Comunicación Politica Y Sus Repercusiones Sociales by Jorge Poveda - HTML preview

PLEASE NOTE: This is an HTML preview only and some elements such as links or page numbers may be incorrect.
Download the book in PDF, ePub, Kindle for a complete version.

CAPITULO V

COMUNICACIÓN Y CAMPAÑA ELECTORAL

Los diversos derechos estipulados en las Declaraciones de Derechos Humanos y en las Constituciones que consagran, entre otros, los derechos a opinar, emitir pensamiento, organizarse, a informarse y a comunicarse, suelen verse aun más disminuidos durante las campañas electorales, dado que el Código Electoral los constriñe taxativamente par que sean ejercitados -exclusivamente- por parte de los partidos políticos debidamente inscritos y acreditados para participar en la campaña según las escalas nacional, provincial o cantonal. Como si ese cercenamiento no fuese significativo todo el concepto de Comunicación Política - que obliga a pensar en un rediseño jurídico de las relaciones entre la Sociedad Política y la Sociedad Civil- comienza a reducirse -aun más- en el -ámbito de los partidos políticos. Y esa reducción se da en diversas magnitudes y significación en los partidos políticos en dos momentos diferentes, y también con dos énfasis distintos.(1)

Durante la época no electoral prácticamente los partidos políticos cesan su relación con las bases y entran en una especie de "hibernación" voluntaria, como resultado de las culturas partidistas, que consisten en gastar los elevados montos de la deuda política y de las recaudaciones que administran casi exclusivamente en los procesos electorales, y ello redunda en el descuido de otras funciones básicas estatuidas en sus idearias políticos.

Para la época electoral cesa el estadio de hibernación y comienza una nueva etapa comunicación, pero esta vez con grandes distorsiones, pues todo el proceso comunicacional (más propiamente informacional) trata de ser controlado "con ojo fino"

por los mandos de la campaña electoral.

1.- LAS TRES ESTRATEGIAS DE CAMPAÑA

Las "campañas electorales", que derivan tal nombre de una extensión del enfrentamiento bélico-militar al campo electoral -y a la que insuflan ardor, mística y antagonismo- son principalmente, batallas verbales y visuales.

Las campañas electorales están diseñadas para enviar mensajes a una amplia gama de públicos: votantes en potencia, contribuyentes, activistas de partido, funcionarios públicos, delegados e incluso a los miembros de su personal. Las ideas expresadas pueden ser precisas, o intencionalmente vagas. Las declaraciones del candidato pueden ser extemporáneas, preparadas cuidadosamente por anticipado, o repetidas por rutina.

Las ideas pueden ser predicadas ante una multitud, o murmuradas a unos cuantos. No obstante, al final las campañas son esfuerzos concertados de persuasión para desarrollar o mantener un apoyo.

En realidad la campaña electoral no es una unidad sino un agregado de tres bloques de acción definidos; pero orquestados:

.-La campaña partidista, que suele montarse en la organización utilizando material publicitario para elevar el nivel del "comportamiento" de los militantes.

.-La campaña propagandística propiamente dicha, que utiliza orquestadamente toda una serie de eventos de muy diversa naturaleza para realzar la presencia partidista.

.-La campaña en los medios, que es un proceso que implica una compleja relación con los intereses de los medio de información de masas. En realidad, sólo las dos primeras son dominadas por el partido, ya que en la tercera las palabras de los participantes en campaña son, en esencia, persuasivas, pero el reportaje de noticias por parte de los medios sigue siendo esencialmente descriptivo.

Como los medios informativos buscan presentar su versión del significado de las ideas y acciones de los candidatos, como descripción, no como persuasión, de ahí nace un proceso de "estira y encoge" mediante el cual "los estrategas de campaña" buscan involucrar a los medios de información, aunque lo nieguen reiteradamente, y éstos a tratar de mantenerse al margen o de involucrarse de acuerdo con su propios intereses.

Esta relación reviste las características siguientes: A) La tarea de la estrategia de noticias de la campaña consiste en enmarcar eventos para que las descripciones informativas transmitan un elemento del atractivo persuasivo de la campaña. Los especialistas en campañas electorales llaman a este proceso: "proyección de un tema de campaña". (En el caso específico de la Unidad Social Cristiana, Constantino Urcuyo la denomina: "proyección política" y en el caso del Partido Liberación Nacional, Mario Carvajal la llama: "difusión de imagen").

