Filosofía Fundamental, Tomo I by Padre Jaime Luciano Balmes - HTML preview

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5? es cierto: luego el concepto de 12 se identifica con elde 7 + 5; luego asi como de que oyendo 12 no siempre se piensa 7 + 5no se puede inferir que el concepto de 12 no contenga el 7 + 5,tampoco de que quien oiga el 7 + 5 no siempre comprenda 12, no sepuede deducir que el primer concepto no incluya el segundo.

La causa de la equivocacion está en que dos conceptos idénticos estánpresentados al entendimiento bajo diferente forma; y hasta quequitándoles la forma se ve el fondo, no se descubre la identidad.

Nohay propiamente

raciocinio

sino

explicacion.

Lo que añade Kant sobre la necesidad de apelar en este caso á unaintuicion, con respecto á uno de los dos números, añadiendo al sieteel cinco expresado sucesivamente por los dedos de la mano, es sobremanera fútil. 1.º Añádase como se quiera el cinco, nunca será mas queel cinco añadido, y por tanto nada dará ni quitará á 7 + 5. 2.º Lasucesiva adicion por los dedos

equivale á decir 1 + 1 + 1 + 1 + 1 =5. Lo que trasforma la espresion 7 + 5 = 12, en esta otra 7 + 1 + 1

+1 + 1 + 1 = 12; es asi que la misma relacion tiene el concepto 1 + 1 +1 + 1 + 1 con 5, que 7 + 5 con 12; luego si de estos el uno no estácontenido en el otro, tampoco lo estarán los de Kant. Se replicará queKant no habla de identidad sino de intuicion; pero esta intuicion noes la sensacion, sino la idea; si es la idea, es el conceptoexplicado, nada mas. 3.º Este método de intuicion vemos que no esnecesario ni aun para los niños. 4.º Dicho método es imposible en losnúmeros grandes.

[281.] Añade Kant que esta proposicion: «entre dos puntos, la línearecta es la mas corta» no es puramente analítica, porque en la idea de

recta

no entra la de

mas corta

. Prescindiré de que hay autores quedemuestran ó pretenden demostrar esta proposicion; y me ceñiréúnicamente á la razon de Kant. Este autor olvida que no se trata de larecta sola, sino de la recta comparada

. En la recta sola, no entrani puede entrar lo de

mas

, ni de

menos

, pues esto suponecomparacion; pero desde el momento en que se comparan la recta y lacurva, con respecto á la

longitud

, en el concepto de la curva, se veel exceso sobre la recta. La proposicion pues resulta de la simplecomparacion de dos conceptos puramente analíticos, con un tercero quees longitud

.

[282.] Sí la razon de Kant fuese de algun valor, se inferiria que niaun el juicio «el todo es mayor que su parte» es analítico; porque enla idea de

todo

, no entra la de

mayor

, hasta que se la compara conla de

parte

. Tampoco seria juicio analítico este: 4 es mayor que 3;porque en el concepto de 4, no entra la idea de mayor, hasta que se lecompara con el de 3.

El axioma: cosas iguales á una tercera son iguales entre si, tampocoseria juicio analítico: porque en el concepto de

cosas iguales á unatercera

, tampoco entra la igualdad entre sí, hasta que se reflexionaque la igualdad del medio implica la de los extremos.

Esa

x

de que nos habla Kant, se encontraría en casi todos losjuicios, si no pudiésemos formar conceptos totales en que seenvolviese la comparacion de los parciales: en cuyo caso no tendríamosmas juicios analíticos que los puramente idénticos, ó los comprendidosdirectamente en esta fórmula A es A.

[283.] La comparacion de dos conceptos con un tercero no quita alresultado el carácter de juicio analítico, así como el que unpredicado no pueda verse desde luego en la idea del sujeto sin elauxilio de dicha comparacion. Esta la necesitamos muchas veces, porquepensamos solo muy confusamente lo que se halla en el concepto que yatenemos, y hasta sucede que no lo pensemos de ningun modo. A cada pasoestamos viendo que una persona dice una cosa y sin notarlo secontradice luego, por no advertir que lo que añade se opone á lo mismoque habia dicho. Son comunes en la conversacion las siguientesréplicas: ¿no ve V. que supone lo contrario de lo que ahora dice? ¿nove V. que en las mismas condiciones antes asentadas, se implica locontrario de lo que ahora establece?

