Todo el vulgacho, embobado
De ver cosa como aquella.
Después, como los ingenios
Se adelgazaron, empiezan
Á dejar aqueste uso,
Reduciendo los poetas
La mal ordenada prosa
En pastoriles endechas;
Hacían farsas de pastores,
De seis jornadas compuestas,
Sin más hato que un pellico,
Un laúd, una vihuela,
Una barba de zamarro,
Sin más oro ni más seda.
Y en efecto, poco á poco
Barbas y pellicos dejan,
Y empiezan á introducir
Amores en las comedias,
En las cuales ya había dama,
Y un padre que aquesta cela.
Había galán desdeñado,
Y otro que querido era.
Un viejo que reprendía,
Un bobo que los acecha,
Un vecino que los casa,
Y otro que ordena las fiestas.
Ya había saco de padre,
Había barba y cabellera,
Un vestido de mujer,
Porque entonces no lo eran
Sino niños: después de esto,
Se usaron otras sin estas
De moros y de cristianos
Con ropas y tunicelas;
Estas empezó Berrio;
Luego los demás poetas
Metieron figuras graves,
Como son reyes y reinas.
Fué el autor primero de esto
El noble Juan de la Cueva:
Hizo del padre tirano,
Como sabéis, dos comedias.
Sus Tratos de Argel Cervantes,
Hizo El Comendador Vega,
Sus Lauras y El bello Adonis
Don Francisco de la Cueva,
Loyola aquella de Audalla,
Que todas fueron muy buenas;
Y ya en este tiempo usaban
Cantar romances y letras,
Y esto cantaban dos ciegos
Naturales de sus tierras:
Hacían cuatro jornadas,
Tres entremeses en ellas,
Y al fin con un bailecito
Iba la gente contenta.
Pasó este tiempo, vino otro,
Subieron á más alteza;
Las cosas ya iban mejor;
Hizo entonces Artieda
Sus Encantos de Merlín
Y Lupercio sus tragedias.
Virués hizo su Semíramis,
Valerosa en paz y en guerra:
Morales su Conde loco,
Y otras muchas sin aquestas.
Hacían versos hinchados,
Ya usaban sayos de telas
De raso de terciopelo,
Y algunas medias de seda.
Ya se hacían tres jornadas
Y echaban restos en ellas;
Cantaban á dos y á tres
Y representaban hembras.
Llegó el tiempo que se usaron
Las comedias de apariencias,
De santos y de tramoyas,
Y entre estas farsas de guerras
Hizo Pedro Díaz entonces
La del Rosario, y fué buena;
San Antonio Alonso Díaz,
Y al fin no quedó poeta
En Sevilla que no hiciese
De algún santo su comedia:
Cantábase á tres y á cuatro;
Eran las mujeres bellas;
Vestíanse en hábito de hombre,
Y bizarras y compuestas,
Á representar salían
Con cadenas de oro y perlas.
Sacábanse ya caballos
Á los teatros, grandeza
Nunca vista hasta este tiempo,
Que no fué la menor de ellas.
En efecto este pasó,
Llegó el nuestro, que pudiera
Llamarse el tiempo dorado,
Según el punto en que llegan
Comedias, representantes,
Trazas, conceptos, sentencias,
Inventivas, novedades,
Música, entremeses, letras,
Graciosidad, bailes, máscaras,
Vestidos, galas, riquezas,
Torneos, justas, sortijas,
Y al fin cosas tan diversas
Que en punto las vemos hoy,
Que parece cosa incrédula
Que digan más de lo dicho
Los que han sido, son y sean.
¿Qué harán los que vinieren,
Que no sea cosa hecha?
¿Qué inventarán, que no esté
Ya inventado? Cosa es cierta.
Al fin la comedia está
Subida ya en tanta alteza,
Que se nos pierde de vista:
¡Plega á Dios que no se pierda!
