Las Gavetas Sexuales by Jacobo Schifter - HTML preview

PLEASE NOTE: This is an HTML preview only and some elements such as links or page numbers may be incorrect.
Download the book in PDF, ePub, Kindle for a complete version.

X. CONTRADICCIONES Y COMPARTIMENTALIZACIÓN

Hemos visto que los discursos ortodoxos son modificados por los jóvenes. Estas modificaciones implican que éstos ejercen el poder de manera nada uniforme. Unos grupos e individuos se benefician de su ejercicio más que otros. Si no fuera así, no habría necesidad de alterarlos. Pero los discursos al implantarse, sacan del "ropero" a los distintos sectores que se benefician de ellos y a los que menos lo hacen. A la vez, sus preceptos suelen contradecirse unos con otros.

Uno de los factores más importantes para explicar estos cambios son las contradicciones. En vista de la variación de las Areglas del juego sexuales en cada uno de ello, los jóvenes tienen que elegir normas y prácticas distintas. Las contradicciones rompen la lógica de los discursos y los motivan a no creer o a no cumplir con muchos de los mandatos.

En nuestro estudio hemos identificado tres discursos alternativos: el erótico, el romántico y el feminista. Aunque distintos y con principios contradictorios entre sí, los discursos alternativos se caracterizan por defender modelos sexuales simétricos, no jerárquicos. Aspiran a un modelo de sexualidad no dualista entre iguales. Además, son los discursos que emanan desde abajo, de las minorías y de los sectores de menos poder. Aunque pueden ser manipulados también por las autoridades, son discursos populares, formulados desde la periferia y con menos conexiones con los sectores oficiales. Como se analizará en el próximo capítulo, éstos también son una forma de expresar resistencia a los discursos predominantes.

Durante el análisis de las entrevistas a profundidad, se hizo evidente la gran contradicción entre los postulados de los discursos y la realidad social en que viven los jóvenes. Para muchos de ellos la realidad económica les hace imposible cumplir con los ideales de los discursos predominantes. Resulta más bien contradictorio observar cómo entre más dura es la realidad económica, más predominan los discursos irreales.

Los jóvenes saben que se les da una serie de mensajes contradictorios acerca de la sexualidad, con fines, reglas y principios distintos. De las entrevistas se deduce que en la escuela y en el colegio se discute lo menos posible sobre la sexualidad. El mensaje que se da es que los adultos no tienen confianza de poder manejar el tema y que éste es demasiado impúdico para hablarse. A las mujeres se les dice que deben cuidar su virginidad hasta el matrimonio y que es su responsabilidad exclusiva no perderla. A los varones se les incentiva a tener el mayor número de conquistas sexuales posibles. Entre más conquistas, más machos. A ambos se les dice que la única relación posible es en el matrimonio. Sin embargo, existen muy diversos tipos de uniones en su comunidad y hasta en sus hogares. A las mujeres se les convence de que el amor romántico es algo muy importante. De ahí que cuando tienen sus novios, ellas deben demostrar que los quieren. Una de esas Apruebas de amor es generalmente que se acuesten con ellos. Sin embargo, sus mismas madres las aconsejan de que no les crean a los varones. Ellas saben muy bien que muchas muchachas ceden para ser abandonadas y que por eso, jamás deben dar una prueba de amor. Los expertos recomiendan que la gente aprenda técnicas amatorias y que practiquen. Los jóvenes tienen temor de ser abandonados por no saber hacer bien las cosas.
Todas estas normas contradictorias son asimiladas por los jóvenes que las comparan con la realidad en que viven. Ahí sabrán que muchas de éstas no son llevadas del todo a la práctica por quienes las predican y que otras más bien son peligrosas. A la vez, los jóvenes también las asimilarán dependiendo de quiénes vengan. Unas personas tendrán más autoridad que otras y algunas, ninguna. En el caso de la Iglesia Católica, es común que muchos de lo que se predica no se practica. Con respecto a sus padres, el romanticismo puede estar ausente.

VILLA DEL MAR

El factor clase, representado por las comunidades, juega un papel muy importante en la tensión que se suscita entre la realidad social y las prácticas sexuales de los jóvenes. En una comunidad marginal como Villa del Mar, los discursos que más predominan son el romántico y el religioso. Los jóvenes esperan de ellos que resuelvan sus problemas económicos por medio de una Asalvación, ya sea espiritual o amorosa. Las muchachas y los muchachos sueñan con que ellas lleguen vírgenes al matrimonio. Al mismo tiempo, el cuerpo es para ambos el vehículo principal para obtener reconocimiento y placer. No es de extrañar que sea en Villa del Mar donde los párvulos experimentan con todo tipo de prácticas sexuales: bestialidad, sexo grupai, sadomasoquismo, sexo anal, y otras. Esto a pesar de que la mayoría defiende los preceptos religiosos sobre la sexualidad.

La contradicción entre lo que se profesa y lo que se practica surge por la falta de alternativas. En una sociedad con alto desempleo, falta de oportunidades de educación y pauperización creciente, es común encontrar que los discursos predominantes son los más divorciados de la realidad. De ahí que todo lo que tenga que ver con el alma, el más allá y el amor romántico, será bienvenido.