[284.] En un concepto no solo se incluye lo que expresamente se piensaen él, sino todo lo que se puede pensar. Si descomponiéndoleencontramos en el mismo cosas nuevas, no se puede decir que lasañadimos, sino que las descubrimos: no hay entonces síntesis, sinoanálisis; de lo contrario seria preciso inferir que no hay ningunconcepto analítico ó que solo lo son los puramente idénticos. Exceptoeste último caso cuya fórmula general es, A es A, siempre hay en elpredicado algo mas de lo pensado en el sujeto, si nó en cuanto á lasustancia, al menos en cuanto al modo. El círculo es una curva: estaes sin duda una proposicion analítica de las mas sencillas queimaginarse pueden; y no obstante, el predicado expresa la razongeneral de curva, que en el sujeto puede estar envuelta de un modoconfuso con relacion á una especie particular de las curvas. Siguiendouna gradacion en las proposiciones geométricas se podria notar que nohay mas que lo dicho en la proposicion anterior, sino la mayor ó menordificultad de descomponer el concepto y ver en él lo que antes no seveia.

Si digo: el círculo es una seccion cónica; el predicado no estápensado en el sujeto por quien no sepa lo que significan los términosó no haya reflexionado sobre su verdadero sentido. Al concepto delcírculo nada le añado, solo le descubro una propiedad que antes noconocia, y este descubrimiento nace de su comparacion con el cono.¿Hay aquí síntesis? nó, de ningun modo; lo que hay es análisiscomparado de los dos conceptos; círculo y cono.

[285.] Como esta doctrina destruye por su base el sistema de Kant eneste punto, voy á desenvolverla y darle mas sólido fundamento.

Para que haya síntesis propiamente dicha, es menester que se una alconcepto una cosa que de ningun modo le pertenece, como se ve en elejemplo aducido por el mismo Kant. La figurabilidad se encuentra en elconcepto del cuerpo; pero la pesadez es una idea totalmente extraña, yque solo podemos unir al concepto del cuerpo porque así nos loatestigua la experiencia. Solo con esta añadidura se verificapropiamente la síntesis; pero nó con la union de ideas que nazcan delmismo concepto de la cosa, aunque para fecundarle se necesite lacomparacion. Los conceptos no son enteramente absolutos; contienenrelaciones, y el descubrimiento de estas no es una síntesis sino unanálisis mas completa. Si se replica que en tal caso hay algo mas queel concepto primitivo, observaré que esto se verifica en todos los queno son puramente idénticos. Además que con la comparacion se forma unconcepto total nuevo, resultante de los conceptos primitivos; en cuyocaso las propiedades de las relaciones son vistas nó por síntesis sinopor el análisis del concepto total.

Segun Kant, la verdadera síntesis necesita reunion de cosas extrañasentre sí, y tan extrañas, que el lazo que las une es una especie demisterio, una

x

cuya determinacion es un gran problema filosófico.Si esta

x

se encuentra en la relacion esencial de los conceptosparciales que entran en el concepto total, se ha resuelto el problemapor la simple análisis; ó para hablar con mas exactitud, se hamanifestado que el problema no existia pues la

x

era una cantidadconocida.

Yo no sé que pueda haber juicio mas analítico que aquel en el cualvemos las partes en el todo: pues este no es mas que las mismas partesreunidas. Si digo; uno y uno son dos, ó bien dos es igual á uno masuno, no puede negarse que tengo un concepto total dos, en cuyadescomposicion hallo uno mas uno: si esto no es analítico, es decir,si aquí el predicado no está contenido en la idea del sujeto, no sealcanza cuándo podrá estarlo. Pues bien, aquí mismo hay diferentesconceptos, uno mas uno, se los reune y de ellos se forma el conceptototal. Aunque sencillísima, la relacion existe; y el que sea mas ómenos sencilla ó complicada y que por consiguiente sea vista con mas ómenos facilidad, no altera el carácter de los juicios convirtiéndolosde analíticos en sintéticos.

