Biografía del Libertador Simón Bolívar , o la Independencia de la América del Sud - Reseña Histórica - Biográfica by L. C. - HTML preview

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CAPITULO III

Entrada del año 1811.—Reunion y organizacion de un Congreso.—Disposiciones adoptadas por esto Cuerpo.—Conspiraciones.—Salida delgeneral Toro para Valencia.—Nombramiento de Miranda como jefe delejército.—Sus actos.—Constitucion de Venezuela.—La capital delEstado.—Monteverde.—Sucesos de la época y posteriores á la llegada deeste personaje.—Molestar de la causa de Venezuela.—Terremoto.—

Influencia de sus desastres unidos á los de la guerra.—Defeccion dealgunas ciudades.—Suspension de la ley del Estado.—Donativos.—Proyectosde Miranda.—Elevacion de Bolívar al gobierno de Puerto-Cabello.—Esfuerzosinútiles.—Escenas sangrientos.—Descrédito de Miranda.—Ofrecimientosestériles.—

Derrota del Dictador.—Bandolerismo.—Inminente peligro deBolívar y su viaje á la Guaira.—

Proposiciones de armisticio.—Capitulaciones.—Monteverde se hace dueño del pais.

Inaugurábase el año 1811 con el bloqueo de las provincias venezolanas,bloqueo que Cortabarria mandaba ejecutar en cumplimiento de un decretode la regencia, mientras que la junta, fiel á su convocatoria, llevaba ácabo la reunion del aplazado Congreso. Conforme á lo dispuesto por elladebia constar de cuarenta y cuatro diputados.

El 2 de Marzo era el dia señalado para la reunion, la cual debiaverificarse en la capital, donde aquel alto cuerpo quedó instalado,formando una Cámara, comun é indivisa, compuesta de respetablespatricios enviados por las provincias de Barcelona, Varinas, Carácas,Cumaná, Margarita, Mérida y Trujillo. Entre sus dignos miembrosfiguraban el general Miranda, el marqués del Toro, Francisco JavierUstáriz, Lino Clemente, Martin Tovar, Juan German Roscio, AntonioNicolás Briceño, Francisco Javier Yánes y otros varios.

Despues de haber organizado su servicio; el Congreso nombró tresindividuos encargados de ejercer el poder ejecutivo, y otros tres comosuplentes para los casos necesarios de ausencia ó enfermedad de losprimeros, que fueron los señores Baltasar Padron, jurisconsultoacreditado; Juan Escalona, oficial de milicias elevado á la clase decoronel por la Junta Suprema, y Cristóbal Mendoza, que ejercia deabogado.

Además estableció un Consejo Consultor.

Uno de los acuerdos mas importantes del Cuerpo Legislativo fué el de lasancion de la famosa acta, por la cual se declaraba que las provinciasde Venezuela en él representadas, formarian en lo sucesivo unaConfederacion de Estados libres é independientes, con absolutaseparacion de España. Cada uno de estos podria darse la forma degobierno que mas le conviniera, conforme á la voluntad de sus pueblos.

Pronto se hicieron sentir algunos movimientos revolucionarios,promovidos por los agentes de Cortabarria, que fueron sofocados por lasfuerzas del gobierno, y condenadas á la última pena por sus tribunaleslas personas que aparecian como autoras de la rebelion. Pero unapeligrosa sublevacion estalló en Valencia, donde los revoltosos,desconociendo la autoridad del Congreso, proclamaron la legitimidad deFernando VII.

El general Toro voló á reprimirla, logrando en un principio desalojar alenemigo de sus puestos avanzados, y concluyendo por ser rechazado á suvez hasta Maracay, desde cuyo punto envió emisarios á Carácas para quele auxiliaran con tropas de refuerzo. El gobierno entonces nombró áMiranda general en jefe del ejército; marchó este contra los españoles yles obligó á capitular, entrando en la ciudad sublevada el 13 de Julio.Pero por falta de la precaucion necesaria los vencidos, que habianconservado armas y municiones, saliendo de sus cuarteles cayeron sobrelas tropas de Miranda, llevándolas en precipitada fuga hasta Guaraca.

