniente de que se internasen por aquel continente, procurando lacomunicacion con nuestras poblaciones inmediatas á la cordille