Montañas.
La provincia de Caupolican es una de las mas curiosas bajo su aspectoorográfico. Su territorio empieza en esas nevadas y agudas cimas queforman, al oeste y sudoeste, la cordillera oriental. En efecto, estaimponente cadena de montañas, entre las que figuran las dos masencumbradas de América, el Illimani y el
Ancco-unca
ó Nevado deSorata[1], cuyos picos se elevan á la altura prodigiosa de mas de sietemil seiscientas noventas y seis varas sobre el nivel de los mares, va,de norueste á sudeste, desde La-Paz hasta traspasar los límites deBolivia, circunscribiendo la provincia al sudoeste. Otra cadena situadaal sud, mucho ménos alta y trasversal á la cordillera, parte como unestribo de esta, y se dirige al estenordeste, declinando progresivamentehasta terminarse al norueste de Apolo y á poca distancia de este lugar.Una tercera cadena de montañas, paralela á esta segunda, y que sirvetambien de estribo á la cordillera oriental, continúa girando hácia elnorte de la provincia. De estas tres cerranias principales resulta unavertiente central, trasversal á la direccion de la cordillera, y queviene á formar el gran valle de Pelechuco y del Tuyche, hácia el cualconvergen las pendientes y los ramales laterales de las otras doscadenas. Efectivamente el declive del valle central está al nordeste, elde la falda del sud al norueste, en tanto que el de los repechos delnorte se encuentra al este. Todas estas montañas van gradualmente endescenso hasta terminarse un poco al este de Aten y de Apolo, donde haytodavía un eslabon independiente y elevado; este es el
Altuncama
, cuyotemperamento, muy apropiado para el cultivo de las papas, indica que sualtura sobre el nivel del oceano es de mas de dos mil quinientas varas.Mas allá de esta gran mole desprendida de las otras montañas, y que yase encuentra sobre un suelo mas bien ondeado que montañoso, comienzanlas llanadas que sin interrupcion se estienden hácia el norte sobretodo el resto de la provincia, y en cuyo espacio apénas se descubren devez en cuando algunas simples colinas.
Exceptuando el Altuncama, que es una especie de muro, todas estasmontañas cuanto mas contiguas están á las cordilleras son tanto masescarpadas. Cerca de Pelechuco, no se ven sino pendientes rapidísimas,paredones, diremos así, perpendiculares, crestas agudas ó precipicioshorrendos formados por la dislocacion del terreno, lo cual es un efectode las revoluciones geológicas del globo. A medida que uno se aleja deesos lugares tan imponentes, las montañas van siendo ménos riscosas,hasta llegar al cabo á ser reemplazadas hácia el este porinsignificantes collados.
[Nota 1: El señor Acosta ha tenido ocasion de contemplar, de un puntomuy inmediato, situado al sudoeste de Apolo, esta montaña, que dominatodo el llano boliviano y el lago de Chucuito.]
Geologia.
Aunque no poseo dato alguno positivo sobre la geología de la provinciade Caupolican, por lo que he visto en sus inmediaciones sobre lacordillera, hácia el norte de La-Paz, debo creer que la parte contigua áPelechuco pertenecer á la misma edad geológica, de lo que serian tambienuna prueba los numerosos lavaderos de oro de aquellas regiones. Creo,pues, que los dos lados de la cordillera, en toda la parte de Suches yde Pelechuco, y aun hasta los lugares adyacentes á los rios Motosolo yde Moxos, dependen del terreno
siluriano
, representado por pizarras ypor filados de un color azulino. Creo todavía que mas abajo, lo mismoque en Yungas, las montañas, compuestas de una materia arenisca,pertenecen ó al órden devoniano
ó al órden
carbonifero,
así comopudiera tambien creerse que las llanadas, ni mas ni ménos que en Moxos,están cubiertas de aluviones modernos, ó de terrenos diluvianos[1].
[Nota 1: Véase, para todas estas comparaciones, la geología general dela república.]
Rios.
