

FÁBULAS LITERARIAS
DE
TOMÁS DE IRIARTE
EDICIÓN ARREGLADA
POR
JAIME FITZMAURICE-KELLY
EN LAS PRENSAS
DE LA UNIVERSIDAD DE OXFORD
1917
OXFORD UNIVERSITY PRESS
LONDON EDINBURGH GLASGOW NEW YORK
TORONTO MELBOURNE CAPE TOWN BOMBAY
HUMPHREY MILFORD
PUBLISHER TO THE UNIVERSITY
Índice
FÁBULA
El Elefante y otros animales
El Gusano de seda y la Araña
El Oso, la Mona y el Cerdo
La Abeja y los Zánganos
Los dos Loros y la Cotorra
El Mono y el Titiritero
La Campana y el Esquilón
El Burro flautista
La Hormiga y la Pulga
La Parietaria y el Tomillo
Los dos Conejos
Los Huevos
El Pato y la Serpiente
El Manguito, el Abanico y el Quitasol
La Rana y el Renacuajo
La Avutarda
El Jilguero y el Cisne
El Caminante y la Mula de Alquiler
La Cabra y el Caballo
La Abeja y el Cuclillo
El Ratón y el Gato
La Lechuza
Los Perros y el Trapero
El Papagayo, el Tordo y la Marica
El Lobo y el Pastor
El León y el Águila
La Mona
El Asno y su Amo
El Gozque y el Macho de noria
El Erudito y el Ratón
La Ardilla y el Caballo
El Galán y la Dama
El Avestruz, el Dromedario y la Zorra
El Cuervo y el Pavo
La Oruga y la Zorra
La compra del Asno
El Buey y la Cigarra
El Guacamayo y la Marmota
El Retrato de Golilla
Los dos Huéspedes
El Té y la Salvia
El Gato, el Lagarto y el Grillo
La Música de los Animales
La Espada y el Asador
Los cuatro Lisiados
El Pollo y los dos Gallos
La Urraca y la Mona
El Ruiseñor y el Gorrión
El Jardinero y su Amo
Los dos Tordos
El Fabricante de Galones y la Encajera
El Cazador y el Hurón
El Gallo, el Cerdo y el Cordero
El Pedernal y el Eslabón
El Juez y el Bandolero
La Criada y la Escoba
El Naturalista y las Lagartijas
La Discordia de los Relojes
El Topo y otros animales
El Volatín y su Maestro
El Sapo y el Mochuelo
El Burro del Aceitero
La Contienda de los Mosquitos
La Rana y la Gallina
El Escarabajo
El Ricote erudito
La Víbora y la Sanguijuela
El Ricacho metido a Arquitecto
El Médico, el Enfermo y la Enfermedad
El Canario y el Grajo
El Guacamayo y el Topo
El Canario y otros Animales
El Mono y el Elefante
El río Tajo, una Fuente y un Arroyo
El Caracol y los Galápagos
La Verruga, el Lobanillo y la Corcova
{3}
FÁBULAS LITERARIAS
PRÓLOGO
FÁBULA I
El Elefante y otros animales
( Ningún particular debe ofenderse de lo que se dice encomún. ) Allá, en tiempo de entonces,
Y en tierras muy remotas,
Cuando hablaban los brutos
Su cierta jerigonza,
Notó el sabio Elefante5
Que entre ellos era moda
Incurrir en abusos
Dignos de gran reforma.
Afeárselos quiere,
Y a este fin los convoca.10
Hace una reverencia
A todos con la trompa,
Y empieza a persuadirlos
En una arenga docta,
Que para aquel intento15
Estudió de memoria.
Abominando estuvo
Por más de un cuarto de hora
Mil ridículas faltas,
Mil costumbres viciosas:20
La nociva pereza,
La afectada bambolla,
La arrogante ignorancia,
La envidia maliciosa.
Gustosos en extremo,25
Y abriendo tanta boca,
Sus consejos oían
Muchos de aquella tropa:{4}
El Cordero inocente,
La siempre fiel Paloma,30
El leal Perdiguero,
La Abeja artificiosa,
El Caballo obediente,
La Hormiga afanadora,
El hábil Jilguerillo,35
La simple Mariposa.
Pero del auditorio
Otra porción no corta,
Ofendida, no pudo
Sufrir tanta parola.40
El Tigre, el rapaz Lobo
Contra el censor se enojan.
¡Qué de injurias vomita
La Sierpe venenosa!
Murmuran por lo bajo,45
Zumbando en voces roncas,
El Zángano, la Avispa,
El Tábano y la Mosca.
Sálense del concurso,
Por no escuchar sus glorias,50
El Cigarrón dañino,
La Oruga y la Langosta.
La Garduña se encoge,
Disimula la Zorra,
Y el insolente Mono55
Hace de todo mofa.
Estaba el Elefante
Viéndolo con pachorra,
Y su razonamiento
Concluyó en esta forma:60
"A todos y a ninguno
Mis advertencias tocan:
Quien las siente, se culpa;
El que no, que las oiga."
