Manual Para Prevencion Sida en Cárceles by Jacobo Schifter - HTML preview

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Criticas

El Método Simonton ha sido recibido con bastante escepticismo por la comunidad médica. Algunos galenos opinan, como Bernard Fox, del Instituto Nacional de Cáncer, que los Simonton han comparado un grupo el que acuden a su clínica en Texas que tienen mejores perspectivas económicas y físicas para hacer el viaje, con el nacional que incluye a pacientes que están incapacitados para moverse, por lo que los datos anteriores no pueden ser del todo confiables.

Jimmi Holland, jefe de psiquiatría del Memorial Sloan Kettering

Cancer Center de Nueva York, considera, por su parte, que los estudios que vinculan el cáncer con ciertos tipos de personalidad no han sido lo suficientemente riguroso. Holland cree que la teoría de los Simonton incrementa los sentimientos de culpabilidad de los pacientes en razón de que los hace sentirse causantes de su propia enfermedad.

A pesar de estas críticas, nadie se ha atrevido a cuestionar la devoción y la integridad de los especialistas. Los Simonton no están trabajando para lucrar del mal ajeno. El mismo Carl así lo señaló en una entrevista para la revista

Smithsonian: "la muerte de mis pacientes ha sido algo tan desvastador para mí que creí que llegado casi a destruirme por estar tan involucrado con su recuperación".

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El Método Simonton paso a paso

El Método Simonton es de tipo "holístico", o sea que considera que tanto lo físico como lo psíquico es indispensable para combatir el cáncer. Sus creadores los doctores Carl y Stephanie, opinan que un factor imprescindible para que el tratamiento sea efectivo es que el paciente tenga un estado emocional positivo. La persona que tiene tendencia a la depresión y a la desesperanza tiende a debilitar su sistema inmunológico y a servir de presa de la enfermedad. El cáncer según estos especialistas debe interpretarse como el resultado de un sistema de defensa mermado.

En razón de ser el cáncer una enfermedad asociada con estados depresivos y con altos grados de "estrés" o de tensión, el método ideal para combatirlo, nos dice Carl, es por medio de la esperanza y de la alegría de vivir. Una actividad positiva ante la vida, una enfermedad, y la seguridad en la propia capacidad del organismo para sanar, es la fórmula ideal para vencerlo.

Estos especialistas, sin embargo, recomiendan a sus pacientes que no renuncien al tratamiento médico convencional.

De acuerdo con su criterio, el Método Simonton debe servir como un suplemento adicional a la terapia médica. El paciente, por consiguiente, debe continuar con su tratamiento, ya sea éste de hormonas, de quimioterapia o de radiación, y añadir una serie de técnicas nuevas de tipo mental.

Sin embargo, los Simonton recomiendan ciertas pautas a seguir

aparentemente sin importancia, de la misma oficina del oncólogo. Las secretarias, en primer lugar, pueden convertirse en sus aliadas o enemigas.

Muchas de ellas son, a veces, personas con poca preparación pra relacionarse con el paciente con cáncer, pues no comprenden que esta enfermedad hace que en muchas ocasiones la persona llegue malhumarado o desesperada.

Muchos pacientes con cáncer se vuelven tan dependientes de los oncólogos, como resultado de la poca confianza en su capacidad de controlar la enfermedad, que callan con entoicidad ante cualquier agravio con el fin de no molestar a su "salvador". De ahí que las quejas, comparadas con las irregularidades, sean relativamente pocas.

Una doctora de la Caja Costarricense del Seguro Social opina, que, en la práctica privada, parte de la culpa recae en los pacientes. "Ellos se minusvalorizan tanto y consideran que él único que puede ayudarles es aquél que se consideran como el mejor oncólogo".

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En resumen, los Simonton consideran que el paciente debe tratar al oncólogo como su aliado y como un recurso importante, pero no el único, ni necesariamente el decisivo, en la lucha contra el cáncer.

Un paciente más seguro de sí mismo reduciría su dependencia en el oncólogo y podría exigirle un trato más acorde con su personalidad. Si el doctor no se conforma con sus expectativas y le quita más energía de lo necesario, el enfermo debería buscarse otro. Esto ayudaría a que el enfermo valorice más su participación en el proceso y también sus necesidades.

Los Simonton entienden que un viraje de 180 grados en la personalidad del paciente que padece de cáncer no es una meta sencilla de alcanzar. El individuo con un tumor, sin embargo, tiene una amenaza sobre su vida que puede facilitarle su apertura al cambio. Por esta razón, el Método le ofrece al paciente una serie de técnicas que le permitan neutralizar su estado depresivo, por un lado, y orientar toda la energía, por el otro, a combatir la enfermedad.

Estas técnicas, entonces, son de carácter "de ventilación", o sea aquellas orientadas a hacer que el paciente termine con las causas de su "estres" y otras de tipo "creadoras de energía positiva", o sean las que permiten obtener fuerzas para luchar contra el cáncer, como los ejercicios, los juegos, las metas y las actividades que le den motivación al paciente.

En el cuadro I se presenta un calendario de actividades para seis semanas. El paciente debe realizar cada una de estas tareas de la manera que se explicará posteriormente. Después de estas seis semanas, los Simonton esperan que él o ella incorporen estas técnicas permanentemente en su vida.