Despues de un hecho tan poco noble, Miranda, en ánimo de tomar venganza,allegó nuevas fuerzas y en los dias 12 y 15 de Agosto, reducidos losespañoles al último extremo, se rindieron á discrecion por haberles sidorechazadas cuantas proposiciones de capitulacion habian presentado. Losprisioneros fueron condenados á muerte por los tribunales, pena que elCongreso determinó se conmutara por otras.

Formulada, discutida y sancionada la Constitucion federal de las sieteprovincias venezolanas, se publicó el decreto en 21 de Diciembre.Reconocíase como base el sistema representativo, residiendo la soberaniaen el pueblo; dividíase el poder en legislativo, ejecutivo y judicial,formando cuerpos independientes entre sí; garantizábase el derechopopular y la inviolabilidad de domicilio; proscribíase para siempre eluso de la tortura y el fuero personal, y ninguna sentencia pronunciadapor traicion contra el Estado tendria carácter difamatorio para loshijos del reo; abolíase la trata de negros y los indios eran igualadosá los demás venezolanos en derechos y deberes: desarrollábase lainstruccion pública; extinguíanse los títulos de nobleza hereditarios,asi como toda calificacion degradante de raza y, por último, quedabaadoptado el pabellon amarillo, azul y rojo, enarbolado por Mirandacuando su expedicion de 1806, considerándolo como distintivo de lafederacion.

La ciudad de Valencia fué declarada despues como capital del Estado; yel Congreso suspendió sus tareas el 15 de Febrero de 1812, aplazando supróxima reunion para el 1° de Marzo, no sin haber antes de disolverseordenado guarnecer la márgen izquierda del Orinoco para colocarse á ladefensiva.

Desde esta fecha hasta la llegada del capitan de fragata DomingoMonteverde, natural de Canarias y al servicio de España, hubo algunosencuentros, prósperos unos y adversos otros, entre las tropas federalesmandadas por los coroneles Francisco Gonzalez y Moreno, Manuel Villapoly Francisco Solá y las españolas; estos combates tuvieron lugar en SantaCruz de la Soledad, en las aguas entre el caño de Macareo y el dePedernales, en Barrancas, en Lorondo y en Angostura, donde, despues deun grave descalabro en que Villapol tuvo que fortificarse en Maturinpara salvar su gente, Moreno y Solá desaparecieron, dejando sus soldadosen el mas criminal abandono y á merced del enemigo.

Monteverde llegó á Coro en compañia del brigadier Don Juan ManuelCagigal y otros jefes militares, llevando consigo dinero, armas y demásnecesario para hacer la guerra á las provincias sublevadas; y desde estemomento los patriotas, no por falta de valor y decision sino á causa delmenor número, fueron estrechados y acosados con mayor actividadcada dia.

El 15 de Marzo protegia Monteverde la revolucion que en Liquisiqueacaudillaba deslealmente el indio Reyes Vargas, que sin grandesmerecimientos habia recibido el nombramiento de capitan del gobierno deVenezuela; y á los seis dias de esta defeccion los patriotas, á quienuna grave dolencia privaba de su jefe el comandante Gil, eran derrotadoscompletamente en Carora.

La causa de la independencia principiaba á perder terreno en Venezuela,viniendo un sacudimiento momentáneo de la naturaleza á juntarse con losde la guerra. El 28 de Marzo, dia de Jueves Santo, á las cuatro de latarde, un espantoso terremoto destruyó la mayor parte de Carácas,sepultando millares de habitantes bajo sus minas. Igual desgraciaafligió á la Guaira, Barquisimeto, San Felipe, Mérida y otraspoblaciones, en las que, asi como en la primera, perecieron gran númerode voluntarios al servicio de la Confederacion. No faltaron adeptos alantiguo régimen que hicieran correr la voz de que semejante naturalsuceso era un castigo del cielo, puesto que venia á cumplirseprecisamente en el dia mismo en que dos años antes la revolucion habiadepuesto y desterrado á las autoridades españolas.