Hace el sol de nuestra España,
Compone Lope de Vega,
La fénix de nuestros tiempos
Y Apolo de los poetas,
Tantas farsas por momentos,
Y todas ellas tan buenas,
Que ni yo sabré contarlas,
Ni hombre humano encarecerlas.
El divino Miguel Sánchez,
¿Quién no sabe lo que inventa,
Las coplas tan milagrosas,
Sentenciosas y discretas
Que compone de contino,
La propiedad grande de ellas,
Y el decir bien de ellas todos,
Que aquesta es mayor grandeza?
El jurado de Toledo,
Digno de memoria eterna,
Con callar está alabado,
Porque yo no sé aunque quiera.
El gran canónigo Tárraga,
Apolo, ocasión es esta,
En que si yo fuera tú,
Quedara corta mi lengua.
El tiempo es breve y yo largo;
Y así he de dejar por fuerza
De alabar tantos ingenios
Que en un sin fin procediera;
Pero de paso diré
De algunos que se me acuerdan,
Como el heróico Velarde,
Famoso Micer Artieda;
El gran Lupercio, Leonardo,
Aguilar el de Valencia,
El licenciado Ramón,
Justiniano, Ochoa, Zepeda,
El licenciado Mexía,
El buen Don Diego de Vera
Mescua, Don Guillén de Castro,
Liñán, Don Félix de Herrera,
Valdivielso y Almendarez,
Y entre muchos, uno queda:
Damián Salustio del Poyo,
Que no ha compuesto comedia
Que no mereciese estar
Con las letras de oro impresa,
Pues dan provecho al autor
Y honra á quien las representa.
De los farsantes que han hecho
Farsas, loas, bailes, letras,
Son Alonso de Morales,
Grajales, Zorita, Mesa,
Sánchez, Ríos, Avendaño,
Juan de Vergara, Villegas,
Pedro de Morales, Castro,
Y el del hijo de la tierra,
Caravajal, Claramonte,
Y otros que no se me acuerdan,
Que componen, y han compuesto
Comedias muchas y buenas.
¿Quién á todos no conoce?
¿Quién á su fama no llega?
¿Quién no se admira de ver
Sus ingenios y elocuencia?
Supuesto que esto es así,
No es mucho que yo me atreva
Á pediros en su nombre,
Que por la gran reverencia
Que se les debe á sus obras,
Mientras se hacen sus comedias,
Que las faltas perdonéis
De los que las representan.
II.
En la serie de poetas portugueses, que escribieron piezas dramáticas enespañol, merece nombrarse Saa de Miranda, muy conocido como lírico(nacido en 1504 y muerto en 1558). Entre sus églogas, hay algunas encastellano de carácter muy dramático, quizás destinadas á larepresentación. D. Adolfo de Castro ha llamado la atención, y no sinjusticia, sobre la séptima Alejo (semanario pintoresco de 1851).
Como el drama portugués, no sólo se confunde con el español en las obrasde Gil Vicente, sino también en las de otros, debió tratarse con másextensión de este punto en la historia del teatro español, y así se harácuando en lo sucesivo se aumente y reforme esta obra. Haremos, ahora,sin embargo, algunas indicaciones, tomando por guía la memoria sobre OTheatro portuguez, por Francisco Manoel Trigozo D'Aragaó Morato, en las Memorias da Academia Real das Sciencias de Lisboa, tomo V, parteprimera. Lisboa, 1817.
Espectáculos parecidos á dramas en las fiestas de la Corte de Portugal,aparecen mencionados repetidas veces en las crónicas, desde la época delrey Duarte I (1433-38). En las bodas de Leonor, hija de éste y madre delcaballeresco emperador alemán Maximiliano, con Federico III, su hermanoAlfonso V (1438-1481) y los demás infantes, representaron papeles en lasfiestas mímicas, con que se solemnizó en Lisboa esta ceremonia( Chronica d'El Rei D. Alfonso V, capítulo 131). Estas diversiones eranaún mas frecuentes en la Corte de Juan II, sucesor de Alfonso, cuyocronista, el famoso García de Resende, los describe en su Miscelánea con vivos colores.
