Reina Valera Nuevo Testamento de la Palabra de Dios (Edición Publicada en 1862) by Anonymous Author - HTML preview

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1884

EL SANTO EVANGELIO

DE

NUESTRO SEÑOR JESU-CRISTO

SEGUN

SAN MATEO.

CAPITULO 1.

1 LIBRO de la generacion de Jesu-Cristo, hijo de David, hijo de Abraham.

2 Abraham engendró á Isaac: é Isaac engendró á Jacob: y Jacob engendró á Júdas y á sus hermanos:

3 Y Júdas engendró de Thamar á Pháres y á Zara: y Pháres engendró á Esrom: y Esrom engendró á Aram:

4 Y Aram engendró á Aminadab: y Aminadab engendró á Naason: y Naason engendró á Salmon:

5 Y Salmon engendró de Rahab á Bóoz: y Bóoz engendró de Ruth á Obed: y Obed engendró á Jessé:

6 Y Jessé engendró al rey David: y el rey David engendró á Salomon de la

[que fué mujer] de Urías:

7 Y Salomon engendró á Roboam: y Roboam engendró á Abia: y Abia engendró á Asá:

8 Y Asá engendró á Josaphat: y Josaphat engendró á Joram: y Joram engendró á Ozías:

9 Y Ozías engendró á Joatam: y Joatam engendró á Achaz: y Achaz engendró á Ezechias:

10 Y Ezechias engendró á Manasés: y Manasés engendró á Amon: y Amon engendró á Josías:

11 Y Josías engendró á Jeconías y á sus hermanos, en la trasmigracion de Babilonia:

12 Y despues de la trasmigracion de Babilonia, Jeconías engendró á Salatiel: y Salatiel engendró á Zorobabel:

13 Y Zorobabel engendró á Abiud: y Abiud engendró á Eliaquim: y Eliaquim engendró á Azor:

14 Y Azor engendró á Sadoc: y Sadoc engendró á Aquim: y Aquim engendró á Eliud:

15 Y Eliud engendró á Eleázar: y Eleázar engendró á Matan: y Matan engendró á Jacob:

16 Y Jacob engendró á José, marido de María, de la cual nació Jesus, el cual es llamado el Cristo.

17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David, [son]catorce generaciones: y desde David hasta la trasmigracion de Babilonia,catorce generaciones: y desde la trasmigracion de Babilonia hasta Cristo,catorce generaciones.

18 Y el nacimiento de Jesu-Cristo fué así: que siendo María su madredesposada con José, ántes que se juntasen, se halló haber concebido delEspíritu Santo.

19 Y José su marido, como era justo y no quisiese infamarla, quiso dejarlasecretamente.

20 Y pensando él en esto, hé aquí el ángel del Señor le aparece en sueños,diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer: porquelo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

21 Y parirá Hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará su pueblo de sus pecados.

22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor por el profeta, que dijo:

23 Hé aquí la vírgen concebirá, y parirá hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que declarado es: Con nosotros Dios.

21 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le habia mandado, y recibió á su mujer.

25 Y no la conoció hasta que parió á su Hijo primogénito: y llamó su nombre JESUS.

CAPITULO 2.

1 Y COMO fué nacido Jesus en Bethlehem de Judéa en dias del rey Heródes, hé aquí unos magos vinieron del Oriente á Jerusalem,

2 Diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el Oriente, y venimos á adorarle.

3 Y oyendo [esto] el rey Heródes, se turbó, y toda Jerusalem con él.

4 Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó donde habia de nacer el Cristo.

5 Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judéa; porque así está escrito por el profeta:

6 Y tu Bethlehem, [de] tierra de Judá, no eres muy pequeña entre lospríncipes de Judá; porque de tí saldrá un Guiador, que apacentará á mi puebloIsrael.

7 Entónces Heródes, llamando en secreto á los magos, entendió de ellosdiligentemente el tiempo del aparecimiento de la estrella;

8 Y enviándoles á Bethlehem, dijo: Andad allá, y preguntad con diligenciapor el Niño; y despues que lo hallareis, hacédmelo saber, para que yo tambienvaya y le adore.

9 Y ellos, habiendo oido al rey, se fueron: y hé aquí la estrella que habianvisto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobredonde estaba el Niño.

10 Y vista la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

11 Y entrando en la casa, vieron el Niño con su madre María, y postrándoselo adoraron: y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, é incienso, ymirra.