[286.] Completemos esta explicacion con un ejemplo de geometríaelemental. Si se dice un paralelógramo oblicuángulo es igual ensuperficie á un rectángulo de la misma base y altura, tenemos: 1.º Queen la idea de paralelógramo oblicuángulo no vemos la de igualdad conel rectángulo. Ni tampoco la podemos ver, porque la relacion no existecuando no hay otro extremo al cual se refiera. En la idea deparalelógramo no entra la de rectángulo, y por consiguiente no puedeentrar la de igualdad. 2.° La relacion nace de la comparacion deloblicuángulo con el rectángulo, y por consiguiente se la ha deencontrar en un concepto total en que entren los dos. Entonces nopuede decirse que al concepto del oblicuángulo le añadamos algo que nole pertenezca, sino que por el contrario esta igualdad la vemos surgirdel concepto del oblicuángulo y del rectángulo como conceptosparciales del total en que los dos se combinan. El análisis de esteconcepto total, nos lleva á descubrir la relacion buscada; siendo denotar, que cuando la simple reunion de los conceptos comparados nobasta, nos valemos de otro que comprenda á los mismos y alguno mas; ydel concepto del nuevo debidamente analizado, sacamos la relacion delas dos partes comparadas.

[287.] Precisamente en la construccion geométrica que suele hacersepara demostrar el teorema que me sirve de ejemplo, puedesensibilizarse por decirlo así lo que acabo de explicar con respecto álos conceptos totales que contienen otros á mas de los comparados.Confundidas las bases del paralelógramo rectángulo y oblicuángulo, seve desde luego una parte que les es comun, y es el triángulo formadopor la base, una parte de un lado del oblicuángulo y otra de uno delrectángulo; para esto no se necesita ni síntesis ni análisis, pues hayperfecta coincidencia, lo que en geometría equivale á identidad. Ladificultad está en las dos partes restantes, es decir, en lostrapecios á que se reducen los dos paralelógramos quitado el triángulocomun. La simple intuicion de las figuras nada dice con respecto á laequivalencia de las dos superficies: solo se ve que los dos lados deloblicuángulo van extendiéndose, encerrando menor distancia áproporcion que el ángulo va siendo mas oblicuo, hallándose estas doscondiciones de longitud de lados y disminucion de distancias entre doslímites, de los cuales el uno es lo infinito y el otro el rectángulo.Se puede demostrar la relacion de la equivalencia de las superficies,prolongando la paralela opuesta á la base, y formando así uncuadrilátero del cual son partes los trapecios; para descubrir laigualdad de estos trapecios basta descomponer el cuadriláteroatendiendo á la igualdad de dos triángulos formados respectivamentecada uno por uno de los trapecios y un triángulo comun. ¿Añado conesto nada al concepto de cada trapecio? nó; solo le comparo.

Estacomparacion no la he podido hacer directamente, y por esto los heincluido en un concepto total cuya simple análisis me ha bastado paradescubrir la relacion que buscaba. Esta relacion no se la da elconcepto, solo la manifiesta; por manera que si el concepto de las dosfiguras comparadas fuese mas perfecto, de suerte que viésemosintuitivamente la relacion que existe entre el aumento de los lados yel decremento de la distancia de los mismos, veríamos que hay aquíuna ley constante que suple de una parte lo que se pierde por otra; ypor consiguiente en el mismo concepto del oblicuángulo descubriríamosla razon fundamental de la igualdad, es decir la no alteracion delvalor de la superficie por la mayor ó menor oblicuidad de los ángulos,teniendo así lo que despues sacamos por la expresada comparacion y quegeneralizamos refiriéndonos á dos valores lineales constantes: base yaltura. Lo mismo nos sucederia con respecto á la equivalencia de todaslas cantidades variables expresadas de diferente modo, si susconceptos pudiésemos reducirlos á fórmulas tan claras y sencillas comolas de las funciones aparentes, por ejemplo n s/m s, donde sea cualfuere el valor de la variable resulta siempre el mismo el valor de laexpresion, el cual es constante, á saber n/m.