Vimos grandes judarias,
Judeos, guínolas é touras;
Também mouras, mourarias,
Seus bailos, galantarias
De muitas fermosas mouras;
Sempre nas festas reaes,
Seran os dias principaes,
Fiestas de mouros avia;
Tamben festas se facia,
Que no podia ser mais.
Vimos costumes bem chan;
Nos reys ter esta maneira,
Corpo de Deos, San Joan,
Aver Canas, prociosam;
Aos domingos carreira.
Cabalgar pella cidade
Con muyta solennidade;
Ver correr, saltar, luctar,
Dançar, caçar, montear,
Em seus tempos é hidade.
En los juegos mímicos, que se celebraron en el matrimonio del desdichadopríncipe D. Alfonso, figuraba el mismo Rey ( Vida d'El Rei D. Joan II,por García de Resende, cap. CXXVI). Resende habla de una representacióndel Paraíso á las puertas de Avis, en Evora, cuando los desposadoshicieron su entrada en la ciudad; de otra en el comedor del rey, en lacual, el Soberano de Guinea se presentaba acompañado de tresdescomunales gigantes y con un séquito de moros; y, por último, de un entremés muito grande que appareceo na mesma sala en que vinhao muitosmouros mettidos em huma fortaleza. (Ib. capítulo CXXII, pág. 126.)
Aunque los orígenes del drama religioso en Portugal no han sido objetohasta ahora de investigación diligente, aparece, sin embargo, verosímil,que los autos de Gil Vicente se ajustan á otras piezas dramáticasportuguesas de esta misma clase, y que no son, como se ha sostenido,imitaciones de los misterios franceses. Hay datos numerosos de laexistencia de dramas religiosos del siglo XVI, y de la primera mitad delmismo. Saa de Miranda dice:
Que tróca ver lá Pasquinos
Desta terra cento á cento,
Quem ó vee sem sentimento
Tratar os livros divinos
Con tal desacatamento!
En muchas constituciones sinodales (como la de Lisboa de 1536, de Bragade 1537, de Angra de 1559, de Lamego de 1561, de Miranda de 1563, deFinchal de 1578 y de Oporto de 1585), se ordena que no se haganrepresentaciones dramáticas en la iglesia sin licencia de lasautoridades eclesiásticas, ni la del nacimiento de Cristo, su pasión yresurrección, deduciéndose que esas órdenes se quebrantaban confrecuencia, si nos atenemos á las veces que se repiten. También losautos sacramentales, con danzas y entremeses, llamaron desde unprincipio por sus escándalos la atención de las autoridades civiles. Enla ciudad de Oporto eran tan populares, que en el año 1538
acordaron elobispo y los magistrados seculares, confirmándolo luego Juan II, quemientras atravesaba la procesión la Rua Nova se representase un autocorto de un asunto piadoso, mientras se descubrían todos delante de laCustodia, y que, en las vísperas del mismo día, se repitiese en laiglesia, siempre que no perturbase el oficio de las mismas vísperas. Envirtud de un rescripto dirigido al municipio de Oporto, fecho en Lisboael 30 de Mayo de 1560, prohibió más tarde el rey D. Sebastián losabusos, que se habían deslizado ya en la procesión del Corpus de esaciudad, apareciendo de él que se elegían anualmente cinco ó seisdoncellas de las más hermosas, hijas de menestrales, para representar áSanta Catalina, Santa Clara y otras Santas, y que no siempre guardabanel decoro que convenía á sus papeles.
El ejemplo de Gil Vicente dió nacimiento á una escuela de poetasdramáticos, que escribieron autos y farsas de su estilo. Las obras dealgunos de los más notables, fueron coleccionadas por Alfonso Lopes daAcosta, y como primera parte dos autos é comedias portuguesas, Lisboa,por Andre Lobato, 1587—4.º Este libro, una de las rarezasbibliográficas más buscadas, contiene los autos Do Ave María, DoProcurador, Do Dezembargado, Dos Dous hirmaós Do Cioso, Do Mouroencantado, Dos Camtarinhos, de Antonio Prestes, de Santarem; el autode Rodrigo é Mendo de Jorge Vinto, Os Amphitrytes y Filidemo de Luisde Camöens, el auto Do Físico, de Jerónimo Ryveiro Soarez, y la CenaFeliciana, de Enrique López.
