Filosofía Fundamental, Tomo I by Padre Jaime Luciano Balmes - HTML preview

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TERCERA PROPOSICION

[207.] Es imposible encontrar un principio que nos asegure de laverdad del de contradiccion.

Demostracion. Hemos visto que en todo conocimiento es necesariosuponer la verdad del principio de contradiccion; luego ninguna puedeservir para demostrarle á él. En cualquiera raciocinio que con esteobjeto se haga, habrá por necesidad un círculo vicioso; se probará elprincipio de contradiccion con otro principio que á su vez supondrásiempre el de contradiccion. Tendremos pues un edificio que estribarásobre un cimiento y un cimiento que estribará sobre el mismo edificio.

CUARTA PROPOSICION.

[208.] A quien niegue el principio de contradiccion, no se le puedereducir directa ni indirectamente por ningun otro.

Demostracion. Seria curioso oir los argumentos dirigidos contra unhombre que admite la posibilidad del sí y del nó en todo. Cuando se lereduzca al sí, no se le hará perder el nó, y vice-versa. Es imposibleno solo argumentar, sino hablar, ni pensar en suposicion semejante.

QUINTA PROPOSICION.

[209.] No es exacto lo que suele decirse que con el principio decontradiccion podamos argüir de una manera concluyente contra quienniegue los demás.

Adviértase que solo digo que

no es exacto

; porque en efecto creo queen el fondo es verdadero, pero mezclado con alguna inexactitud.

Paramanifestarlo examinemos el valor de la demostracion que se da encasos semejantes. En forma de diálogo las razones, las contestacionesy las réplicas se presentarán con mas claridad y viveza.

Supongamosque uno niega este axioma. El todo es mayor que la parte.

Si V. niega esto, admite que una cosa puede ser y no ser á un mismotiempo.

Esto es lo que se me ha de probar.

El todo de V. será todo y no lo será, y la parte será parte y noparte.

¿Por qué?

En primer lugar, será todo, porque así se supone.

Admitido.

Al mismo tiempo no lo será….

Negado.

No lo será porque no será mayor que su parte.

Buen modo de argumentar; esto es una peticion de principio: yocomienzo por afirmar que el todo no es mayor que su parte, y V. mearguye en el supuesto contrario; pues me dice que el todo no será todosi no es mayor que su parte. Si yo concediese que el todo es mayor quesu parte, y luego negase esta propiedad, entonces incurriría encontradiccion haciendo un todo que segun mis principios no seria todo;pero como ahora niego que el todo haya de ser mayor que su parte, debonegar tambien que deje de ser todo, por no ser mayor que su parte.

[210.] ¿A quien discurre de esta manera qué se le puede replicar? nadaabsolutamente en forma de raciocinio; lo que se puede hacer esllamarle la atencion hácia el absurdo en que se coloca; pero esto nóargumentando, sino determinando con toda exactitud el sentido de laspalabras y analizando los conceptos que por ellas se expresan. Esto eslo único que se puede y debe hacer. La contradiccion existe, escierto; y lo que conviene es que la vea el que ha incurrido en lamisma; para lo cual, ó será suficiente la explicacion de los términosy el análisis de los conceptos, ó no bastará nada.

Veámoslo en el mismo ejemplo. El todo es mayor que su parte. ¿Qué estodo? es el conjunto de las partes, es las partes mismas reunidas. Enla idea del todo entran pues las partes. ¿Qué significa mayor? Unacosa se dice mayor que otra, cuando además de contener cantidad igualá esta, contiene alguna otra; el siete es mayor que el cinco, porque ámas de contener el mismo cinco, contiene tambien el dos. El todocontiene á la parte y además á las otras partes, luego en la idea detodo entra la idea de ser mayor que su parte. Así se podria reducir áquien negase este principio: método que mas bien que de argumentacion,podria llamarse de explicacion de términos y análisis de conceptos,porque es claro que no se ha hecho mas que definir aquellos ydescomponer estos.

SEXTA PROPOSICION.

[211.] El principio de contradiccion no puede ser conocido sino porevidencia inmediata.

