Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca by Alvar Nuñez Cabeza de Baca - HTML preview

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CAP. XX. De como nos huimos.

Defpues de havernos mudado, defde à dos dias nos encomendamos à DiosNueftro Señor, i nos fuimos huiendo, confiando, qne aunque era ià tarde,i las Tunas fe acababan, con los frutos que quedarian en el Campo,podriamos andar buena parte de Tierra. Yendo aquel dia nueftro camino,con harto temor que los Indios nos havian de feguir, vimos vnos humos, iiendo à ellos, defpues de Vifperas llegamos allà, do vimos vn Indio, quecomo viò que ibamos à èl, huiò, fin querernos aguardar: nofotrosembiamos al Negro tras de èl, i como viò que iba folo, aguardòlo. ElNegro le dixo, que ibamos à bufcar aquella Gente, que hacia aquelloshumos. El refpondiò, que cerca de alli eftaban las Cafas, i que nosguiaria allà, i afi lo fuimos figuiendo: i èl corriò à dàr avifo de comoibamos, i à puefta del Sol vimos las Cafas: i dos tiros de Balleftaantes que llegafemos à ellas, hallamos quatro Indios, que nos efperaban,i nos refcibieron bien.

Diximosles, en Lengua de Mariames, que ibamos àbufcallos: i ellos moftraron, que fe holgaban con nueftra compañia, ianfi nos llevaron à fus Cafas; i à Dorantes, i al Negro apofentaron enCafa de vn Fifico: i à mi, i à Caftillo en Cafa de otro. Eftos tienenotra Lengua, i llamanfe Avavares, i fon aquellos que folian llevar losArcos à los nueftros, i iban à contratar con ellos; i aunque fon de otraNacion, i Lengua, entienden la Lengua de aquellos con quien anteseftabamos, i aquel mifmo dia havian llegado alli con fus Cafas. Luego elPueblo nos ofrefciò muchas Tunas, porque ià ellos tenian noticia denofotros, i como curabamos, i de las maravillas, que Nueftro Señor connofotros obraba (que aunque no huviera otras) harto grandes eranabrirnos caminos por Tierra tan defpoblada, i darnos Gente, por dondemuchos tiempos no la havia, i librarnos de tantos peligros, i nopermitir que nos matafen, i fuftentarnos con tanta hambre, i poneraquellas Gentes en coraçon, que nos tratafen bien, como adelantedirèmos.

CAP. XXI. De como curamos aqui vnos dolientes.

