Travesuras, Cuentos de un Rey by Joana A Park - HTML preview

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Landford

 

Al llegar al castillo de Landford, me incorporé dentro delcarruaje. “Thomas” susurré, “Ya llegamos”.

 Él se levantó y miró por la ventana, diciendo en son de broma “hogar, dulce hogar”.

 Yo estaba nerviosa. No sabía como mi Padre iba a tomar todo esto.

 Al abrir Greyson mi puerta, hice una pausa y le dije “lleva a Thomasa mirecamara”.

 “¿A su habitación miReina?” élme dijo.

 “SiGreyson, mihabitación, élno puede estar en el calabozo.” Le contesté.

 “Pero élesun prisionero, su Alteza.” Greyson continuó diciendo.“Iréy hablarécon misPadresprimero, porfavor, dame un momento.” Dije mientrasmiraba a Greyson y después a Thomas.

 Rápidamente me introduje al castillo.

 Mi Madre me esperaba a las puertas.“Hija mía,estoy tan aliviadade queestésen casa” me dijo mi Madre mientras me abrazaba. Yo le tomé la mano y la besé.

 “¿Dónde está miPadre?” pregunté.

 Ella me miró contrariaday preguntó “en su cuarto, ¿por?

 “Necesito hablarcon losdosinmediatamente, por favor, ven conmigo” le respondí.Ambas caminamos tomadas de la mano rumbo a la habitación de mi Padre. Él estaba acostado, despierto pero no se sentía bien.

Alverme, éllevantó susmanosy murmuró “mi hija, has vuelto, ¿qué es lo que me tienes que contarde tusaventuras?”

 Mi Madre le ayudó a sentarse al momento que yo lo hacía en la orilla de la cama.

 “¿No soy digno de un abrazo?” mepreguntó mientras me abría los brazos.

 Me moví cerca de él, incliné mi cabeza y le di un abrazo.“Padre, tengo un dilemaque tengo que platicar contigo, pero tienes que escuchar todo lo que diga antesderesponderme.” Yo le dije.

 Mi madre me miró, ponderando en lo que yo tenía que decir.

 Yo respiré hondamente.

 “Hay algoque debíhaberte dicho hace mucho tiempo” aseveré.

 “¿Qué es, hija mía?” Mipadre mepreguntó consternado.“Antesde que Thomasse fuera a la guerra, ély yo nos casamos en la capilla del pueblo. Sé que esto fue sin tu permiso, pero nuestro amor era muy fuerte.”

 Él me miró, y después miró a mi Madre y le preguntó “¿tú sabíasde esto?”

 Yo le interrumpí, “noPadre, nadie sabía, sólo Thomasy yo.”

 Mi Madre bajó la mirada.“Bien, Thomas no está aquí, ¿Por qué me estás diciendo esto? ¿para calmar tu conciencia?” mi Padre agregó.

 “Thomasestá aquí, Padre” le dije.

 Mi Madre inhaló ruidosamente. “¿Qué eslo que estásdiciendo? ¿cómo sabesel paradero de Thomas?” Dijo miPadre.Bajé la mirada y dije “lo encontré en Willshire.” “¿Vivo?” miMadre preguntó. Asentí con la cabeza.

 “¿QUEE? ¿en dónde está? ¿contigo?” miPadre preguntó con emoción.Asentíy respondí“Si, está conmigo, pero esun prisionero de Willshire, él es quien mató al Rey Michael.”

 Mi Madre empezó a llorar.“Amelia, ¿qué no pensaste? hascometido un crimen, ¿por qué lo trajiste a Landford?” miPadre me preguntó duramente.

 “No podía dejarlo a que muriera en Willshire.” Le contesté.

 “Pero hija, ese era sudestino, ¡mató a alguien de la realeza!” miPadre dijo a gritos.

 Me incorporé y dije en voz alta “¡pero élesun Rey Padre!”

 “Sólo porque tú eresReina, eso no lo hace a élser Rey,Amelia” MiPadregritó enojado.

