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[165] Hay memoria en diversos lugares del Repartimiento deSevilla, de Nicolás de los Romances y Domingo Abad de los Romances;ambos quiere Argote de Molina que fuesen poetas del Santo Rey; y deDomingo Abad de los Romances,—«este nuestro poeta (dice) escribió encastellano, que es lo más antiguo que he visto en Castilla; y por elgusto de los curiosos pondré aquí una serranica, que dice así:
«En somo del Puerto
Cuidéme ser muerto
De nieve y de frío,
Y de ese rocío
De la madrugada.
A la decidida
De una corrida
Fallé la serrana
Fermosa, lozana
E bien colorida.
Díxele á ella:
Omillome bella;
Diz tú que bien corres,
Aquí no te engorres,
Que el sol se recala.
Dix él: frío tengo,
E por eso vengo
A vos, fermosura;
Quered por mesura
Abrir la posada.
Dixo la moza:
Cormano, la choza
Está defendida.
Non habedes guarida
Sin facer jornada.»
«Domingo Abad de los Romances y Nicolás de los Romances quedaronavecindados en Sevilla, que consta de escrituras del archivo de la SantaIglesia.»—Diego Ortiz de Zúñiga, Anales eclesiásticos y seculares deSevilla. Edición de Madrid, 1795, tomo I, pág. 196.
La serranica citada (sobre cuya autenticidad se han suscitado gravesdudas) no está escrita en forma de romance, y la denominación de romances nada implica en verdad, puesto que en un principio sólo sedaba á entender con esta palabra una poesía en romance ó en lenguavulgar, pero la fundada sospecha de que los dos poetas que siguieron áSan Fernando á la conquista de Sevilla, eran realmente romanceros, nodeja de ser importante. No hay duda de que pocos años después, en elreinado de Alfonso X, se usaron versos octosílabos trocáicos, casiiguales á los de los romances. Hasta en las obras de este rey seencuentran ejemplos de ellos, pues suprimiendo el estribillo final delas estrofas, resulta un verdadero romance. Sirva de ejemplo elsiguiente: