El valenciano Andrés Rey de Artieda comenzó el primero el fuego en unaepístola al marqués de Cuéllar[52], impresa hacia el año de 1605.
Como
las
gotas
que
en
verano
llueven
Con
el
ardiente
sol
dando
en
el
suelo,
Se
transforman
en
ranas
y
se
mueven,
Assí
al
calor
del
gran
Señor
de
Delo
Se
levantan
del
polvo
poetillas
Con
tanta
habilidad
que
es
un
consuelo;
Y
es
una
de
sus
grandes
maravillas
El
ver
que
una
comedia
escriba
un
triste
Que
ayer
sacó
Minerva
de
mantillas.
Y
como
en
viento
su
invención
consiste,
En
ocho
días,
y
en
menor
espacio,
Conforme
su
caudal
la
adorna
y
viste.
¡Oh,
quán
al
vivo
nos
compara
Horacio
A
los
sueños
frenéticos
de
enfermo
Lo
que
escribe
en
su
triste
cartapacio!
Galeras
vi
una
vez
ir
por
el
yermo,
Y
correr
seis
caballos
por
la
posta
De
la
isla
del
Gozo
hasta
Palermo;
Poner
dentro
Vizcaya
á
Famagosta,
Y
junto
de
los
Alpes,
Persia
y
Media,
Y
Alemaña
pintar
larga
y
angosta.
Como
estas
cosas
representa
Heredia,
A
pedimento
de
un
amigo
suyo,
Que en seis horas compone una comedia.
No habla menos resueltamente sobre la última cuestión FranciscoCascales, de Murcia[53], en sus Tablas poéticas, que aparecieron en1616. En este libro ingenioso, escrito en forma de diálogo, se dice,entre otras cosas, lo siguiente: «¡Válame Dios!
(dice Pierio en la pág.166 de la edición de Madrid, de Sancha, 1779.) Luego, según eso, no soncomedias las que cada día nos representan Cisneros, Velázquez, Alcaraz,Ríos, Santander, Pinedo, y otros famosos en el arte histriónica; porquetodas, ó las más, llevan pesadumbres, revoluciones, agravios,desagravios, bofetadas, desmentimientos, desafíos, cuchilladas ymuertes; que aunque las haya en el contexto de la fábula, como noconcluyan con ellas, son tenidas por comedias.—Ni son comedias (lereplica Castalio), ni sombra de ellas. Son unos hermafroditos, unosmonstruos de la poesía. Ninguna de esas fábulas tiene materia cómica,aunque más acabe en alegría.»
Pierio dice que á lo menos se llamarán tragicomedias[54].
He aquí ahora cómo contesta á esta observación: «Si otra vez tomáis enla boca este nombre, me enojaré mucho. Digo que no hay en el mundotragicomedia, y si el Amphitrion de Plauto se ha intitulado así, creedque es título impuesto inconsideradamente. ¿Vos no sabéis que soncontrarios los fines de la tragedia y la comedia? El trágico mueve áterror y misericordia; el cómico mueve á risa. El trágico busca
casosterroríficos
para
conseguir
su
fin;
el
cómico
trata
acontecimientosridículos:
¿cómo
queréis
concertar
estos
heráclitos
y
demócritos?Desterrad,
desterrad
de
vuestro
pensamiento
la
monstruosa
tragicomedia,que es imposible en ley del arte haberla. Bien os concederé yo que, casicuantas se representan en esos teatros, son de esa manera; mas no menegaréis vos que son hechas contra razón, contra naturaleza y contra elarte.»
En otro lugar de sus Tablas poéticas, dice así: «Me acuerdo haber dado(comedia) de San Amaro, que hizo viaje al Paraíso, donde estuvodoscientos años, y después cuando volvió á cabo de dos siglos, hallabaotros lugares, otras gentes, otros trajes y costumbres. ¿Qué mayordisparate que esto? Otros hay que hacen una comedia de una corónicaentera.» Más adelante, en la misma obra, se expresa de este modo:
«Lospoetas extranjeros, digo, los que son de algún nombre, estudian el artepoética, y saben por ella los preceptos y observaciones que se guardanen la épica, en la trágica, en la cómica, en la lírica y en otraspoesías menores. Y de aquí vienen á no errar ellos y á conocer tanfácilmente nuestras faltas.» Esta alusión á los dramas regularesextranjeros, que hace también Cervantes, nos parecerá, sin duda, hartoextraña; probablemente se referirá á las obras del Trissino, Rucellai,Speroni, Ariosto, Maquiavelo, Lasca y á otras tragedias pesadamenteregulares ó comedias prosáicas y áridas de los italianos, puesto que elteatro francés estaba á la sazón en su infancia.