 “Élesmiesposo y yono podía traicionarlo de esa manera” le dije quedamente.“No, claro, tu prefierestraicionar a tureinoy a Willshire albergando a un asesino.” MiPadre continuó diciendo.

 “Élestu hijo Emmanuel” miMadre le dijo sollozando.“¿En dóndeesta élahora?” miPadre preguntóy yo respondí“está en mihabitación, él no va a pisar elcalabozo.”

MiPadre me interrumpió diciendo “Estas cometiendo un gran error, Amelia. Tu reino no te va a permitir esta traición.”

Yo le respondí“siesque hayalguna traición, sea yo castigada, pero en mi corazón, es lo que he elegido hacer.”

 “Llévame con él” me dijo miPadre almomento en que débilmente se levantaba de su cama.

Lentamente caminamos por el corredor hacia mi recámara. Al abrir la puerta, Thomas estaba parado en el centro de la misma.

 Mi Madre rápidamente corrió hacia él y comenzó a abrazarlo.

 “Hijo mío, he orado por eldía en que te pudiera ver y abrazar de nuevo” ella le dijo.

 “Asícomo yo” le respondió Thomas.Thomas caminó en dirección a mi Padre, dejando atrás a mi Madre. A la mitad del camino, él se arrodilló y dijo “¿puedo acercarmePadre?”

 Mi Padre se mantuvo estoico y asintió con la cabeza.

 Ellos se miraron cara a cara. La habitación permaneció en silencio.Mi Padre levantó su mano, alcanzó a Thomas y empezó aabrazarlo. “mihijo, mihijo” éldecía al momento de colapsar en sus brazos.

 Thomas lo abrazó mientras las lágrimas salían a raudales de sus ojos.

 “Perdóname Padre” éldijo almomento de ayudar a mi Padre a sentarse en mi cama.“Thomas, elverte no me hace sentir enfermo, la emoción es lo que me ha debilitado.” MiPadre le dijo a él.

 Greyson se mantuvo en la puerta y mi Padre lo llamó.

 “Greyson, ven”, élse acercó, se arrodilló y dijo “Mi Rey”.

 MiPadre exclamó“Greyson, graciaspor regresar a mishijossanosy salvos.”

 Greyson inclinó la cabeza mientras se le quedaba viendo a Thomas.“Esmideber, su Excelencia. Debo de llevar a los caballos para darles alimento y para que descansen. ” Élconcluyó, almismo tiempo que se excusaba.

Corrídetrásde Greyson y le dije “Greyson ¡gracias!” a lo que élrespondió “¿Graciasde que mi Reina? no he hecho nada por lo cual usted tenga que agradecerme” éladmitió.

 Sonreíy le contesté “tú siempre hassido un gran amigoy confidente.” Yme estirépara abrazarlo.

 “Oh, miReina, ¡que honor!” me contestó con timidez.Caminé hacia mi habitación y la vista era hermosa, todo lo que necesitaba era a David. Mi Madre y mi Padre estaban tan complacidos de tener a Thomas en casa. Al permanecer en el umbral de la puerta,

 Thomas me indicó con un movimiento que entrara.“¿Está todo bien?” mepreguntó preocupado. “Oh si, miRey, todo esmaravilloso” le contesté al momento de poner mis brazos alrededor suyo. Mi

Padre sonrió ypropuso “Mañana, debemos sentarnos para pensar que vamos a hacer con respecto a esta situación. Thomas es todavía un prisionero a losojosde Willshire.”

 Yo estuve de acuerdo.“Pero por ahora, comamosy descansemos.” Agregó mientras caminaba hacia la puerta para abandonar la habitación.

Ycontinuó diciendo “también esta recamara debe de ser preparada para ti y para Thomas, ahora que están casados. Shyanne, por favor, encárgate de prepararla.”

 Shyanne inclinó la cabeza y procedió a abandonar la recámara.

 MiMadre sonrióy dijo en vozbaja “losdejamos solos.”Empecé a quitarme mi atuendo de viaje cuando Thomas comentó “se me había olvidado lo menuda que eresenrealidad.”

 Sonreíy contesté “pequeña, peropeligrosa.”Él se rio y murmuró mientras se sentaba en una silla cerca de la ventana “cómo extrañé este lugar. Pensé que nunca ibaa regresar.”