Así está involucrado algo más que una lucha entre, por una parte: los participantes que tratan de utilizar los medios de información para sus propósitos y, otra, los periodistas que buscan preservar su objetividad.

B) El funcionamiento de la institución electoral exige que los candidatos se comuniquen con los ciudadanos. Las campañas utilizan varios medios para comunicarse: publicidad pagada, correo directo, búsqueda de votos de puerta en puerta, encuestas y presentaciones de campaña (plazas públicas, debates, apariciones espontáneas en eventos deportivos, actos de beneficencia y otros de la misma naturaleza).

Sin embargo, los políticos consideran estos canales inadecuados y presionan y vuelven su atención, cada vez con mayor énfasis, al proceso del reportaje de noticias, por medio del cual la mayor parte de los ciudadanos adquieren su información política, porque así buscan "legitimar" sus mensajes revistiéndolos de cierta neutralidad.

C) Para estar informados, los ciudadanos deben quedar expuestos tanto a las descripciones objetivas, como a los mensajes de los candidatos.

En general, los activistas en campaña desarrollan argumentos sobre temas que tratan de justificar una candidatura y al mismo tiempo buscan apoyo político. Durante una campaña, los candidatos y quienes los apoyan pueden articular una vasta gama de movimientos específicos para apoyara una candidatura en especial. No obstante, aunque un tema de campaña incluye varios elementos específicos, el mensaje esencial que una campaña busca comunicar a activistas políticos y votantes, es una base generalizada y simplifica de apoyo político, generalmente conocido como "lema", a veces como

"Slogan", y en otras como "Mensaje principal", acompañado de "Panaceas Secundarias".

D) Conceptualmente, los temas de campaña pueden tener dimensiones positivas y negativas. Los aspectos positivos proporcionan a los votantes y activistas de partido una razón para apoyar una candidatura en partículas. Los directores de campaña utilizan los elementos negativos para diferenciarse de sus opositores y, en algunos casos, para aumentar sus méritos y puntos de vista políticos.

E) Los directores de campaña consideran que las dificultades que tienen para comunicarse con los votantes en potencia, requieren de temas simples. Dos suposiciones subrayan esta creencia. En primer lugar, muchos votantes no están interesados y no desean participar en la política electoral. Es precisa la repetición frecuente de pocas ideas sencillas para romper estas barreras, como aconseja el periodista francés Jean Domenach.(1)

F) A la inversa, posiciones políticas complejas, o un inventario extenso de temas políticos, sólo habrá de crear confusión sobre el candidato y su campaña. En segundo término, dado que el reportaje de noticias requiere simplicidad y condensación, los directores de campaña consideran que pueden influir en mayor grado en el contenido de las noticias, si limitan los mensajes que buscan transmitir al votante.

G) El énfasis de los directores en campaña en la repetición, se opone directamente a la visión profesional de los periodistas en la novedad, por lo que las intenciones persuasivas de los políticos son vistas con cierta reticencia por los periodistas.

A juicio de Rovigatti: "En esta relación de tensión entre unos y otros a pesar de que los directores de campaña tratan de repetir sus mensajes hasta lograr su objetivo, los periodistas operan bajo el principio de que "las noticias viejas no son noticias". y así como los políticos pretenden comunicar, en primer lugar, los motivos por los cuales un votante debe apoyar a su candidato; los periodistas están más interesados en los elementos de competencia de la campaña -esto es, más en el proceso de ganancia o pérdida de apoyos, que en le contenido que liga votantes a candidatos."(2) Todos los temas se interrelacionan en el vértice: política -ciencia demoscópica-comunicación; pero es preciso recalcar la importancia del "slogan surge en el triángulo estratégico de toda planificación de lucha electoral: política-ciencia-comunicación.

Hasta qué punto una buen campaña electoral es la vinculación bien lograda entre la política, la comunicación y la demoscopia, puede apreciarse precisamente en el desarrollo del "slogan". Sin los conocimientos proporcionados por la demoscopia acerca de las expectativas y actitudes políticas de la población, ningún político podrá formular los propósitos políticos centrales a partir de los cuales, finalmente, con la ayuda de las consideraciones comunicativas y creativas de los directores de la campaña electoral y las agencias de publicidad, surge un "solgan" para la lucha electoral. ...El procedimiento normal del surgimiento de un "slogan" será la colaboración entre comunicación, demoscopia y política, a fin de lograr un "slogan" que pueda resumir focalmente toda la campaña."(3)

2.- IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS INFORMATIVOS

Durante la última década, los procesos electorales han comenzado a modificar por causas que se examinan más adelante, y como una de las consecuencias directas más visibles, es justamente el hecho de que las organizaciones de campaña para la presidencia buscan explotar los medios de información, lo que es poco sorprendente, pues más es la consecuencia del cambio de la naturaleza y la duración de las campañas.

