Descripción é Historia del Castillo de la Aljafería Sito-Extramuros de la Ciudad de Zaragoza by Dr. D. Mariano Nougués Secall - HTML preview

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Castillo,advirtiéndole que depusiese todo temor pues seria conducido sin quenadie le ofendiera. El General emprendió su marcha á la ALJAFERIA, ycomo eran las doce del dia y el sol se desplomaba con fuerza, Cerezopidió un quitasol en una de las tiendas del Coso, y haciéndole sombracon él, le acompañó hasta el Castillo, y le colocó en uno de lospabellones mas decentes, donde permaneció tratado con la mayorconsideracion, y sin sufrir el menor insulto hasta el 14 de junio de1808.

Tambien salvó la vida en este Castillo el Conde de Fuentes, á quien elpueblo de Zaragoza manifestó la mayor aversion, y que habia sidodetenido en la Sierra de Cameros cuando desde París venia con direccioná Madrid. Solo la presencia de Palafox que salió á recibirle pudolibrarle de una desgracia.

CAPÍTULO QUINCE.

De la visita que S. M. Doña Isabel 2.ª hizo al Castillo de la ALJAFERÍAen 27 de julio de 1845.

Este hecho aunque de fecha recientísima, no me parece que debia omitirloen la historia de la ALJAFERIA, porque formará época en los fastos deeste alcázar. Despues de tantos siglos en que el castillo de laALJAFERIA dejando de ser mansion real, no habia presenciado por lo comunmas que lágrimas y pesares, llegó la tarde del 27 de julio último, enque S. M. Doña Isabel II y sus Augustas Madre y Hermana se dejaron veren aquel recinto, para tributar un homenage respetuoso á la morada desus antecesores: y digo, homenage, porque hasta los Reyes presentestienen que tributarlo á la memoria de los que les precedieron en elmando. Inútil es que yo describa lo que saben los Zaragozanos, que digala manera con que se adornaron las salas y el altar que se construyó enla alcoba del aposento llamado de SANTA ISABEL colocando una efigie dela Santa.

Todos estos son hechos que no ofrecen una grande novedad, alpaso que acreditan, que un egército fiel quiso obsequiar á sus Reinas, yque eligió oportunamente un local en que lo presente debia ser realzadocon los recuerdos de lo pasado. Lo grande, lo verdaderamente sublime,consiste en las consideraciones á que presta materia esta visita. Enmedio de aquella fiesta yo tenia ocupada mi imaginacion con una multitudde ideas. A este parage olvidado hace tantos años, donde casi únicamentese han oido lloros y desconsuelos, viene la Reina de las Españas á pisarel mismo suelo que hollaron los Reyes Moros y los Reyes Aragoneses. Oh!¡Cuantas saludables lecciones pueden dar estas paredes, cuantospensamientos elevados no puede inspirar este recinto! La infanta DoñaIsabel despues reina de Portugal, revestida de inimitables virtudes,presenta egemplos de grandeza de alma en sus padecimientos, y sobre todoen aquella paciencia heróica que la distinguió. Ella supo vencer latibieza de su esposo y calmar sus iras. Esta infanta se presenta comoviva al que habiendo leido su historia, recorre el palacio de laALJAFERIA. ¿Y los Reyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel pueden dejarde verse en unas salas que ostentan su magnificencia? Estos me pareciaque circulaban por aquellos salones, y que sus sombras magestuosas seacercaban á su excelsa nieta la señora Doña Isabel II, y le dirigianvoces tan dulces como provechosas. Mi imaginacion absorta, como la delautor de las Noches sobre el sepulcro de los Escipiones, veia mezcladoel siglo XIX con los diez que le precedieron, y estas visiones podriandarme lugar á largas é interesantes reflexiones que considerointempestivas en esta historia. Sin embargo en

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medio de aquella confusamuchedumbre, yo decia dentro de mi mismo; el Aragon volverá á ser grandey presentará un espectáculo magnífico, si su Reina Doña Isabel 2.ªrecuerda que la monarquia española llegó al apogeo de su grandeza,cuando ocupó el trono de Castilla un Rey aragonés. Grande, sublime,entusiasmador es todo cuanto pueda contribuir á fijar en el tiernocorazon de la Reina la idea, de que el Aragon ha sido mas de lo que es,y puede ser todavia mucho mas, sino se le deja en el olvido, y se lemira como un pais que puede elevarse al mas alto grado de esplendor.