[288.] No se crea que estas investigaciones sean inútiles: en lacuestion presente como en muchas otras, sucede que de un problemafilosófico, al parecer meramente especulativo, están pendientesverdades importantísimas. Así en el caso que nos ocupa, notaremos queKant explica el principio de causalidad de una manera inexacta, y quesegun como se interpreten sus palabras debe llamarse completamentefalsa; y quizás la raíz de su equivocacion está en que considera elprincipio de causalidad como sintético, aunque

á priori

, cuando enrealidad debe ser tenido por analítico, como demostraré al tratar dela idea de causa.

Considerando de la mayor importancia el tener ideas claras y distintasen la presente materia, voy á resumir en pocas palabras la doctrinaexpuesta sobre la evidencia inmediata y la mediata.

[289.] Hay evidencia inmediata cuando por el concepto del sujeto vemosla conveniencia ó repugnancia del predicado, sin necesitar otro medioque la simple reflexion sobre el significado de las palabras. A losjuicios de esta clase, se los llama con propiedad analíticos, porquebasta descomponer el concepto del sujeto para encontrar en él laconveniencia ó repugnancia del predicado.

Hay evidencia mediata cuando por el simple concepto del sujeto, novemos desde luego la conveniencia ó repugnancia del predicado; por locual necesitamos apelar á un medio que nos la manifieste.

[290.] Surge aqui la cuestion de si los juicios de evidencia mediatapueden llamarse analíticos. Claro es que si por analíticos seentienden solamente aquellos en los cuales basta entender elsignificado de los términos para ver la conveniencia ó repugnancia delpredicado, no pueden llamarse tales los de evidencia mediata. Pero sientendemos por juicio analítico aquel en que basta descomponer

unconcepto para encontrar en él la conveniencia ó repugnancia delpredicado, hallaremos que los juicios de evidencia mediata pertenecentambien á dicha clase, y que el medio empleado no es mas que laformacion de un concepto total en que se hacen entrar los parcialescuya relacion se quiere descubrir.

En la

reunion

de estos conceptosparciales hay síntesis, es verdad, pero no la hay en el descubrimiento

de sus relaciones, pues este se hace por análisis.

El que se hayan tenido que reunir varios conceptos para formar unjuicio, no destruye su carácter de analítico, pues de otro modo seriamenester decir que no hay ningun juicio analítico. Si se afirma: elhombre es racional; en el concepto de hombre entran dos, animal yracional, lo que no quita que el juicio sea analítico. Este carácterconsiste en que como lo dice su mismo nombre, baste la descomposicionde un concepto para encontrar en él ciertos predicados, y prescindedel modo con que se ha formado el concepto que se descompone y de sise han hecho entrar en él dos ó mas conceptos.

[291.] De esta doctrina resulta con claridad en qué consiste laevidencia mediata. El predicado está tambien contenido en la idea delsujeto, pero la limitacion de nuestra inteligencia hace que ó estasideas sean incompletas, o no las veamos en toda su extension, ó nodistingamos bien lo que en las mismas pensamos ya de un modo confuso;y de aquí dimana el que no sea suficiente entender el significado delas palabras para ver desde luego contenido el predicado en la ideadel sujeto. Además, los objetos, aun los puramente ideales, se nospresentan como dispersos; de aquí es que no conociendo el conjunto,vamos pasando sucesivamente de unos á otros, descubriendo lasrelaciones que tienen entre sí, á medida que los vamos aproximando.

[292.] De lo dicho se infiere que en el órden puramente ideal todoslos juicios son analíticos, pues todo conocimiento de este órden sehace con la intuicion de lo que hay en un concepto mas ó menoscomplicado, y que no hay mas síntesis que la necesaria para aproximarlos objetos reuniendo sus conceptos en uno total que nos sirva para eldescubrimiento de la relacion de los parciales.

[293.] La x pues de que nos habla Kant, y cuyo despejo es uno de losproblemas mas importantes de la filosofía, no será mas que la facultaddel entendimiento para reunir en un concepto total conceptos de cosasdiferentes y descubrir en aquel las relaciones que estos tienen entresí. Esta facultad no es un descubrimiento nuevo; pues que con este óaquel nombre, la han reconocido todas las escuelas. Nadie ha disputadoal entendimiento la facultad de comparar; y la comparacion es unaoperacion por la cual el entendimiento se pone á la vista dos ó masconceptos para conocer las relaciones que tienen entre sí. En esteacto se forma un concepto total del cual los comparados son una parte;así como hemos visto que en las construcciones geométricas paraaveriguar la relacion de varias figuras, se construye una que lascomprenda todas y que sea como el campo en el cual se haga lacomparacion.

Basta por ahora lo dicho sobre los juicios analíticos y sintéticos,pues que no proponiéndome tratarlos sino en general, y en cuantotienen relacion con la certeza, no descenderé á pormenores haciendoaplicacion á varias ideas, cuyo análisis corresponde á otros lugaresde esta obra.

CAPÍTULO XXX.

CRITERIO DE VICO.

[294.] Con las cuestiones de los capítulos anteriores relativas á laevidencia inmediata y á la mediata, está enlazada la doctrina de Vicosobre el criterio de la verdad. Cree este filósofo que dicho criterioconsiste en haber hecho la verdad conocida; que nuestros conocimientosson completamente ciertos cuando se verifica dicha circunstancia; yque van perdiendo de su certeza á proporcion que el entendimientopierde su carácter de causa con respecto á los objetos. Dios, causa detodo, lo conoce perfectamente todo; la criatura, de causalidad muylimitada, conoce tambien con mucha limitacion; y si en alguna esferapuede asemejarse á lo infinito, es en ese mundo ideal que ella propiase construye, y que puede extender á su voluntad, sin que sea dableseñalarle un linde que no pueda todavía retirar.

Dejemos hablar al mismo autor. «Los términos

verum et factum

, loverdadero y lo hecho, se ponen el uno por el otro entre los latinos, ocomo dice la escuela, se convierten. Para los latinos

intelligere

,comprender, es lo mismo que leer con claridad y conocer con evidencia.Llamaban cogitare

lo que en italiano se dice

pensare e andarraccogliendo

;

ratio

, razon, designaba entre ellos una coleccion deelementos numéricos, y ese don que distingue al hombre de los brutos yconstituye su superioridad. Llamaban ordinariamente al hombre unanimal partícipe de la razon (

rationis particeps

) y que por tanto nola posee absolutamente. Así como las palabras son los signos de lasideas, las ideas son los signos y representaciones de las cosas. Asícomo leer legere

, es reunir los elementos de la escritura de loscuales se forman las palabras, la inteligencia, intelligere

,consiste en reunir todos los elementos de una cosa, de lo que resultala idea perfecta. Por donde podemos conjeturar que los antiguositalianos admitian la doctrina siguiente sobre lo verdadero: loverdadero es lo hecho mismo; y por consiguiente Dios es la verdadprimera porque es el primer hacedor (

factor

), la verdad infinitaporque ha hecho todas las cosas, la verdad absoluta, pues querepresenta todos los elementos de las cosas tanto internos comoexternos, porque los contiene. Saber es reunir los elementos de lascosas; de donde se sigue que el pensamiento (

cogitatio

) es propiodel espíritu humano, y la inteligencia lo es del espíritu divino:porque Dios reune todos los elementos de las cosas internos y externosá causa de que los contiene, y él propio es quien los dispone;mientras el espíritu humano limitado como es, y fuera de todo lo queno es él mismo, puede aproximar los puntos extremos mas nó reunirlotodo; de manera que puede pensar sobre las cosas, pero nocomprenderlas; y hé aquí por qué participa de la razon, mas no laposee. Para aclarar estas ideas con una comparacion: lo verdaderodivino es una imágen sólida de las cosas, como una figura plástica; loverdadero humano es una imágen plana sin profundidad, como unapintura. Así como lo verdadero divino lo es, porque Dios en el actomismo de su conocimiento dispone y produce, lo verdadero humano espara las cosas en que el hombre dispone y crea de una manerasemejante. La ciencia es el conocimiento del modo con que la cosa sehace; conocimiento en el cual el espíritu mismo hace el objeto, puesque recompone sus elementos. El objeto es un sólido para Dios quecomprende todas las cosas; una superficie para el hombre que nocomprende sino lo exterior. Establecidos estos puntos para ponerlosmas fácilmente en armonía con nuestra religion, conviene saber, quelos antiguos filósofos de Italia identificaban lo verdadero con lohecho, porque creian el mundo eterno: asi los filósofos paganosadoraron un Dios que obraba siempre

ad extra

, cosa desechada pornuestra teología. Por cuyo motivo en nuestra religion, en la cualprofesamos que el mundo ha sido criado de la nada en el tiempo, esnecesario establecer una distincion, identificando lo verdadero criadocon lo hecho, y lo verdadero increado con el engendrado