De la configuracion orográfica de un pais depende siempre la direccionde sus rios, siendo las cadenas de montañas las que determinan losgrandes valles, y las pendientes de estos los valles secundarios. Tengoya dicho que el declive general, partiendo de la cordillera, daba orígenal valle de Pelechuco y de Tuyche, que se estiende hácia el nordeste;esta es igualmentente la direccion del rio de este último nombre. Esterio, que es el mayor de todos los de la provincia de Caupolican,arranca, bajo el nombre de rio de Pelechuco, desde las cumbres nevadasque están al este de Suches, y formándose de muchos pequeños torrentes,desciende hasta el valle que lo denomina. Hácia la izquierda recibe eltributo de algunos arroyuelos, en tanto que por la derecha vienen áarrojarse en él los torrentes de Santa Ana y de Pilcobamba: algo masabajo, y por este mismo lado, se le reunen el rio del Puente Grande,bastante caudaloso para ser atravesado por medio de un puente, y el riode Amantala, mas considerable todavía, y que toma su orígen, lo mismoque el rio de Pata, en la cadena del norte. Vienen tambien á desaguar enél, por la ribera izquierda, el riachuelo de Motosolo, célebre por susminas de oro, y mas adelante el rio de Moxos. Desde el punto en que elrio de Pata se arroja en el Pelechuco, este es ya bastante caudalosopara que no se le pueda pasar sinó en balsas, de las que á lo ménos esindispensable hacer uso en la época de las crecientes. Es tambien en esepunto donde él toma el nombre de Tuyche, y baja en seguida haciendo milrodeos, pero llevando siempre su direccion general hácia elestenordeste. Poco á poco vase engrosando aun, recibiendo, por laderecha, ricos tributos del rio de Santa-Cruz y del rio Tupili, sobretodo de este último, que es el mas considerable. Hácia el este, á unagran distancia, llega luego, por el lado izquierdo, á reunirse con lacorriente del rio de Chupiamonas. Finalmente, despues de haberacaudalado casi todas las aguas de la region montañosa de la partehabitada de la provincia, acaba por incorporarse, como á cinco leguasdel este de San-José, al rio de los Mocetenes, y forma entónces el rioBeni.
Cuando este rio pasa cerca de San-José, se encuentra ya depositario detodos los raudales de las provincias de Muñecas, de Yungas de Sicasica yde Ayupaya, de las cuales me ocuparé mas tarde: sigue luegomajestuosamente por la llanura, hácia el norte, dando numerosos giros yacreciéndose todavía, por su izquierda, con las aguas del riachuelo deTumupaza, y con las de los rios Itaca y Tequije, cerca de Isiamas; y enCavinas, con el tributo del rio Madidi que nace en la provincia deCarabaya, perteneciente al Perú, y que corre en una direccion paralela ála del rio Tuyche. El Beni continúa en seguida, corriendo por el llano,inclinándose al nordeste hasta los 10 grados de latitud, en donde se unefinalmente al Mamoré, formando el rio de Madeira, que es uno de losprincipales tributarios meridionales del rio de Las Amazonas.
El riachuelo que pasa por Aten es el único que no desagua en el rio Tuyche: él se dirije hácia el sud hasta caer en el rio Mapiri.
Lagos
.
Si se esceptúan algunos muy pequeños, que se encuentran sobre los puntosmas encumbrados, hácia el oeste de la cordillera, bien pudiera decirseque la provincia de Caupolican carece de lagos. El mas espacioso detodos, situado en las inmediaciones de Suches, solo tiene una legua delargo, y como un cuarto de legua de ancho. Se ven otros dos, maspequeños, cerca de Cololo: las aguas de todos ellos son muy heladas yenteramente desprovistas de pescado.
Temperatura y clima
.
La provincia de Caupolican, primeramente por su situacion entre lostrópicos, y en segundo lugar por sus montañas, las que elevándose hastael nivel de las nieves perpetuas van luego declinando considerablementehasta igualarse con los llanos, encierra en sí todos los temperamentos ytodos los climas.