CAPITULO DIEZISEIS.

De lo que deberia egecutarse para conservar y reparar las preciosidadesde este edificio.

Cuando fijo la vista en los restos de obras tan antiguas y venerables;cuando las veo en un estado de degradacion, ó por hablar con masexactitud, de destruccion; no puedo menos de esclamar apesadumbrado.¡Será posible que por un descuido vergonzoso hayan de sepultarse en lanada estos monumentos!

Los pueblos civilizados se distinguenprincipalmente de los que todavia están sumidos en la barbarie, en queconservan sobre la tierra las huellas de sus antepasados, los adelantosde las generaciones que les precedieron. Si separamos de la superficiedel universo las mejoras que succesivamente ha hecho el trabajo delhombre, la naturaleza se nos presentará en aquel estado de selvatiquez,en que se encontraba cuando por la vez primera se labró el suelo y seerigieron moradas donde resguardarse de la intemperie de las estaciones,á cuyo estado volvió la Italia despues de la invasion de los bárbarosdel norte.

Los vándalos y los hunos cubrieron la Europa de ignoranciadestruyendo las obras de la civilizacion romana, que habia atesorado losprogresos de la Grecia. Hay un género de vandalismo tambien en permitirque se hundan en el polvo los monumentos de una antigüedad respetable,las páginas de una historia viva y elocuente. Afortunadamente en nuestrapatria se ha despertado el deseo de conservar las obras de lasgeneraciones pasadas, y este deseo no será estéril en Zaragoza para elCastillo de la ALJAFERIA, despues que un General apreciando sus bellezasy recuerdos llevó á la Reina Ntra. Sra. á su recinto. El artesonado delsalon de SANTA ISABEL está en gran parte destrozado; las tribunas hancasi desaparecido en su totalidad; la mezquita está mutilada y á mercedde uno de los inquilinos.

Costosa es la reparacion, sin embargo S. M. nodejará de imitar á su augusto tio el Rey de los franceses que ha puestoun esmero singular en la reparacion del palacio de Henrique IV en laciudad de Pau. La monarquia francesa cuenta como uno de sus héroes á unrey, que conquistó á Paris y estinguió las discordias, y en obsequio deesta memoria tributa cierto culto político al lugar donde vió la luzeste monarca. Fernando é Isabel despues de haber unido á la corona elreino de Granada dieron á España un nuevo mundo, y asentaron el poderreal sobre bases indestructibles combatiendo la anarquia y elfeudalismo. ¿Y no ha de merecer la morada predilecta de estos reyes elhonor de la reparacion?

Mientras que la munificencia de S. M. derrama sus beneficios sobre esteantiguo alcázar de sus predecesores que tantas ideas de grandezarecuerda, la autoridad militar puede principiar á dar importancia aldepartamento de SANTA ISABEL. En el salon debe colocarse un sólio parala celebracion del acto imponente de las visitas de cárcel.[106] ¿Nodebe experimentar un Capitan General una sensacion profunda alconsiderar que administra justicia y aun dispensa gracias, dondeantiguamente las dispensaron los reyes? Cierto es que ahora no se cuentacon fondos para la reparacion completa, pero á lo menos no deben faltarpara asegurar lo existente, para precaver una ruina, para impedir unadestruccion total. No faltan por lo demás artífices que puedan labraralgunas de las piezas que se echan de menos; quizás algun soldado queesté instruido en la elaboracion de las maderas podrá con la esperanzade algun año de rebaja esmerarse en construir algunas de las partes quefaltan en ciertos trozos del artesonado. Lo que no se intenta, nuncallega á conseguirse: es preciso principiar las obras, porque el que lasprincipia lleva una ventaja inmensa.