Aquella mifma noche, que llegamos, vinieron vnos Indios à Caftillo, idixeronle, que eftaban mui malos de la cabeça, rogandole, que loscurafe; i defpues que los huvo fantiguado, i encomendado à Dios, enaquel punto los Indios dixeron, que todo el mal fe les havia quitado: ifueron à fus Cafas, i truxeron muchas Tunas, i vn pedaço de carne deVenado, cofa, que no fabiamos què cofa era; i como efto entre ellos fepublicò, vinieron otros muchos enfermos en aquella noche, à que losfanafe, i cada vno traìa vn pedaço de Venado: i tantos eran, que nofabiamos adonde poner la carne. Dimos muchas gracias à Dios, porque cadadia iba crefciendo fu mifericordia, i mercedes; i defpues que feacabaron las curas, començaron à bailar, i hacer fus Areytos, i Fieftas,hafta otro dia que el Sol faliò: i durò la fiefta tres dias, por havernofotros venido, i al cabo de ellos les preguntamos por la Tierra deadelante, i por la Gente que en ella hallariamos, i los Mantenimientosque en ella havia? Refpondieronnos, que por toda aquella Tierra haviamuchas Tunas, mas que ià eran acabadas, i que ninguna Gente havia,porque todos eran idos à fus Cafas, con haver ià cogido las Tunas: i quela Tierra era mui fria, i en ella havia mui pocos Cueros. Nofotros,viendo efto, que ià el Invierno, i tiempo frio entraba, acordamos depafarlo con eftos. A cabo de cinco dias, que alli haviamos llegado, fepartieron à bufcar otras Tunas, adonde havia otra Gente de otrasNafciones, i Lenguas; i andadas cinco jornadas, con mui grande hambre,porque en el camino no havia Tunas, ni otra Fruta ninguna, allegamos àvn Rio, donde afentamos nueftras Cafas, i defpues de afentadas, fuimos àbufcar vna Fruta de vnos Arboles, que es como Hieros: i como por todaefta Tierra no ai Caminos, Yo me detuve mas en bufcarla: la Gente febolviò, i Yo quedè folo, i viniendo à bufcarlos, aquella noche me perdì;i plugò à Dios, que hallè vn Arbol ardiendo, i al fuego de èl pasè aquelfrio aquella noche, i à la mañana Yo me carguè de Leña, i tomè dostiçones, i bolvì à bufcarlos, i anduve de efta manera cinco dias,fiempre con mi lumbre, i carga de Leña, porque fi el fuego fe me matafeen parte donde no tuviefe Leña, como en muchas partes no la havia,tuviefe de que hacer otros tiçones, i no me quedafe fin lumbre, porquepara el frio Yo no tenia otro remedio, por andar defnudo, como nafcì; ipara las noches Yo tenia efte remedio, que me iba à las matas del Monte,que eftaba cerca de los Rios, i paraba en ellas, antes que el Sol fepufiefe, i en la Tierra hacia vn hoio, i en èl echaba mucha Leña, que fecria en muchos Arboles, de que por alli ai mui gran cantidad, i juntabamucha Leña, de la que eftaba caìda, i feca de los Arboles, i al derredorde aquel hoio hacia quatro fuegos en Cruz, i Yo tenia cargo, i cuidadode rehacer el fuego de rato en rato, i hacia vnas gavillas de pajalarga, que por alli ai, con que me cubria en aquel hoio: i de eftamanera me amparaba del frio de las noches; i vna de ellas el fuego caiòen la paja, con que Yo eftaba cubierto, i eftando Yo durmiendo en elhoio, començò à arder mui recio, i por mucha priefa que Yo me dì àfalir, todavia faquè feñal en los cabellos del peligro en que haviaeftado. En todo efte tiempo no comì bocado, ni hallè cofa, que pudiefecomer: i como traìa los pies defcalços, corriòme de ellos mucha fangre;i Dios vsò conmigo de mifericordia, que en todo efte tiempo no ventò elNorte, porque de otra manera ningun remedio havia de Yo vivir; i à cabode cinco dias lleguè à vna Ribera de vn Rio, donde Yo hallè à misIndios, que ellos, i los Chriftianos me contaban ià por muerto, ifiempre creìan, que alguna Vivora me havia mordido. Todos huvieron granplacer de verme, principalmente los Chriftianos, i me dixeron, que haftaentonces havian caminado con mucha hambre, que efta era la caufa, que nome havian bufcado: i aquella noche me dieron de las Tunas que tenian; iotro dia partimos de alli, i fuimos donde hallamos muchas Tunas, con quetodos fatisfacieron fu gran hambre; i nofotros dimos muchas gracias àNueftro Señor, porque nunca nos faltaba fu remedio.

CAP. XXII. Como otro dia nos truxeron otros enfermos.

Otro Dia de mañana vinieron alli muchos Indios, i traìan cinco enfermos,que eftaban tollidos, i mui malos, i venian en bufca de Caftillo, quelos curafe: i cada vno de los enfermos ofrefciò fu Arcos, i Flechas, ièl los refcibiò, i à puefta del Sol los fantiguò, i encomendò à DiosNueftro Señor, i todos le fuplicamos, con la mejor manera que podiamos,les embiafe falud: pues èl via, que no havia otro remedio para queaquella Gente nos aiudafe, i faliefemos de tan miferable vida, i èl lohiço tan mifericordiofamente, que venida la mañana, todos amanefcierontan buenos, i fanos, i fe fueron tan recios, como fi nunca hovierantenido mal ninguno. Efto causò, entre ellos, mui gran admiracion, i ànofotros defpertò, que diefemos muchas gracias à Nueftro Señor, à quemas enteramente conofciefemos fu bondad, i tuviefemos firme efperança,que nos havia de librar, i traer donde le pudiefemos fervir; i de mi sèdecir, que fiempre tuve efperança en fu mifericordia, que me havia defacar de aquella captividad, i afi Yo lo hablè fiempre à mis Compañeros.Como los Indios fueron idos, i llevaron fus Indios fanos, partimos dondeeftaban otros comiendo Tunas, i eftos fe llaman Cutalches, i Malicones,que fon otras Lenguas: i junto con ellos havia otros, que fe llamabanCoayos, i Sufolas, i de otra parte otros, llamados Atayos, i eftostenian Guerra con los Sufolas, con quien fe flechaban cada dia; i comopor toda la Tierra no fe hablafe fino en los mifterios, que Dios NueftroSeñor con nofotros obraba, venian de muchas partes à bufcarnos, para quelos curafemos; i à cabo de dos dias, que alli llegaron, vinieron ànofotros vnos Indios de los Sufolas, i rogaron à Caftillo, que fuefe àcurar vn herido, i otros enfermos, i dixeron, que entre ellos quedabavno, que eftaba mui al cabo.