Demostracion. Se han de probar dos cosas. Que el conocimiento es porevidencia, y que la evidencia es inmediata. Tocante á lo primeroobservaré que el principio de contradiccion no es un simple hecho deconciencia sino una verdad puramente ideal. El hecho de concienciaenvuelve la realidad, no puede expresarse de ningun modo sin que seafirme alguna existencia; el principio de contradiccion no afirma niniega nada positivo; esto es, no dice que algo exista ó no exista;solo expresa la repugnancia del ser al no ser, y del no ser al ser,prescindiendo de que el verbo

ser

se tome sustantiva ócopulativamente.

[212.] Todo hecho de conciencia es algo, no solo existente sinodeterminado; no es un pensamiento en abstracto, sino tal ó cualpensamiento. El principio de contradiccion no contiene nadadeterminado; no solo prescinde de la existencia de las cosas sinotambien de la esencia, pues no se refiere á solas las existentes sinotambien á las posibles; y entre estas no distingue especies, sino quelas abraza todas en su mayor generalidad. Cuando se dice «es imposibleque una cosa sea y no sea,» la palabra cosa

no restringe susignificacion de ninguna manera; expresa el ser en general, en sumayor indeterminacion. En el

sea

ó

no sea

, el verbo

ser

noexpresa solo la existencia sino toda clase de relaciones de esencias,tambien en su mas completa indeterminacion. Así el principio se aplicaigualmente en estas dos proposiciones; es imposible que la luna sea yno sea; es imposible que un círculo sea y no sea círculo; no obstanteque la primera es del órden real, y en ella el verbo

ser

expresaexistencia; y la segunda es del órden ideal, y el verbo ser

significa únicamente relacion de predicado á sujeto.

[213.] Todo hecho de conciencia es individual, el principio decontradiccion es lo mas universal que imaginarse pueda; todo hecho deconciencia es contingente, el principio de contradiccion esabsolutamente necesario: necesidad que es uno de los caractéres de lasverdades conocidas por evidencia.

[214.] El principio de contradiccion es una ley de toda inteligencia;es de una necesidad absoluta tanto para lo finito como para loinfinito: ni la inteligencia infinita se halla fuera de estanecesidad, porque la infinita perfeccion no puede ser un absurdo. Elhecho de conciencia como puramente individual, se refiere tan solo alser que lo experimenta; de que yo exista ó no exista ni el órden delas inteligencias ni el de las verdades sufre alteracion alguna.

[215.] El principio de contradiccion, á mas del carácter deuniversalidad y necesidad con que se distinguen las verdades deevidencia, posee tambien el del ser visto con esa claridadintelectual inmediata, de que mas arriba se ha tratado. En la idea delser vemos clarísimamente la exclusion del no ser.

De esto se infiere la prueba de la segunda parte de la proposicion:porque hay evidencia inmediata de la relacion de un predicado con unsujeto, cuando para verla nos basta la sola idea del sujeto sinnecesidad de ninguna combinacion con otras ideas; así se verifica enel caso presente, pues no solo no es necesaria ninguna combinacion,sino que todas son imposibles si no se presupone la verdad delprincipio (XXI).

CAPÍTULO XXII.

EL PRINCIPIO DE LA EVIDENCIA.

[216.] Entre los principios que han figurado en las escuelas enprimera línea, con pretension al título de fundamentales, se encuentrael que ha solido llamarse de los cartesianos. «Lo que está comprendidoen la idea clara y distinta de una cosa, se puede afirmar de ella contoda certeza.» Ya hemos visto que Kant resucita, aunque en otraspalabras, este principio, tomándole equívocamente por sinónimo del decontradiccion. Bien examinada la cosa se echa de ver que tanto lafórmula de los cartesianos como la de Kant no son mas que laexpresion de la legitimidad del criterio de la evidencia. Ambaspodrian reducirse á otras mas sencillas: la evidencia es criterio deverdad; ó bien, lo evidente es verdadero. Como esta transformacion meha de servir en adelante para distinguir ideas, en mi opinion muyconfusas, daré la razon de ella manifestando la igualdad de las dosexpresiones.