Sobre todo la mezquita debe reponerse en cuanto sea posible en suantiguo estado. Si se la vé dividida y cual esta hoy dia, un profundosentimiento se apoderará del inteligente que la visite.

Dificil es,formar idea de su hermosura, de su elegancia, no restituyendole encuanto sea posible, su primitiva forma.

El alcaide del Castillo deberia encargarse de las llaves de estosdepartamentos, que podrian abrirse al que en dias determinadossolicitase verlos; del coste de las obras de reparacion pudiera formarseinmediatamente un presupuesto: principiar por lo mas urgente, por lo quesufre menos espera, y reservar lo restante para épocas mas abundantes.Si S. M. viniese alguna vez por esta ciudad, y los gremios y cuerpostratasen de hacer algunos festejos se les debia hacer entender, que masque unos fuegos pasageros, unas luminarias improductivas, seriaacceptable á S. M. la reconstruccion de una parte de estos adornos. Loscarpinteros por egemplo y los tallistas podrian hacer un obsequio pococostoso presentando unas cuantas piezas del artesonado. En fin cuandohay celo no faltan medios. Una fiesta de Iglesia á SANTA ISABEL en elCastillo de la ALJAFERIA hecha por suscripcion podria suministraralgunos fondos. El Excmo. Sr. Capitan General deberia desde luego formaruna junta ó comision compuesta de las personas que fuesen de su agradoy cuya presidencia se reservára, para escogitar arbitrios y recursos ypara discurrir los demás medios oportunos á fin de realizar lareparacion.

S. M. que ha honrado mi insignificante opúsculo permitiendo que lopusiese bajo sus reales auspicios, si se dignase leer estas últimaspáginas, al paso que veria en ellas un celo puro y desinteresado, quizásno dejaría de encontrar digno de la magestad el restablecimiento de unaobra de sus progenitores.

Entonces mi memoria habria sido en algun modoun memorial, una pretension que los gloriosos reyes difuntos hacian á laReina presente. Dulce es para mi cuando escribo de antigüedades honrarla noble profesion de la abogacia, que protegiendo las cosas y personasparticulares egerzo, abogando tambien por el esplendor de las artes, porla gloria de los reyes, por los recuerdos de la antigüedad.

Conclusion.

Estos son los principales sucesos que han ocurrido, ó en el recinto, ó álas inmediaciones del antiquísimo Castillo de la ALJAFERIA, y lasvicisitudes que ha tenido este edificio en el dilatado espacio de cercade diez siglos, ó sea de 981 años. Mi pluma consagrada principalmente enesta tarea á revelar tan solo los misterios de la antigüedad, no hacemencion de las épocas mas recientes que abrazará la historiacontemporánea. Queda cumplida mi mision que es la de recordar losacontecimientos

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remotos, que tuvieron lugar en este alcázar de los reyesmoros y de los reyes aragoneses. Quizás nada ó muy poco habré dicho denuevo para las personas ilustradas, pero muchos á quienes no es posiblerevolver los dispersos y escasos volúmenes que contienen nuestrasglorias, si leen mi opúsculo, fijarán con mas atencion la vista en estemonumento venerable, y cuando lo visiten ó pasen á corta distanciarecordarán los nombres de tantos héroes aragoneses, y de cuantosocupando altos destinos se propongan salvar de la voracidad del tiempotantas memorias dignas de conservarse, infundiendo á los que habiten enlo succesivo en aquel edificio, un respeto santo para evitar que sedestruya y desaparezca por la mania y el vandalismo una obra que hasobrevivido á tantos desastres, y que se mantiene con señales de lo quefué, á pesar de las contínuas revoluciones de las edades.

APÉNDICE.

Nota 1.ª

ESCMO. SEÑOR.