Caftillo era Medico mui temerofo,principalmente quando las curas eran mui temerofas, i peligrofas, icreìa, que fus pecados havian de eftorvar, que no todas veces fufcediefebien el curar. Los Indios me dixeron, que Yo fuefe à curarlos, porqueellos me querian bien, i fe acordaban, que les havia curado en lasNueces, i por aquello nos havian dado Nueces, i Cueros; i efto haviapafado, quando Yo vine à juntarme con los Chriftianos, i afi huve de ircon ellos: i fueron conmigo Dorantes, i Eftevanico; i quando lleguècerca de los Ranchos, que ellos tenian, Yo vì el enfermo, que ibamos àcurar, que eftaba muerto, porque eftaba mucha Gente al derredor de èlllorando, i fu Cafa deshecha, que es feñal, que el dueño eftaba muerto;i anfi, quando Yo lleguè, hallè el Indio los ojos bueltos, i fin ningunpulfo, i con todas feñales de muerto, fegun à mi me parefciò, i lo mifmodixo Dorantes: Yo le quitè vna Eftera, que tenia encima, con que eftabacubierto, i lo mejor que pude, fupliquè à Nueftro Señor fuefe fervido dedàr falud à aquel, i à todos los otros, que de ella tenian necefidad; idefpues de fantiguado, i foplado muchas veces, me traxeron fu Arco, i melo dieron, i vna Sera de Tunas molidas, i llevaronme à curar otrosmuchos, que eftaban malos de modorra, i me dieron otras dos Seras deTunas, las quales dì à nueftros Indios, que con nofotros havian venido;i hecho efto, nos bolvimos à nueftro Apofento: i nueftros Indios, àquien dì las Tunas, fe quedaron allà, i à la noche fe bolvieron à fusCafas, i dixeron, que aquel eftaba muerto, i Yo havia curado enprefencia de ellos, fe havia levantado bueno, i fe havia pafeado, icomido, i hablado con ellos, i que todos quantos havia curado, quedabanfanos, i mui alegres. Efto causò mui gran admiracion, i efpanto, i entoda la Tierra no fe hablaba en otra cofa. Todos aquellos à quien eftafama llegaba, nos venian à bufcar, para que los curafemos, ifantiguafemos fus Hijos; i quando los Indios, que eftaban en compañia delos nueftros, que eran los Cutalchiches, fe hovieron de ir à fu Tierra,antes que fe partiefen nos ofrefcieron todas las Tunas, que para fucamino tenian, fin que ninguna les quedafe: i dieronnos Pedernales, tanlargos como palmo i medio, con que ellos cortan, i es entre ellos cofade mui gran eftima. Rogaronnos, que nos acordafemos de ellos, irogafemos à Dios, que fiempre eftuviefen buenos, i nofotros fe loprometimos: i con efto partieron los mas contentos Hombres del Mundo,haviendonos dado todo lo mejor que tenian. Nofotros eftuvimos conaquellos Indios Avavares ocho Mefes, i efta cuenta haciamos por lasLunas. En todo efte tiempo nos venian de muchas partes à bufcar, idecian, que verdaderamente nofotros eramos Hijos del Sol. Dorantes, i elNegro, hafta alli no havian curado: mas por la mucha importunidad queteniamos, viniendonos de muchas partes à bufcar, venimos todos à ferMedicos, aunque en atrevimiento, i ofar acometer, qualquier cura, era Yomas feñalado entre ellos; i ninguno jamàs curamos, que no nos dixefe,que quedaba fano: i tanta confiança tenian, que havian de fanar, finofotros los curafemos, que creìan, que en tanto que nofotros allieftuviefemos, ninguno de ellos havia de morir. Eftos, i los de masatràs, nos contaron vna cofa mui eftraña, i por la cuenta que nosfiguraron, parefcia que havia quince, ò diez i feis Años, que haviaacontefcido, que decian, que por aquella Tierra anduvo vn Hombre, queellos llaman Mala cofa, i que era pequeño de cuerpo, i que tenia barbas,aunque nunca claramente le pudieron vèr el roftro, i que guando venia àla Cafa, donde eftaban, fe les levantaban los cabellos, i temblaban, iluego parefcia à la puerta de la Cafa vn tiçon ardiendo: i luego aquelHombre entraba, i tomaba al que queria de ellos, i dabales trescuchilladas grandes por las hijadas, con vn Pedernal mui agudo, tanancho como vna mano, i dos palmos en luengo, i metia la mano poraquellas cuchilladas, i facabales las tripas, i que cortaba de vna tripapoco mas, ò menos de vn palmo, i aquello que cortaba echaba en lasbrafas, i luego le daba tres cuchilladas en vn braço; i la fegunda dabapor la fangradura, i defconcertabafelo, i dende à poco fe lo tornaba àconcertar, i poniale las manos fobre las heridas, i deciannos, que luegoquedaban fanos: i que muchas veces, quando bailaban, aparefcia entreellos en habito de Muger vnas veces, i otras como Hombre: i quando èlqueria, tomaba el Buhìo, ò Cafa, i fubiala en alto, i dende à vn pococaia con ella, i daba mui gran golpe. Tambien nos contaron, que muchasveces le dieron de comer, i que nunca jamàs comiò, i que le preguntabandonde venia, i à què parte tenia fu Cafa, i que les moftrò vna hendedurade la Tierra, i dixo, que fu Cafa era allà debaxo. De eftas cofas, queellos nos decian, nofotros nos reìamos mucho, burlando de ellas: i comoellos vieron que no lo creìamos, truxeron muchos de aquellos, que decianque èl havia tomado, i vimos las feñales de las cuchilladas, que èlhavia dado en los lugares, en la manera que ellos contaban. Nofotros lesdiximos, que aquel era vn malo; i de la mejor manera que podimos lesdabamos à entender, que fi ellos creiefen en Dios Nueftro Señor, ifuefen Chriftianos, como nofotros, no ternian miedo de aquel, ni èlofaria venir à hacelles aquellas cofas; i que tuviefen por cierto, queen tanto que nofotros en la Tierra eftuviefemos, èl no ofaria parefceren ella. De efto fe holgaron ellos mucho, i perdieron mucha parte deltemor que tenian. Eftos Indios nos dixeron, que havian vifto alAfturiano, i à Figueroa con otros, que adelante en la Cofta eftaban, àquien nofotros llamabamos de los Higos. Toda efta Gente no conofcian losTiempos por el Sol, ni la Luna, ni tienen cuenta del Mes, i Año, i masentienden, i faben las diferencias de los Tiempos, quando las Frutasvienen à madurar, i en tiempo que muere el Pefcado, i el aparefcer delas Eftrellas, en que fon mui dieftros, i exercitados. Con eftos fiemprefuimos bien tratados, aunque lo que haviamos de comer lo cababamos, itraìamos nueftras cargas de Agua, i Leña. Sus Cafas, i Mantenimientosfon como las de los pafados, aunque tienen mui maior hambre, porque noalcançan Maìz, ni Bellotas, ni Nueces. Anduvimos fiempre encueros comoellos, i de noche nos cubriamos con Cueros de Venado. De ocho Mefes, quecon ellos eftuvimos, los feis padefcimos mucha hambre, que tampocoalcançan Pefcado. Y al cabo de efte tiempo, ià las Tunas començaban àmadurar, i fin que de ellos fuefemos fentidos, nos fuimos à otros, queadelante eftaban, llamados Maliacones: eftos eftaban vna jornada dealli, donde Yo, i el Negro llegamos. A cabo de los tres dias embiè, quetraxefe à Caftillo, i à Dorantes; i venidos, nos partimos todos juntoscon los Indios, que iban à comer vna Frutilla de vnos Arboles, de que femantienen diez, ò doce dias, entretanto que las Tunas vienen; i alli fejuntaron con eftos otros Indios, que fe llaman Arbadaos, i à eftoshallamos mui enfermos, i flacos, i hinchados: tanto, que nosmaravillamos mucho, i los Indios con quien haviamos venido fe bolvieronpor el mifmo camino: i nofotros les diximos, que nos queriamos quedarcon aquellos, de que ellos moftraron pefar; i afi nos quedamos en elCampo con aquellos, cerca de aquellas Cafas; i quando ellos nos vieron,juntaronfe, defpues de haver hablado entre sì, i cada vno de ellos tomòel fuio por la mano, i nos llevaron à fus Cafas. Con eftos padefcimosmas hambre, que con los otros, porque en todo el dia no comiamos mas dedos puños de aquella Fruta (la qual eftaba verde) tenia tanta leche, quenos quemaba las bocas: i con tener falta de Agua, daba mucha fed, àquien la comia; i como la hambre fuefe tanta, nofotros compramosles dosPerros, i à trueco de ellos les dimos vnas Redes, i otras cofas, i vnCuero, con que Yo me cubria. Yà he dicho, como por toda efta Tierraanduvimos defnudos, i como no eftabamos acoftumbrados à ello, à manerade Serpientes, mudabamos los Cueros dos veces en el año: i con el Sol, iAire hacianfenos en los pechos, i en las efpaldas, vnos empeines muigrandes, de que refcebiamos mui gran pena, por raçon de las mui grandescargas, que traìamos, que eran mui pefadas, i hacian, que las cuerdas fenos metian por los braços; i la Tierra es tan afpera, i tan cerrada, quemuchas veces haciamos Leña en Montes, que quando la acababamos de facar,nos corria por muchas partes fangre, de las efpinas, i matas con quetopabamos, que nos rompian por donde alcançaban. A las veces meacontefciò hacer Leña, donde defpues de haverme coftado mucha fangre, nola podia facar, ni acueftas, ni arraftrando.