Efectivamente, si se desea una temperatura la masfria, y bajo de la cual caigan noche por noche fuertes heladas,acompañado todo esto de una sequedad grandísima, no hay mas que fijarseen Suches. Si se desea estar en un clima, al mismo tiempo que muy frio,lleno de nieblas y cerrazones, ó cubierto de esas nubes húmedas que seven constantemente detenidas por la cordillera, no hay mas queencaminarse á Pelucho. A mas de estos dos estremos del frio seco y delfrio húmedo, que resultan de la rarefaccion del aire, debida tambienesta á la demasiada elevacion de las montañas sobre el nivel de losmares, allí se encuentran, si se quiere, todos los temperamentosintermedios entre los ya mencionados y la zona tórrida, hasta llegar álos calores mas insoportables partiendo de los frios mas rigurosos. Asípues, Santa-Cruz, Aten, Apolo, Pata y Moxos participan de la temperaturade los límites tropicales, es decir, que hace en ellos todo el calor delos climas cálidos; pero al mismo tiempo se respira un aire templado porla elevacion de las montañas. No sucede así mas al interior, en losdistritos de Tumupaza, de Isiamas y de Cavinas, en donde se esperimentaun calor tanto mas sofocante, cuanto que no hay en ellos sino llanurasuniformes y horizontales.
Si uno puede á su antojo encontrar en la provincia de Caupolican, ora elfrio de los polos, ora el calor de las zonas tórridas, si ella participaen fin de todos los temperamentos, ofrece tambien, en cuanto á laslluvias, una grande variabilidad, segun la distinta posicion de loslugares. En Suches, por ejemplo, que está al oeste de la cordillera,reina un cielo enteramente raso; su temperatura es seca, y en el veranosolamente, desde el mes de diciembre hasta el de marzo, caen algunosaguaceros ó un poco de granizo. Entretanto, si se pasa al otro lado dela cordillera, se halla, poco mas ó ménos á la altura de tres mil varassobre el Oceano, un nivel permanente de nubes. Allí, lo mismo que enPelechuco, hay casi siempre una especie de neblina que encapota el aire;y las lluvias en aquel punto son muy frecuentes. Mas abajo, en donde yael cielo se despeja del todo, llueve principalmente en un período fijo,que cuenta desde diciembre hasta marzo. Sucede otro tanto en los llanos,donde aun se observa mucha mas regularidad acerca de las estacioneslluviosas.
Los vientos que reinan en la provincia son generalmente el norte ó elnordeste, que traen consigo un aire húmedo y caliente, muy favorable entodo para la naturaleza; pero si llegan despues de alguna tempestad áser súbitamente reemplazados por el viento del sud, que sopla entóncescon mucha violencia, baja al punto la temperatura de 10 grados por loménos; lo que es tan pernicioso para el hombre y los animales, comopuede serlo para la misma vegetacion.
Fisonomía vegetal y animal
.
Como era de esperar, en razon de las diversa» zonas de temperamento y dealtura, las producciones naturales y el aspecto de la provincia variansegun esas zonas, y segun los climas que estas determinan. En Suches, aloeste de la cordillera, el suelo, que aun participa de la gran planicieboliviana, es seco y bastante árido, y su vegetacion pobre y desmedradapor consiguiente. La zoologia y la botánica ofrecen allí un aspecto departicular tristeza, análogo y muchas veces idéntico al de la Patagonia[1].
[Nota 1: Ocuparéme á fondo de la descripcion de esta zona, al hablar masadelante del departamento de La-Paz, donde hay dos provincias, la dePacajes y la de Omasuyos, que se hallan situadas sobre las altasplanicies.]
Al este de la cordillera, en un punto superior á la region de las nubes,hay primeramente una zona vestida de menuda yerba [1]. Algo mas abajoempieza á manifestarse la vegetacion leñosa, que poco á poco vacubriendo aun las rocas mas escarpadas: es entónces cuando se descubren,por todas partes, árboles notabilísimos tanto por su follage como porsu elevacion, entremezclados ya con las enredaderas[2], ya con infinitavariedad de plantas cubiertas de lucidas flores; por otros lados se vengraciosas palmeras, descollando entre los grupos de verdura como paraostentar sus elegantes y ligeros penachos. Donde quiera que se lleve lavista, se admiran los mas prodigiosos contrastes, los paisages maspintorescos, y sobre todo la animacion constante producida por elmovimiento y la algazara de esos seres, tan varios en sus formas ycolores, que alegran á la madre naturaleza compitiendo con las florespara ser de ella uno de los mas bellos ornamentos[3]. Hay allíefectivamente una muchedumbre de pájaros á cual mas preciosos: los lorosparleros, los tunquís
ó gallos de roca de color de fuego [4], elcefaloptero de plumage oscuro, pero de una configuracion muycaprichosa[5], los
cotingas
, los recamados
tangaras
[6], losveleidosos picaflores y tantísimos otros que pueblan esas hermosascampiñas. No son ménos abundantes los cuadrúpedos en aquella comarca.Sobre los encumbrados llanos se encuentra la dócil llama y tambien laalpaca, tan útiles ámbos cuadrúpedos á los indígenas de las montañas:hay mas abajo, venados, ciervos, javalíes, gran-bestias, variedad demonos, y una gran multitud de animales que seria demasiado largo elmencionar uno por uno[7].
