Comunicación Politica Y Sus Repercusiones Sociales by Jorge Poveda - HTML preview

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COMENTARIO

Obsérvese que estas conclusiones de Arterton son coincidentes con las Oberrauter.

8.- EL CINISMO POLÍTICO

La contradicción entre un concepto fundamental de elecciones por campaña, por la vía de sustituir al partido y a los medios de información, y las acciones prácticas de gobernar, puede estar relacionada con el notable surgimiento del cinismo. Se supone que los partidos deben representar y promover el más amplio interés público, el bienestar de la nación como un todo. Una y otra vez buscan el apoyo electoral sobre estas bases. Sin embargo, las cuestiones específicas de política y las instituciones de gobierno que deben participar en su resolución, obligan a los funcionarios públicos a equilibrar problemas mucho más estrechos de intereses en conflicto. En la práctica, la política se convierte en la corrupción de los ideales expresados en las campañas electorales y, por lo tanto, puede convertirse en una fuente de considerable antagonismo social de consecuencias imprevisibles.

La asunción de una información perfecta es una advertencia frecuente de las teorías democráticas formales. Aunque nadie espera que exista la información perfecta, el ideal de crear un electorado informado debe ser una meta de quienes se preocupan por los mecanismos del sistema democrático.

Los reportajes informativos pueden y deben proporcionar a los ciudadanos la información necesaria para que puedan normar su decisión de voto.

Los comunicadores están conscientes de esta deficiencia. Los periodistas tienen una forma válida de justificar la falta en sus reportajes sobre problemas políticos. Y los propios candidatos y sus allegados no están muy dispuestos a hablar mucho sobre las políticas que habrán de seguir una vez en el poder.

Esta renuncia, a juicio de Arterton, se debe a creencias, por parte de los estrategas de campaña, que argumentan que las posiciones en problemas complejos no pueden ser comunicadas al electorado por medio de los procesos de noticias. Estas serían: A) Primer creencia: Los reportajes simplifican, por necesidad, la mayoría de los problemas. Tácticamente las mismas campañas simplifican las ideas que quieren comunicar por los medios informativos, al menos tienen mayores probabilidades de transmitir su mensaje en ellas, sin que sea filtrado por los periodistas.

B) Segunda creencia: Los periodistas se aferrarían a la oportunidad de señalar los puntos débiles de sus posiciones si entran si entran en detalles específicos. Por lo tanto, la entrada en detalles sobre posiciones políticas se considera una invitación a crear una crisis de prensa. La campaña perdería entonces el control sobre el flujo de la cobertura informativa.

C) Tercera creencia: Los problemas políticos deben ser evitados porque los votantes no responden a cuestiones políticas.

EJEMPLO: Al respecto señala el ejecutivo de publicidad de una importante empresa automovilística norteamericana: “A mi juicio, los votantes no están interesados, por lo suficientemente educados como para percibir sus complejidades. Como profesionales de campaña, nuestra tarea consiste en tratar a los votantes con mensajes que les sean atractivos, no tratar de comunicar más de lo que ellos están dispuestos o capacitados para absorber.”(18)

Como consecuencia práctica de estos hallazgos investigativos en Estados Unidos de Norteamérica todo parece indicar que con la influencia -cada vez mayor- de asesores norteamericanos en nuestras campañas electorales, en Costa Rica pueden reproducirse muchos de esos problemas que han afectado a ese país.

Nos enfrentamos así a un círculo vicioso. Los medios informativos culpan a los participantes en campaña por la falta de contenido programático en la política electoral; y los participantes en campaña se quejan de la parcialidad, la indiferencia o la mala cobertura al referirse a los medios informativos. El que ambos quizá estén en lo cierto, no crea esperanzas de que el problema se resuelva con facilidad. Por tanto, nos vemos obligados a llegar a la conclusión de que las perspectivas de crear un electorado informado por medio del proceso de información de noticias, no son muy alentadoras, porque la carencia de una Política Nacional en el área de la Comunicación Social -y a falta de ella, la autorregulación planteada y aceptada por los propios medios informativos- no necesariamente da el marco adecuado para esperar cambios significativos en este campo.

9.- AUTORREGULACIÓN

A mediados de junio de 1993, representantes de los más importantes medio de información de Centroamérica hacen pública una declaración de principios éticos que pretende servir de marco referencial para su desempeño periodístico.

El texto, compuesto por un preámbulo y doce artículos, es la culminación de un proceso de consultas iniciado hace dos años por el Programa Centroamericano de Periodismo (PROCEPER) de la Universidad Internacional de la Florida. En él han participado representantes de diarios, revistas, televisoras y emisoras radiales de todo el istmo.