[217.] Decir que una cosa está comprendida en la idea clara y distintade otra, es lo mismo que decir que hay evidencia de que un predicadoconviene á un sujeto; las palabras no tienen ni pueden tener otrosentido;

«estar comprendido en una idea clara y distinta,» equivale ádecir que vemos una cosa en otra con aquella luz intelectual quellamamos evidencia: luego esta expresion, «lo que está comprendido enla idea clara y distinta de una cosa» es exactamente igual á esta: «loque es evidente.»

Decir que una cosa se puede afirmar de otra con toda certeza, es lomismo que decir: «la cosa es verdadera, y de esto podemos estarcompletamente seguros.» Lo que se puede afirmar, es la verdad y solola verdad: luego esta expresion, «se puede afirmar de ella con todacerteza,» es exactamente igual á esta otra: «es verdadero.»

Así, la expresion de los cartesianos puede transformarse en esta: «loevidente es verdadero,» ó en su equivalente: «la evidencia es segurocriterio de verdad.»

[218.] «El predicado que repugna á un sujeto, no le conviene,» esta esla fórmula de Kant. La repugnancia de que aquí se trata es la que seencuentra en las ideas, esto es, cuando de la idea del sujeto estánecesariamente excluido el predicado por

repugnancia

intrínseca. Laexpresion pues «el predicado que repugna á un sujeto,» equivale á estaotra: «cuando de la idea del sujeto se ve con claridad excluido elpredicado;» la que á su vez es igual á esta «la exclusion ó larepugnancia entre el sujeto y el predicado es evidente.»

«No le conviene» significa lo mismo que es verdadero que no leconviene; y como estas fórmulas tienen dos valores, uno para los casosafirmativos, otro para los negativos, pues si se dice: el predicadoque repugna á un sujeto no le conviene, se puede decir con la mismarazon, el predicado contenido en la idea del sujeto le conviene,resulta que la fórmula de Kant coincide exactamente con esta: «lo quees evidente es verdadero.»

[219.] Con esta transformacion se logra mayor sencillez y masgeneralidad: sencillez, por la expresion misma; generalidad, porqueestán contenidos tanto los casos afirmativos como los negativos. Laspalabras

«lo que es evidente» abrazan tanto las afirmaciones como lasnegaciones; porque tan evidente puede ser la inclusion de un predicadoen un sujeto como su mutua repugnancia. Se puede ver que estácontenida una cosa en la idea de otra, como que está excluida deella. Bajo todos los conceptos es preferible la fórmula: lo que esevidente es verdadero; y si se quiere expresar nó como principio sinocomo regla aplicable, se puede convertir en esta otra: «la evidenciaes seguro criterio de verdad.»

[220.] No se crea que el análisis precedente tenga por único objeto latransformacion indicada; bien que en estas materias la claridad y laprecision deben ser llevadas al mas alto punto posible, no obstante mehubiera abstenido de entrar en semejantes consideraciones si solo mehubiese propuesto lograr una innovacion que en la práctica puedeproducir muy escaso resultado; lo mismo se expresa de un modo que deotro, quien no entienda las primeras fórmulas no entenderá la última.Pero no era esta innovacion mi objeto principal; sino el manifestar laconfusion de ideas que hay en este punto cuando se examina si elprincipio que contiene la legitimidad del criterio de la evidenciadebe ser considerado ó nó como fundamental y preferido al decontradiccion y al de Descartes.

[221.] Comienzo por asentar una proposicion que parecerá la masextraña paradoja, pero que está muy lejos de serlo.

El principio dela evidencia no es evidente.

Demostracion. Este principio puesto en forma mas sencilla es el quesigue. Lo evidente es verdadero. Yo digo que esta proposicion no esevidente. ¿Cuándo es evidente una proposicion? cuando en la idea delsujeto vemos el predicado; esto no sucede aquí. Evidente es lo mismoque visto con claridad, que ofrecido al entendimiento de una maneramuy luminosa. Verdadero es lo mismo que conformidad de la idea con elobjeto. Pregunto ahora ¿por mas que se analice esta idea: «visto conclaridad» se puede descubrir esta otra, «conforme al objeto?» nó. Seda aquí un salto inmenso, se pasa de la subjetividad á la objetividad,se afirma que las condiciones subjetivas son el reflejo de lasobjetivas, se hace el tránsito de la idea á su objeto, tránsito queconstituye el problema mas trascendental, mas difícil, mas oscuro dela filosofía. Vea pues el lector si he dicho con fundamento que no erauna paradoja esta asercion: El principio de la evidencia no esevidente.