A estos autores, y añadiendo á ellos también Sebastián Pires, de Oporto(de quien se conservan muchos autos impresos en Coimbra, de 1557) puedenagregarse otros poetas, que, como por ejemplo, Alfonso Alvarez, BaltasarDíaz, Fray Antonio de Lisboa y Francisco Rodríguez Lobo, escribieronpiezas dramáticas portuguesas nacionales hasta principio del sigloXVII.
Después que Portugal se hizo provincia española en 1580, penetró eldrama español en los teatros de Lisboa, sin duda en razón á su brillo éimportancia. Ya á fines del siglo XVI escribió un cierto Simón Machado,en verso español, la comedia titulada La Pastora Alfea, por que, comodice en el prólogo, sólo lo extranjero merece los aplausos del público.
Vendo quan mal aceitais
As obras dos naturaes,
Fiz esta em lingua estrangeira,
Por ver se desta maneira
Como á elles nos tratais.
Después se arraigó la costumbre de escribir todas las comedias encastellano; y hasta cuando se hizo Portugal independiente de la naciónespañola, no hubo en esto alteración alguna, constando de los catálogoshechos por Barbosa Machado, que eran innumerables las piezas dramáticasde esta clase, escritas en español por los poetas portugueses.
Según parece, el idioma portugués quedó reservado para los autos.
ÍNDICE.
Págs.
Al Sr. D. Felipe González Vallarino.
Adolfo Federico, conde de Schack.
PRIMER PERIODO. —ORIGEN DEL DRAMA DE LA EUROPA MODERNA Y ORIGEN Y VICISITUDES DEL DRAMA ESPAÑOL
HASTA REVESTIR SUS CARACTERES Y FORMA DEFINITIVA EN 79
TIEMPO DE LOPE DE VEGA, Á FINES DEL SIGLO XVI (1588
á 1590).
CAPÍTULO PRIMERO. —Diversos orígenes del drama moderno.—Decadenciadel teatro romano en los últimos
tiempos del imperio.—Elementos dramáticos en el culto
de la Iglesia primitiva.—Fiestas religiosas, en cuya
celebración
aparecen las primeras representaciones dramáticas.—
Juegos
escénicos
romanos,
y
su
fusión
en
las
farsas
de la Edad media.
CAPÍTULO II. —Influencia simultánea de los ritos de la Iglesia y de las diversiones profanas en la formación del drama religioso.—Dramas religiosos más antiguos que 123
existen.—Fiestas del Corpus en el siglo
XIII.—Edad de oro
del drama religioso.—Misterios.—Moralidades.—Dramas
profanos del siglo XIII.
CAPÍTULO III. —Teatro romano en España.—Existencia de los espectáculos escénicos bajo los visigodos.—Si los 165
árabes conocieron también el drama.—Juegos mímicos de
los juglares.—Romances populares y su fusión en el drama.
CAPÍTULO IV. —Representaciones dramáticas en tiempo de Alfonso X.—Mención más antigua de las fiestas
escénicas
de
Navidad
(1360).—El
Arcipreste
de
Hita.—
Representación
dramática de la Danza de los muertos.—Pedro
González de Mendoza.—Fiestas y diversiones poéticas en
la corte de Juan II.—La comedieta de Pouza.—Las estrofas
de Mingo Revulgo.—Poesías dialogadas de El Cancionero
general.—Leyes contra la representación de dramas
en las iglesias.
CAPÍTULO V. —España á fines del siglo XV.—Juan del 251
Encina.— La Celestina.—Gil Vicente.
