de
Dios.
OLIVARES
Permitidme
que
os
ataje;
porque
o
miente
mi
memoria
o
vos,
al
contar
la
historia,
1715
olvidáis
un
personaje.
Y
esa
historia
me
contó
no
sé
quién,
cómo
ni
dónde,
y
anda
en
ella
cierto
conde...
el
amante.
QUEVEDO
¡No!
OLIVARES
¡Sí!
QUEVEDO
¡No!1720
OLIVARES
De
ese
buen
conde
afirmaron
que
con
la
reina
le
vieron
amante
feliz...
QUEVEDO
Mintieron.
OLIVARES
Pues
así
me
lo
contaron.
QUEVEDO
Yo
os
lo
contaré
mejor.
1725
OLIVARES
El
conde
a
la
reina
amaba.
QUEVEDO
Pero
la
reina
ignoraba
su
desatinado
amor.
OLIVARES
¿Y
quién
lo
podrá
probar?...
QUEVEDO
Hay
una
prueba
sangrienta...
1730
OLIVARES
Como
nadie
la
presenta...
QUEVEDO
No
la
quieren
presentar.
Escuchadme:
el
favorito
que
a
la
reina
calumnió,
tal
delito
coronó
1735
con
otro
nuevo
delito.
Sabedor
de
la
verdad
el
conde,
sólo
podía
poner
en
claro
algún
día
tan
cobarde
iniquidad.
1740
Era
un
testigo
harto
fiel....
Pero
ya
resuelto
a
todo,
halló
el
favorito
modo
para
deshacerse
de
él.
Y
al
pie
del
alcázar
real
1745
diz
que
una
noche
a
traición
pasó
al
conde
el
corazón...
OLIVARES
Sí,
una
espada.
QUEVEDO
¡No,
un
puñal!
¿Lo
oís?...
Para
hazañas
tales
no
presta
el
valor
espadas...
1750
OLIVARES
Mas...
QUEVEDO
Para
muertes
compradas
la
traición
vende
puñales.
OLIVARES
Basta.
QUEVEDO
Oíd:
al
expirar
el
conde
escribió
un
papel
con
sangre...
Vengo
por
él.
1755
OLIVARES
¡Cómo!
QUEVEDO
Y
me
le
vais
a
dar.
OLIVARES
¡Nunca!
QUEVEDO
Sí,
sí,
por
quien
soy...(Saca
un
papel)
de
ella
esta
firma
responde...
OLIVARES
Pero...
QUEVEDO
¡El
escrito
del
conde!
OLIVARES (Después de un momento y señalando con timidez el
papel
de
QUEVEDO)
Dadme
ése
en
cambio.
QUEVEDO (Después de un movimiento de extrañeza y con tono
despreciativo)
Os
le
doy.1760
OLIVARES
¿Me
le
dais?
QUEVEDO
Lo
dije
ya.
OLIVARES
(dirigiéndose
a
la
izquierda)
Vuelvo...
QUEVEDO
Sin
éste...
lo
sé...
ya
sin
armas
quedaré;
mas
¿qué
importa?
OLIVARES
Bien
está.(Vase)
QUEVEDO
Entre
hacer
el
bien
del
bueno
1765
y
el
mal
del
malo,
dudara
sólo
un
hombre
que
abrigara
ese
corazón
de
cieno.
ESCENA
VII
QUEVEDO; después MENDAÑA, CASTILLA y GRANA, que entran por
la
derecha y vuelven a salir por el fondo, izquierda QUEVEDO
¡Bravo,
corazón,
muy
bien!
Estoy
contento
de
ti.
1770
(Mirando
a
la
derecha)
Mas...
¡que
a
punto
siempre
estén
los
necios!...
Si
ahora
me
ven
no
podré
echarlos
de
mí.
(Se
oculta)
MENDAÑA
(entrando
con
los
otros
dos)
Conde-duque...
Pues
no
está.
GRANA
Sin
duda
en
aquellas
salas....
1775
MENDAÑA
Vamos
a
buscarle
allá.
CASTILLA
Pues
con
eso
nos
dirá
cómo
le
suenan
las
balas.
(Vanse)
QUEVEDO
No
me
han
visto.
Es
fuerte
apuro
que
me
hayan
de
perseguir
1780
necios
siempre,
y
de
seguro
con
este
infame
conjuro:
«Quevedo,
hacednos
reír.»
Y
es,
por
Dios,
contraste
horrendo
y
aun
viceversa
nefando,
1785
y
hasta
sarcasmo
estupendo,
que
ellos
escuchen
riendo
lo
que
yo
digo
rabiando.
