Disimularon el chasco.
La rana por los semblantes45
Bien conoció, sin embargo,
Que habían de ser muy pocas
Las palmadas y los bravos.
Salióse del corro y dijo:
"¡Cómo desentona el asno!"50
Este replicó: "Los tiples
Sí que están desentonados."
—"Quien lo echa todo a perder
(Añadió un grillo chillando)
Es el cerdo."—"Poco a poco55
(Respondió luego el marrano);
Nadie desafina más
Que la cigarra, contralto."
—"Tenga modo, y hable bien{44}
(Saltó la cigarra); es falso;60
Esos tábanos tenores
Son los autores del daño."
Cortó el león la disputa,
Diciendo: "¡Grandes bellacos!
¿Antes de empezar la solfa,65
No la estabais celebrando?
Cada uno para sí
Pretendía los aplausos,
Como que se debería
Todo el acierto a su canto.70
Mas viendo ya que el concierto
Es un infierno abreviado,
Nadie quiere parte en él,
Y a los otros hace cargos.
Jamás volváis a poneros75
En mi presencia: ¡mudaos!
Que si otra vez me cantáis,
Tengo de hacer un estrago."
¡Así permitiera el Cielo
Que sucediera otro tanto80
Cuando, trabajando a escote
Tres escritores o cuatro,
Cada cual quiere la gloria
Si es bueno el libro, o mediano,
Y los compañeros tienen85
La culpa si sale malo!
FÁBULA XLIV
La Espada y el Asador
( Contra dos especies de malos traductores. ) Sirvió en muchos combates una espada
Tersa, fina, cortante, bien templada,
La más famosa que salió de mano
De insigne fabricante toledano.
Fué pasando a poder de varios dueños,5
Y airosos los sacó de mil empeños.
Vendióse en almonedas diferentes{45}
Hasta que por extraños accidentes
Vino, en fin, a parar (¡quién lo diría!)
A un obscuro rincón de una hostería,10
Donde, cual mueble inútil arrimada,
Se tomaba de orín. Una criada,
Por mandado de su amo el posadero,
Que debía de ser gran majadero,
Se la llevó una vez a la cocina,15
Atravesó con ella una gallina,
Y héteme un asador hecho y derecho
La que una espada fué de honra y provecho.
Mientras esto pasaba en la posada,
En la corte comprar quiso una espada20
Cierto recién llegado forastero,
Transformado de payo en caballero.
El espadero, viendo que al presente
Es la espada un adorno solamente,
Y que pasa por buena cualquier hoja,25
Siendo de moda el puño que se escoja,
Díjole que volviese al otro día.
Un asador que en su cocina había
Luego desbasta, afila y acicala,
Y por espada de Tomás de Ayala30
Al pobre forastero, que no entiende
De semejantes compras, se le vende;
Siendo tan picarón el espadero
Como fué mentecato el posadero.
Mas ¿de igual ignorancia o picardía35
Nuestra nación quejarse no podría
Contra los traductores de dos clases,
Que infestada la tienen con sus frases?
Unos traducen obras celebradas,
Y en asadores vuelven las espadas;40
Otros hay que traducen las peores,
Y venden por espadas asadores.
{46}
FÁBULA XLV
Los cuatro Lisiados
( Las obras que un particular puede desempeñar por sísolo, no merecen se emplee en ellas el trabajo demuchos hombres. )
Un mudo a nativitate,
Y más sordo que una tapia,
Vino a tratar con un ciego
Cosas de poca importancia.
Hablaba el ciego por señas,5
Que para el mudo eran claras;
Mas hízole otras el mudo,
Y él a obscuras se quedaba.
En este apuro, trajeron,
Para que los ayudara,10
A un camarada de entrambos,
Que era manco por desgracia.
Éste las señas del mudo
Trasladaba con palabras,
Y por aquel medio el ciego15
Del negocio se enteraba.
Por último resultó,
De conferencia tan rara,
Que era preciso escribir
Sobre el asunto una carta.20
"Compañeros, saltó el manco,
Mi auxilio a tanto no alcanza;
Pero a escribirla vendrá
El dómine, si le llaman."