(genito).Así la Sagrada Escritura con una elegancia verdaderamente divina,llama Verbo à la sabiduría de Dios que contiene en sí las ideas detodas las cosas y los elementos de las ideas mismas. En este Verbo, loverdadero es la comprension misma de todos los elementos de esteuniverso, la cual podria formar infinitos mundos. De estos elementosconocidos y contenidos en la omnipotencia divina, se forma el Verboreal absoluto, conocido desde toda la eternidad por el Padre yengendrado por él, tambien desde toda la eternidad.» (De la antiguasabiduría de la Italia, lib. 1. cap. 1).

[295.] De estos principios saca Vico consecuencias muytrascendentales, entre ellas la de explicar la causa de la division denuestra ciencia en muchos ramos, y de los diferentes grados de certezacon que se distinguen. Las matemáticas son las mas ciertas porque sonuna especie de creacion del entendimiento, el que partiendo de launidad y de un punto, se construye un mundo de formas y de números,prolongando las líneas y multiplicando la unidad, hasta lo infinito.Así conoce lo que él mismo produce, resultando que los mismos teoremastenidos vulgarmente como objetos de pura contemplacion, han menesteraccion como los problemas. La mecánica ya es menos cierta que lageometría y la aritmética, porque considera el movimiento realizado enlas máquinas; y la física lo es todavía menos, porque no consideracomo la mecánica el movimiento externo de las circunferencias sino elmovimiento interno de los centros. En las ciencias del órden moral haytodavía menos certeza, porque no se ocupan de los movimientos de loscuerpos, los cuales dimanan de un orígen cierto y constante que es lanaturaleza, sino de los movimientos de las almas que se realizan ágrandes profundidades y con frecuencia nacen del capricho.

«La ciencia humana, dice, ha nacido de un defecto del espíritu humano,que en su extrema limitacion está fuera de todas las cosas, nocontiene nada de lo que quiere conocer, y por consiguiente no puedehacer la verdad á la cual aspira. Las ciencias mas ciertas son las queexpian el vicio de su orígen, y se asimilan como creacion á la cienciadivina, es decir, aquellas en que lo verdadero y lo hecho sonmutuamente convertibles.

«De lo que precede se puede inferir que el criterio de lo verdadero yla regla para reconocerlo, es el haberlo hecho

; por consiguiente laidea clara y distinta que tenemos de nuestro espíritu, no es uncriterio de lo verdadero, y no es ni aun un criterio de nuestroespíritu; porque el alma conociéndose, no se hace á sí misma; y puesque no se hace, no sabe la manera con que se conoce. Como la cienciahumana tiene por base la abstraccion, las ciencias son tanto menosciertas cuanto mas se acercan á la materia corporal……………..…………………………………………………………..

«Para decirlo en una palabra, lo verdadero es convertible con lobueno, si lo que es conocido como verdadero tiene su ser del espírituque lo conoce, imitando la ciencia humana á la divina por la cual Diosconociendo lo verdadero lo engendra

en lo interior

en la eternidad,y lo hace

en lo exterior

en el tiempo. En cuanto al criterio deverdad es para Dios el comunicar la bondad á los objetos de supensamiento (vidit Deus quod essent bona): y para los hombres el haber hecho lo verdadero que conocen

.» (Ibidem § 1).