No tenia, quando en eftostrabajos me via, otro remedio, ni confuelo, fino penfar en la Pafion deNueftro Redemptor Jefu-Chrifto, i en la Sangre, que por mi derramò, iconfiderar quanto mas feria el tormento, que de las Efpinas èl padefciò,que no aquel, que Yo entonces fufria. Contrataba con eftos Indios,haciendoles Peines, i con Arcos, i con Flechas, i con Redes. HaciamosEfteras, que fon Cafas, de que ellos tienen mucha necefidad: i aunque lofaben hacer, no quieren ocuparfe en nada, por bufcar entretanto quecomer, i quando entienden en efto, pafan mui gran hambre. Otras veces memandaban raer Cueros, i ablandarlos: i la maior profperidad en que Yoalli me vì, era, el dia que me daban à raer alguno, porque Yo lo raìamui mucho, i comia de aquellas raeduras, i aquello me baftaba para dos,ò tres dias. Tambien nos acontefció con eftos, i con los que atràshavemos dexado, darnos vn pedaço de carne, i comernoslo afi crudo,porque fi lo pufieramos à afar, el primer Indio que llegaba, fe lollevaba, i comia: parefcianos, que no era bien ponerla en efta ventura,i tambien nofotros no eftabamos tales, que nos dabamos pena comerloafado, i no lo podiamos tambien pafar como crudo. Efta es la vida; quealli tuvimos, i aquel poco fuftentamiento lo ganabamos con los Refcates,que por nueftras manos hecimos.