12 Y siendo avisados por revelacion en sueños, que no volviesen á Heródes,se volvieron á su tierra por otro camino.

13 Y partidos ellos, hé aquí el ángel del Señor aparece en sueños á Josédiciendo: Levántate, y toma al Niño y á su madre, y huye á Egipto, y estateallá hasta que yo te [lo] diga: porque ha de acontecer, que Heródes buscaraal Niño para matarlo.

14 Y él despertando, tomó al Niño y á su madre de noche, y se fué á Egipto: 15 Y estuvo allá hasta la muerte de Heródes; para que se cumpliese lo quefué dicho por el Señor por el profeta, que dijo: De Egipto llamé á mi Hijo.

16 Heródes entónces, como se vió burlado de los magos, se enojó mucho: yenvió, y mató todos los niños que habia en Bethlehem, y en todos sustérminos, de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que habla entendidode los magos.

17 Entónces fué cumplido lo que se habia dicho por el profeta Jeremías, que dijo:

18 Voz fué oida en Ramá, grande lamentacion, lloro, y gemido; Rachel que llora sus hijos; y no quiso ser consolada, porque perecieron.

19 Mas muerto Heródes, hé aquí el ángel del Señor aparece en sueños á José en Egipto,

20 Diciendo: Levántate, y toma al Niño, y á su madre, y vete á tierra de Israel; que muertos son los que procuraban la muerte del Niño.

21 Entónces él se levantó y tomó al Niño, y á su madre, y se vino á tierra de Israel.

22 Y oyendo que Arqueláo reinaba en Judéa en lugar de Heródes su padre,temió ir allá; mas amonestado por revelacion en sueños, se fué á las partesde Galiléa.

23 Y vino, y habitó en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumplieselo que fué dicho por los profetas, que habia de ser llamado Nazareno.

CAPITULO 3.

1 EN aquellos dias vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judéa, 2 Y diciendo: Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado.

3 Porque este es aquel del cual fué dicho por el profeta Isaías, que dijo:Voz de uno que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, enderezadsus veredas.

4 Y tenia Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero alrededor de sus lomos, y su comida era langostas, y miel silvestre.

5 Entónces salia á el Jerusalem y toda Judéa, y toda la provincia de alrededor del Jordan;

6 Y eran bautizados de él en el Jordan, confesando sus pecados.

7 Y viendo él muchos de los Fariséos y de los Saducéos, que venian á subautismo, decíales: Generacion de víboras, ¿quién os ha enseñado á huir de laira que vendrá?

8 Haced pues frutos dignos de arrepentimiento;

9 Y no penseis decir dentro de vosotros: A Abraham tenemos por padre: porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos á Abraham aun de estas piedras.

10 Ahora, ya tambien la segur está puesta á la raiz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego.

11 Yo á la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento: mas el que vienetras mí, mas poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno dellevar: él os bautizará en Espíritu Santo, y [en] fuego.

12 Su aventador en su mano [está,] y aventará su era; y allegará su trigo en el alfolí, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

13 Entónces Jesus vino de Galiléa á Juan al Jordan, para ser bautizado de él.

14 Mas Juan lo resistia mucho, diciendo: Yo he menester ser bautizado de tí,

¿y tu vienes á mí?

15 Empero respondiendo Jesus le dijo: Deja ahora: porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entónces le dejó.

16 Y Jesus despues que fué bautizado, subió luego del agua: y hé aquí loscielos le fueron abiertos, y vió al Espíritu de Dios que descendia, comopaloma, y venia sobre el, 17 Y hé aquí una voz de los cielos que decia: Este es mi Hijo amado, en elcual tengo contentamiento.

CAPITULO 4.

1 Entónces Jesus fué llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado deldiablo.

2 Y habiendo ayunado cuarenta dias y cuarenta noches, despues tuvo hambre.

3 Y llegándose á él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se hagan pan.

4 Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre; mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.

5 Entónces el diablo le pasa á la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo;

6 Y le dice: Si eres Hijo de Dios échate abajo; que escrito está: A susángeles mandará por tí, y te alzarán en las manos, para que nunca tropiecescon tu pié en piedra.