 Me senté en la cama y le respondí“bueno, ya estás en casa; saca elmejor provecho de ello.”Al estar parado, camino hacia mí y agregó “también vialgo, no estoy seguro sifue una ilusión por la falta de sueño pero ha permanecido en mi mente desde entonces.”

Al quitarme los zapatos, le pregunté “¿y deque se trata?” Élse aclaró la gargantay susurró “Creo que via David”.

 Reaccioné sorprendida “¿David?¿nuestro hermano David?no, ¿en dónde?” le cuestioné.“Cerca de la vieja casita de campo, en lasafueras de Willshire, la que construyó tu Padre” Thomas continuó diciendo.

Empecé a doblar mi ropa, para evitar mirar a Thomasa losojosy dije “Tusojosdeben de haberte hecho una jugarreta Thomas. David está muerto.”

El asió mi rostro y lo alzó para que yo lo mirara “¿en verdad Amelia? él me cuestionó mientras me miraba suspicazmente.

 “SiThomas, tú lo viste morir” le respondí apuradamente.“Otrascosasmisteriosashan pasado, solo pensé que….” Éldecía mientraslo interrumpí rápidamente “tú piensasmal, a menudo yo también pienso que lo veo en el pueblo. Esto es porque lo extrañamosextremadamente.”

 Sabía que si Thomas había visto a David no iba a dejar el asunto por la paz.Debía de pensar en una forma de encerrar a Thomas sin en realidad ponerlo en una celda. De esta manera, él no podría dejar el castillo e investigar lo que había visto.

En lo que Thomas se daba un baño, busqué a Greyson. Lo encontré en losestablos. “Greyson, tenemosunproblema” le expresé.

 “¿Qué eslo que pasa miReina?” mecontestó.“Thomasdijo que había visto a David cerca de la casita de campo, mientras se escondía en esa área, éljura que lo vio a la distancia.” Yo le informé.

 “Esposible, peroDavid no esinsensato. Élno se exhibiría.” Greysonrazonó.

 “Yo conozco a Thomas, élva a salir a buscar a David si cree que silo vio.” Le afirmé.“MiReina, relájese,quizá despuésde hablar con usted, su mente va a estar en paz y se va a olvidar delasunto.” Greyson especuló. “Espero que asísea” agregué.

Había llegado la hora de reunirnos con nuestra Madre y nuestro Padre en el comedor. Me sentía nerviosa, las palabras de Thomas acerca de David seguían reproduciéndose en mi mente. Si él lo  encontraba, seria horrible. Había traicionado a mi Padre y a mi reino. Sería condenada a morir.

 MiPadre me miró y comentó “Te ves un poco nerviosa, ¿está todo bien?”

 Respire hondamente y respondí“oh siPadre, el viaje fue largoy todavía estoy sobresaltada.” Él asintió con la cabeza.Thomas me fulminó con la mirada desde el otro extremode la mesa yagregó “¿estássegura que es eso?”. Le dije que si.

La noche prosiguió como de costumbre. Al momento de que Thomas y yo regresábamos a nuestros aposentos todavía estaba inquieta, esperando que él no tocara el tema.

Élcerró la puerta detrásde míy me dijo “¿qué es lo que te pasa Amelia? en toda la velada estuviste actuandoextrañamente.”

Me quité elmantón yrespondí“estoy bien, solo tengo muchas cosas en la cabeza, especialmente, pensar que voy a hacer contigo o ¿se te había olvidado? tú eresun prisionero.”

Él sonrió sintiéndose superior e insistió “¿estás segura? además, un Rey no puede ser hecho prisionero, investígalo, está en lostestamentos.”

“Thomas, por favor” le contesté enojada. Élse estaba mofando de mí como para obtener una confesión de algún tipo.

“Me disculpo” medijo suavemente. “¿Me vasa encerrar como aun criminal cualquiera?” continuó diciendo.

