Comunicación Politica Y Sus Repercusiones Sociales by Jorge Poveda - HTML preview

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PROPUESTAS

1.- Es a través de la prensa, en un medio regional o en la La Nación, o en los medios masivos nacionales donde podemos ir conformando esas opiniones generalizadas, que conforman la opinión pública que da fundamento a las acciones varias en el contexto de una verdadera democracia.

2.- Y dentro de esto, por supuesto, que la diversidad es absolutamente esencial, de la misma manera como es esencial para que haya posibilidad de participación de las personas en la toma de las decisiones, que hayan instituciones descentralizadas y que no sean sólo unos cuantos mecanismos absolutos y centrales los que tomen las decisiones, sino que cumpla con el principio de subsidiaridad y se tomen las decisiones por las personas que más directamente están afectadas por los resultados de esas mismas acciones.

3.- Es, asimismo, indispensable para que esto ocurra, que se dé una diversidad y multiplicidad de los medios. Porque todos tenemos razón de buscar la objetividad del medio, pero jamás la vamos a encontrar.

Y frente a la necesaria subjetividad, de toda expresión humana, no nos queda más remedio, en la búsqueda de la verdad, que recurrir a la multiplicidad, la pluralismo cultural, a las opiniones que puedan ser contrapuestas, a los puntos de vista diversos.

4.- El político se enfrenta con el periodista de maneras muy diversas. Cada uno de acuerdo con sus convicciones y con su manera de ser. Todos, sin duda, sentimos en la acción política que realizamos, que la subjetividad del periodista, cuando está a nuestro favor, es buena y objetiva, y que la subjetividad del periodista cuando no comparte nuestros puntos de vista, está equivocada porque cada uno de nosotros es una persona.

5.- Pero lo que es importante es partir del principio del respeto que el político debe tener, sin condiciones ni claudicaciones para con el periodista en su tarea de buscar la información y de difundirla. Por eso creo que al político le corresponde, en el enfrentar al periodista, en primer lugar, la obligación de siempre responder, siempre aclarar, siempre suministrar la información, no rehuir los temas, recurrir a la transparencia de las acciones propias y, sobre todo, no presionar y mucho menos perseguir ni al periodista, ni al director ni al medio, que proceder de tal manera es impedir la vigencia de la cultura pluralista y la conformación de una opinión pública libre.