Quien mis fábulas lea,65
Sepa también que todas
Hablan a mil naciones,
No sólo a la española.{5}
Ni de estos tiempos hablan,
Porque defectos notan70
Que hubo en el mundo siempre,
Como los hay ahora.
Y pues no vituperan
Señaladas personas,
Quien haga aplicaciones75
Con su pan se lo coma.
FÁBULA II
El Gusano de seda y la Araña
( Se ha de considerar la calidad de la obra, y no eltiempo que se ha tardado en hacerla. ) Trabajando un Gusano su capullo,
La Araña, que tejía a toda prisa,
De esta suerte le habló con falsa risa,
Muy propia de su orgullo:
"¿Qué dice de mi tela el seor gusano?5
Esta mañana la empecé temprano,
Y ya estará acabada a mediodía.
Mire qué sutil es, mire qué bella..."
El Gusano con sorna respondía:
"Usted tiene razón: ¡así sale ella!"10
FÁBULA III
El Oso, la Mona y el Cerdo
( Nunca una obra se acredita tanto de mala como cuandola aplauden los necios. ) Un Oso con que la vida
Ganaba un piamontés,
La no muy bien aprendida
Danza ensayaba en dos pies.
Queriendo hacer de persona,5
Dijo a una Mona: "¿Qué tal?"
Era perita la Mona,
Y respondióle: "Muy mal."
—"Yo creo, replicó el Oso,
Que me haces poco favor.10
{6}
¿Pues qué? ¿mi aire no es garboso?
¿No hago el paso con primor?"
Estaba el Cerdo presente,
Y dijo: "Bravo, ¡bien va!
Bailarín más excelente15
No se ha visto ni verá."
Echó el Oso, al oír esto,
Sus cuentas allá entre sí
Y, con ademán modesto,
Hubo de exclamar así:20
"Cuando me desaprobaba
La Mona, llegué a dudar;
Mas ya que el Cerdo me alaba,
Muy mal debo de bailar."
Guarde para su regalo25
Esta sentencia un autor:
Si el sabio no aprueba, ¡malo!
Si el necio aplaude, ¡peor!
FÁBULA IV
La Abeja y los Zánganos
( Fácilmente se luce con citar y elogiar a los hombresgrandes de la antigüedad; el mérito está en imitarlos. )
A tratar de un gravísimo negocio
Se juntaron los zánganos un día.
Cada cual varios medios discurría
Para disimular su inútil ocio;
Y por librarse de tan fea nota5
A vista de los otros animales,
Aun el más perezoso y más idiota
Quería, bien o mal, hacer panales.
Mas como el trabajar les era duro,
Y el enjambre inexperto10
No estaba muy seguro
De rematar la empresa con acierto,
Intentaron salir de aquel apuro
Con acudir a una colmena vieja,
Y sacar el cadáver de una Abeja15
Muy hábil en su tiempo y laboriosa;{7}
Hacerla, con la pompa más honrosa,
Unas grandes exequias funerales,
Y susurrar elogios inmortales
De lo ingeniosa que era20
En labrar dulce miel y blanca cera.
Con esto se alababan tan ufanos,
Que una Abeja les dijo por despique:
"¿No trabajáis más que eso? Pues, hermanos, Jamás equivaldrá vuestro zumbido25
A una gota de miel que yo fabrique."
¡Cuántos pasar por sabios han querido
Con citar a los muertos que lo han sido!
¡Y qué pomposamente que los citan!
Mas pregunto yo ahora: ¿los imitan?30
FÁBULA V
Los dos Loros y la Cotorra
( Los que corrompen su idioma no tienen otro desquiteque llamar puristas a los que le hablan con propiedad,como si el serlo fuera tacha. ) De Santo Domingo trajo
Dos Loros una señora.
La isla en parte es francesa,
Y otra parte española.
Así, cada animalito5
Hablaba distinto idioma.
Pusiéronlos al balcón,
Y aquello era Babilonia.
De francés y castellano
Hicieron tal pepitoria,10
Que al cabo ya no sabían
Hablar ni una lengua ni otra.
El francés del español
Tomó voces, aunque pocas;
El español al francés15
Casi se las tomó todas.
Manda el ama separarlos;
Y el francés luego reforma
Las palabras que aprendió{8}
De lengua que no es de moda.20
El español, al contrario,
No olvida la jerigonza,
Y aun discurre que con ella
Ilustra su lengua propia.
Llegó a pedir en francés25
Los garbanzos de la olla;
Y desde el balcón de enfrente
Una erudita Cotorra
La carcajada soltó,
Haciendo del Loro mofa.30
Él respondió solamente,
Como por tacha afrentosa:
Vos no sois que una PURISTA[1];
Y ella dijo: A mucha honra.
¡Vaya que los loros son35
Lo mismo que las personas!
FÁBULA VI
El Mono y el Titiritero
( Sin claridad no hay obra buena. )
El fidedigno padre Valdecebro,
Que en discurrir historias de animales
Se calentó el celebro,
Pintándolos con pelos y señales;
Que en estilo encumbrado y elocuente5
Del unicornio cuenta maravillas
Y el ave fénix cree a pie juntillas
(No tengo bien presente
Si es en el libro octavo o en el nono),
Refiere el caso de un famoso Mono.10
Éste, pues, que era diestro
En mil habilidades, y servía
A un gran titiritero, quiso un día,
Mientras estaba ausente su maestro,
Convidar diferentes animales15
De aquellos más amigos,
A que fuesen testigos{9}
De todas sus monadas principales.