Me encogíde hombrosy merasqué la frente. “No quiero hacer eso, pero entonces ¿qué voy a hacer? quizá pudiese emitir una enmienda que te confine a los límites de este castillo, sin ir más lejos. Entonces, serias un prisionero, pero sin propiamente serlo.”

Élse rio y respondió “cualquier cosaesmejor que el calabozo, lo único que tienes que hacer es parafrasear, para que nuestro Padre pueda entender tu jerigonza”.

 Me reí“tu entendiste, entonces seguramente hablastonteríascon fluidez.”Aunque estaba en los brazos de Thomas, no pude dormir. Me la pase dando vueltas en la cama lo suficiente para interrumpir el sueño de Thomas.

 “Amelia, miamor,¿quéeslo que te está molestando?” me preguntó.

 Me acurruquécon ély le dije en voz baja “la vida.” Élme besó la frente y respondió “trata de dormir, aunque sea un poquito.”

 Sonreí y cerré los ojos.Mis pesadillas eran tan vívidas. Thomas encontraba a David, David era traído de vuelta al castillo y hecho prisionero y yo siendo ejecutada por traición.

No había forma de acomodar esto para que fuera todo correcto. Pero entonces, Thomas no estaba seguro de haber visto a David. Mientras pudiera mantener a Thomas lejos de él, todo iba a estar   bien.Me desperté y Thomas ya se había ido; Shyanne me dijo que él estaba cabalgando en los terrenos del castillo. Aproveché la oportunidad de ir a hablar con mi Padre sobre la decisión de como tener preso a Thomas.

 “Mihermosa niña, entra, entra” me dijo mi Padre.

Parecía sentirse mejor y de mejor ánimo. “Padre, he tomado una decisión sobre Thomas. No lo voy a  encerrar en nuestro calabozo. Lo voy a confinar al  castillo y los terrenos que le rodean. Él no tendrá acceso a los alrededores. De ese modo, él es un prisionero.”

MiPadre sonrió y contestó “Pero Amelia, élestu esposo y Rey, él debe de ser presentado, además, es bastante testarudo, tú debes de permanecer fuerte en tu decisión, no importando cuanto amor sientaspor él.”

Me sentí confundida pero respondí“seré fuerte, sé que él tratara de zafarse de esto. Él puede ser Rey, pero sin tener ningún poder, ¿estoy en lo correcto,  Padre?”

 MiPadre hizo mofay dijo “Thomas, Rey sin poder, imposible y muy poco probable.” “Bueno, sile gusta su libertad, tiene que estar de acuerdo en esto.” Le respondí.Mi Padre accedió, por lo cual, la decisión estaba tomada, sólo restaba hacérselo saber a Thomas. Lo esperé en el jardín pero él no regreso de inmediato y eso me preocupó.

Al estar hablando con mi Padre, Thomas decidió cabalgar a Willshire; él necesitaba probarse a si mismo que el hombre que había visto no era David. Al llegar a la casa de campo, no había nadie ahí. Él miró por las ventanas y en los alrededores. En la distancia, él creó un parámetro en donde se podía sentar sin llamar la atención y observar. El sol se empezó a poner y nadie había regresado a la casa de campo, por lo cual, él decidió regresar a Landford.

“Quizá fue miimaginación” élpensó para sus adentros. “Pero era tan real” se decía a simismo.

 Al regresar por parajes desconocidos, él vio a soldados de Schillingburg. Cabalgó rápidamente para evitarlos, pero ellos lo vieron y regresaron a Schillingburg para alertar al Rey Erich.

 “Su Alteza, le tenemosnoticias.” Dijo elprimer soldado.

 El Rey Erich trastornado,gruñó “¿acerca de qué?”

 “Sobre elPríncipe Thomasde Landford, élestá libre, lo vimos” contestó elsegundo soldado.

 El Rey Erich se levantó de su trono y con una seña, les indicó a los soldados que se acercaran.

 “¿Dónde? ¿en dónde estaba él?” Lespreguntó el Rey.

 “Élcabalgaba en elpasaje externoy ahora usa la capa delRey.” Respondió elprimer soldado.

 “¿La capa delRey? ¿la capadelrey de dónde? Él Rey preguntó haciendouna mueca”.