[222.] ¿Qué diremos pues de esta proposicion: lo evidente esverdadero? hélo aquí. No es un axioma porque el predicado no estácontenido en la idea del sujeto; no es una proposicion demostrableporque toda demostracion estriba en principios evidentes y consiste endeducir de los mismos una consecuencia evidentemente enlazada conellos; lo que no puede tener lugar si no se presupone la legitimidadde la evidencia, es decir, lo mismo que es objeto de la demostracion.Al comenzar el raciocinio se podria preguntar desde luego, ¿cómo esconocido el principio en que se le quiere fundar? ¿cómo se sabe quesea verdadero? ¿por la evidencia? recuérdese que se trata de probarque lo evidente es verdadero, y por tanto hay una peticion deprincipio. La verdad de las leyes lógicas á que debe conformarse todoraciocinio, es conocida solo por evidencia: luego si no se supone quelo evidente es verdadero, no se puede ni raciocinar siquiera.

[223.] Tenemos pues que el principio de la evidencia no puede apoyarseen otro, y por consiguiente reune el primer carácter de principiofundamental. Cayendo él caen tambien todos los demás, incluso el decontradiccion, que como todos, no es conocido sino por evidencia; estees otro de los caractéres del principio fundamental. Veamos sí reuneel tercero, á saber, que con su auxilio se pueda reducir á quienniegue los demás.

Difícil es encontrar quien niegue el principio de contradiccion yadmita el de evidencia; sin embargo haciendo esta suposicionextravagante, si algun principio pudiera servir para el caso seriaeste sin duda, porque la cuestion estaria reducida á si confesaria quelos principios son para él evidentes; si no lo son, su entendimientoes diferente del de los demás hombres; si lo son, el argumento que sele hace es concluyente.

Segun V. confiesa lo evidente es verdadero;tal ó cual principio es evidente para V., luego es verdadero.

Laspremisas son admitidas por él mismo; la legitimidad de la consecuenciaes evidente, y por tanto debe reconocerla tambien, ya que por reglageneral admite el criterio de la evidencia.

[224.] ¿De qué nacen las extrañezas que hemos notado en esteprincipio? No es evidente, ni es demostrable; es necesario para todoslos demás, y con su auxilio se puede reducir á quien los niegue; ¿dedónde semejante extrañeza? de un orígen muy sencillo. Es que elprincipio de la evidencia no expresa ninguna verdad objetiva, y porconsiguiente no es demostrable; no es un simple hecho de concienciaporque expresa la relacion del sujeto al objeto y por consiguiente nopuede limitarse á lo puramente subjetivo; es una proposicion queconocemos por acto reflejo y que expresa la ley primitiva de todosnuestros conocimientos objetivos. Estos se fundan en la evidencia; asílo experimentamos; pero cuando el espíritu se pregunta ¿por qué debesfiarte de la evidencia? no puede responder otra cosa sino que loevidente es verdadero. ¿En qué funda esta proposicion? ordinariamenteen nada: se conforma á la misma sin haber pensado nunca en ella; perosi se empeña en reflexionar encuentra tres motivos para asentir á lamisma. Primero: un irresistible instinto de la naturaleza. Segundo: elver que no admitiendo la legitimidad del criterio de la evidencia, sehunden todos sus, conocimientos y le es imposible pensar. Tercero: elnotar que admitiendo este criterio todo se pone en órden en lainteligencia, que en vez de un caos halla un universo ideal contrabazon admirable, y se siente con los medios necesarios pararaciocinar y construir un edificio científico con respecto aluniverso real del que tiene conocimiento por la experiencia (XXII).

CAPÍTULO XXIII.

CRITERIO DE LA CONCIENCIA.