Otro esforzado campeón del rigorismo clásico fué Cristóbal de Mesa,natural de Zafra, en Extremadura. Este erudito y poeta, no escaso, porcierto, de ingenio, había pasado en Italia casi toda su vida, en donde,como él cuenta, trató por más de cinco años á Torquato Tasso. Al parecerhabía ya muerto á principios del siglo XVII. Sus ataques al teatroespañol son notables por lo profundos. En el prólogo á sus Rimas(Madrid, 1611), se queja de que la poesía haya degenerado en un trabajomecánico por culpa de los que escriben tantas comedias, y de que sehagan aparecer desacordadamente Reyes en la comedia, y en la tragediapersonajes de las clases más bajas; en sus epístolas se solaza con lamultitud é irregularidad de los dramas de Lope; se conduele de que,mientras los poetas cómicos se enriquecen, los trágicos y épicos semueren de hambre, y dice que, para alcanzar el renombre y las ventajasde gran poeta, es preciso que los criados representen las más groserasfarsas, que haya aventuras nocturnas amorosas, y que ocurran en lastablas altercados entre lacayos y doncellas, etc. En la dedicatoria desu tragedia Pompeyo (la cual, por lo demás, no guarda con exactitudlas reglas clásicas), explica la observancia de las unidades comocondición fundamental de toda obra dramática perfecta; dice, entre otrascosas, que, siendo tan breve el tiempo de la acción trágica, queAristóteles lo limita al espacio de un día, su unidad será tanto másperfecta, cuanto más se estreche ese plazo, y cuanto más perfecta sea suunidad, más lo será también la tragedia.
Esteban Manuel de Villegas, uno de los líricos españoles másdistinguidos (nació en Nágera en 1595), dispara en sus epístolas yelegías innumerables dardos satíricos contra los poetas cómicos. En laelegía séptima finge un diálogo con un mozo de mulas, al cual dice:
Que
si
bien
consideras,
en
Toledo
Hubo
sastre
que
pudo
hacer
comedias,
Y
parar
de
las
musas
el
denuedo.
Mozo
de
mulas
eres,
haz
tragedias:
Y
el
hilo
de
una
historia
desentraña,
Pues
es
cosa
más
fácil
que
hacer
medias.
Guissa
como
quisieres
la
maraña,
Y
transforma
en
guerreros
las
doncellas,
Que
tú
serás
el
cómico
de
España.
Verás
que
el
histrión
mímico
en
ellas
Gasta
más
artificios
que
Juanelo,
En
el
subir
del
agua
con
gamellas.
Hasta
que
aparador
hace
del
cielo
El
scénico
tablado,
que
ha
servido
De
obsceno
lupanar
á
vil
martelo.
Luego
serás
del
vulgo
conocido
En
el
cartel
que
diga:
DE
FULANO,
Hoy
lunes
a
las
dos,
bravo
sonido.
Irás
con
el
magnate
mano
á
mano,
Por bien que mulas rasques, que el ingenio
Merece todo honor en el más llano.
Más adelante pone irónicamente en los labios de un mal poeta estaspalabras:
...
gran
barbaria
haber
solía
Por
cierto,
en
aquel
siglo
de
Terencio,
Según
lo
da
á
entender
su
poesía.
Yo
del
passado
no
le
diferencio,
Quando
la
Propaladia
de
Naharro
De
nuestra
España
desterró
el
silencio.
.
.
.
.
.
..
.
.
.
.
.
Pero
por
Plauto
no
daré
un
cabello;
Miro
que
su
oración
toda
se
agacha;
No
cual
la
tuya,
Lope,
que
alça
cresta,
Hasta
tocar
del
sol
la
ardiente
hacha.
¿Pues
qué,
si
tu
Rosaura,
en
la
floresta
Juega
el
venablo
y
bate
los
ijares,
Del
valiente
bridón
que
la
molesta?
.
.
.
.
.
..
.
.
.
.
.
¿Juventud
castellana,
ya
qué
temes?
Yo
te
prometo
honor,
suda
y
escribe,