7 Jesus le dijo: Escrito está además: No tentarás al Señor tu Dios.

8 Otra vez le pasa el diablo á un monte muy alto, y le muestra todos losreinos del mundo, y su gloria, 9 Y dícele: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

10 Entónces Jesus le dice: Vete, Satanás; que escrito esta: Al Señor tu Diosadorarás, y á él solo servirás.

11 El diablo entónces le dejó: y hé aquí los ángeles llegaron, y le servian.

12 Mas oyendo Jesus que Juan era preso, se volvió á Galiléa; 13 Y dejando á Nazaret, vino, y habitó en Capernaum, [ciudad] marítima, enlos confines de Zabulon y de Nephtalim:

14 Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta Isaías, que dijo: 15 La tierra de Zabulon, y la tierra de Nephtalim, camino de la mar, de la otra parte del Jordan, Galiléa de los Gentiles;

16 El pueblo asentado en tinieblas, vió gran luz: y á los sentados en region y sombra de muerte, luz les esclareció.

17 Desde entónces comenzó Jesus á predicar, y á decir: Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado.

18 Y andando Jesus junto á la mar de Galiléa, vió á dos hermanos, Simon, quees llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en la mar; porqueeran pescadores: 19 Y díceles: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

20 Ellos entónces, dejando luego las redes, le siguieron.

21 Y pasando de allí, vió otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedéo, yJuan su hermano, en el barco con Zebedéo, su padre, que remendaban sus redes,y los llama.

22 Y ellos dejando luego el barco, y á su padre, le siguieron.

23 Y rodeó Jesus á toda Galiléa enseñando en las sinagogas de ellos, ypredicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolenciaen el pueblo.

24 Y corria su fama por toda la Siria: y le trajeron todos los que tenianmal, los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, ylunáticos, y paralíticos; y los sanó.

25 Y le siguieron muchas gentes de Galiléa, y de Decápolis, y de Jerusalem,y de Judéa, y de la otra parte del Jordan.

CAPITULO 5.

1 Y VIENDO las gentes, subió al monte; y sentándose, se llegaron á él susdiscípulos.

2 Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:

3 Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de loscielos.

4 Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolacion.

5 Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellosserán hartos.

7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.

8 Bienaventurados los de limpio corazon: porque ellos verán á Dios.

9 Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios,

10 Bienaventurados los que padecen persecucion por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos.

11 Bienaventurados sois, cuando os vituperaren, y [os] persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.

12 Gozáos y alegráos; porque vuestra merced [es] grande en los cielos: que así persiguieron á los profetas que [fueron] ántes de vosotros.

13 Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere, ¿con quéserá salada? no vale mas para nada, sino que sea echada fuera y hollada delos hombres.

14 Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

15 Ni se enciende una lámpara, y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero; y alumbra á todos los que [están] en casa.

16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres; para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen á vuestro Padre que [está] en los cielos.

17 No penseis que he venido para abrogar la ley, ó los profetas: no he venido para abrogar, sino á cumplir.

18 Porque de cierto os digo, [que] hasta que perezca el cielo y la tierra,ni una jota, ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas seanhechas.

19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muypequeños, y así enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reinode los cielos: mas cualquiera que hiciere, y enseñare, este será llamadogrande en el reino de los cielos.

20 Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que [la] de los escribas y de los Fariséos, no entraréis en el reino de los cielos.

21 Oisteis que fué dicho á los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, será culpado del juicio.

22 Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano,sera culpado del juicio: y cualquiera que dijere á su hermano: Raca, seráculpado del concejo: y cualquiera que dijere: Fátuo, sera culpado delinfierno del fuego.

23 Por tanto, si trajeres tu Presente al altar, y allí te acordares que tu hermano tiene algo contra tí,

24 Deja allí tu Presente delante del altar, y véte; vuelve primero en amistad con tu hermano, y entónces vén, y ofrece tu Presente.

25 Concíliate con tu adversario presto, entretanto que estás con él en elcamino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juezte entregue al alguacil, y seas echado en prision.

26 De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el últimocuadrante.

27 Oísteis que fué dicho: No adulterarás:

28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira la mujer para codiciarla, yaadulteró con ella en su corazon.

29 Por tanto si tu ojo derecho te fuere ocasion de caer, sácalo, y échalo detí: que mejor te es, que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tucuerpo sea echado al infierno.

30 Y si tu mano derecha te fuere ocasion de caer, córtala, y échala de tí:que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerposea echado al infierno.

31 Tambien fué dicho: Cualquiera que repudiare á su mujer, dele carta dedivorcio: 32 Mas yo os digo, que el que repudiare á su mujer, fuera de causa defornicacion, hace que ella adultere: y él que se casare con la repudiada,comete adulterio.