[225.] Apreciado el mérito de los tres principios, de conciencia, decontradiccion y de evidencia, con respecto á la dignidad de principiofundamental, vamos ahora á examinar el valor intrínseco de losdiferentes criterios. Para esto nos suministra mucha luz la doctrinade los capítulos anteriores, de la cual son los siguientes undesarrollo y complemento. Comencemos por la conciencia ó sentidoíntimo.

El testimonio de la conciencia ó del sentido íntimo, comprende todoslos fenómenos que activa ó pasivamente se realizan en nuestra alma.Por su naturaleza, es puramente subjetivo; de modo que considerado ensí mismo, separadamente del instinto intelectual y de la luz de laevidencia, nada atestigua con respecto á los objetos. Por él sabemoslo que experimentamos, nó lo que es; percibimos el fenómeno, nó larealidad; él nos autoriza á decir: me

parece

tal cosa; pero nó,

es

tal cosa.

La transicion del sujeto al objeto, de la idea representante á la cosarepresentada, de la impresion á la causa imprimente, pertenece á otroscriterios: la conciencia se limita á lo interior, ó por mejor decir áella misma, que no es mas que un hecho de nuestra alma.

[226.] Conviene distinguir entre la conciencia directa y la refleja;aquella acompaña á todo fenómeno interno, esta nó; aquella es natural,esta es filosófica; aquella prescinde de los actos de la razon, estaes uno de estos actos.

La conciencia directa es la presencia misma del fenómeno al espíritu,ya sea una sensacion, ya una idea, ya un acto ó impresion cualquiera,en el órden intelectual ó moral.

Por esta definicion se echa de ver que la conciencia directa acompañaá todo ejercicio de las facultades de nuestra alma, activo ó pasivo.Decir que estos fenómenos existen en el alma y no están presentes áella, es una contradiccion.

Estos fenómenos no son modificaciones como las que se verifican en lascosas insensibles; se trata de modificaciones vivas por decirlo así,en un ser vivo tambien: en la idea de las mismas está contenida supresencia al espíritu.

Es imposible sentir sin que la sensacion se experimente: porque quiendice sentir, dice experimentar la sensacion; esta experiencia es lapresencia misma: una sensacion experimentada es una sensacionpresente.

El pensamiento es por su esencia una representacion, la que no puedeexistir ni aun concebirse sin la presencia; el nombre mismo lo estáindicando; y la idea que le unimos confirma el significado de lapalabra.

Cuando de representacion hablamos, entendemos que hay algunobjeto real ó imaginario, que mediata ó inmediatamente se ofrece á unsujeto: hay pues presencia en toda representacion, y por consiguienteen todo pensamiento.

Si de lo pasivo como son las sensaciones y representaciones, pasamos álo activo, es decir, á los fenómenos en que el alma desenvuelvelibremente su fuerza en el órden intelectual ó moral, combinando

ó

queriendo

, la presencia es, si cabe, mas evidente. El ser que obrade este modo no obedece á un impulso natural, sino á motivos que él sepropone, y á que puede atender ó dejar de atender: combinarintelectualmente, ejercer actos de voluntad, sin que ni lo primero nilo segundo estén presentes al alma, son afirmaciones contradictorias.

[227.] La conciencia refleja, que los franceses suelen llamarapercepcion, del verbo s'apercevoir

, apercibirse, que entre ellospuede significar percepcion de la percepcion, es el acto con que elespíritu conoce explícitamente algun fenómeno que en él se realiza. Enla actualidad oigo ruido; la simple sensacion presente á mi espírituafectándole, constituye lo que he llamado conciencia directa; pero siá mas de oir me apercibo (permítaseme el galicismo) de que oigo,entonces no solo oigo sino que pienso que oigo: esto es lo que llamoconciencia refleja.

[228.] Claro es por el ejemplo que se acaba de aducir, que laconciencia directa y la refleja son no solo distintas, sinoseparables; puedo oir sin pensar que oigo, y esto se verificainfinitas veces.

[229.] El comun de los hombres tiene poca conciencia refleja y lamayor fuerza intelectual es en sentido directo. Este hecho ideológicose enlaza con verdades morales de la mayor importancia. El espírituhumano no ha nacido para contemplarse á sí propio, para pensar quepiensa; los afectos no le han sido concedidos para objetos dereflexion, sino como impulsos que le llevan á donde es llamado; elobjeto principal de su inteligencia y de su amor es el ser infinitoasí en esta vida como en la otra. El culto de sí propio es unaaberracion del orgullo cuya pena son las tinieblas.