 “De Landford, miRey” contestó elsegundo soldado.“¡IMPOSIBLE! ¿Willshire lo regresó a Landford? ¡QUE IDIOTAS! ¿dónde está William? ¡tráiganme a William!” élgritaba.

 William rápidamente entró al salón. “MiRey, ¿llamó usted?” éldijo nerviosamente.“SI, te llamé,¿quéesesto que me estándiciendo que Thomas está en Landford y está usando la capa delRey?”

 “No tengo la menor idea su Alteza” William contestó.

 “¡ENTONCES VEYAVERIGUA!” gritó elRey Erich. Al llegar Thomas al castillo, lo confronté en los establos“¿en dónde estabas? le espeté.“Estaba cabalgando, ¿por qué? ¿debo de pedirle permiso a la Reina para ir a montar?” élme respondió.

 “¿Saliste de Landford? ¿estásmalde la cabeza?” vociferé.

 “Sólo un poco, pero heregresado con bien, ¿cuál eselproblema?” éldiscutió.“Elproblema esque eresunprisionero Thomas, no puedes estar haciendo lo que te plazca, eso te puede matar” le sugerí.

 “¿Asesinado? Muy pocoprobable” me dijo riendo.“Por una vez en tu vida Thomas, necesitastomar las cosas en serio, tu cautiverio no es una cosa de risa. Ya hablé con nuestro Padre y hemos acordado en que tu estarás confinado al castillo y su alrededoressolamente” continué diciendo.

 “¿Qué? Yono soy un niño” Thomascontestó molesto.

 “Siy con respecto a tu título de Rey, lo puedes conservar, pero no tienes ningún poder.” Agregué. “¿Esesto una broma? ¿un Rey sin poder?” él respondió con una carcajada.“Tómalo o déjalo Thomas, ya estoy harta de tratar de hacer que tu estés cómodo, y tú, sin ningún respeto, ni siquiera a ti mismo, andas por ahí trotando como si fueras un hombre libre.” Concluí.

 “Espera, ¿y cuálesmiotra opción?” élpreguntó. Desde la distancia le dije, “Elcalabozo”, oh y ¡decide rápido!”Al entrar al castillo, me topé con mi Padre quien escuchó la conversación por casualidad. Él me miró ydijo “bien hecho.”

Sonreí y me fui a mi recamara a tomar un baño, quizá eso podría relejarme de la tensión,  especialmente después del momento que había pasado.

 Shyanne, como siempre, tenía todo preparado para míy me dijo “MiSeñora, su baño tibio le espera.”

 Sonreí y empecé a quitarme la ropa. “Difícilmente puedo esperar” le respondícon entusiasmo.

 “Si, su Alteza, vertílavanday otrosaceites,quedó perfecto.” Ella agregó.

 Caminé a través de la recamara y entré en la tina.

 El agua estaba tan tibia e invitante.

 De repente, la puerta se abrió de par en par y Thomas se quedó parado en el umbral.

 “DiscúlpanosShyanne, debo de hablar unas palabrascon la Reina.” Éldijo con voz alta. Shyanne rápidamente abandonó la habitación, cerrando la puerta tras de ella. No tenía a donde correr, por lo cual, permanecí cubierta por el agua.

 “¿Qué eslo que pasa Thomas? ¿no vesque estoy ocupada?” le dije molesta.“Esun momento perfecto, porque no puedeshuir y escondertecomo acostumbras” éldijo deforma implícita.

Observé como atravesaba el cuarto hecho una furiay protestó diciendo, “¿hasperdido larazón? tú eres tan irrazonable como mi Padre. Un Rey sin  poder es una broma y un espectáculo poco halagador. Voy a ser lacomidilla de todos.”

 “¿Yquéquieresqueyo haga Thomas?” le contesté.Yélme interrumpió diciendo “estoy deacuerdo con estar encerrado dentro del castillo y sus alrededores, pero no con lo de ser un Rey sin poder.”

 “Dameun pocode tiempo para pensarlo y ver si puedo salir con algo, ¿si?” le respondí.

