Biografía del Libertador Simón Bolívar , o la Independencia de la América del Sud - Reseña Histórica - Biográfica by L. C. - HTML preview

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CAPITULO VI

Un abuso de confianza.—Juicio contra Bolívar y Mariño por suausencia.—Destitucion del Libertador—

Nuevo asedio de Maturin.—Derrotas de Morales.—Muerte de Bóves.—La adversidad persigueá los republicanos.—Maturin cae en manos de Morales.—Triste fin deRibas.—Ventajas de las armas españolas.—Entrevista de Urdaneta yBolívar.—Este se presenta á dar cuenta de su conducta al gobierno y esbien acogido.—Conquista de Santa Fé de Bogotá.—Conflictos de Bolívarcon el gobernador de Cartagena.—Consecuencias de la rebeldia.—Retiraseel Libertador á Jamaica.—Cartagena es tomada por Morillo.—Nuevosderramamientos de sangre.—La república parece haber tocado á sufin.—Sucesos de Margarita.—Bolívar amenazado por el puñal de untraidor.—Preparativos hechos por Brion.

La desgracia no habla cesado aun de afligir y poner á prueba el nobleamor del heróico patricio; no habia cesado aun de acrisolar con el fuegode los mas rudos tormentos su lealtad y su constancia; aun no habiadescargado sobre su cabeza el mayor y mas formidable de sus golpes. Unanueva defeccion, hija de la tentadora codicia, vino á cortar las alas ásu patriótica y halagüeña esperanza. Las riquezas que llevabaembriagaron el avaro corazon de Bianchi, y con el mayor cinismo declaróá Bolívar que estaba dispuesto á despojarle, lo cual habria verificadopor completo si las vivas reclamaciones de los portadores de aqueltesoro, destinado á comprar la libertad de la América del Sud, nohubieran conseguido que, avistando la Margarita, el desleal marino lescediese una parte muy pequeña de las alhajas y dos buques de suescuadrilla para que guiasen á Cartagena; pero desbaratados sus planesse dirigieron hácia Carúpano y desembarcaron en este punto el 5 deSetiembre.

Pero otra nueva desventura les esperaba alli. Durante su ausencia losjefes militares de la provincia los juzgaron como traidores; y por haberabandonado el ejército, este era su juicio, se dió un decreto deproscripcion contra ellos, y Ribas y Piar habian merecido los dosprimeros cargos militares. Ribas se presentó en Carúpano el diasiguiente á la llegada de Bolívar y Mariño; puso preso á este, y dejólibre, pero destituido, al noble cuanto desgraciado

Libertador

. Sinembargo, por uno de esos actos inexplicables en los hombres, por uno deesos caprichos de la suerte, el mismo que acababa de robarles sepresentó en actitud amenazadora á protegerlos; y habiéndolos reclamadoenérgicamente á Ribas, les prestó auxilios y partieron para Cartagenael dia 8, mas dispuestos que nunca á sacrificarse por su patria.

Por este mismo tiempo, con cerca de 6.500 hombres, Morales se presentabadelante de Maturin é intimaba la rendicion, ofreciendo una honrosísimacapitulacion á los que defendian este punto; pero el pueblo maturinensereproducia otra vez sus antiguas palabras, diciendo con entereza:

"Quepreferia el exterminio á la esclavitud."

Bermudez tenia á su lado alleal Pedro Zaraza, al sumiso y valiente Cedeño, al activo José TadeoMonágas, á otros distinguidos jefes, 1.000 ginetes y como unos 300infantes, todos ellos valientes, todos buenos patricios.

Grande fué la victoria que Bermudez alcanzó sobre Morales, á pesar de lasuperioridad numérica de las fuerzas mandadas por este, en la batallaque le presentó el dia 12 de Setiembre. Despues de haberle muerto mas de2.000 hombres, cogiéndole hasta 900 prisioneros, se hizo dueño de 2.100fusiles, 6.000 bestias de carga, 700 caballos con sus monturas, mas de150.000 cartuchos, gran número de reses y, otras provisiones de boca,sin otro sacrificio por su parte que el de 75 muertos y unos 120heridos. El jefe español huyó á Urica con la gente que le quedaba paraesperar alli á Bóves.

