En la Mesa del Señor Biblia y Homosexualidad by Jácobo Schifter Sikora - HTML preview

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¿Un libro homosexual en la Biblia?

Las condenas contra los homosexuales en la Biblia se mezclan con un texto que, si se lee con cuidado, habla del amor entre dos hombres. Es un relato romántico, porque no sólo abre las puertas al amor entre seres del mismo sexo sino también entre hombres de clases distintas: uno rico, el otro pobre. Como en el cuento de la Cenicienta, el amor vence las diferencias sociales.

La primera que vez que me encontré con este texto sobre David y Jonathan en la Biblia noté algo raro en mi Moré. Sentí que se

“brincaba” muy rápidamente algunas de las lisonjas que estos machos se decían uno al otro.

Moré, ¿por qué estos dos hombres andaban tanto juntos?

Porque eran muy buenos amigos.

Pero, ¿qué es eso de que el uno no podía vivir sin el otro?

No es que no pudieran vivir el uno sin el otro, es que se querían mucho.

¿No cree que había algo raro entre los dos?

Nada en absoluto.

Pero si lo hubiera habido, ¡qué simpático sería que nuestro rey principal haya tenido sus amores clandestinos!

¡Ni amores ni clandestinos! ¿Cómo vas a creer que había algo más que una amistad, muchacho tonto?

Mire, Moré, no me agarre de tonto, que eso de que te amo más que a las mujeres me suena raro.

T. Horner, en su libro “Jonathan loved David. Homosexuality in Biblical Times” , nos dice que entre el Rey de Israel y Jonathan, el hijo de Saúl, se desarrollaría una relación amorosa que se incluiría en la misma Biblia41.

41

Ibid, págs. 26, 27.

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David es retratado por el profeta Samuel como un “muchacho de piel sonrosada, agradable y bien parecido” (Samuel 11, 16:12).

Algunas versiones modernas de la Biblia cambiaron la palabra

“agradable” por la expresión “de ojos bellos”.

Jonathan era hijo del rey Saúl y héroe de la batalla de Michmash.

Según Horner, estos dos factores le hacían sumamente atractivo.

Primero, era un aristócrata, y segundo, un héroe; todos aman a un héroe. David, a su vez, era un súbdito común que surge como héroe al derrotar a Goliat, aunque algunos estudiosos consideran exagerada su victoria. Además era músico y “tal vez David -opina Horner- no necesitó ser más que un buen músico, ya que éstos poseían un temperamento tal que los hacía atractivos a otros...”42.

Sea cual sea la razón, Jonathan se sintió atraído por David y llegó a compartir con él todo lo suyo:

Cuando David acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonathan se unió estrechamente con el alma de David, y amóle Jonathan como a su propia vida. Desde aquel día quiso Saúl tenerlo siempre consigo, y no le permitió volverse a casa de su padre. Y

contrajeron, entonces, David y Jonathan, una grande amistad; pues amaba éste a David como a sí mismo. De aquí es que se quitó Jonathan la túnica que vestía, y diósela a David con otras ropas suyas, hasta su espada y arco y aún el tahalí. (1 Samuel 18: 1-4).

Es obvio que Jonathan fue hechizado. Algunos podrían decir que lo que existía entre ambos era una amistad sin ninguna connotación homosexual. Sin embargo, para Horner:

“Cuando dos hombres provienen de una sociedad o contexto social que es enteramente militar en la razón o entendimiento del Oriente, cuando uno de ellos es superior socialmente, hace público 42 Ibid, pág. 28.

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su amor y hace un perdurable pacto de amor; cuando se encuentran secretamente y se besan, y esparcen abundantes lágrimas cuando parten; cuando uno de ellos proclama que su amor por el otro supera su amor por las mujeres, y como todo esto está presente en la vinculación de David con Jonathan, creo que tenemos suficiente evidencia para creer que se estableció una relación homosexual.” 43

En esta narración bíblica existen muchas otras evidencias. Es sorprendente el pasaje en el cual el Rey Saúl, precipitadamente y en una explosión de cólera, denuncia la relación porque siente temor de que si continuaba su hijo Jonathan perdería la oportunidad de sucesión al trono a manos de David. David sería finalmente elegido rey de Israel.