[Nota 1: Habiendo estudiado en Yungas esta zona y la siguiente, haré sudescripcion al tratar de dicha provincia.]
[Nota 2: Véase lámina 1.]
[Nota 3: Véase lo que digo sobre la provincia de Yungas en general, yprincipalmente lo tocante á los alrededores de Chulumani.]
[Nota 4: Véase la lámina 1.]
[Nota 5: Véase la lámina 2.]
[Nota 6: Véase la lámina 3.]
[Nota 7: Escasamente me ocupo aquí de los animales y de lavegetacion, por no tener, sobre esto, otros conocimientos que los que mesuministran las comparaciones con la provincia de Yungas. Al ocuparme deesta, daré una noticia positiva de lo que acerca de estas materias herecogido en ella.]
No es tanta la variedad que se nota en las llanadas bajas, donde sehalla el suelo por todas partes entrecortado, ya por espesos bosques tanantiguos como el mundo, ya por estendidos herbazales. Aquí lanaturaleza, aunque no tan pródiga, es siempre demasiado rica, y abundasobre todo en animales selváticos, y en toda especie de plantas[1]. Ensuma, la provincia de Caupolican reune á la vez, por sus diversas zonasde altura, todas las producciones naturales de Bolivia.
[Nota 1: Siendo este espacio de llanuras muy semejante á Moxos, yparticipando de las mismas condiciones, con respecto á su vegetacion y ásus animales, puede verse mas adelante la descripcion particular de estaprovincia.]
* * * * *
HISTORIAPrimera época, ántes de la llegada de los Españoles.
Si hemos de juzgar por el estado presente y por las tradicionespopulares, la provincia de Caupolican parece haber sido en todos tiemposhabitada por tres naciones diferentes: los Quichuas
, los
Apolistas
y los
Tacanas
.
Atraida sin duda por la abundancia de minas de oro, y de pastos para lacria de las llamas y de las alpacas, la nacion quichua habia fundadodesde tiempos muy atrasados los pueblos de Suches
y de
Puyo-cucho
[1]. Estos indígenas permanecieron bajo la dominacion de losIncas hasta la llegada de los Españoles, dependiendo sus poblaciones dela provincia de Guancané ó de la de Carabaya[2].
[Nota 1: Que en quichua significa
rincon de nieblas
: por corrupcion havenido á llamarse
Pelechuco
entre los españoles.]
[Nota 2: Véanse, la historia general de los Incas al fin de esta obra;la descripcion particular de los Quichuas en las secciones que tratan deCochabamba y de Chuquisaca; y sobre todo, el mapa antiguo de estasnaciones ántes de la conquista.]
La nacion de los Apolistas ocupaba el lugar llamado por ella, en suidioma particular, Hahuachili
[3], el cual se halla situado no léjosdel punto en que se encuentran hoy los pueblos de Apolo y de Santa-Cruz.Estos indios eran de un color bastante atezado, de mediana estatura y defacciones muy afeminadas; su carácter era apacible y dócil; nada se sabepor lo demas acerca de sus costumbres ántes de la conquista. El idiomade que hacian uso era enteramente distinto de la quichua y de la lenguatacana.
[Nota 3: Que quiere decir
interior
.]