El sistema político bajo el cual se nomina y elige presidentes impone a las campañas la fuerte carga de establecer comunicaciones rápidas y repetidas y concentradas con un electorado numeroso y diverso y disperso. Siendo organizaciones políticas temporales, las campañas no pueden llegar en forma directa al número de ciudadanos requerido.

Más aun, ya sea por falta de interés o por hostilidad a la política emiten. En respuesta, los dirigentes de campaña, entre ellos el candidato, el jefe de campaña y otros líderes políticos reconocidos, tratan de relaciones más con los medios de información. Como resultado de una extensa investigación efectuada sobre las campañas electorales norteamericanas entre 1976 y 1980 por el investigador de Ciencias Políticas de la Universidad de Yale Christopher Arterton, las premisas bajo las cuales operan las nuevas campañas son éstas:

A) La naturaleza del mismo proceso de elección aumenta la importancia de los medios de información.

B) La política electoral incluye un alto grado de incertidumbre: las encuestas de opinión pública, la complejidad de las organizaciones de campaña, el apoyo de los ocupantes de puestos públicos de renombre, el apoyo de grupos de interés activos, el estilo de los ocupantes de la televisión, el liderazgo en cuestiones de política, todo proporciona claves para el éxito o fracaso de los contendientes. Sin embargo, estos indicadores sólo presentan, en el mejor de los casos, una imagen estática del apoyo a cada candidato, cuando lo que se requiere es una proyección del crecimiento o disminución de ese apoyo. Más aun, la combinación de estos cálculos rinde, con frecuencia, pronósticos contradictorios y confusos.

C) La incertidumbre acerca de los apoyos políticos resalta la importancia de las interpretaciones utilizadas por participantes en campaña, periodistas y, presumiblemente, votantes.

Una vez que estos juicios son ampliamente aceptados, adquieren vida propia sin importar si son conceptos defendibles o no, del estado mal de la contienda.

D) el entorno dentro del cual se conduce la campaña es, con frecuencia, más importante que los mismos acontecimientos. Así, los periodistas pueden percibir las características de la victoria de un candidato en el proceso de convención partidista como indicativa de

"apoyo débil", si el margen de triunfo no llegó a las expectativas de los medios de información. Una derrota por escaso margen puede ser interpretada como una derrota significativa; y una escasa pluralidad en un proceso convencional en el que contienden muchos candidatos, puede ser considerada como una señal de victoria.

E) Como resultado de ello, las campañas buscan definir un entorno que implique acontecimientos concretos. No obstante, las declaraciones de los políticos sobre los cambios en sus apoyos o en los de sus competidores, son desechados, en la mayoría de los casos, por parte de los periodistas, por considerarlos mal intencionados o errónea.

F) Al mismo tiempo, los votantes dan mayor credibilidad a las interpretaciones diseminadas por los medios de información, por ser asociadas a normas de objetividad periodística, dado que los políticos creen firmemente que las declaraciones de los medios informativos pueden convertirse en un sustituto de la realidad política y que tienen consecuencias definidas en su habilidad para conseguir apoyos. Es natural, pues, que busquen influir en las interpretaciones elaboradas por los periodistas.

G) Sin duda, los periodistas desean que haya menos incertidumbre para predecir el éxito electoral y preferirían dar resultados reales, pero las investigaciones indican que las realidades de los apoyos políticos usualmente no se hacen evidente hasta muy avanzado el proceso. Esto no quiere decir que el periodismo de campaña sea obra de la imaginación de los periodistas, en su totalidad. Es incuestionable que reporteros y corresponsales proyecten imágenes de un proceso político continuado en la recopilación de apoyos. Sin embargo, también es cierto que al hacerlo contribuyen al proceso.

H) Es innegable que una contienda presidencial incluye eventos que habrán de influir en la vida de cada espectador y lector. Como resultado de ello, la recopilación de noticias no tiene mucho para escoger cuando se trata de cubrir o no una campaña; sólo lo harán en la forma de cubrirla. Por lo tanto, los periodistas se ven obligados a depender de los participantes en campaña como fuente importantes de noticias; y esa dependencia los expone directamente a la influencia de los partidos.