CAP. XXIII. Como nos partimos, defpues de haver comido los Perros.

Defpues que comimos los Perros, parefciendonos que teniamos algunesfuerço para poder ir adelante, encomendamonos à Dios Nueftro Señor,para que nos guiafe, nos defpedimos de aquellos Indios, i ellos nosencaminaron à otros de fu Lengua, que eftaban cerca de alli. E iendo pornueftro camino, lloviò, i todo aquel dia anduvimos con Agua: i allendede efto perdimos el camino, i fuimos à parar à vn Monte mui grande, icogimos muchas hojas de Tunas, i afamoslas aquella noche en vn Horno,que hecimos, i dimosles tanto fuego, que à la mañana eftaban para comer:i defpues de haverlas comido, encomendamonos à Dios, i partimonos, ihallamos el camino, que perdido haviamos; i pafado el Monte, hallamosotras Cafas de Indios, i llegados allà, vimos dos Mugeres, i Muchachos,que fe efpantaron, que andaban por el Monte, i en vernos huieron denofotros, i fueron à llamar à los Indios, que andaban por el Monte; ivenidos, pararonfe à mirarnos detràs de vnos Arboles, i llamamosles, iallegaronfe con mucho temor, i defpues de haverlos hablado, nos dixeron,que tenian mucha hambre, i que cerca de alli eftaban muchas Cafas deellos proprios, i dix eron, que nos llevarian à ellas: i aquella nochellegamos à donde havia cinquenta Cafas, i fe efpantaban de vernos, imoftraban mucho temor; i defpues que eftuvieron algo fofegados denofotros, allegabannos con las manos al roftro, i al cuerpo, i defpuestraìan ellos fus mifmas manos por fus caras, i fus cuerpos: i afieftuvimos aquella noche; i venida la mañana, traxeronnos los enfermos,que tenian, rogandonos, que los fantiguafemos, i nos dieron de lo quetenian para comer, que eran hojas de Tunas, i Tunas verdes afadas; i porel buen tratamiento que nos hacian, i porque aquello que tenian nos lodaban de buena gana, i voluntad, i holgaban de quedar fin comer pordarnoslo, eftuvimos con ellos algunos dias: i eftando alli, vinieronotros de mas adelante. Quando fe quifieron partir, diximos à losprimeros, que nos queriamos ir con aquellos. A ellos les pesò mucho, irogaronnos mui ahincadamente que no nos fuefemos: i al fin, nosdefpedimos de ellos, i los dexamos llorando por nueftra partida, porqueles pefaba mucho en gran manera.

