Introducción
Los funcionarios de los centros penitenciario estamos acostumbrados a trabajar en equipo. Laborar en una cárcel hace que exista una necesidad enorme de unir a especialistas de distintas disciplinas y especialidades con el fin de alcanzar los objetivos del sistema de privación de libertad. Este trabajo es diario y la consulta entre nosotros, permanente. Sin embargo, cuando trabajamos en grupo lo hacemos desde la perspectiva de que cada especialista es dueño y señor de su campo. Su contribución al grupo será siempre desde su disciplina. De ahí que las autoridades de salud se consideren las únicas capaces de resolver los problemas de las enfermedades de los internos.
En nuestro país, cadaa disciplina ha sido muy recelosa en no permitir la participación de personas ajenas al gremio, y más aún cuando se trata de la medicina. En vista de que hasta la fecha las enfermedades de transmisión sexual en la cárcel eran curadas fácilmeente por el dispensario de salud, no se perfilaba ninguna necesidad de cuestionar esta política.
En el caso de una epidemia como el Sida, una enfermedad sin cura, que involucra una serie de factores culturales, eductativos, psicológicos y humanos, el monopolio de su manejo no debe recaer en manos de una sola persona, disciplina o grupo selecto de profesionales. Es una premisa de nuestro enfoque en el Modelo Holístico de que la epidemia es un problema de todos y que nos involucra, por igual a los técnicos, médicos, enfermeros, reclusos, policías y tratamientos nos involucra a todos los que laboramos en la cárcel y todos debemos participar en la campaña.
Esto hace que los talleres que vamos a realizar sean de tipo participativo, egalitarios, y horizontales. Nadie es un experto y nadier "instruye" a nadie. Todos, por el contrario, participamos en su desarrollo y todos aprendemos y decidimos
qué hacer con la información y con la prevención. Si un policía no cree en el sexo más seguro y en una redada, requisa los preservativos de los reclusos, nada lograremos con que los médicos distribuyan condones. Si un trabajador social opta por castigar a una pareja por encontrarlos teniendo relaciones sexuales, de nada servirá hablar de monogamia o fidelidad entre los internos.
Es nuestro interés, entonces, que todos los funcionarios se comprometan en la campaña de prevención del Sida. Pero para hacerlo, deben también revisar su propia información, conducta y problemas y dudas respecto al sexo más seguro y la prevención general. Es imposible pedir a los reclusos algo que nosotros mismos no podemos integrar a nuestras vidas y en el caso del Sida, ésto significa analizar grandes sectores de nuestras creencias, de nuestra capacidad para
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cambiar lo que no sirve. Esto es un proceso difícil y comprenderlo y vivirlo es indispensable para poder "vendérselo" a los demás.
Los ejercicios en esta sesión
El cuestionario es una pieza vital de los talleres para medir su efectividad. Debe ser llenado con toda tranquilidad y con la confianza del anonimato.
El grupo debe también establecer sus propias reglas del juego como, por ejemplo, la confidencialidad y al responsabilidad compartida. El juego del rompecabezas sirve para demostrar la necesidad del trabajo en grupo y cómo éste es a veces que el trabajo individual.
Ejercicios
Tema 1: Evaluación pretest
Objetivo: Evaluar los conocimientos de los técnicos con respecto al Sida y otros temas relacionados.
Ejercicio 1: Cuestionario
Duración: 45 minutos
Materiales: cuestionarios y lapiceros
Procedimiento: Pida a los participantes que llenen en silencio e individualmente el pretest.
Explique las instrucciones que se encuentran en la primera página del cuestionarios.
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Nota para el facilitador:
Esté cerca del grupo para evacuar cualquier duda. Recuerde que deben llenar todas las preguntas y no dejar ninguna sin contestar.
Tema 2: Presentación y encuadre
Objetivo: Ayudar a conocer a los facilitadores y a los participantes.
Ejercicio 2: Presentación
Duración: 20 minutos
Materiales: ninguno
Procedimiento:
a- Los facilitadores se presentarán al grupo y comentarán sus intereses para trabajar en este taller.
b- Se divide al grupo en parejas y se les pide que hablen, durante 5 minutos, acerca de las expectativas y dudas o reservas que tienen de los talleres.
c- Se escriben éstas en una hoja y, sin ponerles nombre, se revuelven. Se vuelve a plenario y cada uno le pide que lea una hoja.
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d- Luego, los facilitadores conducen una discusión acerca del contenido de estas hojas y de todas las dudas de los participantes.