Empezó por hacer la mortecina;
Después bailó en la cuerda a la arlequina,20
Con el salto mortal y la campana,
Luego el despeñadero,
La espatarrada, vueltas de carnero,
Y al fin el ejercicio a la prusiana.
De éstas y de otras gracias hizo alarde,25
Mas lo mejor faltaba todavía;
Pues imitando lo que su amo hacía,
Ofrecerles pensó, porque la tarde
Completa fuese y la función amena,
De la linterna mágica una escena.30
Luego que la atención del auditorio
Con un preparatorio
Exordio concilió, según es uso,
Detrás de aquella máquina se puso;
Y durante el manejo35
De los vidrios pintados,
Fáciles de mover a todos lados,
Las diversas figuras
Iba explicando con locuaz despejo.
Estaba el cuarto a obscuras,40
Cual se requiere en casos semejantes,
Y aunque los circunstantes
Observaban atentos,
Ninguno ver podía los portentos
Que con tanta parola y grave tono45
Les anunciaba el ingenioso Mono.
Todos se confundían, sospechando
Que aquello era burlarse de la gente.
Estaba el Mono ya corrido, cuando
Entró maese Pedro de repente,50
E informado del lance, entre severo
Y risueño le dijo: "¡Majadero!
¿De qué sirve tu charla sempiterna,
Si tienes apagada la linterna?"
Perdonadme, sutiles y altas Musas,55
Las que hacéis vanidad de ser confusas:
¿Os puedo yo decir con mejor modo
Que sin la claridad os falta todo?
{10}
FÁBULA VII
La Campana y el Esquilón
( Con hablar poco y gravemente, logran muchos opiniónde hombres grandes. ) En cierta catedral una Campana había,
Que sólo se tocaba algún solemne día.
Con el más recio son, con pausado compás,
Cuatro golpes, o tres, solía dar no más.
Por esto, y ser mayor de la ordinaria marca,5
Celebrada fué siempre en toda la comarca.
Tenía la ciudad en su jurisdicción
Una aldea infeliz de corta población,
Siendo su parroquial una pobre iglesita,
Con chico campanario, a modo de una ermita;10
Y un rajado Esquilón, pendiente en medio de él,
Era allí quien hacía el principal papel.
A fin de que imitase aqueste campanario
Al de la catedral, dispuso el vecindario
Que despacio, y muy poco, el dichoso Esquilón15
Se hubiese de tocar sólo en tal cual función.
Y pudo tanto aquello en la gente aldeana,
Que el Esquilón pasó por una gran campana.
Muy verosímil es, pues que la gravedad
Suple en muchos así por la capacidad.20
Dígnanse rara vez de despegar sus labios,
Y piensan que con esto imitan a los sabios.
FÁBULA VIII
El Burro flautista
( Sin reglas del arte, el que en algo acierta, acierta porcasualidad. ) Esta fabulilla,
Salga bien o mal,
Me ha ocurrido ahora
Por casualidad.
Cerca de unos
prados5
Que hay en mi lugar,{11}
Pasaba un Borrico
Por casualidad.
Una flauta en ellos
Halló, que un zagal10
Se dejó olvidada
Por casualidad.
Acercóse a olerla
El dicho animal,
Y dió un resoplido15
Por casualidad.
En la flauta el aire
Se hubo de colar,
Y sonó la flauta
Por casualidad.20
¡Oh! dijo el Borrico:
¡Qué bien sé tocar!
¡Y dirán que es mala
La música asnal!
Sin reglas del arte,25
Borriquitos hay
Que una vez aciertan
Por casualidad.
FÁBULA IX
La Hormiga y la Pulga
( Para no alabar las obras buenas, algunos las suponende fácil ejecución. ) Tienen algunos un gracioso modo
De aparentar que se lo saben todo;
Pues cuando oyen o ven cualquiera cosa,
Por más nueva que sea y primorosa,
Muy trivial y muy fácil la suponen,5
Y a tener que alabarla no se exponen.
Esta casta de gente
No se me ha de escapar, por vida mía,
Sin que lleve su fábula corriente,
Aunque gaste en hacerla todo un día.10
A la Pulga la Hormiga refería
Lo mucho que se afana,
Y con qué industrias el sustento gana,{12}
De qué suerte fabrica el hormiguero,
Cuál es la habitación, cuál el granero,15
Cómo el grano acarrea,
Repartiendo entre todas la tarea;
Con otras menudencias muy curiosas,
Que pudieran pasar por fabulosas
Si diarias experiencias20
No las acreditasen de evidencias.
A todas sus razones
Contestaba la Pulga, no diciendo
Más que estas u otras tales expresiones:
Pues ya... si... se supone... bien... lo entiendo...25
Ya lo decía yo... sin duda... es claro...
Está visto: ¿tiene eso algo de raro?