—"¿Qué ha de venir (dijo el
ciego),25
Si es cojo, que apenas anda?
Vamos, será menester
Ir a buscarle a su casa."
Así lo hicieron; y al fin
El cojo escribe la carta;30
Díctanla el ciego y el manco,
Y el mudo parte a llevarla.
Para el consabido asunto{47}
Con dos personas sobraba;
Mas, como eran ellas tales,35
Cuatro fueron necesarias.
Y a no ser porque ha tan poco
Que en un lugar de la Alcarria
Acaeció esta aventura,
Testigos más de cien almas,40
Bien pudiera sospecharse
Que estaba adrede inventada
Por alguno que con ella
Quiso pintar lo que pasa
Cuando, juntándose muchos45
En pandilla literaria,
Tienen que trabajar todos
Para una gran patarata.
FÁBULA XLVI
El Pollo y los dos Gallos
( No ha de considerarse en un autor la edad, sino eltalento. ) Un Gallo, presumido
De luchador valiente,
Y un Pollo algo crecido,
No sé por qué accidente
Tuvieron sus palabras, de manera5
Que armaron una brava pelotera.
Dióse el Pollo tal maña,
Que sacudió a mi Gallo lindamente,
Quedando ya por suya la campaña,
Y el vencido sultán de aquel serrallo10
Dijo, cuando el contrario no lo oía:
"¡Eh! con el tiempo no será mal Gallo:
El pobrecillo es mozo todavía."
Jamás volvió a meterse con el Pollo;
Mas en otra ocasión, por cierto embrollo,15
Teniendo un choque con un Gallo anciano,
Guerrero veterano,
Apenas le quedó pluma ni cresta:
Y dijo al retirarse de la fiesta:{48}
"Si no mirara que es un pobre viejo...20
Pero chochea y por piedad le dejo."
Quien se meta en contienda,
Verbigracia de asunto literario,
A los años no atienda,
Sino a la habilidad de su adversario.25
FÁBULA XLVII
La Urraca y la Mona
( El verdadero caudal de erudición no consiste en hacinarmuchas noticias, sino en recoger con elección lasútiles y necesarias. )
A una Mona
Muy taimada
Dijo un día
Cierta Urraca:
"Si vinieras5
A mi estancia,
¡Cuántas cosas
Te enseñara!
Tú bien sabes
Con qué maña10
Robo, y guardo
Mil alhajas.
Ven, si quieres,
Y veráslas
Escondidas15
Tras de una arca."
La otra dijo:
"Vaya en gracia;"
Y al paraje
La acompaña.20
Fué sacando
Doña Urraca
Una liga
Colorada,
Un tontillo25
De casaca,
Una hebilla,{49}
Dos medallas,
La contera
De una espada,30
Medio peine,
Y una vaina
De tijeras;
Una gasa,
Un mal cabo35
De navaja,
Tres clavijas
De guitarra,
Y otras muchas
Zarandajas.40
"¿Qué tal? dijo;
Vaya, hermana,
¿No me envidia?
¿No se pasma?
A fe que otra45
De mi casta
En riqueza
No me iguala."
Nuestra Mona
La miraba50
Con un gesto
De bellaca;
Y al fin dijo:
"¡Patarata!
Has juntado55
Lindas maulas.
Aquí tienes
Quien te gana,
Porque es útil
Lo que guarda.60
Si no, mira
Mis quijadas.
Bajo de ellas,
Camarada,
Hay dos buches65
O papadas,
Que se encogen
Y se ensanchan.{50}
Como aquello
Que me basta,70
Y el sobrante
Guardo en ambas
Para cuando
Me haga falta.
Tú amontonas75
Mentecata,
Trapos viejos,
Y morralla;
Mas yo, nueces,
Avellanas,80
Dulces, carne
Y otras cuantas
Provisiones
Necesarias."
Y esta Mona85
Redomada
¿Habló sólo
Con la Urraca?
Me parece
Que más habla90
Con algunos
Que hacen gala
De confusas
Misceláneas
Y fárrago95
Sin substancia.
FÁBULA XLVIII
El Ruiseñor y el Gorrión
( Nadie crea saber tanto, que no tenga más que aprender. ) Siguiendo el son del organillo un día,
Tomaba el ruiseñor lección de canto,
Y a la jaula llegándose entre tanto
El Gorrión parlero, así decía:
"¡Cuánto me maravillo5
De ver que de ese modo
Un pájaro tan diestro{51}
A un discípulo tiene por maestro!
Porque al fin lo que sabe el organillo
A ti lo debe todo."10
—"A pesar de eso (el Ruiseñor replica),
Si él aprendió de mí, yo de él aprendo.
A imitar mis caprichos él se aplica:
Yo los voy corrigiendo
Con arreglarme al arte que él enseña;15
Y así pronto verás lo que adelanta
Un Ruiseñor que con escuela canta."
¿De aprender se desdeña
El literato grave?
Pues más debe estudiar el que más sabe.20
FÁBULA XLIX
El Jardinero y su Amo
( La perfección de una obra consiste en la unión de loútil y de lo agradable. ) En un jardín de flores
Había una gran fuente,
Cuyo pilón servía
De estanque a carpas, tencas y otros peces.
Únicamente al riego5
El jardinero atiende,
De modo que entre tanto
Los peces agua en que vivir no tienen.
Viendo tal desgobierno,
Su amo le reprende;10
Pues aunque quiere flores,
Regalarse con peces también quiere.
Y el rudo jardinero
Tan puntual le obedece,
Que las plantas no riega15
Para que el agua del pilón no merme.
Al cabo de algún tiempo
El amo al jardín vuelve,
Halla secas las flores,
Y amostazado, dice de esta suerte:20
"Hombre, no riegues tanto,{52}
Que me quede sin peces;
Ni cuides tanto de ellos,
Que sin flores, gran bárbaro, me dejes."
La máxima es trillada,25
Mas repetirse debe:
Si al pleno acierto aspiras,
Une la utilidad con el deleite.
FÁBULA L
Los dos Tordos
( No se han de apreciar los libros por su bulto ni porsu tamaño. ) Persuadía un tordo abuelo,
Lleno de años y prudencia,
A un tordo, su nietezuelo,
Mozo de poca experiencia,
A que, acelerando el vuelo,5
Viniese con preferencia
Hacia una poblada viña
E hiciese allí su rapiña.
"¿Esa viña dónde está?
(Le pregunta el mozalbete),10
¿Y qué fruto es el que da?"
—"Hoy te espera un gran banquete
(Dice el viejo), ven acá;
Aprende a vivir, pobrete."
Y no bien lo dijo, cuando15
Las uvas le fué enseñando.
Al verlas saltó el rapaz:
"¿Y ésta es la fruta alabada
De un pájaro tan sagaz?
¡Qué chica! ¡qué desmedrada!20
¡Ea, vaya! es incapaz
Que eso pueda valer nada.
Yo tengo fruta mayor
En una huerta, y mejor."
—"Veamos, dijo el anciano:25
Aunque sé que más valdrá
De mis uvas solo un grano."{53}
A la huerta llegan ya;
Y el joven exclama ufano:
"¡Qué fruta! ¡qué gorda está!30
¿No tiene excelente traza?..."
¿Y qué era? Una calabaza.
Que un tordo en aqueste engaño
Caiga, no lo dificulto,
Pero es mucho más extraño35
Que hombre tenido por culto
Aprecie por el tamaño
Los libros, y por el bulto.
Grande es, si es buena, una obra;
Si es mala, toda ella sobra.40
FÁBULA LI
El Fabricante de Galones y la Encajera
( No basta que sea buena la materia de un escrito; esmenester que también lo sea el modo de tratarla. )
Cerca de una Encajera
Vivía un Fabricante de galones.