33 Además habeis oido que fué dicho á los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos:

34 Mas yo os digo: No jureis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios:

35 Ni por la tierra, porque es el estrado de sus piés; ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey.

36 Ni por tu cabeza jurarás; porque no puedes hacer un cabello blanco ó negro.

37 Mas sea vuestro hablar, Sí, sí: No, no: Porque lo [que es] mas de esto, de mal procede.

38 Oisteis que fué dicho á los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente: 39 Mas yo os digo: No resistais al mal: ántes á cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele tambien la otra.

40 Y al que quisiere ponerte á pleito, y tomarte tu ropa, déjale tambien la capa.

41 Y á cualquiera que te cargare por una milla, ve con el dos.

42 Al que te pidiere, dále: y al que quisiere tomar de tí emprestado, no selo rehuses.

43 Oisteis que fué dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás á tu enemigo: 44 Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen,haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y ospersiguen;

45 Para que seais hijos de vuestro Padre que [está] en los cielos; que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos.

46 Porque si amareis á los que os amen, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen tambien lo mismo los publicanos?

47 Y si abrazareis á vuestros hermanos solamente, ¿qué haceis demás? ¿no hacen tambien así los Gentiles?

48 Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que [está] en los cielos es perfecto.

CAPITULO 6.

1 MIRAD que no hagais vuestra justicia delante de los hombres, para servistos de ellos: de otra manera no tendreis merced de vuestro Padre que[está] en los cielos.

2 Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de tí, comohacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados delos hombres: de cierto os digo, [que ya] tienen su recompensa.

3 Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha: 4 Para que sea tu limosna en secreto y tu Padre que ve en secreto, él terecompensará en público.

5 Y cuando oras, no seas como los hipócritas: porque ellos aman el orar enlas sinagogas, y en los cantones de las calles en pié, para que sean vistosde los hombres: de cierto os digo, [que ya] tienen su pago.

6 Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tuPadre que [está] en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensará enpúblico.

7 Y orando, no seais prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oidos.

8 No os hagais pues semejantes á ellos: porque vuestro Padre sabe de que cosas teneis necesidad, ántes que vosotros le pidais.

9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro, que [estás] en los cielos, santificado sea tu nombre:

10 Venga tu reino: sea hecha tu voluntad, como en el cielo, [así] tambien en la tierra.

11 Dános hay nuestro pan cotidiano.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como tambien nosotros perdonamos á nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentacion, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos. Amen.

14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará tambien á vosotros vuestro Padre celestial.

15 Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

16 Y cuando ayunais, no seais como los hipócritas, austeros: porque ellosdemudan sus rostros para parecer á los hombres que ayunan: de cierto os digo,que [ya] tienen su pago.

17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza, y lava tu rostro; 18 Para no parecer á los hombres que ayunas, sino á tu Padre que [está] en secreto: y tu Padre, que ve en secreto, te recompensará en público.

19 No os hagais tesoros en la tierra donde la polilla y el orin corrompe, y donde ladrones minan y hurtan.

20 Mas hacéos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orin corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan.

21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazon.

22 La lámpara del cuerpo es el ojo: así que si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso.

23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso: así que si la lumbre que en tí hay son tinieblas, ¿cuántas [serán] las mismas tinieblas?

24 Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno, y amaráal otro; ó se llegará al uno, y menospreciará al otro: no podeis servir áDios y á Mammon.

25 Por tanto os digo: No os congojeis por vuestra vida, qué habeis de comer,ó qué habeis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habeis de vestir: ¿no es lavida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan enalfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta: ¿no sois vosotros muchomejores que ellas?

27 ¿Mas quién de vosotros podrá congojándose añadir á su estatura un codo?

28 Y por el vestido, ¿por qué os congojais? Reparad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan, ni hilan:

29 Mas os digo, que ni aun Salomon con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos.

30 Y si la yerba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios

[la] viste así, ¿no [hará] mucho más á vosotros, [hombres] de poca fé?

31 No os congojeis, pues, diciendo: ¿Qué comerémos, ó qué beberémos, ó con qué nos cubriremos?

32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habeis menester.

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia: y todas estas cosas os serán añadidas.

34 Así que, no os congojeis por el dia de mañana; que el dia de mañana traerá su fatiga: basta al dia su afan.

CAPITULO 7.

1 NO juzgueis, para que no seais juzgados.

2 Porque con el juicio con que juzgais seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán á medir.

3 Y ¿por qué miras la mota que [está] n el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que [está] en tu ojo?

4 O ¿cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota; y hé aquí la viga en tu ojo?

5 ¡Hipócrita! echa primero la viga de tu ojo: y entónces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.

6 No deis lo santo á los perros; ni echeis vuestras perlas delante de los puercos: porque no las rehuel