[296.] No puede negarse que el sistema de Vico revela un pensadorprofundo que ha meditado detenidamente sobre los problemas de lainteligencia. La línea divisoria en cuanto á la certeza de lasciencias es sobre manera interesante. A primera vista nada masespecioso que la diferencia señalada entre las ciencias matemáticas ylas naturales y morales. Las matemáticas son absolutamente ciertasporque son obra del entendimiento, son como el entendimiento las ve,porque él mismo las construye; al contrario, las naturales y moralesversan sobre objetos independientes de la razon, que tienen por símismos una existencia propia, y de aquí es que el entendimiento conocepoco de ellos; y en esto se engaña con tanta mas facilidad cuanto maspenetra en la esfera donde su construccion no alcanza. He llamadoespecioso á este sistema porque examinado á fondo se le encuentradestituido de cimiento sólido; al paso que he reconocido en su autorun pensamiento profundo, porque efectivamente lo hay en considerar lasciencias bajo el punto de vista que él las considera.

[297.] La inteligencia solo conoce lo que hace. Esta proposicion queresume todo el sistema de Vico, no puede afianzarse en nada; y elfilósofo napolitano se encontraría detenido en sus primeros pasos consolo pedirle la prueba de lo que afirma. ¿Por qué la inteligencia soloconoce lo que hace? ¿Por qué el problema de la representacion no ha detener solucion posible sino en la causalidad? Creo haber demostradoque á mas de este orígen se encuentra otro en la identidad, y tambienen la idealidad enlazado del modo debido con la causalidad.

[298.] Entender no es causar: puede haber, y la hay en efecto, unainteligencia productora; pero en general el acto de entender y el decausar ofrecen ideas distintas. La inteligencia supone una actividad,porque sin ésta no se concibe aquella vida íntima que distingue al serinteligente: pero esta actividad no es productora de los objetosconocidos, se ejerce de un modo inmanente sobre estos objetos,presupuestos ya en union con la inteligencia, mediata óinmediatamente.

[299.] Si la inteligencia estuviese condenada á no conocer sino lo queella misma hace, no es fácil concebir cómo el acto de entenderpudiera comenzar; colocándonos en el momento inicial, no sabremos cómoexplicar el desarrollo de esta actividad: porque si no puede entendersino lo que ella hace, ¿qué entenderá en el primer momento cuando aunno ha hecho nada? En el sistema que nos ocupa, no hay otro objeto parala inteligencia que el que ella misma se produce; por otra parteentender sin objeto entendido es una contradiccion; así, en el momentoinicial, no habiendo nada producido, no puede haber nada entendido; ypor consiguiente la inteligencia es inexplicable. No cabe suponer quela actividad se despliega ciegamente; no hay nada ciego cuando setrata de representacion, y la actividad productiva se refiereesencialmente á cosas representadas en cuanto representadas. El queestas sean producidas en lo exterior con existencia distinta de larepresentacion intelectual, es indiferente para el problema de lainteligencia. Así, como explica el mismo Vico, la razon humana conocelo que ella construye en un mundo puramente ideal, y Dios conoce alVerbo que engendra, no obstante de que este Verbo no está fuera de laesencia divina sino identificado con ella.

[300.] No se contenta el filósofo napolitano con aplicar su sistema ála razon humana; lo generaliza á todas las inteligencias, inclusa ladivina; bien que procurando con loable religiosidad, conciliar susdoctrinas ideológicas con los dogmas del cristianismo. Y en verdad quelos problemas de la inteligencia no pueden resolverse cumplidamentesino encumbrándose á tanta altura. Para conocer al entendimientohumano, no basta seguir los pasos de la humana razon; es necesarioproponerse además el problema general de la inteligencia misma, ora selimite como la nuestra á flacas vislumbres, ora se dilate por lasregiones de la infinidad en un piélago de luz. Las sublimes palabrascon que san Juan comienza su Evangelio, encierran, á mas de la verdadaugusta enseñada por la inspiracion divina, doctrinas trascendentalesque aun miradas bajo un punto de vista meramente filosófico, son deuna importancia mayor de la que encontrarse pudiera en las palabras deningun hombre.

Al identificar lo verdadero con lo hecho, advierte Vico que segun eldogma de nuestra religion, es necesario distinguir entre lo creado ylo increado. A lo primero se le debe llamar hecho, á lo segundoengendrado. Pondera la elegancia divina con que la Escritura santallama Verbo á la Sabiduría de Dios, en la cual se contienen las ideasde t