El Sr. D. Prospero Bofarull me ha manifestado en contestacion á la quele dirigí, que existian en el archivo que se halla confiado á su cuidadoen Barcelona, varios documentos relativos al Castillo de la ALJAFERIA,pero me añade, que era preciso dirigirse á S. M. por el Ministerio de laGobernacion para que pudiese librar testimonio, lo que tengo el honor deponer en conocimiento de V. E., á fin de que si lo juzga oportuno, sesirva obtener esta autorizacion para que pueda dar címa á los trabajosque he emprendido de acuerdo con V. E. Dios guarde á V. E. muchos años.Zaragoza y Julio 7 de 1844.—Exmo. Sr.—

Mariano Nougués Secall.—Exmo.Sr. D. Manuel Breton Capitan General del Egército y Reino de Aragon.

Capitania General del 6.º distrito.—Estado Mayor.

Seccion Archivo.

El Subsecretario del Ministerio de la Gobernacion de la Peninsula en 19del actual me dice lo que sigue:

«Exmo. Señor.—Con esta fecha se previene lo conveniente al Archiverogeneral de la Corona de Aragon para que libre al Doctor D. MarianoNougués y Secall, Abogado y fiscal del tribunal de justicia de esaCapitania general, copia de varios documentos que existen en el mismoarchivo referentes al Castillo de la ALJAFERIA de esa Ciudad.—De Realórden comunicada por el Señor Ministro de la Gobernacion de laPeninsula, lo digo á V. E. para su inteligencia y efecoscorrespondientes.

Lo traslado á V. S. para su debida noticia, fines subsiguientes y porrespuesta á su atento escrito de 7 del corriente, relativo al particularde que vá hecha mencion.—Dios guarde á V. S.

muchos años.—Zaragoza 21de Julio de 1844.—Manuel Breton.

—Sr. D. Mariano Nougués Secall, fiscal del tribunal de justicia.

Nota 2.ª

VIAGES DE ALI-BEY.

Pág. 130.—Tomo 1.º

Cada oracion canónica consta de la invocacion, varios rikats, ysalutacion. El rikat se compone de siete posiciones del cuerpo condiferentes oraciones; he aquí la forma con el tenor de la oracion.

INVOCACION.

El cuerpo recto y las manos levantadas á la altura de las orejas, sedice:

¡Alláhou ak i bár!

¡Dios mui grande!

PRIMER RIKAT.

PRIMERA POSICION.—De pie, los brazos y manos colgando por los malekis ócruzados por los hhaneffis,[107] se reza el primer capítulo del coran,que se llama El Fat-há y es como sigue.

¡Alabanza sea dada á Dios! Señor de los mundos, clementísimo,misericordiosísimo, rei del dia del juicio final, adoramoste, éimploramos tu asistencia; dirigenos por el camino recto, el camino deaquellos á quienes has colmado de tus beneficios, de los que son sincorrupcion, y no del número de los estraviados. Amen.

Luego se reza un capítulo ó algunos versículos del coran en la mismaactitud.

SEGUNDA POSICION.—Se dobla toda la mitad superior del cuerpo, apoyandolas manos sobre las rodillas, y se grita en alta voz.

¡Dios mui grande!

TERCERA POSICION.—Se vuelve á enderezar diciendo: Dios oye, cuando sele dan alabanzas.

CUARTA POSICION.—Postrándose, con las rodillas, manos, nariz y frenteen tierra, se dice:

¡Dios mui grande!

QUINTA POSICION.—Sentandose sobre los talones y poniendo las manossobre los muslos se gríta:

¡Dios mui grande!

SESTA POSICION.—Se postra como antes diciendo:

¡Dios mui grande!

SEPTIMA POSICION.—Vuélvese á poner de pie, y si es posible, sin ponerlas manos en tierra, y se repite la esclamacion: ¡Dios mui grande!

SEGUNDO RIKAT.

En este, despues de egecutadas las seis primeras posturas, consiste laseptima en sentarse sobre los talones como en la quinta repitiendo:¡Dios muy grande!

Luego se añade: Las vigilias son para Dios, como tambien las oraciones ylimosnas. ¡Salud y paz á ti, ó profeta de Dios! ¡Que la misericordia delSeñor y su bendicion sean tambien contigo!

¡Salud y paz á nosotros y átodos los servidores de Dios justos y virtuosos! Confieso que no hayDios sino Dios único: confieso que Mahoma es su servidor y su profeta.

