—¡Cómo los romperán mis hermanos!—
pensaba.—¡Pobres
caballos!
¡Pobres
uniformes!
¡A
buenas
manos
iréis
a
parar!
Pensando en esto se afligía Pepito, y cada vez
que
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se le escapaba algún sollozo dirigía su vista a[194]
la
caja
que tenía abierta a su lado, y la miraba con
infinita
ternura, como si buscase en aquel conjunto de
esmaltes
y colores una idea brillante y alegre que serenase
su
imaginación.
60
De pronto una voz lastimera le sacó de sus
reflexiones.
Pepito volvió la cabeza hacia el sitio de donde
partía,
y vió junto a la verja una mujer mal vestida, con
un
niño
desnudo
en
sus
brazos.
—Señorito,—le dijo,—mi niño se muere de 65
hambre: déme usted una limosna, por Dios.
Luego la pobre mujer siguió llorando, y Pepito se
conmovió profundamente. Todo cuanto[195] tenía le
parecía
poco para aliviar aquel gran dolor, y no hallando
a mano cosa de más estima,[196] tomó su caja de colores
70
y la entregó a la infeliz madre, diciendo:
—Cójala usted; algo le darán por ella: es todo lo
que
tengo
aquí.
—¡Ay, señorito!—exclamó la mendiga—¿Dónde
voy a ir con esto? ¡Creerán que la he robado! 75
Pero el padre del generoso niño, que había
presenciado,
sin ser visto, la conmovedora escena, se apresuró
decir:
—No, ¡pobre mujer, usted puede aceptarla, que
yo
se
la
compraré!
80
Y puso en la mano de la mendiga un puñado de
monedas de plata, recogiendo el estuche que
Pepito
acababa
de
entregarla.
Page
[64]
El padre entonces abrazó a su hijo, con gran
efusión.
—Guarda—le dijo—tu último juguete: si alguna
85
vez te desprendes de[198] él, que sea para hacer una buena obra.
. . . . . . . . . . . .
Pepito guardó por mucho tiempo su caja de
colores.
Había terminado ya con provecho sus estudios y
era
90
además un notable pintor. Una tarde abrió
aquella
caja de colores, y le impresionó vivamente el
recuerdo
de aquella triste tarde en que iba a despedirse de
objeto
tan querido. Tomó entonces sus pinceles y trazó
con ellos un cuadro lleno de emoción y de
belleza,
que
95
contribuyó mucho a su celebridad de artista.
Llegaron a ofrecerle por este cuadro grandes
sumas
y
nunca
lo
quiso
vender.
Representaba la escena del jardín, que tan
profundamente
le había impresionado, y le había puesto el 100
título de El último juguete.
EJERCICIOS
Cuestionario
Contéstese por escrito en español a las preguntas que siguen.
1. ¿Por qué tuvo Pepito que despedirse de sus juguetes?
2. ¿Cuántos juguetes pudo conservar?
3. Nombre usted con sus significados ingleses cinco juguetes.
4. ¿En qué juguete fijó Pepito su preferencia?
5. ¿Qué emplea un artista para pintar cuadros?
6. Describa usted un cuadro que usted conozca.
7. ¿Qué lección podemos sacar de esta historieta?
Modismos
Tradúzcanse al español las siguientes oraciones basadas todas en losmodismos sacados del cuento "El Último Juguete."