La nacion de los Tacanas habitaba, al este y al nordeste de la nacionApolista, en esas regiones de montañas y de llanos que en su idiomallaman estos indios
Irimo
[4]. Su territorio se estendia desde Atenhasta mas allá de Cavinas; es decir, sobre una banda que va de norte ásud, y que se encuentra comprendida entre los últimos repechos de lascordilleras y el rio Beni, desde los 11 hasta sobrepasar los 13 gradosde latitud sud. Las tribus septentrionales de esta nacion se denominaban
Toromonas
; su dialecto, llamado lengua tacana, es uno de los mas durosde América.
[Nota 4: Que significa
lugar de su orígen
.]
La tez de estos indígenas era mas morena que la de los Mocetenes; perono tanto como la de los Apolistas, y mucho ménos todavía que la de losAymaraes, los que comparativamente consideraban á los Tacanas como sifuesen blancos. Del mismo modo que los Mocetenes y los Yuracarees, losTacanas tenian casi todos la piel, por el cuerpo y en el rostro,maculada de pintas blancas. Su estatura los asemejaba á los Yuracarees,ó á lo ménos era idéntica á la de los Mocetenes: habia hombres quetenian cinco piés y dos ó tres pulgadas de alto; pero la generalidad deellos no pasaba de la estatura ordinaria de cinco piés y una pulgada.
Sus formas eran iguales en todo á las de los Mocetenes; sus cuerposrobustos y bien proporcionados; todos sus miembros redondos y fornidos;su manera de andar era elegante y desembarazada. Por el modo como sehalla constituida esta nacion, todavía salvage, debemos creer que enaquellos tiempos estaba tambien dividida en tribus que vivian dispersas,sea en el interior de las húmedas selvas que se encuentran sobre lasmontañas inferiores, sea en las llanuras que costean á estas. Suprincipal ocupacion era la de la caza; pero se dedicaban tambien á laagricultura. Cada hombre estaba obligado á construir por sí solo la casaen que debia habitar con su familia; si alguno faltaba á este uso, quepara ellos constituia una ley, perdia el título de hombre, y venia á serel ludibrio de sus conciudadanos.
Las mugeres utilizaban el algodon, haciendo gruesos tegidos, que servianpara cubrirles algunas partes del cuerpo; miéntras que los hombresandaban enteramente desnudos, y solo se cubrian la cabeza con unaespecie de turbante[1] muy vistoso, compuesto de plumas; obra quetambien estaba encomendada á las indias, las que disponian estossencillos adornos, matizando los colores con una gracia admirable.
[Nota 1: Los que usaban los hombres se llamaban
panizas
, y los de lasmugeres
toromayas
.]
Cada tribu tenia su gefe para conducirla á la guerra, ó á lasespediciones apartadas, así como tambien sus espertos en la cura de lasenfermedades; pero estos indios no componian, propiamente hablando, uncuerpo de nacion, aunque todas las tribus observasen entre ellas la pazy armonía mas perfectas.
Existian, á mas de estas tres naciones, algunas otras que nos sondesconocidas: entre ellas, los Huacanahuas
, los
Suriguas
y losbelicosos
Machuis
hácia el norte; los
Ultume-cuana
ó hombres rojos,y los
Chuntaquiros
hácia el nordeste[2].
[Nota 2: No hago aquí mencion de los
Araomos
y de los
Pacaguaras
quehabitan las riberas del Beni y dependen de la provincia de Moxos.]
Segunda época, desde la llegada de los Españoles hasta nuestros dias
.
La provincia de Caupolican, colocada fuera de los caminos transitadospor los primeros aventureros españoles que llegaron al Perú, permaneciótotalmente ignorada durante largo tiempo. Es probable que los pueblos deSuches y Pelechuco hayan pasado de la dominacion de los Incas al poderde los diversos conquistadores, que con tanta frecuencia se sucedian enmedio de las multiplicadas contiendas de aquellos tiempos tempestuososde la historia de América, y que no cesaron hasta el siglodécimo-séptimo. No es posible penetrar esta parte de la historia deCaupolican, pues en ninguna parte existe un solo documento impreso quenos suministre el mas ligero indicio: debemos creer, sin embargo, quealguno de aquellos, á quienes esta provincia cupo en propiedad en elrepartimiento de las tierras conquistadas, se haya internado en ella conla mira de esplorarla y ver si encerraba algunas minas; y que á estasescursiones y trabajos es debida la fundacion, hecha por los indiosquichuas, de los pueblos de Pata y de Moxos, sin que podamos fijar ladata precisa de estos acontecimientos.