I) A primera vista, es evidente que los participantes en campaña pueden influir en el contenido de la información. Los políticos tienen mucha iniciativa en sus manos, en su trato con periodistas. Por medio de discursos, documentos sobre posiciones, boletines de prensa, apariciones en lugares convenientes y acciones similares, se crean eventos que los periodistas reportan como noticias originales en la ruta de campaña.

J) Si la "manipulación" (como la describirá objetivamente un periodista) o la

"orquestación" (como la definiría un jefe de campaña) se limitase a este nivel, sería de escasa importancia. Los periodistas envuelven sus descripciones en interpretaciones sobre la importancia de estos acontecimientos que subyacen en el esfuerzo de campaña.

Estas formas de interpretación, el entorno perceptual en el que ocurren los eventos de campaña, se convierten en el centro de una lucha entre participantes en campaña y periodistas.

Al respecto apunta Arterton que: "La regla de la "orquestación" o de la "manipulación"

es la descripción más adecuada de los esfuerzos de los políticos para modificar el contenido de las noticias reportadas a material e información que resulten benéficos para sus campañas. Sus intentos pueden ser tan benignos como crear una nota para el espacio informativo disponible, o bien la actividad de campaña puede ser estructurada para hacer que los reporteros fijen su atención en un tema determinado, prescindiendo de los otros. No obstante, a veces los participantes en campaña son tentados a distorsionar, en forma deliberada, la información para tratar de confundir a los periodistas."(4)

3.- EL CONCEPTO MANIPULACIÓN

El Diccionario Electoral, al explicar el término "manipulación" política -que parece ya intrínseco al proceso electoral-, señala que en éste se da una interrelación que califica así: "En este caso la educación podríamos calificarla de "maquiavélica con un sentido crítico y hasta peyorativo: los dominados están siendo engatusados, conducidos por quienes no perciben como conductores, y hacia situaciones de cuyos alcances no tienen ni deben tener conciencia. Y además son considerados como sujetos ignorantes o ingenuos, razón por la cual la denominada "desinformación" juega un papel crucial versus la "ilustración"." De ahí que muchos dirigentes teman ser descubiertos, educar o informar sobre sus fines reales, y se escuden detrás de investiduras, mitos o ideologías para así impedir que los seguidores olas masas sepan hacia dónde se frieguen. En una concepción elitista de la historia, los dirigidos lo hacen ni deben hacer historia. Aun más: no deben entenderla; por lo cual su ignorancia y el cultivo sistemático de ésta se vuelven una condición indispensable del ejercicio irracional del poder... Mentir, distorsionar, embaucar, se vuelven las normas y se define entonces la acción política y, en general, del ejercicio del poder como actividad ajena a fines éticos o connotaciones morales, como el reino puro donde lo que importa es la eficacia, la eficiencia, el logro de metas y objetivos sin importar los medios, ni a lo mejor los resultados que todo ello pueda acarrear.

En consecuencia, la manipulación, o más bien quien la lleva a cabo, aborrece el discernimiento y la capacidad de investigación o descubrimiento de quienes domina, y a quienes ve como pasivos instrumentos para avanzar en sus propósitos, como meras piezas de un frío y calculado juego de ajedrez al servicio de supuestos "fines superiores"

que sólo el dirigente como tal conoce y maneja. Se produce, como consecuencia, de un estado virtual de guerra o conflicto o -declarado entre dominador y dominado-, el cual puede explotar abiertamente si este último se da cuenta de la manipulación.(5) El Diccionario enfatiza el concepto, al señalar que la manipulación asume ribetes de

"carácter moral" y agrega que, en lo que toca a los medios de comunicación: "No hay duda de ciertos enclaves de poder manejan los hilos de la conducción pública o colectiva desde las sombras, de espaldas al público o las masas, y utilizan distintos instrumentos para encubrir sus acciones o distosionarlas de modo más o menos consciente, más o menos exitoso, incluyendo por supuesto los medios de comunicación de masas. Y es que, para bien o para mal, la propaganda o la publicidad ha hecho gala, en las últimas décadas, de que están en capacidad de manipular los gustos, percepciones y decisiones de los consumidores, sean éstos de artículos o bienes, servicios, o candidatos a puestos públicos o políticos; en fin, lo que sea, haciendo caso omiso de los fundamentos reales de la relación medios-fines, es decir, comportándose

"maquiavélicamente" y pasando a engrosar los publicistas y comunicadores (algunos de ellos) las filas de los manipuladores ocultos de la opinión, de los que Vance Packard llamó una vez "hidden persuaders".