"Vecina, ¡quién creyera
(Le dijo) que valiesen más doblones
De tu encaje tres varas5
Que diez de un galón de oro de dos caras!"
—"De que a tu mercancía
(Esto es lo que ella respondió al vecino)
Tanto exceda la mía,
Aunque en oro trabajas, y yo en lino,10
No debes admirarte,
Pues más que la materia vale el arte."
Quien desprecie el estilo,
Y diga que a las cosas sólo atiende,
Advierta que si el hilo15
Más que el noble metal caro se vende,
También da la elegancia
Su principal valor a la substancia.
{54}
FÁBULA LII
El Cazador y el Hurón
( A los que se aprovechan de las noticias de otros, y tienenla ingratitud de no citarlos. ) Cargado de conejos,
Y muerto de calor,
Una tarde de lejos
A su casa volvía un Cazador.
Encontró en el camino,5
Muy cerca del lugar,
A un amigo y vecino,
Y su fortuna le empezó a contar.
"Me afané todo el día
(Le dijo); pero ¡qué!10
Si mejor cacería
No la he logrado, ni la lograré.
"Desde por la mañana
Es cierto que sufrí
Una buena solana;15
Mas mira qué gazapos traigo aquí.
"Te digo y te repito,
Fuera de vanidad,
Que en todo este distrito
No hay cazador de más habilidad."20
Con el oído atento
Escuchaba un Hurón
Este razonamiento,
Desde el corcho en que tiene su mansión.
Y el puntiagudo hocico25
Sacando por la red,
Dijo a su amo: "Suplico
Dos palabritas, con perdón de usted.
"Vaya, ¿cuál de nosotros
Fué el que más trabajó?30
¿Esos gazapos y otros
Quién se los ha cazado sino yo?
"¡Patrón! ¿tan poco valgo,
Que me tratan así?
{55}
Me parece que en algo35
Bien se pudiera hacer mención de mí."
Cualquiera pensaría
Que este aviso moral
Seguramente haría
Al Cazador gran fuerza; pues no hay tal.40
Se quedó tan sereno
Como ingrato escritor
Que del auxilio ajeno
Se aprovecha, y no cita al bienhechor.
FÁBULA LIII
El Gallo, el Cerdo y el Cordero
( Suelen ciertos autores sentar como principios infaliblesdel arte aquello mismo que ellos practican. )
Había en un corral un gallinero;
En este gallinero un Gallo había;
Y detrás del corral, en un chiquero,
Un Marrano gordísimo yacía.
Ítem más, se criaba allí un Cordero,5
Todos ellos en buena compañía;
Y ¿quién ignora que estos animales
Juntos suelen vivir en los corrales?
Pues (con perdón de ustedes) el Cochino
Dijo un día al Cordero: "¡Qué agradable,10
Qué feliz, qué pacífico destino
Es el poder dormir! ¡Qué saludable!
Yo te aseguro, como soy gorrino,
Que no hay, en esta vida miserable,
Gusto como tenderse a la bartola,15
Roncar bien y dejar rodar la bola."
El Gallo por su parte al tal Cordero
Dijo en otra ocasión: "Mira, inocente,
Para estar sano, para andar ligero,
Es menester dormir muy parcamente.20
El madrugar, en Julio u en Febrero,
Con estrellas, es método prudente,
Porque el sueño entorpece los sentidos,
Deja los cuerpos flojos y abatidos."{56}
Confuso, ambos dictámenes coteja25
El simple Corderillo, y no adivina
Que lo que cada uno le aconseja
No es más que aquello mismo a que se inclina.
Acá entre los autores ya es muy vieja
La trampa de sentar como doctrina30
Y gran regla, a la cual nos sujetamos,
Lo que en nuestros escritos practicamos.
FÁBULA LIV
El Pedernal y el Eslabón
( La naturaleza y el arte han de ayudarse reciprocamente. ) Al eslabón de cruel
Trató el pedernal un día,
Porque a menudo le hería
Para sacar chispas de él.