 Él me miró con gravedad y abandonó la habitación.Thomas no regresó a nuestra habitación esa noche. Él permaneció en su antigua recamara o fue lo que yo pensé.

Mientras dormía, Thomas se fue de camino a Willshire. En esta ocasión, él descubrió mi secreto. No era una ilusión. Era David, de carne y hueso.

 “¿Pero, como puede ser estoposible? Yo lo vi morir.” Sepreguntó a simismo.Al cabalgar de regreso a casa, él no pudo evitar pensar que Amelia sabía de esto. “Ella reacciono extrañamente cuando le mencioné a David y ella  generalmente tiene buenasocurrencias.” se dijo a si mismo.Al mismo tiempo, Greyson y William tenían su junta. William le preguntó a Greyson acerca de Thomas y Greyson le dijo lo que sabía, pero nada para incriminar a nadie.

William le informó a Greyson que Thomas había sido visto cerca del castillo Schillingburg, y que si lo volvían a ver por ahí, estarían siendo forzados a matarlo.

 Greyson estuvo de acuerdo y partió de regreso.

 William regresó a Schillingburg con las noticias más recientes.

 El Rey Erich no podía creer lo que acababa de escuchar.

 “Entonces, ThomasesRey” éldijo confuso y agregó “¿pero cómo puede ser eso posible?”“No puedo creer queWillshire no lo hubiera ejecutado por haber matado a su Rey” continuó diciendoy despuésgritó “¡ESTOES INACEPTABLE!” “Estoy seguro de que cuando elRey Paulse entere acerca de Thomas, él opinara lo mismo que yo. Quizá deba de tomar cartas en el asunto y castigar a Thomas yo mismo, tú sabes, para mostrarle nuestra buena fe aWillshire.” Élconsideró.

 “¿Qué eslo que va a ser miRey?” William le preguntó.El Rey Erich se quedó mirando al vacío y masculló “hmmm, quizá eshora deque Thomaspierda lo que es importante para él. ¿Qué mayor castigo pudierahaber que perder a Amelia?”

A la mañana siguiente, al dar una caminata por el jardín, Greyson meconfrontó “MiReina, hablé con William de Schillingburg y él me informó que Thomasestuvoahí.”

 Yo asentí con la cabeza.

 “Ya lo sé, élme dijo que fue a Willshire, le respondí.

 “Élva a ocasionar que lo maten” Greyson afirmó. “Yo lo sé y se lo dije, pero estestarudo y se rio de mí. A élle importa uncomino.” Yo respondí.“Esto va a terminarpronto, lo acabo de confinar al castillo como castigo. No le estará permitido salir” agregué.

 “¿Usted piensaque va aobedecer? Greyson preguntó.

 “Espero que si, por su propio bien, élrealmente no tiene otra opción.” Concluí.

 Al regresar a mi habitación, Thomas estaba parado ahí, con un ramo de flores en las manos. Sonriendo, me dijo “florespara usted, miReina, yo se lo mucho que le gustan.”

 Yo sonreí.

 “GraciasThomas,estándivinas, pero ¿porqué merezco tanhermoso regalo?” le pregunté.Yélme contestó “lamento no haberme quedado contigo anoche, debido mi enojo totalmente fuera de lugar, y pido tu perdón con este presente.”

“Tú eresmuy dulce, muchísimasgraciasy por supuesto, tú eressiempreperdonado amor mío.” Le conteste al mismo tiempo que tomaba las flores y se las daba a Shyanne. Ella me miró de una forma muy rara. Yo también sentí que Thomas estaba tramando algo, pero me rehusé a verlo en ese momento.

 “Tengo todo un día planeadoparanosotrosdos, si esque no estasocupada”. Élme dijo. “¿De verdad?” le dije con un tono de sospecha.

 “Si, de verdad” me dijo, imitándome altiempo que besaba mi mejilla.

 “Ven, salgamosahora” medijo mientrastomó mi mano y me condujo al carruaje.Repentinamente, élse giró para verme y dijo “no vamos a ir mas allá de los alrededores del castillo, por favor, no te preocupes. Yo no voy a desobedecer a miReina.”