Si la oracion ha de tener solamente dos rikats se reza en la mismapostura la siguiente adicion, despues de la oracion que acabamos deponer.

Y confieso que el fué quien llamó á si á Mahoma, y confieso laexistencia del paraiso, y la del infierno, y la del Sirat[108], y la dela balanza,[109] y la de la dicha eterna concedida á los que no dudan yque en verdad Dios los resucitará de la tumba. ¡O Dios mio! dá tu saludde paz á Mahoma y á la raza de Mahoma, como has dado tu salud de paz áIbrahin (ó Abrahan); y bendice á Mahoma y á la raza de Mahoma, como hasbendecido á Ibrahin y á la raza de Ibrahin. Las gracias las alabanzas yla exaltacion de gloria sean en tí y por tí.

CONCLUSION Ó SALUTACION.

Sentado, y volviendo el rostro á la derecha y luego á la izquierda serepite á cada lado la salutacion: ¡La paz sea con vosotros!

Lo dicho constituye una oracion perfecta; mas cuando ha de constar detres rikats no se reza la adicion y conclusion sino al fin del tercero,semejante en un todo al segundo. Si consta de cuatro rikats, al fin delsegundo, y omitiendo la adicion, se rezan los dos últimos como los dosprimeros; en seguida se añade la adicion y conclusion despues delcuarto.

Al comenzar las oraciones canónicas se hace la convocacion siguiente:¡Dios mui grande! ¡Dios mui grande! Confieso que no hay otro Dios, sinoDios; confieso que no hay otro Dios, sino Dios; confieso que nuestroSeñor Mahoma es el profeta de Dios; Venid á la oracion, venid á laoracion, venid al asilo (ó al templo de la salud), veníd al asilo. ¡Diosmui grande! No hay otro Dios, sino Dios.

Dicha convocacion se hace tambien desde lo alto de los minaretos, cincoveces al dia para llamar á los fieles, ó á lo menos para anunciar alpueblo la hora de la oracion, que puede hacer cada cual donde se halle,escepto la de duhur del viernes, que debe hacerse en la mezquita encomun. A la convocacion de la mañana despues del segundo a-ï-a-el feláhse añade: Es salátou hhaïróunminn en

La oracion es mejor que el

náoum.

sueño.

Es salátou hhaïróunminn en

La oracion es mejorque el

náoum.

sueño.

El Hombre encargado de gritar se llama el mudden. Hay además otro muddenen la Mezquita, que reza ó canta la convocacion, y Alláhou aki bar, ácada una de las posturas de los rikats, como asimismo la conclusionAssalámou aaléïkom.

Despues de cada una de las oraciones canónicas se hace uso del rosario yse pronuncia:

A la primera cuenta.

¡Sobhána Alláhi!

¡O Dios santo!

A la segunda cuenta.

¡Alhámdo Lillahi!

¡Alabanza sea dada á Dios!

A la tercer cuenta.

¡Alláhou aki bar!

¡Dios mui grande!

Y de este modo se pasan las noventa y nueve cuentas ó granos del rosariomusulman.

Nota 3.ª

Masdeu, Tomo 15.—España Arabe.

Catálogo chronológico XIII. De los reyes de Zaragoza segun lachronología establecida en la ilustracion V.[110]

empezó. vivia acabó.

I. Zimael, hijo de Musa Bencacin.

á . .27—m. . .—d

855 . . .

822

II. Mohamad I. Ababdalla, hijo deLupo Rey II de

Tudela.

á . .32.—m. . .—d

882 . . .

914

III. Abdelrahman I. Alnaser

Ledinalla,Miramamolin VIII.

Oct 15.

á. ..47.—m. . .—d

914 . . .

961

IV. Al-Hakem Almostanser Billa,Miramamolin IX.

Oct. 15.

Set. 29.

á. . .14.—m. 11.—d. . .14

961 . . .

976

V. Almanzor Mohamad, Miramamolin X

Set. 29.

Agt.º 6.

á 25—m. 10.—d. . .7

976 . . .

1002

VI. Abdelmalec I. Abu-Odpher, Miramamolin XI.

Agt.º 6.