Saúl, empero, indignado contra Jonathan le dijo: Hijo de prostituta, hijo desamorado y perverso, ¿piensas que yo ignoro el amor que tienes al hijo de Isaí (David), para confusión tuya e ignominia de tu envilecida madre? Sábete que mientras viva el hijo de Isaí sobre la tierra ni tú estarás seguro ni lo estará tu derecho al reino, así pues envía ahora mismo por él y tráemele acá porque ha de morir. (Samuel 20:30-31).

En la traducción directa al español de la versión griega de la Biblia, la anterior cita se haría así:

Yo no sé cuál es tu relación, tu compañía íntima con el hijo de Isaí.

En opinión de Horner, la implicación homosexual de la relación está claramente expuesta en esta explosión emocional de Saúl. La cólera del padre se debe a que con esa relación homosexual en particular se ve amenazado su deseo de hacer rey a su hijo.

43

Ibid, p. 28.

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Cuando Jonathan se enteró de que su padre tenía el objetivo de matar a David, los dos amigos sostienen una cita secreta y luego se despiden llorosos:

Y así que éste hubo marchado, salió David del sitio en que estaba, que miraba al mediodía, e hizo por tres veces una profunda reverencia a Jonathan, postrándose hasta el suelo, y besándose uno al otro lloraron juntos; pero David mucho más. (I Samuel 20:41-43).

Jonathan no fue el primero en quedar destrozado por la lucha sentimental entre su padre y su amigo y no será el último. Horner se pregunta si podría afirmarse que David amó verdaderamente a Jonathan o si lo utilizaba para sus designios de poder. El mismo David, enterado de la muerte de Jonathan, en una de las más hermosas elegías de la Biblia nos da una posible respuesta: Angustia tengo por tí, hermano mío Jonathan que me fuiste dulce.

Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres. (II Samuel 1:19:27).

Los fundamentalistas, en este caso, se quedan callados o, por el contrario, nos dicen, como mi Moré, que aquí la historia no se puede leer de manera literal. Entonces, ¿en qué quedamos?

Moré, perdone que se lo diga pero ésto no me suena a una amistad cualquiera. Fíjese usted que me ha dicho que todo en la Biblia es verdad. Si es así, David amó a Jonathan más que a cualquier mujer. ¿No es eso una relación homosexual?

¿Cómo se te ocurre decir éso de David? ¡Jamás! La frase es una forma de decir las cosas en esa época.

¿Entonces no se puede tomar literalmente?

Exactamente. Es una forma de hablar de la amistad en los tiempos bíblicos.

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Si usted me dice que no interprete ésto literalmente,

¿entonces, por qué sí debo hacerlo con las condenas bíblicas de la homosexualidad?

Una vez analizados los textos bíblicos utilizados tradicionalmente por las iglesias para condenar y excluir a los homosexuales, mediante los siguientes recursos:

- Una relectura de los mismos desde una perspectiva de fe no literalista

- Los elementos que de una u otra forma los contaminaron

- Un intento por hacer una hermenéutica contextualizada con el fin de explicar su intencionalidad

podemos concluir que:

a) La Biblia no contiene ningún pasaje que condene las relaciones homosexuales tal y como las conocemos en la actualidad, porque no es sino hasta el siglo XIX que aparece el término

“homosexualidad” para calificar un modo de vida permanente, exclusivo e inherente a la personalidad. Anteriormente esas prácticas eran temporales, mixtas y no exclusivas, de manera que no podemos aplicar en forma de cataplasma los textos estudiados sólo porque hablen de relaciones homoeróticas, cuando la opción homosexual en nuestros días trasciende el homoerotismo para llegar a ser un modo de vida, una cultura.

b) Los textos utilizados por los fundamentalistas de ninguna manera, excepto la interpretación literal que -como ya se dijo- es ahistórica y acientífica, censuran los actos homosexuales per se.

Lo que se condena son los excesos tanto de los homosexuales como de los heterosexuales o las prácticas de prostitución cúlticas paganas.

c) En la Biblia existen partes en las cuales se muestra la belleza de una relación matizada de amor, de entrega y de renuncia, como es la del Rey David y Jonathan. Sin embargo, ésta aún no pasa de 109

ser un vínculo temporal y no es exclusivamente homosexual, como el mismo Libro de Samuel lo presenta, aunque es un signo liberador encontrar esta historia en el Libro de los Libros.

d) Podemos concluir también que el discurso que la teología sostenía en cuanto al tema homosexual ha sido cuestionado y el consenso se ha roto, porque ya no es suficiente para el cristiano que se le diga en forma dogmática qué debe creer o dejar de creer.

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