CAPÍTULO VI. —Torres Naharro.—Aparato escénico en la primera mitad del siglo XVI.—Dramas religiosos de esta
época.—Traducciones é imitaciones de tragedias y 303
comedias
antiguas.
CAPÍTULO VII. —Tragedias de Vasco Díaz Tanco.—Comedias de Jaime de Huete, Agustín de Ortiz, Juan Pastor
y Cristóbal de Castillejo.—Lope de Rueda.—Disposición 341
externa del teatro á mediados del siglo
XVI.—Alonso de la
Vega.—Comedia más antigua en tres actos ó jornadas de
Francisco de Avendaño.—Luis de Miranda.
CAPÍTULO VIII. —Juan de Timoneda.—Dramas religiosos y su división en autos y comedias divinas.—Juan de Malara y otros poetas dramáticos de Sevilla.—Perfeccionamiento 373
del aparato escénico por Pedro Navarro.—Noticia
de las compañías errantes de El viaje entretenido de
Agustín de Rojas.
CAPÍTULO IX. —Fundación y progresos de los teatros de Madrid.—Teatros de la Cruz y del Príncipe.—Disposición
interior de los teatros españoles.—Nombres de diversos
autores ó directores famosos de teatros del año de 1580, 413
que fueron también poetas dramáticos.—Tragedias de
Jerónimo
Bermúdez.—Juan de la Cueva.—Su dramaturgia.—Sus
dramas.
CAPÍTULO X. —Andrés Rey de Artieda.—Cristóbal de 447
Virués.—LópezPinciano, sobre el drama español.
Este libro se acabó de imprimir
en Madrid, en casa de
Manuel Tello, el día
12 de Enero del
año de
1886.
COLECCIÓN
DE
ESCRITORES CASTELLANOS.
ALARCÓN (D. P. A. de). Obras: trece tomos, 52 pesetas.
BALAGUER (D. Víctor). Las ruinas de Poblet: un tomo, 4 pesetas.
BELLO (D. Andrés). Poesías. (Agotada la edición ordinaria, hayejemplares de lujo, de 6
pesetas en adelante.)— Derecho Internacional:dos tomos, 8 pesetas.
CÁNOVAS DEL CASTILLO (D. Antonio). El Solitario y su tiempo: dostomos, 8 pesetas.—
Problemas contemporáneos: dos tomos, 10 pesetas.
CAÑETE (D. Manuel). Escritores españoles é hispano-americanos: tomo I,4 pesetas.—
Teatro español del siglo XVI: tomo I, 4 pesetas.
ESTÉBANEZ CALDERÓN (D. Serafín: El Solitario). Escenas andaluzas: untomo, 4
pesetas.— De la conquista y pérdida de Portugal: dos tomos, 8pesetas.
FUENTE (D. Vicente de la). Estudios críticos sobre la Historia y elDerecho de Aragón: series primera y segunda, 8 pesetas.
GÓMEZ MANRIQUE. Cancionero: tomo I, 4 pesetas.
GUILLÉN ROBLES. Leyendas moriscas: tomo I, 4 pesetas.
LÓPEZ DE AYALA (D. Adelardo).—Obras completas.—Siete tomos, 29pesetas.
MENÉNDEZ Y PELAYO (D. Marcelino). Odas, epístolas y tragedias: untomo, 4 pesetas.—
Historia de las ideas estéticas en España: tomos I,II y III (cuatro volúmenes), 17
pesetas.— Estudios de críticaliteraria: un tomo, 4 pesetas.— Calderón y su teatro: un tomo, 4pesetas.— Horacio en España, solaces bibliográficos: dos tomos, 10pesetas.
SUÁREZ (M. F.) Estudios Gramaticales: un tomo, 5 pesetas.
SCHACK (A. F.) Historia de la literatura y del arte dramático enEspaña: tomo I, 5
pesetas.
VALDIVIELSO (El M. Josef de). Romancero Espiritual: un tomo, 4pesetas.
VELARDE (D. José). Voces del alma: un tomo, 4 pesetas.
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Cortadillo.— El
Celoso
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