 Le sonreí y entré al carruaje.

 “¿A dónde me vasa llevar Thomas?” Exclamé. Elrio y susurró “esun secreto.”Él había planeado un día de campo cerca del arroyo. Me sentí un poco rara, parecía que él planeaba algo. Yo había perdido la confianza en Thomas, pero lo amaba tanto que eché a un lado esos sentimientos.

 Pasamos el día platicando y recordando, como en los viejos tiempos.

 Cuando el sol empezó a ponerse, caminamos de vuelta al castillo, tomados de la mano. Rápidamente nos retiramos a nuestras habitaciones.El día había transcurrido románticamente, pero aún tenía un sentimiento de intranquilidad en mi corazón.

La velada se empezaba a poner mejor aún. Cuando entramos a la recámara, el piso estaba preparado con cojines en un área. La luz de la luna empezó a brillar directamente sobre nosotros. ¡Era idílico!

 Thomas me llevo a esa área.

 Él me besó apasionadamente al bajar al piso.Thomas sabía como hacerme sentir especial. Él siempre se aseguraba de que yo disfrutara el tiempo que pasábamos juntos.

 Él besó mi nuca al mismo tiempo que me desabotonaba el vestido.

 Al caer el mismo, Thomas me atrajo hacia él.Sus brazos eran tan fuertes y firmes. Pareció que hicimos el amor por horas. Su vigor era invencible.

 De repente, un momento de ternura, se convirtió en brutalidad.

 Thomas me sujetó por la fuerza.“Creo queya estiempode hacerte saberqueya estoy enterado de tu secreto.” Élme susurróal oído.

 “Thomas, me estaslastimando, por favor,detente. ¿Qué secreto?” le contesté.“Tu precioso David está vivo, lo vicon mispropios ojos y ahora sé que tú lo ayudaste.” Éldijo con un gruñido.

 “¿De qué estáshablando?” le pregunté lloriqueando.

 Élme abofeteó ydijo “¿cómo te atreviste a mentirle y a traicionar a tu esposo?” Cerré los ojos mientras las lágrimas corrían por mi rostro.Thomas agregó “Ahora que tengo tu atención, vamos a modificar tu estúpida enmienda. Desde este momento, me darás poder parcial sobre Landford o tu precioso secreto saldrá a la luz, y yo, como tú Rey, tendré que ejecutarte por traición. En realidad no quiero hacer eso.”

 Yo sólo lo miraba, aterrada.“¿En verdad pensaste que me podíasengañar? tú has creado a un monstruo dentro de mí con tus mentiras. Cuando me di cuenta que me habías traicionado y ayudado a David, tenía que replantearme mi amor por ti. Amelia, en el mismo instante en que lo vi, supe que tú eras la causante de su libertad. Ahora, debes de vivir con este monstruo o sufrir lasconsecuencias.” Élcontinuó diciendo.

Finalmente, él me soltó y me empujó. “No te preocupesAmelia, te prometo que no voy a lastimarte. El destronarte es otra historia. ¿Cómo se siente ser traicionada, miReina?” éldijo riendo.

 “¡DIME!” preguntó con un grito. “¿Qué eslo que se siente?” dijo en voz baja esta vez.

 Yo me quede callada.

 “Vístete, NO,mejor aún, llegó la hora en que le sirvasa tu Rey.” Élagregó.

 Me desperté a la mañana siguiente, con Shyanne contemplándome. Ella se veía perturbada. “¿Qué le paso en losbrazosmiSeñora?” me preguntó.

 Tenía algunos moretones y marcas en el cuello.Le contesté “oh,no te preocupes,no esnada, sólo jugamosun poco rudo” y me subílasmangaspara tapar mis hombros.

 “He venido a despertarla; Thomasy su Padre la están esperando en la salita. Ya le había preparado su vestido, pero déjeme ver si puedo encontrar otro que tape esasmarcas.” Ella agregó.

 Asentíy le dije “¿de casualidad tú sabeslo que necesitan?”Ella se encogió de hombros “Thomasha estado con él toda la mañana, pero no he escuchado nada.”