Este acontecimiento, unido á los desastres que la guerra hacia sentir álos pueblos, no dejó de influir en favor de la regencia, cuyas armas,guiadas por el general Monteverde, se presentaban favorecidas por lafortuna en todas partes y ocupaban la arruinada ciudad de Barquisimetoel 7 de Abril. Alli se detuvo su jefe algunos dias desenterrandopertrechos y armamentos, reclutando gente y dando acogida á algunaspartidas que con sus oficiales desertaron de las filas republicanas. Eldia 25 batia cerca de San Cárlos al coronel Miguel Ustáriz, bajo cuyasórdenes puso Jalon cerca de 1.400 hombres. En lo mas encarnizado de lapelea, y cuando el triunfo estaba aun indeciso, el escuadron de Pao sepasó á los realistas dándoles la victoria. Casi todos los soldados deVenezuela que habian tomado parte en la accion cayeron en el campo debatalla; y, con los pocos que se quedaban, Ustáriz se refugióen Valencia.

Mérida, Trujillo y otras poblaciones de la parte occidental fuerondeclarándose por el invasor, que se disponia á proseguir su marcha; y entan tristes circunstancias la idea de la dictadura vino á apoderarse delánimo de los leales. El poder trató de realizarla delegando todas susfacultades en el marqués del Toro, quien rehusó esta distincion;entonces fué puesta la suerte de la santa causa en manos de Miranda;este no tuvo dificultad en admitir el alto cargo y peligrosa confianzacon el título de Generalísimo, por juzgarlo menos pretencioso y masmodesto que el de dictador.

La Constitucion, promulgada aun no hacia tres meses, quedó en suspensode este modo; y mientras que el jefe absoluto fijaba su cuartel generalen Maracay, y en Varinas se juntaba una fuerza considerable decaballeria, y salian emisarios en busca de hombres, buques ysubsistencias, Ustáriz, elevado al cargo de gobernador de Valencia, seveia abandonado de sus tropas y, dejando la plaza en poder deMonteverde, se retiraba á la Cabrera.

En medio de tantos desastres como sufria la causa de la independencia,los generosos donativos de muchos extranjeros, amantes del nuevo órdende cosas y de la libertad de América, vinieron á fortificar un tanto losabatidos ánimos, que recobraron su antigua esperanza viendo como almismo tiempo se organizaba un cuerpo de franceses á las órdenes delcoronel Ducaylá, y cómo algunos alemanes é ingleses de distincion, entrelos cuales figuraban Sir Gregor MacGregor empuñaban las armas en defensade Venezuela.

Miranda formó entonces el plan de estrechar á Monteverde: al intento,despues de haberse asegurado de la custodia de Puerto-Cabello, poniendoen esta plaza un oficial de toda confianza

asi por su

aptitud

comopor su

valor y decision hácia la santa causa de la independencia

,cubrió el punto de los Guayos con un fuerte destacamento que á los pocosdias, mientras él avanzaba en la línea de las operaciones proyectadas,fué batido y desbaratado el 8 de Mayo por la deslealtad de algunascompañias que se pasaron al enemigo. En vista de esto volvió atrás y sedispuso á fortificar bien la Cabrera, Guayca y Magdalena para poderhacer frente á los ataques de Monteverde, quien se disponia á atacarle.

El

hombre de confianza

, el militar experto, el valiente soldado, elinteligente y decidido patriota que Miranda colocó en el mando dePuerto-Cabello, aquel que habia merecido este cargo delicado y de cuyaaptitud para el desempeño no podia dudarse un solo instante, no era otroque el coronel Simon Bolívar, á quien el Generalísimo consideraba comoel oficial mas activo y de mas vasta instruccion de todo su ejército.

A pesar de los esfuerzos de Miranda, de los auxilios que encontraba, dealguna que otra accion en que el enemigo era rechazado, no por esodejaba de agravarse la causa de la independencia, siendo derrotados suspatriotas hasta en las llanuras de Carácas, en Calabozo y San Juan delos Morros, donde el jefe español Don Eusebio Antoñanzas pasó ácuchillo, sin piedad alguna, no solo á los prisioneros sino tambien álas mujeres y los niños.

La autoridad y prestigio del dictador menguaban de dia en dia,haciéndose mas frecuentes las decepciones de sus subordinados; por loque, para vigorizar su poder, se rodeó en Maracay de algunas personasnotables pertenecientes á los altos cargos del poder ejecutivo, delCongreso y del gobierno peculiar de Carácas, y de todas formó unaespecie de Consejo Consultor que le auxiliaba en los casos graves ycircunstancias apremiantes ó difíciles.