[230.] Los grandes adelantos científicos son todos con relacion á losobjetos, nó al sujeto. Las ciencias exactas, las naturales y tambienlas morales, no han nacido de la reflexion sobre el yo

, sino delconocimiento de los objetos y de sus relaciones. Aun las cienciasmetafísicas, en lo que tienen de mas sólido, que es lo ontológico,cosmológico y teológico, son puramente objetivas; la ideología ypsicología que versan sobre el sujeto, se resienten ya de la oscuridadinherente á todo lo subjetivo; la ideología apenas sale de los límitesde la pura observacion de los fenómenos internos, observacion quepara decirlo de paso suele ser escasa y muy mal hecha, se pierde envanas cavilaciones; y la misma psicología, ¿qué es lo que tieneverdaderamente demostrado sino la simplicidad del espíritu,consecuencia precisa de la unidad de conciencia? En todo lo demás hacelo mismo que la ideología, y hasta cierto punto se confunde con ella;observa fenómenos que luego deslinda y clasifica bien ó mal, sin queacierte á explicar su misteriosa naturaleza.

[231.] El sentido íntimo ó la conciencia, es el fundamento de losdemás criterios, nó como una proposicion que les sirva de apoyo, sinocomo un hecho que es para todos ellos una condicion indispensable.

[232.] La conciencia nos dice que vemos la idea de una cosa contenidaen la de otra; hasta aquí no hay mas que apariencia: la fórmula en quepodria expresarse el testimonio seria: me parece

, designándose unfenómeno puramente subjetivo. Pero este fenómeno anda acompañado de uninstinto intelectual, de un irresistible impulso de la naturaleza, elcual nos hace asentir á la verdad de la relacion, no solo en cuantoestá en nosotros, sino tambien en cuanto se halla fuera de nosotros,en el órden puramente objetivo, ya sea en la esfera de la realidad, óde la posibilidad. Así se explica cómo la evidencia se funda en laconciencia, nó identificándose con ella, sino estribando sobre lamisma como en un hecho imprescindible, pero encerrando algo mas: ásaber, el instinto intelectual que nos hace creer verdadero loevidente.

[233.] La sensacion considerada en sí misma, es un hecho de puraconciencia, pues que es inmanente; lejos de que sea un acto por elcual el espíritu salga de sí trasladándose al objeto, debe mas bienser mirada como una pasion que como una accion; lo que está acorde conel lenguaje comun, que le da el significado del ejercicio de unafacultad pasiva mas bien que activa. Sin embargo, sobre este purohecho de conciencia se funda en algun modo lo que se llama eltestimonio de los sentidos, y por consiguiente todo el conocimientodel mundo externo y de sus propiedades y relaciones.

En la sensacion de ver el sol, hay dos cosas: primera: la sensacionmisma; es decir, esta representacion que experimento en mi, y quellamo

ver

; segunda: la correspondencia de esta sensacion con unobjeto externo que llamo sol. Es evidente que estas son cosas muydistintas, y sin embargo las hacemos andar siempre juntas. Laconciencia es ciertamente la primera base para formar el juicio, perono es suficiente para él; ella en sí, atestigua lo que se siente, nólo que esto es. ¿Cómo se completa el juicio? por medio de un instintonatural que nos hace objetivar las sensaciones, es decir, nos hacecreer en un objeto externo correspondiente al fenómeno interno. Héaquí cómo el testimonio de los sentidos se funda en algun modo sobrela conciencia; pero no nace de ella sola, sino que ha menester elinstinto natural que hace formar con toda seguridad el juicio.

[234.] Aquí es de notar que el testimonio de los sentidos, aun en laparte que encierra de intelectual, en cuanto se juzga que á lasensacion le corresponde un objeto externo, nada tiene que ver con laevidencia. En la idea de la sensacion como puramente subjetiva, no seencierra la idea de la existencia ó posibilidad de un objeto externo:condicion indispensable para que el criterio de la evidencia puedatener lugar. Esto, á mas de ser claro de suyo, se confirma con laexperiencia de todos los dias. La representacion de lo externoconsiderada subjetivamente, como puro fenómeno de nuestra alma, latenemos continuamente sin que le correspondan objetos reales: mas ómenos clara, en la sola imaginacion durante la vigilia; viva,vivísima, hasta producir una ilusion completa, en el estado de sueño.