La entrada de los Padres franciscanos es el primer hecho seguro yconstante en la historia de esta provincia.
Prevenidos sin duda estosreligiosos de que existian en ella muchas naciones salvages, sedecidieron á ensayar la conquista espiritual; así es que en 1750penetraron en Caupolican, y fundaron fácilmente con la nacion de losApolistas, cuya sumision pudieron ganar desde luego, las misiones deApolo y de Santa-Cruz de Valle-ameno. Fué tal el ascendiente quellegaron á tener sobre estos indígenas, y el buen éxito coronó de talmanera sus esfuerzos, que bien pronto las cabañas dispersas de aquellapoblacion salvage se vieron reemplazadas por multitud de hermososcaseríos, que respiraban el órden y la limpieza, y en medio de loscuales se levantó una espaciosa iglesia con su convento.
No limitando sus conquistas á este primer paso, internáronse aun mas losfranciscanos, llevados por un celo digno de los mayores elogios; yhabiendo logrado reunir en la mision de Aten á los altivos Tacanas, seabrieron un vasto campo para proseguir su trabajosa empresa. Desdeluego, acompañados por estos últimos, pudieron adelantar hácia lasllanuras, en donde otros Tacanas dispersos los aguardaban. De este modo,y haciendo frente á las mas penosas fatigas, penetraron estos religiososen el corazon de los desiertos para aumentar el número ya bastantecrecido de sus procélitos. Como á treinta leguas largas hácia el este,formaron con los Tacanas la mision de San-José, se encaminaron enseguida por tierra, y crearon sucesivamente las de Tumupaza y deIsiamas. Finalmente, embarcándose sobre el Boni, se trasportaron hastael confin de las poblaciones salvages, y fundaron todavía la mision deCavinas.
Aunque no hayan procurado los Padres franciscanos introducir en susmisiones ni el lujo en los templos, ni la industria entre loshabitantes, como lo han practicado los Jesuitas en Moxos y Chiquitos, nopor eso han dejado de prestar grandes y muy señalados servicios á lahumanidad, haciendo pasar á un considerable número de hombres, desde lavida enteramente salvage al principio de la vida social.
La direccion de estas misiones era del cargo exclusivo de la comunidad:el convento de Apolo, que dependia de la ciudad de La-Paz, suministrabalos hermanos necesarios para la conservacion y el buen gobierno de estosestablecimientos, cada uno de los cuales poseia uno ó dos religiosos, ácuyo cuidado estaba encomendada la administracion de la iglesia y lapráctica de sus ritos. Sea que no les fuese posible, ó que no locreyesen conveniente, no enseñaban estos misioneros á los indígenas otraindustria que la de cultivar la tierra; así pues, solamente aprovechabanlos productos de esta, que consistian en cacao, coca, y multitud deotros frutos naturales estraidos de las florestas.
Las cargas ligeras que los franciscanos se veian obligados á imponer álos indígenas, á fin de procurarse los medios que eran menester paraproveerlos de instrumentos de labranza, y demas útiles, cargasindispensables al bienestar de la sociedad, parecieron no obstantedemasiado pesadas á algunas naciones. El hombre enteramente salvage,dueño absoluto de todas sus acciones, con dificultad llega á penetrarsede los deberes que una sociedad en su infancia debe imponerse á símisma, si desea entrar en la senda del progreso; por eso se impacienta ymortifica cuando pesa sobre él la mas leve contribucion. Habiendo pueslos franciscanos llegado á convertir la tribu de los Toromonas, quehabitaba de la otra parte de Cavinas, y tambien algunos cuantosPacaguaras, estos indígenas, injustamente desconfiados, ó porque lesfuese muy duro someterse á llenar tal cual imposicion, esparcieron lavoz de que los misioneros, so pretesto de enseñarles las doctrinas de laverdadera religion, solo trataban de reunirlos para hacerlos trabajar enbeneficio de sus intereses personales: en consecuencia de esto losespulsaron de su nacion, suplicándoles que jamas volviesen á presentarseen ella.