Sin embargo, de nada sirvió que la promulgacion de una

ley marcial

llamando á las armas á todos los venezolanos, excepto los ordenados insacris

y unos pocos empleados de la administracion civil, y la de undecreto ofreciendo la libertad á los esclavos que se alistasen por diezaños, prometiendo indemnizar á sus amos en mejores circunstancias, lediesen una superioridad numérica sobre el enemigo; pues habiendoperdido el punto de Magdalena y las alturas que dominan á Maracay, eljefe venezolano se encontraba cortado en sus posiciones, viéndoseforzado á retirarse y pegar fuego á los ricos depósitos de víveres ymuniciones que venia formando en aquella poblacion.

Con sus fuerzas, las de Guayca y la Cabrera, se encaminó hácia laVictoria: pero Monteverde, sabedor de este movimiento, se adelantó hastaSan Mateo y le sorprendió, poniendo en desordenada fuga á sus soldados.Mientras tanto la capital de la república se encontraba en un estado decontinua alarma, pues los esclavos de Curiepe y otros puntos de la costay de los valles orientales, á pretexto de defender los derechos deFernando VII, desde el 24 de Junio, en que habian tomado las armas,andaban cometiendo todo género de desmanes, tropelias y vejaciones conel mas feroz vandalismo, y Monteverde avanzaba hácia alli, despues dehaber dejado algunas tropas frente á la Victoria.

En el punto que este movimiento del enemigo tenia lugar, una nuevadecepcion ponia á Bolívar en inminente peligro y con él á la república.El último dia de Junio, el oficial de milicias Francisco FernandezVinoni, con alguna tropa, el presidio y varios reos de Estado,proclamaba á Fernando VII, enarbolando en el castillo de San Felipe dePuerto-Cabello una bandera roja, y despues de algunas intimacionesinfructuosas rompia el fuego de su artilleria contra la plaza. En tancrítica situacion, y fuera de sí con un suceso que tal vez iba á decidirde la suerte del pais, trató Bolívar sin embargo de sostenerse, y lohizo asi durante tres dias; pero al saber que los españoles de Valenciase dirigian ya hácia alli y que sus puestos avanzados se pasaban alenemigo, antes de abandonar Puerto-Cabello quiso tentar fortuna y mandóá su encuentro unos 200 hombres con los coroneles Mirés y Jalon. Estosfueron derrotados en San Estéban y habiendo quedado prisionero el últimocon solo siete soldados regresó el primero al lado de Bolívar.

Con 40 hombres que le quedaban, despues de haber capitulado loshabitantes de Puerto-Cabello temiendo la ruina de la poblacion, el dignojefe trató de defenderse todavia en las afueras desde el Trincheron:pero el dia 6 no contando sino 8 oficiales á su servicio, se embarcó conellos en Borburata, arribó á la Guaira y comunicó á Miranda desdeCarácas, algunos dias despues, los incidentes de tan lamentableacontecimiento.

Asi que lo supo el Generalísimo, propuso á Monteverde, que se hallaba enValencia, una suspension de hostilidades; pero el general español portoda respuesta se ofreció á concederle una capitulacion; la cual,admitida en principio por Miranda, pronto recibió este las condicionesque, despues de ajustadas, dieron lugar á algunas diferencias. Peroapremiado por Monteverde las ratificó Miranda el 25 de Julio de aquelaño, el de 1812,

quedando la Confederacion,

conforme á lascapitulaciones, asi como el

armamento

y

demás objetos militares

enpoder del general español

bajo garantia de respeto á las personas,cualesquiera que hubieren sido su conducta y opiniones durante larevolucion.

Al dia siguiente las tropas españolas penetraban en la Victoria, y tresmas tarde en Carácas, de donde huyeron algunos patriotas con intencionde embarcarse en la Guaira, y entre los que asi se precipitaban, pocoseguros del cumplimiento de lo estipulado, figuraba tambien eldesgraciado Generalísimo de la efímera Confederacion venezolana.