Entre sus cláusulas se considera la autonomía de la prensa como base indispensable para su desempeño; instar a una clara distinción entre los contenidos editoriales, informativos y publicitarios; buscar la verdad sin compromisos, y rechazar los conflictos de intereses y las presiones de grupos externos sobre los medios.

El periodista costarricense Gerardo Bolaños, director regional de PROCEPER, activo promotor de la declaración, dijo que ella “rompe con una cierta reticencia de la prensa centroamericana a examinarse a sí misma”. Consideró a como uno de sus principales aportes “hacer del periodismo un “oficio público más íntegro y más claro”.

La “Declaración de Principios del Periodismo Centroamericano”, aprobada el 12 de junio, en Nueva Orleans, se compone de un preámbulo y de doce artículos. Entre los principios enunciados en los doce artículos están los siguientes: A) Rechazar coerciones y presiones externas y desarrollar las tareas periodísticas “en función del público”.

B) Rechazar cualquier beneficio ilegítimo producto de la vinculación de propietarios, administradores y periodistas con los medios.

C) Ser equitativos y promover la expresión de diversos criterios.

D) Diferenciar claramente entre el contenido editorial, informativo y publicitario.

E) Evitar cualquier conflicto de lealtad. Se reconoce que para promover este principio es necesaria “una buena remuneración” del personal y el “mantenimiento de condiciones de trabajo adecuadas”.

F) Ser precisos y no acudir a procedimientos impropios en la búsqueda de la información.

G) Asumir la responsabilidad por la veracidad de las informaciones, pero no de los anuncios.

H) Buscar la eficiencia empresarial, sin privilegios y sin discriminaciones, como una de las bases de la independencia periodística.”(19)

COMENTARIO:

Las consecuencias políticas de la relación entre las estrategias de campaña y los medios de información sólo pueden medirse a posteriori, ya que de ella nace el proceso de formación de opinión pública y ésta se suele regir por los mecanismos de creación de juicios de opinión. Por otra parte la carencia en Costa Rica de Contralorias (tipo

"Ombusdman") que verifiquen el cumplimiento de las premisas citadas aneriormente hacen

muy vago el principio de cumplimiento de esos postulados,máxime que la comercialización tiende a debilitar el compromiso ético que debe estar implícito en el acto de informar.

BIBLIOGRAFÍA

1.- En la práctica se rompen las regulaciones quizá pro el temor a la “censura previa”; pero el problema es que las violaciones puedan ser selectivas, no casuísticas, en donde nacen dos tesis contrapuestas:a) Quienes afirman que nada debe publicarse por estar expresamente prohibido, y b) quienes defienden el principio de la existencia de un derecho consagrado en las Cartas de Derechos Humanos, que se busca ampliar universalmente; pero que en Costa Rica se tiende a restringir por la vía de aplicación del Código Electoral.

2.- Rovigatti, Vitaliano, Opus cit, p.8.

3.- Radunski, Peter, citado en Zune, Jean, Opus cit, p.9.

4.- Arterton, Christopher, Las Estrategias Informativas de las Campañas Electorales, (trad.), Editorial Ateneo de Caracas -USISC; Ediciones Prisma, México 1987, pp.243-244.

5.- Diccionario Electoral, Opus cit, p.480.

6.- Opus cit, pp.481-482.

7.- Arterton. Opus cit, pp.248-249.

8.- Opus cit, p.250.

9.- Opus cit, p.251

10.-Opus cit, p.254.

11.-Opus cit, pp.255-256.

12.-Opus cit, pp.257-258.

13.-Opus cit, p.259. Aterton se refiere a. Lange, Peter y otros: Voter Turnout in advanced Industrial Democracy, Washington D.C., Commite for the Study of the American Electorate, 1978.

14.-Aunque Arterton no señala a cuáles estudios se refiere la conclusión, es que se fundamenta en deducciones propias sacadas de encuestas y sondeos publicados por las firmas Gallup y Harris.

15.-Opus cit, p.259. Arterton se refiere a los estudios de: Mac Gregor, James: The Deadlock of Democracy;

Mac Connell, Grant: Private Power and American Democracy; Lowi, Theodore: The End of Liberalism;

Polosby, Nelson: The Consequences of Party Reform.

16.-Arterton, Opus cit,p.260.

17.-Arterton, Idem.

18.-Arterton, Opus cit, p.261. El ejemplo está tomado de: se refiere a las palabras de un gerente de publicidad de la empresa Ford (J. Deardouff), que está incluida en la obra

“The Champaing for President” Moore, Jonathan; Fraser, Janet Cambridge, Edit.

Ballinger, 1978, p. 155.

19.-La Nación: “Prensa define sus principios”, En Suplemento Viva, La Nación, San José, 19 de junio de 1993, p.14.