CAP. XXIV. De las Coftumbres de los Indios de aquella Tierra.

Defde la Isla de Malhado, todos los Indios, que hafta efta Tierra vimos,tienen por coftumbre, defde el dia que fus Mugeres fe fienten preñadas,no dormir juntos, hafta que pafen dos Años, que han criado los Hijos,los quales maman hafta que fon de edad de doce Años, que ià entonceseftàn en edad, que por sì faben bufcar de comer. Preguntamosles, que porquè los criaban afi? Y decian, que por la mucha hambre, que en la Tierrahavia, que acontefcia muchas veces, como nofotros viamos, eftàr dos, òtres dias fin comer, i à las veces quatro: i por efta caufa los dexabanmamar, porque en los tiempos de hambre no muriefen; i ià que algunosefcapafen, faldrian mui delicados, i de pocas fuerças; i fi acafoacontefce caer enfermos algunos, dexanlos morir en aquellos Campos, finoes Hijo, i todos los demàs, fino pueden ir con ellos, fe quedan: maspara llevar vn Hijo, ò Hermano, fe cargan, i lo llevan acueftas. Todoseftos acoftumbran dexar fus Mugeres, quando entre ellos no aiconformidad, i fe tornan à cafar con quien quieren: efto es entre losMancebos, mas los que tienen Hijos, permanefcen con fus Mugeres, i nolas dexan: i quando en algunos Pueblos riñen, i traban queftiones vnoscon otros, apuñeanfe, i apaleanfe, hafta que eftàn mui canfados, ientonces fe defparten: algunas veces los defparten Mugeres, entrandoentre ellos, que Hombres no entran à defpartirlos: i por ninguna pafionque tengan, no meten en ella Arcos, ni Flechas; i defque fe hanapuñeado, i pafado fu queftion, toman fus Cafas, i Mugeres, i vanfe àvivir por los Campos, i apartados de los otros, hafta que fe les pafa elenojo; i quando ià eftàn defenojados, i fin ira, tornanfe à fu Pueblo, ide ai adelante fon Amigos, como fi ninguna cofa hoviera pafado entreellos, ni es menefter que nadie haga las amiftades, porque de eftamanera fe hacen; i fi los que riñen no fon cafados, vanfe à otros fusVecinos, i aunque fean fus Enemigos los refciben bien, i fe huelganmucho con ellos, i les dàn de lo que tienen, de fuerte, que quando espafado el enojo, buelven à fu Pueblo, i vienen ricos. Toda es Gente deGuerra, i tienen tanta aftucia para guardarfe de fus Enemigos, comoternian fi fuefen criados en Italia, i en continua Guerra.

Quando eftànen parte que fus Enemigos los pueden ofender, afientan fus Cafas à laorilla de el Monte mas afpero, i de maior efpefura que por alli hallan,i junto à èl hacen vn Fofo, i en efte duermen. Toda la Gente de Guerraeftà cubierta con Leña menuda, i hacen, fus faeteras: i eftàn tancubiertos, i difimulados, que aunque eftèn cabe ellos, no los vèn, ihacen vn camino mui angofto, i entra hafta enmedio del Monte, i allihacen lugar para que duerman las Mugeres, i Niños, i quando viene lanoche, encienden lumbres en fus Cafas, para que fi hoviere Efpias, creanque eftàn en ellas, i antes del Alva tornan à encender los mifmosfuegos; i fi acafo los Enemigos vienen à dàr en las mifmas Cafas, losque eftàn en el Fofo falen à ellos, i hacen defde las Trincheas muchodaño, fin que los de fuera los vean, ni los puedan hallar; i quando noai Montes en que ellos puedan de efta manera efconderfe, i hacer fusceladas, afientan en llano, en la parte que mejor les parefce: icercanfe de Trincheas, cubiertas con Leña menuda, i hacen fus faeteras,con que flechan à los Indios, i eftos reparos hacen para de noche.Eftando Yo con los de Aguenes, no eftando avifados, vinieron fusEnemigos à media noche, i dieron en ellos, i mataron tres, i hirieronotros muchos, de fuerte, que huieron de fus Cafas por el Monte adelante:i defque fintieron que los otros fe havian ido, bolvieron à ellas, irecogieron todas las Flechas, que los otros les havian echado, i lo masencubiertamente que pudieron, los figuieron, i eftuvieron aquella nochefobre fus Cafas, fin que fuefen fentidos: i al quarto del Alva lesacometieron, i les mataron cinco, fin otros muchos que fueron heridos, iles hicieron huir, i dexar fus Cafas, i Arcos, con toda fu hacienda; ide ai à poco tiempo vinieron las Mugeres de los que fe llamabanQuevenes, i entendieron entre ellos, i los hicieron Amigos, aunquealgunas veces ellas fon principio de la Guerra. Todas eftas Gentes,quando tienen enemiftades particulares, quando no fon de vna Familia, fematan de noche, por afechanças, i vfan vnos con otros grandescrueldades.