Llegó este general algunos dias despues, y el 5 de Diciembre sus fuerzasy las de Morales derrotaban cerca de Urica á Ribas y Bermudez. Caracostó esta victoria al general en jefe español, pues Morales recogió sucadáver en el campo de batalla, mientras los jefes republicanos, casisolos, de alli á poco tiempo regresaron á Maturin. No era solo esta laderrota que tenian que llorar los partidarios de la independenciaamericana, pues otras muchas iban experimentando por su division depareceres, altivas presunciones é indigna insubordinacion los caudillosdefensores de la libertad en la parte oriental de Venezuela.

Inútil fué la resistencia que en Maturin pudieron oponer á Morales losque escaparon con vida de la última refriega. El nuevo general delejército español, por tal le reconoció su oficialidad, llevándolo todo ásangre y fuego, degolló sin piedad y sin distincion de edad ni de sexo álos leales maturinenses. Bermudez se refugió con menos de 200 hombresen las montañas del Tigre; Ribas, en compañia de unos pocos, suponiendoencontrar á Urdaneta, se encaminó hácia la comarca de Barquisimeto.Apresado este valeroso guerrero mientras dormia en los montes deTamanaco, su cabeza, con el mismo gorro frigio que constantemente soliausar, fué llevada á Carácas en una jaula de hierro y expuesta al públicosobre el camino de la Guaira.

En el curso del último mes de aquel año se hizo dueño Morales de toda laparte oriental, y su escuadrilla bloqueó las costas desde Irapa áTrinidad, impidiendo la huida á los patriotas. Sometido tambien alpropio tiempo el occidente venezolano por las armas de España, Urdanetase puso bajo la proteccion de la Nueva-Granada, esperando adquirirnoticias algun dia de la reaparicion de Bolívar. Vióle con efecto enPamplona, y le dejó camino de Tunja, á donde se dirigia para dar cuentade su conducta al gobierno general, con ánimo tranquilo y lleno comosiempre de su franca lealtad y de su nunca abatido entusiasmo.

El gobierno le acogió benévolamente, aprobó todos sus actos, y comoprueba de su cabal conviccion y confianza, le encargó tomar á Bogotá, loque realizó el 12 de Diciembre, concediendo á los vencidos unacapitulacion honrosa. Esta ciudad fué desde luego asiento del gobierno,que ordenó al ilustre caraqueño descendiese el Magdalena para obrarcontra Santa Marta, y este partió al frente de la division de Urdaneta,reforzada por algunos reclutas granadinos. La sumision de Santa Fé deBogotá trajo consigo el reconocimiento por las provincias del Congresoreunido en Tunja para juzgar á Bolívar, y un nuevo esfuerzo paraestablecer un gobierno constitucional.

A fin de facilitar el buen resultado de la empresa, fué autorizadoBolívar á tomar en los arsenales de Cartagena algunos cañones y cuantoal intento necesitare; pero el jefe que mandaba en aquella plaza se negóá ello, y entonces se vió en el caso de sitiar á sus mismoscoreligionarios. Mientras ejecutaba esta para él repugnante operacioncon ánimo de castigar la desobediencia, á fin de mantener el órden ydisciplina, sin las cuales era imposible marchar adelante en el caminode la emancipacion proclamada, el general español Don Pablo Morillofondeaba en Puerto Santo, á 5 de Abril de 1815, al mando de unaexpedicion que, incluso la fuerza de marina, constaba de 15.000 hombresauxiliados por 18 piezas de artilleria, un regimiento de dragones, otrode húsares y algunas compañias de zapadores.

