Estos especialistas ofrecen algunos criterios para establecer sus metas:
1. Escriba primero las metas en forma bastante balanceada, incluyendo las que le dan sentido a su vida y aquellas que le sean placenteras:
a. actividades de crecimiento personal y profesional (negocios, estudio, mejores relaciones personales, aprendizaje).
b. actividades de recreación (juegos, pasatiempos, entretenciones)
c. actividades físicas (ejercicios, deportes).
2. Hágalas concretas y específicas. No se imponga metas imposibles, en las que termina fracasando y que no están en su poder lograrlas.
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3. Coviértalas en algún modo de medición. Cuando se refieren al ejercicio, escriba cuánto quisiera hacer por semana; cuando sea recreación, anote lo que le gustaría en horas diarias, etc.
4. No caiga en la trampa de fijarse metas que cada semana aumente. No es necesario que su ejercicio, por ejemplo, incremente o que imponga escribir un libro más cada mes. Usted debe entender que las metas son una forma de hacer su vida más placentera y significativa y no una impresión más sobre sí mismo. Trátese con cariño.
Meditación para superar los resentimientos:
1 al 8. Repita los 8 pasos del Ejercicio de Relajación
9. Visualice a la persona a la que usted le tiene resentimiento.
10. Piense ahora que ese individuo recibe las cosas que siempre ha querido: amor, dinero, éxito, fama, etc.
11. Analice sus reacciones. Si les difícil desearle todas esas cosas buenas a su enemigo, verá que con el tiempo se hará más fácil.
12. Póngase ahora en el lugar de la otra persona cuando sucedió el pleito o la ruptura.
Trate de entender la actitud de su enemigo u opositor.
13. Note que después de haberlo pensando así, se siente más relajado y con menos resentimiento.
14. Abra los ojos lentamente y resuma sus actividades.
6.3 Meditación del Guía Espiritual
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Algunos teóricos han propuesto que en nuestra mente existe un "centro" que dirige, regula e influye en el curso de nuestras vidas. Freud lo llamó el "inconsciente". Este se comunica con el "consciente" por medio de los sentimientos, los sueños y las intuiciones.
Si embargo, los primeros que utilizarían las técnicas para comunicarse con ese centro "que todo lo sabe" fueron los discípulos de Jung.
En nuestra cultura, se tiende a ignorar los mensajes del inconsciente. La enfermedad, para algunos teóricos, es uno de ellos y ese "centro" la crea con el fin de que cambiemos alguna conducta o situación nociva. La mayoría de las veces sin embargo, preferimos "matar" el dolor o la enfermedad con una aspirina antes de averiguar cuál es el recado de nuestro incosciente.
Los Simonton se enfrentaron con este proceso cuando entrenaban a sus pacientes a realizar el ejercicio de Meditación de Imágenes.
Algunos pacientes de un momento a otro, se encontraban "bloqueados" mentalmente y no podrían imaginarse su cáncer.
Ante la insistencia de Carl o de Stephanie, los pacientes narraron que en sus sueños, a veces, visualizaba a una figura paternal que les decía que no los dejaría imaginarse el cáncer a menos de que cambiaran una que otara acción que era perjudical para todo el cuerpo.
La figura paternal no era otra cosa que el inconsciente mismo de la persona.
Por esta razón, estos galenos dicidieron crear una meditación guiada con el fin de que el paciente establezca un diálogo con su incosciente, o guía espiritual y averigue el por qué de su enfermedad y cualquier otro mensaje importante que su mente "incosciente" quiere hacerle saber a la parte "consciente"
Esta meditación también sirve para desenredar bloqueos ocultos y problemas no resueltos en el incosciente. Estos diálogos en muchas ocasiones, nos explican la razón de algún dolor, de la depresión, de la angustia y nos indican los cambios que debemos realizar para combatirlos.
La imagen del "Guía Espiritual" puede responder a la Jesucristo, a la de un guía hindú o la de cualquier persona de autoridad o de gran espiritualidad. Usted debe dejar que su incosciente le indique quién o qué será su guía espiritual.
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La mayoría de las veces la persona es un mensaje del incosciente. El guía espiritual puede variar de una meditación a otra (Ver cuatro página siguient).
Meditación del guia espiritual
1 al 8. Haga los 8 primeros pasos del ejercicio de relajación
9. Imagínese en un lugar hermoso, tranquilo y solitario. Préstele atención a los colores, a los sonidos, a las plantas y a los animales.
10. De un momento a otro, usted empieza a observar que hay un largo camino que se extiende más allá del horizonte.
11. Como tiene curiosidad por examinarlo, se acerca lentamente a él y se fija en lo extenso que es. Sorpresivamente, una luz blanca azulada se perfila en el horizonte y se le acerca.
12. Cuando está más próxima, observe que esta luz corresponde a una figura humana. Puede apreciar expresiones de su rostro.
13. Una vez frenta a ella, reconoce a la persona. Si se siente bien y a gusto, ésta que puede ser un hombre o una mujer, es su guía espiritual.
14. Después de saludarlo (a) y reconocerla (o) como su guía, siente la necesidad de hacerle una o varias preguntas. Su guía le responderá, verbalmente o no, a esas inquietudes.
15. Después de haber evacuado sus dudas, póngase de acuerdo para volverse a ver.
16. Despida, luego, a su guía por el mismo camino por donde llegó hasta que lo ve convertirse de nuevo en aquella luz blanca azulda. Una vez que él o ella se pierde en el horizonte, usted siente que esa luz protectora lo envuelve completamente.
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17. Vuelve con lentitud a su estado consciente.