Está lejos del objetivo de esta elaboración meramente conceptual entrar a fondo a analizar esta situación y menos a enjuiciarla, aunque para muchos la manipulación escalada a esos niveles de ampliación colectiva deja de ser un problema marginal en el ejercicio del poder privado y público, para transformarse -quizás- en el problema central, especialmente porque toca muy de lleno el destino de nuestras sociedades en la dimensión tanto ética como operacional."(6)

4.- INFLUENCIA RECIPROCA

En tanto que los periodistas se preocupan por la manipulación, los participantes en campaña consideran sus interacciones con las organizaciones dedicadas a reportar noticias, como mayores que sus esfuerzos por orquestar la cobertura informativa deseada. Sus actividades a lo largo de la campaña -haciendo a un lado sus intercambios directos con los periodistas, como, por ejemplo, en las conferencias de prensa- están muy condicionadas por consideraciones sobre los medios informativos. Los participantes en campaña dedican mucho tiempo a reaccionar a la cobertura noticiosa real, o a intentar anticiparse a la cobertura esperada que surgirá de sus actos. En otras palabras, lo expresa Arterton así: "...se dejan influir por la labor de los periodistas. La política de los medios de información ejerce influencia en ambos sentidos:

"orquestación" y "acomodación".(7) La relación que arroja la investigación de Arterton es recíproca y se da con base en estas consideraciones:

A) Las campañas presidenciales se inician de dependencia y subordinación de los reportajes informativos. Sin embargo, conforme van teniendo éxito en la contienda por la nominación inicial partidista, llegan a tener mayor influencia en la cobertura informativa que reciben. Desde la perspectiva de los participantes en campaña, este cambio es esperado y considerado como algo natural, dado que los políticos conciben sus interacciones con los periodistas como parte de una serie de relaciones políticas. Es natural que exploten estas oportunidades para mejorar su posición en la relación de influencias recíprocas, tales como la difusión de noticias en forma colectiva a un grupo creciente de prensa, en lugar de responder a solicitudes individuales, o el racionar el tiempo del candidato entre las organizaciones de noticias en competencia, con auditorios muy diferentes. Por lo tanto, los participantes de campaña no están sólo interesados en orquestar el contenido de las noticias del día; también prestan atención a la forma en que pueden incrementar su influencia en los reportajes informativos futuros.

B) El cuerpo de prensa actúa, en algunos aspectos, como intermediario y sustituto del electorado y de comunidades políticamente activas. Los periodistas tienen oportunidades únicas de cuestionar y observar a los candidatos. En sus artículos, trasmiten las impresiones que captan de esas experiencias. El hecho de que los medios de información sean un canal conveniente par el electorado, constituye un incentivo de importancia para los participantes en campaña al elaborar sus estrategias de noticias.

C) Los problemas surgen porque los participantes en campaña responden al cuerpo de prensa como si fuese algo más que un sustituto del electorado. Los políticos se ajustan en forma directa a los deseos de los periodistas, mientras tratan de afectar su comportamiento. Según el grado en que las relaciones con el grupo de prensa empiezan a suplantar o alterar en forma significativa el trato con el electorado, la política de los medios de información llega a tener implicaciones en el funcionamiento del sistema electoral. Refiere específicamente Arterton: "Las investigaciones realizadas por científicos políticos no han establecido aún si la información y evaluaciones transmitidas por los medios masivos afectan en realidad a los conocimientos, actitudes y comportamiento de los ciudadanos. Sin embargo, los políticos creen firmemente en estos efectos -esto es, que lo que los periodistas dicen de ellos tendrá un efecto masivo en su capacidad de poner en movimiento un apoyo político-. Esta suposición constituye, de hecho, la base de sus intentos cuidadosos de influir, predecir y responder a la cobertura noticiosa".(8)

Por otra parte, el argumento de que la cobertura de noticias, en especial la relacionada con aspectos de la "carrera de caballos", afecta en forma significativa la habilidad de los participantes en campaña para movilizar recursos políticos, parece factible. Al respecto Arterton señala que: "Por regla general, los estudiosos de la política electoral presentan tres motivos por los cuales los individuos deciden participar activamente en política: a) Algunos activistas son motivados por los contactos amistosos que tienen con otros individuos;

b) otros son movidos por preocupaciones política;

c) otros más impulsados por los incentivos materiales que pueden obtener de ganar unas elecciones."(9)