A vista de tan formidable refuerzo, y cansado de luchar sin fruto contraun cúmulo tal de inconvenientes, hijos la mayor parte de la rastreraenvidia, y sin desistir por eso de esperar tiempos mejores para empezarde nuevo la conquista de las libertades de su pais, puso á disposiciondel jefe de Cartagena las fuerzas que llevaba, y á los tres dias de lallegada de Morillo se retiró á Jamaica, donde despues se le reunieronMariño y algunos otros jefes y oficiales venezolanos.

Poco despues el general Morillo puso sitio a Cartagena, que á causa delque le habia hecho sufrir el Libertador, se hallaba exhausta de viveresy no pudo resistir sino algunos dias. La toma de esta importantepoblacion facilito á los realistas el medio de reconquistar laNueva-Granada, y pronto corrió á torrentes en el patíbulo la sangre desus decididos y honrados habitantes.

La república habia dejado de existir en la apariencia; pero aun sealbergaban en las montañas pequeñas y diseminadas algunas partidas, comovivo testimonio de que el fuego de la revolucion existia en el corazonde los bosques, preparado á producir nuevos incendios, lo mismo que enlos corazones de los Sud-americanos, dispuestos ya favorablemente alrecobro de sus siempre hollados derechos, por mas que en aquellosmomentos se viesen ahogados por la fuerza brutal.

Para gobernador de la isla de Margarita nombró Morillo á Don AntonioHerraiz, cuyo bondadoso carácter no estando en armonia con el violentosistema de secuestros y prisiones que en todas partes se llevaba á cabo,dió márgen á que al poco tiempo quedase destituido, y fué á reemplazarlepersona mas idónea, mas dura de corazon, y por lo tanto en conformidadcon las arbitrariedades y vejaciones por aquel entonces á la órden deldia. El reemplazante no era otro que el teniente coronel Don JoaquinUrreiztieta, que en seguida se inauguró haciendo una ruda persecucion álos principales sugetos de la isla. Entre otros que decidieron vendercara su vida en vez de esperar á que inicuamente se la quitaran,despojándolos de sus haciendas y encerrándolos en lóbregos calabozos,Arismendi se refugió en los montes decidido á rendir la suya, pero conlas armas en la mano.

Entretanto la Providencia parecia proteger los dias del Libertador enJamaica, alejando de su pecho el puñal traidor que habia de atentarcontra ellos. Un español, pagado por Don Salvador Moxó, que habiasustituido á Cevallos mientras un viaje de este á la Península, logróseducir en Kingstown á uno de los sirvientes de Bolívar; y cierta noche,acercándose á la hamaca en que solia dormir, clavó su acero homicida enel corazon de la persona que alli estaba acostada. Al ¡ay! lanzado porla victima Bolívar se levantó, hizo preso al criminal y lo entregó á lajusticia, que oida la confesion del infiel servidor le condenó á sufrirla última pena.

Este incidente necesita una explicacion. El Libertador y un emigrado deCarácas amigo suyo, llamado Amestoz, acostumbraban dormir en la mismahabitacion. El primero se acostaba en una hamaca y el segundo en unacama. Pero aquel dia, en que el calor fué extraordinario, habiéndoseretirado Amestoz mas temprano se acostó en la hamaca mientras volvia suamigo. Cogióle el sueño, y Bolívar á su llegada, por no molestarle,ocupó la cama que estaba vacia. Este cambio casual le salvó la vida.

Sinembargo, el aguerrido soldado, el esforzado campeon de la independenciade Venezuela, si bien no pudo menos de lamentar el sangriento é inhumanofin de su querido amigo, no por eso se inquietó y siguió habitando enKingstown hasta que sabedor de que el capitan propietario de la corbeta Dardo

, Luis Brion, habia marchado hácia Cartagena con algun armamento,y se hallaba en los Cayos de San Luis allegando gente y acopiandovíveres para acudir al socorro de la plaza, voló á ofrecerle su espada,entusiasta como siempre, como siempre alentado por el mismo noble valory la misma imperturbable esperanza.