Las personas que tiene baja autoestima se quieren menos y se protegen menos, ya sea de otras personas o de virus como el VIH. No es nada nuevo que la baja autoestima y la depresión inciden en que el sistema inmunológico se debilite y la persona se exponga a la enfermedad, inclusive el cáncer. También se cree que las personas con sentimientos de inferioridad están menos dispuestas a practicar la medicina preventiva, o usar el condón. Ellas podrían estar castigándose o buscando un alivio a su dolor por medio del consumo del alcohol, las drogas o el sexo compulsivo.
Un gay que no se acepta a sí mismo tampoco aceptará a otros gais y con el o se aislará del apoyo y de las fuentes de información que se necesita para hacer cambios en las prácticas sexuales hacia el sexo seguro. Si no se quiere a sí mismo, menos podrá establecer relaciones emocionales permanentes. Tampoco buscará alternativas culturales y sociales en la comunidad gay, las que lo podrían ayudar a mantener sus cambios en la práctica sexual.
Mucho menos buscará ayuda profesional en caso de necesitarla.