CAP. XXV. Como los Indios fon preftos à un Arma.

Efta es la mas prefta Gente para vn Arma, de quantas Yo he vifto en elMundo, porque fi fe temen de fus Enemigos, toda la noche eftàndefpiertos, con fus Arcos à par de sì, i vna docena de Flechas: i el queduerme, tienta fu Arco, i fi no le halla en cuerda, le dà la buelta queha menefter. Salen muchas veces fuera de las Cafas, baxados por elfuelo, de arte que no pueden fer viftos, i miran, i atalaian por todaspartes para fentir lo que ai: i fi algo fienten, en vn punto fon todosen el Campo con fus Arcos, i Flechas, i afi eftan hafta el dia,corriendo à vnas partes, i otras, donde vèn que es menefter, ò pienfanque pueden eftàr fus Enemigos. Quando viene el dia, tornan à afloxar fusArcos, hafta que falen à Caça. Las cuerdas de los Arcos fon niervos deVenados. La manera que tienen de pelear es, abaxados por el fuelo, imientras fe flechan, andan hablando, i faltando fiempre de vn cabo paraotro, guardandofe de las Flechas de fus Enemigos: tanto, que enfemejantes partes pueden refcibir mui poco daño de Balleftas, iArcabuces, antes los Indios burlan de ellos, porque eftas Armas noaprovechan para ellos en Campos llanos, adonde ellos andan fueltos: fonbuenas para eftrechos, i lugares de Agua: en todo lo demàs los Caballosfon los que han de fojuzgar, i lo que los Indios vniverfalmente temen.Quien contra ellos hoviere de pelear, ha de eftàr mui avifado, que no lefientan flaqueça, ni codicia de lo que tienen, i mientras durare laGuerra, hanlos de tratar mui mal: porque fi temor les conocen, ò algunacodicia, ella es Gente, que fabe conofcer tiempos en que vengarfe, itoman esfuerço del temor de los contrarios. Quando fe han flechado en laGuerra, i gaftado fu municion, buelvenfe cada vno fu camino, fin que losvnos figan à los otros, aunque los vnos fean muchos, i los otros pocos:i efta es coftumbre fuia. Muchas veces fe pafan de parte à parte con lasFlechas, i no mueren de las heridas, fino toca en las tripas, ò en elcorazon, antes fanan prefto. Vèn, i oien mas, i tienen mas agudofentido, que quantos Hombres Yo creo que ai en el Mundo. Son grandesfufridores de hambre, i de fed, i de frio, como aquellos que eftàn masacoftumbrados, i hechos à ello, que otros. Efto he querido contar aqui,porque allende que todos los Hombres defean faber las coftumbres, iexercicios de los otros, los que algunas veces fe vinieren à vèr conellos, eftèn avifados de fus coftumbres, i ardides, que fuelen no pocoaprovechar en femejantes cafos.

CAP. XXVI. De las Naciones, i Lenguas.

Tambien quiero contar fus Naciones, i Lenguas, que defde la Isla deMalhado, hafta los vltimos ai. En la Isla de Malhado ai dos Lenguas: àlos vnos llaman de Caoques, i à los otros llaman de Han. En laTierra-firme, enfrente de la Isla, ai otros, que fe llaman de Chorruco,i toman el nombre de los Montes donde viven. Adelante, en la Cofta de laMar, habitan otros, que fe llaman Doguenes; i enfrente de ellos otros,que tienen por nombre los de Mendica. Mas adelante, en la Cofta, eftànlos Quevenes; i enfrente de ellos, dentro en la Tierra-firme, losMariames: i iendo por la Cofta adelante, eftàn otros, que fe llamanGuaycones; i enfrente de eftos, dentro en la Tierra-firme, los Yguaces.Cabo de eftos eftàn otros, que fe llaman Atayos; i detràs de eftos,otros Acubadaos, i de eftos ai muchos por efta vereda adelante. En laCofta viven otros, llamados Quitoles; i enfrente de eftos, dentro en laTierra-firme, los Avavares. Con eftos fe juntan los Maliacones, i otrosCutalchiches, i otros, que fe llaman Sufolas, i otros, que fe llamanComos; i adelante, en la Cofta, eftàn los Camoles; i en la mifma Coftaadelante otros, à quien nofotros llamamos los de los Higos.