Riñendo éste con aquél,5
Al separarse los dos,
"Quedaos, dijo, con Dios.
¿Valéis vos algo sin mí?"
Y el otro responde: "Sí,
Lo que sin mí valéis vos."10
Este ejemplo material
Todo escritor considere,
Que el largo estudio no uniere
Al talento natural.
Ni da lumbre el pedernal15
Sin auxilio de eslabón,
Ni hay buena disposición
Que luzca faltando el arte.
Si obra cada cual aparte,
Ambos inútiles son.20
{57}
FÁBULA LV
El Juez y el Bandolero
( La costumbre inveterada no debe autorizar lo que larazón condena. ) Prendieron por fortuna a un Bandolero,
A tiempo cabalmente
Que de vida y dinero
Estaba despojando a un inocente.
Hízole cargo el Juez de su delito;5
Y él respondió: "Señor, desde chiquito
Fuí gato algo feliz en raterías;
Luego hebillas, relojes, capas, cajas,
Espadines robé, y otras alhajas;
Después, ya entrado en días,10
Escalé casas; y hoy, entre asesinos,
Soy salteador famoso de caminos.
Conque, vueseñoría no se espante
De que yo robe y mate a un caminante;
Porque este y otros daños15
Los he estado yo haciendo cuarenta años."
¿Al Bandolero culpan?
Pues ¿por ventura dan mejor salida
Los que, cuando disculpan
En las letras su error o su mal gusto,20
Alegan la costumbre envejecida
Contra el dictamen racional y justo?
FÁBULA LVI
La Criada y la Escoba
( Hay correctores de obras ajenas, que añaden máserrores de los que corrigen. ) Cierta criada la casa barría
Con una escoba muy puerca y muy vieja.
"Reniego yo de la escoba (decía):
Con su basura y pedazos que deja
Por donde pasa,5
Aun más ensucia que limpia la casa."{58}
Los remendones, que escritos ajenos
Corregir piensan, acaso de errores
Suelen dejarlos diez veces más llenos...
Mas no haya miedo que de estos señores10
Diga yo nada:
Que se lo diga por mí la criada.
FÁBULA LVII
El Naturalista y las Lagartijas
( A ciertos libros se les hace demasiado favor en criticarlos. ) Vió en una huerta
Dos Lagartijas
Cierto curioso
Naturalista.
Cógelas ambas,5
Y a toda prisa
Quiere hacer de ellas
Anatomía.
Ya me ha pillado
La más rolliza;10
Miembro por miembro
Ya me la trincha;
El microscopio
Luego le aplica.
Patas y cola,15
Pellejo y tripas,
Ojos y cuello,
Lomo y barriga,
Todo lo aparta,
Y lo examina.20
Toma la pluma,
De nuevo mira,
Escribe un poco,
Recapacita.
Sus mamotretos25
Después registra;
Vuelve a la propia
Carnicería.{59}
Varios curiosos
De su pandilla30
Entran a verle:
Dales noticia
De lo que observa;
Unos se admiran,
Otros preguntan,35
Otros cavilan.
Finalizada
La anatomía,
Cansóse el sabio
De Lagartija.40
Soltó la otra,
Que estaba viva.
Ella se vuelve
A sus rendijas,
En donde hablando45
Con sus vecinas,
Todo el suceso
Les participa.
"No hay que dudarlo,
No (las decía):50
Con estos ojos
Lo ví yo misma.
Se ha estado el hombre
Todito un día
Mirando el cuerpo55
De nuestra amiga.
¿Y hay quien nos trate
De sabandijas?
¿Cómo se sufre
Tal injusticia,60
Cuando tenemos
Cosas tan dignas
De contemplarse
Y andar escritas?
¡No hay que abatirse,65
Noble cuadrilla!
Valemos mucho,
Por más que digan."
¡Y querrán luego{60}
Que no se engrían70
Ciertos autores
De obras inicuas!
Los honra mucho
Quien los critica.
No seriamente,75
Muy por encima,
Deben notarse
Sus tonterías;
Que hacer gran caso