 Me vestí y me encaminé hacia la salita.

 Alllegar a la puerta, Thomasdijo “Micorazón, entra, te hemosestado esperando.”

 “Élcaminó hacia míy tomándomede la mano, me condujo hacia la silla más cercana.

 “BuenosdíasPadre” le dije en vozbaja. Élsonrió. Thomascontinuó “Le estaba diciendo a nuestro Padre acerca de lo que hablamos anoche. Como me querías presentar como tu esposo, el Rey de Landford.”

 Pasé saliva con dificultad y miré a mi Padre.“Como se lo dijea Thomas, no sé siesto sea una buena idea. Déjame consultar con los ancianos y yo leshare saber” miPadre interrumpió.

 Sonreí y asentí.

 “Se paciente, hijo mío, tú eresRey, sólo escuestión de tiempo.” Mipadre dijo concluyendo.

 Thomas no se veía divertido.

 Nuestro Padre se excusó para retirarse. “Thomas, nodebesde ser tan ansioso,deja queyo me encargue de esto.” Ledije suavemente.

 “Comohasmanejado todo lodemás¡NO!” élme respondió.

 Los meses pasaron y nada se resolvía. Las peleas entre Thomas y yo habían empeorado. Me tenía totalmente aterrorizada porque sabía de lo que él era capaz.Mi Padre se enfermó gravemente una vez más. Él estaba confinado a su cama permanentemente. Él podía sentarse y hablar con nosotros pero sólo por

periodos cortos. Thomas y yo lo visitábamos a diario. Era el único momento en el que no peleábamos. Un día, pensé que era muy peculiar que Thomas hubiera ido a ver a nuestro Padre solo.

Al pasar por la habitación de mi Padre, decidí dejarlos solos. No sabía que mi Padre lo había mandado llamar.

 “Padre, ¿me buscabas?” le dijo Thomas. “Si, hijo mío” élle contestó con una voz enferma y débil.“¿Está todo bien?” le preguntó Thomas. “Ya he tomado midecisión, despuésde hablarcon los ancianos. No te puedo otorgar el poder que deseas. Deja que Amelia reine, contigo a su lado, peronada más.” MiPadre le ordenó.

 Thomas permaneció quieto. Esta no era la decisión que él estaba esperanzado.

 “Debo de hablar con Amelia respecto a mi decisión.” MiPadre agregó.Thomasmiró alrededor frenéticamente. “Padre, ella no es ni siquiera tu hija, ¿cómo puede ella gobernar sobre tureino?” Thomasenfatizó.

 “Ella esmihija y ahora, es tu esposa, debes de respetarla.” MiPadre le propuso.Amelia no debe saber sobre tu decisión, Thomas pensó para sus adentros. Entonces, tomó una almohada. Él iba y venía considerando que hacer. Caminó hacia la puerta y se fijó si es que alguien estaba en el corredor. Él silenciosamente cerró la puerta y caminó despacio de vuelta hacia la cama de mi Padre. Al él dormirse, Thomas cubrió su cara con la almohada que había tomado.

 “Padre, por favor, perdóname” élle susurró mientras lo asfixiaba.Cuando mi Padre ya no se movió, Thomas quitó la almohada y la puso a su lado. Sin ningún tipo de  remordimiento, salió de la habitación y se dirigió a  los establos. Él sabía que nadie iba a checar a mi Padre sino más tarde o en la noche y eso le dio  suficiente tiempo para cabalgar lejos y reponerse.

Al llegar a los establos, él tomó el caballo de David, Hemi y cabalgo alejándose. Los empleados del establo no encontraron nada inusual en ello. Thomas frecuentemente hacia eso. Cuando estuvo lo suficientemente lejos como para no ser oído, él saltó del caballo y comenzó a gritar. No podía creer lo que acababa de hacer. Y ya no había marcha atrás. Él sabía que para cuando él regresara al castillo, mi Padre ya habría sido descubierto. Él se arrodillo cerca de un árbol y lloró amargamente.

Más tarde, ese mismo día, los cuidadores de mi Padre lo encontraron. Ellos dijeron q