Todas eftasGentes tienen Habitaciones, i Pueblos, i Lenguas diverfas. Entre eftosai vna Lengua, en que llaman à los Hombres, por mira acà, arre acà, àlos Perros xò: en toda la Tierra fe emborrachan con vn humo, i dànquanto tienen por èl. Beben tambien otra cofa, que facan de las hojas delos Arboles, como de Encina, i tueftanla en vnos botes al fuego, idefpues que la tienen toftada, hinchen el bote de Agua, i afi lo tienenfobre el fuego, i quando ha hervido dos veces, echanlo en vna Vafija, ieftàn enfriandola con media Calabaça; i quando eftà con mucha efpuma,bebenla tan caliente, quanto pueden fufrir; i defde que la facan delBote, hafta que la beben, eftàn dando voces, diciendo: Que quien quierebeber. Y quando las Mugeres oyen eftas voces, luego fe paran fin ofarfemudar; i aunque eftèn mucho cargadas, no ofan hacer otra cofa: i fiacafo alguna de ellas fe mueve, la deshonran, i la dàn de palos, i conmui gran enojo derraman el Agua que tienen para beber, i la que hanbebido la tornan à lançar, lo qual ellos hacen mui ligeramente, i finpena alguna. La raçon de la coftumbre dàn ellos, i dicen: Que fi quandoellos quieren beber aquella Agua, las Mugeres fe mueven de donde lestoma la voz, que en aquella Agua fe les mete en el cuerpo vna cofa mala,i que dende à poco les hace morir; i todo el tiempo que el Agua eftàcociendo, ha de eftàr el Bote atapado; i fi acafo eftà defatapado, ialguna Muger pafa, lo derraman, i no beben mas de aquella Agua: esamarilla, i eftàn bebiendola tres dias, fin comer, i cada dia bebe cadavno arroba i media de ella; i quando las Mugeres eftàn con fu coftumbre,no bufcan de comer mas de para sì folas, porque ninguna otra perfonacome de lo que ellas traen. En el tiempo que afi eftaba, entre eftos vivna diablura, i es, que vì vn Hombre cafado con otro, i eftos fon vnosHombres amarionados impotentes, i andan tapados como Mugeres, i hacenoficio de Mugeres, i tiran Arco, i llevan mui gran carga, i entre eftosvimos muchos de ellos, afi amarionados como digo, i fon mas membrudosque los otros Hombres, i mas altos: fufren mui grandes cargas.

CAP. XXVII. De como nos mudamos, i fuimos bien refcibidos.

Defpues que nos partimos de los que dexamos llorando, fuimonos con losotros à fus Cafas, i de los que en ellas eftaban fuimos bien refcebidos,i truxeron fus Hijos para que les tocafemos las manos, i dabannos muchaHarina de Mezquiquez. Efte Mezquiquez es vna Fruta, que quando eftà enel Arbol es mui amarga, i es de la manera de Algárrovas, i comefe conTierra, i con ella eftà dulce, i bueno de comer. La manera que tienencon ella es efta: que hacen vn hoio en el fuelo, de la hondura que cadavno quiere; i defpues de echada la Fruta en efte hoio, con vn palo tangordo como la pierna, i de braça i media en largo, la muelen hafta muimolida; i demàs que fe le pega de la Tierra del hoio, traen otros puños,i echanla en el hoio, i tornan otro rato à moler, i defpues echanla envna Vafija, de manera de vna Efpuerta, i echanle tanta Agua, que bafta àcubrirla, de fuerte que quede Agua por cima, i el que la ha molidopruebala, i fi le parefce que no eftà dulce, pide Tierra, i rebuelvelacon ella, i efto hace hafta que la halla dulce, i afientanfe todos alrededor, i cada vno mete la mano, i faca lo que puede, i las Pepitas deella tornan à echar fobre vnos Cueros, i las Cafcaras; i el que lo hamolido las coge, i las torna à echar en aquella Efpuerta, i echa Aguacomo de primero, i tornan à efpremir el Çumo, i Agua que de ello fale, ilas Pepitas, i Cafcaras tornan à poner en el Cuero, i de e