Tal
vez,
porque
se
desvíen,
suelto
un
chiste
insulso
y
frío...
1790
mas
de
gusto
se
deslíen,
y
tanto
a
voces
se
ríen,
que
al
fin...
yo
también
me
río.
Risas
hay
de
Lucifer,
risas
preñadas
de
horror...,
1795
que
en
nuestro
mezquino
ser,
como
su
llanto
el
placer,
tiene
su
risa
el
dolor.
Necios,
los
que
abrís
las
bocas,
abrid
los
ojos...
quizás
1800
veréis
que
mis
risas
locas
son
de
lástima
no
pocas,
y
de
tedio
las
demás....
¡No!
Con
su
chata
razón
no
comprenden,
cosa
es
clara,
1805
que
mis
chistes
gotas
son
de
la
hiel
del
corazón
que
les
escupo
a
la
cara.
Y
jamás
librarme
puedo
de
ese
infernal
retintín
1810
que
ya
me
produce
miedo:
«Divertidnos
vos,
Quevedo.»
Y
hablo...
y
los
divierto
al
fin.
¿Qué
tal?
«Me
divierto
mucho»,
dice,
al
divertirse,
un
bicho
1815
ya
en
diversiones
muy
ducho...
Y
¡con
qué
temblor
lo
escucho!...
yo
que
en
mi
vida
lo
he
dicho....
Sí...
los
necios
de
mil
modos
que
se
diviertan,
discurro
1820
hasta
por
cogote
y
codos.
Y
yo
al
divertirse
todos,
siempre
me
canso
y
me
aburro.
(Pausa)
Cansado
estoy
de
cansarme
y
aburrido
de
aburrirme...
1825
¡Necios,
venid
a
enseñarme
cómo
tengo
de
arreglarme
para
saber
divertirme!
Y
si
en
torno
hasta
el
morir
sólo
necios
me
he
de
hallar
1830
y
con
necios
sonreír
y
entre
necios
divertir,
viendo
a
los
necios
bailar:
padre
Adán,...
tu
parentela
mire
yo
en
corro
infinito,
a
la
luz
de
una
pajuela,
bailando
la
tarantela...
pues...
¡y
el
baile
de
San
Vito!...
ESCENA
VIII
QUEVEDO,
OLIVARES
OLIVARES
(dándole
un
papel)
Carta
póstuma,
Quevedo.
QUEVEDO
(Después de mirarla por todos lados y entregando a OLIVARES el otro)
Carta
inédita,
Olivares.
1840
OLIVARES
Pláceme,
por
Dios,
el
trueque.
QUEVEDO
Por
Dios,
que
también
me
place.
OLIVARES
(leyendo)
«A
la
infanta
Margarita...»
QUEVEDO
La
orden
era
terminante...
OLIVARES
«darás
al
punto
la
muerte.»
1845
QUEVEDO
Sentencia
que
vos
firmasteis.
OLIVARES
Es
verdad.
Y
este
soneto,
como
dimos
en
llamarle,
sí,
me
ha
puesto
algunas
veces
descolorido
el
semblante.
1850
QUEVEDO
Pues
este
escrito
sangriento...
¡ved
lo
que
son
los
contrastes!...
ha
de
volver
los
colores
al
puro
rostro
de
un
ángel.
OLIVARES
¡Soneto
impío!
Quevedo,
1855
permitidme
que
le
rasgue
sin
demora...
No,
imagino
que
es
más
seguro
quemarle.
QUEVEDO
¡Carta
feliz!
Conde-duque,
permitidme
que
repase
1860
sus
renglones...
de
la
reina
quiero
en
la
dicha
gozarme.
OLIVARES
¿Y
esperáis?
QUEVEDO
(con
tono
solemne)
En
este
escrito
hoy
habla
al
rey
un
cadáver...
(Leyendo)
«Al
Rey,»...
Oíd
cómo
escriben
1865
los
moribundos
con
sangre:
«Muero,
es
justo;
la
beldad
«amé
que
en
el
trono
vi;...
«pero
siempre,
es
la
verdad,
«ignoró
su
majestad
1870
«este
ciego
frenesí.
«Jamás
hablamos
los
dos...
«¡lo
jura
un
alma
cristiana
«ya
en
la
presencia
de
Dios!
«Muero;
perdonadme
vos...
1875
con
sangre...
Villamediana.»
De
la
fe
de
un
moribundo
ni
el
rey
dudará
ni
nadie.
OLIVARES
Pero
vos
al
recibirla
me
parece
que
dudasteis...
QUEVEDO
¡De
su
origen,
Conde-duque!
Porque
sois