[235.] Con la exposicion que precede podemos determinar fijamente elvalor y la extension del criterio de la conciencia, lo que haré en lassiguientes proposiciones, advirtiendo que en todas ellas me refiero ála conciencia directa.

PROPOSICION PRIMERA.

El testimonio de la conciencia se extiende á todos los fenómenos quese realizan en nuestra alma, considerada como un ser intelectual ysensitivo.

PROPOSICION SEGUNDA.

[236.] Si en nuestra alma existen fenómenos de algun otro órden, esdecir, que ella pueda ser modificada en algun modo en facultades norepresentativas, á estos fenómenos no se extiende el testimonio de laconciencia.

Esta proposicion no la establezco sin fundado motivo. Es posible yademás muy probable, que nuestra alma tiene facultades activas de cuyoejercicio no tiene conciencia: sin esta suposicion parece difícilexplicar los misterios de la vida orgánica. El alma está unida alcuerpo, y es para él un principio vital cuya separacion produce lamuerte, manifestada en una desorganizacion y descomposicion completas.Esta actividad se ejerce sin conciencia, así en cuanto al modo, comoen cuanto á la existencia misma del ejercicio.

Tal vez se pueda objetar que hay en esto una serie de aquellaspercepciones confusas de que nos habla Leibnitz en su monadología; talvez estas percepciones sean tan tenues, tan pálidas por decirlo así,que no dejen rastro en la memoria ni puedan ser objeto de reflexion;pero todo esto son conjeturas, nada mas. Es difícil persuadirse que elfeto al encontrarse todavía en el seno de la madre, tenga concienciade la actividad ejercida para el desarrollo de la organizacion; esdifícil persuadirse que aun en los adultos haya conciencia de esamisma actividad productora de la circulacion de la sangre, de lanutricion y demás fenómenos que constituyen la vida. Si estosfenómenos son producidos por el alma, como es cierto, hay en ella unejercicio de actividad de que, ó no tiene conciencia, ó la tiene tanconfusa y tan débil que es como si no la tuviese.

PROPOSICION TERCERA.

[237.] El testimonio de la conciencia considerado en

sí mismo

, selimita de tal modo á lo puramente interno, que

por sí solo

nada valepara lo externo: ya sea para el criterio de la evidencia, ya para elde los sentidos.

PROPOSICION CUARTA.

El testimonio de la conciencia es fundamento de los demás criterios encuanto es un hecho que todos ellos han menester, y sin el cual sonimposibles.

PROPOSICION QUINTA.

[238.] De la combinacion de la conciencia con el instinto intelectual,nacen todos los demás criterios (XXIII).

CAPÍTULO XXIV.

CRITERIO DE LA EVIDENCIA.

[239.] Hay dos especies de evidencia: inmediata y mediata. Se llamaevidencia inmediata, la que solo ha menester la inteligencia de lostérminos; y mediata, la que necesita raciocinio. Que el todo es mayorque su parte, es evidente con evidencia inmediata; que el cuadrado dela hipotenusa sea igual á la suma de los cuadrados de los catetos, losabemos por evidencia mediata, esto es, por raciocinio demostrativo.

[240.] Se dijo mas arriba que uno de los caractéres distintivos de laevidencia era la necesidad y universalidad de su objeto. Este carácterconviene tanto á la evidencia mediata como á la inmediata.

A mas de este carácter existe otro que con mayor razon puede llamarseconstitutivo, bien que hay alguna dificultad sobre si comprende ó nó ála evidencia mediata, y es, el que la idea del predicado se hallecontenida en la del sujeto. Esta es la nocion esencial mas cumplidadel criterio de la evidencia inmediata; por la cual se distingue delde la conciencia y del sentido comun.

He dicho que hay alguna dificultad sobre si este carácter conviene ónó ?