Oct. 20.

á . . .6—m. 2—d. . .14

1002 . . .

1002

VII. Abdelrahman II, Schangiul, MiramamolinXII.

Oct. 20.

Feb. 15.

á. . .—m. 3.—d. .26

1008 . . .

1009

VIII. Mohamad II, Almahadi, MiramamolinXIII.

Feb.º 15.

Dici. 5.

á. . .—m. 9.—d. . .20

1009 . . .

1009

IX. Al-Monder Alhagib Almanzor,hijo de Jahia.

Dici. F.

Set. P.

á . .29—m. 8.—d.

1009 . . .

1039

X. Soliman Abu-Aiub Ben-Hud

AlgiozamiAlmostain Billa, hijo de Mohamad

Set. P.

á . . 7—m. . .—d.

1039 . . .

1046

XI. Ahmad Abu-Giafar I. Almoctader,hijo de

Soliman Abu-Aiub.

á. . .35—m. . .—d

1046 . . .

1081

XII. Josef Abu-Amer Almutameno,hijo de Ahmad

Abu-Giafar.

á. . 4.—m. . .—d

1081 . . .

1085

XIII. Ahmad Abu-Giafar II. AlmostainBilla, hijo

de Josef Abu-Amer.

En.º .

á. .24.—m. . .—d

1085 . . .

1110

XIV. Abdelmalec II. Abu-MaruanOmadaldaulat,

Dici. 18.

hijo de Ahmad Abu-Giafar II.

En.º . 1110 . . .

1118

á. . 8.—m. 11.—d

El editor de la Historia de la dominacion de los árabes en Españasacada de varios manuscritos y memorias arábigas escrita por el Dr. D.José Antonio Conde, pone una advertencia al fin del tomo 2.º en la quemanifiesta, que al principiar la impresion de este volúmen habiafallecido el autor, dejando la obra sin division de capítulos y sin lacorrespondencia de los años, y que habia hecho lo que habia permitido eltiempo para dar menos desaliñados los dos tomos póstumos y añade: al darla serie cronológica de los Reyes árabes nos hemos visto en unlaberinto.

La multitud de sus nombres y apellidos, su número mismo y lasdeposiciones de reyes y usurpaciones de reinos, nos harian abandonar elpensamiento de colocarlos aquí, sino fuera porque el autor dejó sobreesto apuntes aunque informes. Los hemos comparado con la serie queestampó el Masdeu en su tomo 15, y ni aun en los nombres hayuniformidad. ¿Cómo la habrá en la cronología? Degemos á los sabios larectificacion de los yerros que necesariamente deben resultar en materiatan complicada.

Reyes de Zaragoza.

Almondar ben Yahye.430

Solimán Algiuzami.

438

Ahmed ben Soliman.

474

Jucéf ben Ahmed.

478

Ahmed Abu Giafar.

503

Abdelmalek Abu Meruan.

512

Ahmed Abu Giafar ben Abdelmalek.540

REYES MOROS

de quienes habla Zurita en sus anales.

Ibnabala

En su libro 1.º cap. 3.º pág. 4 vuelta 2.ª col. 4.ª

año 785.

Marsilio

Libro 4.º cap. 3.º pág. 7 vuelta col. 1.ª

año 809.

Abenhaya

Libro 1.º cap. 8.º pág. 13 col. 2.ª

año 914.

Almugdavir

Libro 1.º cap. 17.

año 1035.

Amar por

sobre

nombre

Libro 1.º cap. 31. Sitio de Huesca por D. Sancho Almuzacait

Ramirez. Batalla del Alcoraz.

ó Almozaban

y Almuacen.

Libro 1.º capítulo 41. Muerte en la batalla de

Abucalem

Valtierra

año 1110.

por D. Alonso el Batallador.

BLANCAS en sus comentarios refiere succintamente la historia de diez yseis reyes moros que son los siguientes.

Principio de su reinado.

1.º Ibnabala ó Ibnalarabi.

año 778

2.º Marsilio.

809

3.º Muza Aben Heazin.

830

4.º Aben Alfage.

864