A fines del siglo décimoctavo, habian ya conseguido los franciscanostodo lo que podian pretender en la provincia. Sin embargo hácia la mismaépoca, ántes del año de 1800, esta órden religiosa abandonó su obra, seignora bajo que pretesto, ó con cual motivo: entónces todas las misionesque con Suches, Pelechuco, Pata y Moxos entraron bajo el dominioespañol, vinieron á formar la provincia de Caupolican, dependiente de laintendencia de La-Paz. Inmediatamente colocó el mandatario real un curay un alcalde en cada parroquia ó distrito, y nombró un subdelegado paragobernar y cuidar de los intereses de la nueva provincia, á la que sedió el pueblo de Apolo por capital.
En aquella época, el mas grande mérito que podian contraer los empleadosespañoles á los ojos de la autoridad suprema, era el trabajar por elacrecimiento de las rentas del estado; todo cuanto concurria á esteobjeto era especialmente recompensado por ella. El primer subdelegado,D. José Santa-Cruz, padre del general Santa-Cruz que fué mas tardepresidente de la república de Bolivia, al hacerse cargo del mando de laprovincia, puso todo su conato en obligar desde luego á los indígenasque hasta entónces se habian eximido de las imposiciones regulares, áque en adelante pagasen una contribucion personal de cinco pesos porcada hombre, á lo cual daban entónces el nombre de real tributo
. Estacontribucion, á cuya práctica y cumplimiento estaban tambien sujetas lasdemas naciones de los altos llanos, fué puntualmente satisfecha por losindígenas de todas las misiones, que se sometieron á ella sin granderesistencia. El subdelegado Santa-Cruz recibió del rey de España, enrecompensa de este servicio, el título de Maestre de Campo; pero elprincipal resultado de semejante medida fué hacer que desde aquelinstante las naciones, que ya parecian dispuestas á salir del estadosalvage para entrar en el camino de la civilizacion, se apartasen de él,procurando alejarse á lo mas escondido de los bosques, á fin desustraerse al tributo anual, y sobre todo á las vejaciones de todogénero y á las torpes violencias, frecuentemente empleadas por aquellosque estaban encargados de recaudarlo. La mision de Cavinas, en razon dehallarse tan alejada, fué la única que durante la dominacion española sevió exenta de la contribucion personal.
Tal era el estado de cosas hasta el año de 1814, en cuya época, áconsecuencia de la lucha encarnizada que existia entre los patriotas,que anhelaban por la independencia nacional, y las tropas españolas, quecreian sostener los derechos de su soberano, vino Muñecas á la provinciacon el intento de sublevarla en favor de la causa de los libres.Apoderóse de la capital y de algunas otras parroquias; pero bien prontoperseguido por el ejército español que mandaba el capitan D. AgustinGamarra, presidente años despues de la república del Perú, tuvo que huirde Apolo, y mas tarde de Aten, donde el último resto de sus partidariosprefirió morir ántes que rendirse[1]. Fué en ese entónces cuando unindio tacana, para libertarse de los terribles castigos impuestos porGamarra á los amigos de la libertad, huyó llevando consigo treintafamilias y permaneció siete años escondido, sin que fuese posible darcon él ni con una sola persona de las de su séquito en el seno profundode las selvas[2].
[Nota 1: Véase lo que digo de esta lucha al ocuparme de Aten.]
[Nota 2: Véase, en la parte que trata de Aten, la relacion especial deesta historia.]
En 1824, despues de la memorable y gloriosa batalla de Ayacucho,Caupolican, bajo la denominacion de provincia, hizo parte deldepartamento de La-Paz, uno de los seis que compusieron la república deBolivia.
Un gobernador reemplazó al subdelegado; pero la condicion delos habitantes no cambió en lo mas mínimo, quedando ellos sometidos álas mismas imposiciones. En el año de 1830, el acopio de la cascarillavino á dar una nueva vida á la provincia, por el comercio que esteprecioso vegetal atrajo á su interior, y solamente desde entónces loshabitantes, acostumbrados al simple comercio de trueque, empezaron áconocer el valor del metal amonedado. Repitiendo lo antedicho,señalarémos por últim