En efecto, es evidente que unirse al candidato ganador desde las primeras etapas par asegurarse acceso a ese candidato y a su personal más allegado, constituye una de las estrategias de mayor éxito para obtener beneficios materiales o influencia en cuestiones políticas. El contenido informativo que describe a un candidato como una posibilidad real para la nominación, puede generar un flujo de apoyos de activistas interesados para esa campaña. El surgimiento de un apoyo como ese puede validar por sí mismo la predicción. Es evidente que si no todos los participantes en campaña trabajan bajo esta suposición, al menos los directores de campaña siempre juegan con esa posibilidad, como si fuese un hecho real.

5.- COMUNICACIÓN DESPERSONALIZADA

Las consecuencias de la relación entre política de medios de información y política de campaña no terminan si el contenido de las noticias no produce efecto alguno en las actitudes y comportamiento de los ciudadanos o de los activistas de partido.

Precisamente en esta materia señala Arterton que la investigación permite demostrar que: "Los reportajes siguen teniendo un efecto directo en la conducta de las campañas presidenciales, principalmente porque los participantes en campaña actúan bajo la suposición de que existe efectos de los medios de información".(10) También se desprende de esta investigación que: "Si bien la política electoral contemporánea todavía exige en gran medida el contacto personal, el cambio principal en el desarrollo de las campañas de las últimas dos décadas ha sido el de la comunicación despersonalizada, la cual se regula -en su país- por estas circunstancias (que prácticamente son las mismas que se dan en los últimos procesos electorales costarricenses):

A) En operaciones computadorizadas se despachan miles de miles de piezas de correo directo a listas "prefabricadas" de ciudadanos. Los voluntarios atienden bancos telefónicos, llamando a tantos votantes como les es posible, en busca de un apoyo estandarizado. Se distribuyen folletines por medio de listas geográficas preparadas por computadora. Y los candidatos buscan votos por los medios masivos de información , tanto en publicidad como en sus estrategias de noticias. Más aun, existen métodos de comunicación a la inversa, a recibir información sobre las preocupaciones de los votantes.

B) Las encuestas de opinión brindan la oportunidad de una comunicación ascendente, iniciada por la campaña. Sin embargo, estos lazos están desprovistos de apelaciones descendentes directas en busca de apoyos. La información es estructurada por las prioridades de la campaña y recibida como datos agragados. La despersonalización de los medios principales para obtener apoyo electoral en el nivel de masas, ha eliminado la razón de ser de grandes áreas de actividades persuasivas de las campañas.

C) Si la nominación y el puesto pueden obtenerse sin hacer tratos, no hay incentivos para que el político se enfrasque en el lento y laborioso proceso de establecer alianzas y coaliciones cuyo costo debe pagar "más alto" del valor real de los aportes que obtenga.

Por su naturaleza, las promesas que cimientan un apoyo mutuo limitan la flexibilidad de quienes buscan un puesto público que preferirían mantener libre de Como alternativa para obtener un puesto de elección popular, hacer campaña a través de los procesos de reportajes de noticias constituye una gran ventaja, pues los candidatos no tienen que deshacer compromisos o políticas antes de asumir el poder.

D) Es probables que las coaliciones se formen en el proceso de gobernar, una vez que el político asume el puesto. Sin embargo, existen motivos para creer que la política de los medios de información pueda en las acciones de los políticos una vez que controlan las instituciones públicas. Para desarrollar este argumento, el punto de partida es una presunción central de la teoría democrática: un sistema político democrático debe obligar a quienes buscan u ocupan un puesto de elección popular, a responder a las necesidades y deseos de la ciudadanía. ¿Se reflejan las preferencias de la mayoría de los votantes en las políticas públicas seguidas por los funcionarios electos? Lo que los políticos en el poder hacen para bloquear o promover ciertas políticas debe tener efecto, en teoría, sobre sus prospectos electorales.

E) La forma en que un político obtenga el puesto de elección popular habrá de afectar sus creencias sobre lo que debe hacer una vez que tome posesión. El político prácticamente no sabe cuáles son los intereses del votante en un sentido concreto. Si bien los políticos hablan con frecuencia