Podríamos decir que el énfasis en los valores no materiales, no mundanos y no físicos de los discursos del amor romántico, del matrimonio y de la vida religiosa es una manera de compensación por la falta de prosperidad material. En Villa del Mar, la aceptación de la palabra divina y la búsqueda de la felicidad en el matrimonio, son los ideales de la vida de los jóvenes. No obstante, la pobreza hace que estos ideales sean difíciles de obtener: no existen recursos para formar el hogar romántico y cristiano ideal. Los párvulos, además, no tienen acceso a otros símbolos de estatus, como son la profesión o el poder político. Esto los limita a vivir más centrados en sus cuerpos que en otros aspectos de la vida social. Esta centralidad los lleva, por otra parte, a experimentar y a definirse más por él. La importancia del cuerpo, por lo tanto, creará tensiones enormes con los discursos etéreos y espirituales del amor y la religión.

Raquel y Wendy son dos ejemplos de esta contradicción. Las jóvenes, de 14 y 17 años respectivamente, tienen historias similares. Ambas vienen de familias desintegradas, con hermanos de diferentes padres y ninguna se relaciona con su padre biológico. Wendy nos cuenta que su madre quedó embarazada dos veces por hombres distintos y como no pudo abortar, optó por tenerlos. Para Wendy, el aborto es un crimen. Ella considera que la mujer no debe trabajar y debe dedicarse exclusivamente al hogar. Es esencial, según su forma de pensar, que la mujer llegue virgen al matrimonio y que le sea fiel al marido.

Wendy no solo es "conservadora" con respecto a la sexualidad, sino que tiene grandes lagunas de conocimiento sobre su propio cuerpo. Ella no sabe lo que es el clitoris y dice no conocer sus órganos genitales. Nos cuenta que su abuela le dijo que si se tocaba los genitales, o se masturbaba, provocaría que la raptaran. Los senos, según ella, solo sirven para lactar. A pesar de esta actitud y de la ignorancia de su propio cuerpo, Wendy no practica lo que dice. En la entrevista a profundidad, revela que ha tenido relaciones sexuales con varios jóvenes, aunque les resta importancia Aporque no sentí nada.

El caso de Raquel es aún más interesante. Ella empieza la entrevista diciendo que Ala mujer para que se le respete debe ir de blanco al altar, sino es que es una puta. Raquel es una fiel defensora de la pureza de la mujer antes del matrimonio. Sin embargo, su propia madre vive con un hombre con el que no se ha casado. El es uno de tres hombres con quien ella se ha juntado y Raquel ha sufrido por estas relaciones, ya que uno de ellos abusó sexualmente de ella.

Al principio de la entrevista, Raquel nos dice que no ha tenido relaciones sexuales. Sin embargo, en las sesiones siguientes, admite haberlas experimentado a los 11 años con Ami primer novio. Después de éste, ella ha tenido contacto con otros jóvenes. Raquel reconoce haber tenido juegos eróticos con ellos. Con uno se tocó los genitales, con otro vio películas pornográficas, con otro adicional se fue a encontrar Aen el río por la noche y debajo de un árbol. A pesar de estas aventuras, Raquel nos dice que a sus hijos les enseñará a Aesperar hasta que se casen para tener relaciones y que el sexo es Asolo para la procreación.

Raquel y Wendy son dos ejemplos vivos de las contradicciones de los discursos en la práctica. Sus vidas reflejan las inconsistencias entre creer en un ideal y una forma de vida y vivir una realidad distinta, en la que la carne y sus apetitos predominan.

DIFERENCIAS DE GÉNERO

Por medio de las entrevistas a profundidad corroboramos que los jóvenes viven en realidades dicotômicas, más aún en Villa del Mar que en Villa del Sol por las razones mencionadas.

El discurso religioso les exige construir y vivir su sexualidad de acuerdo con los preceptos de obediencia a la palabra del Señor, amor puro y sin mancha, fidelidad matrimonial, virginidad hasta el matrimonio para ambos, sexualidad para la procreación y rechazo absoluto de la sexualidad no reproductiva o Adesviada.

En todas nuestras entrevistas a profundidad con los jóvenes, encontramos grados distintos de asimilación de estos conceptos. Cada vez que los mencionan, se utilizan palabras como Aasí es como debe ser, Alo que se ha dicho, Alo establecido, Alo natural. El discurso religioso es responsable por los sentimientos de culpa de los jóvenes, la negación y la policía interna que usan para auto censurarse (más es el caso con las mujeres). Ellos están conscientes de la contradicción en que viven por querer gozar de sus cuerpos y experimentar la sexualidad.

En el caso de los varones, el discurso religioso encuentra grandes contradicciones con el del género. Los varones aprenden que para ser hombres, deben tener relaciones sexuales y enseñar a las mujeres. El discurso del erotismo, más fuerte en ellos por no tener que preocuparse por las consecuencias de la sexualidad, i.e. embarazos o pérdida de reputación, también incentiva a sostener relaciones. Sin embargo, la religión les dice que es pecado tenerlas antes del matrimonio.

Las mujeres, por el contrario, están más influidas por los discursos religioso y romántico que censuran su sexualidad y les dicen que las relaciones sexuales sin una relación establecida son negativas. Sus contradicciones mayores se suscitan con los discursos eróticos y los del género de los hombres, quienes las presionan constantemente a la sexualidad. Ellas creen en el amor y en el matrimonio; sin embargo, los varones utilizan toda clase de artimañas para hacerlas creer que deben entregarse y dar Apruebas de su amor.

El discurso romántico de las mujeres contradice no solo los preceptos religiosos, sino los del género. En la visión del amor romántico, no existen jerarquías ni prohibiciones, sino una devoción que borra todas las diferencias: el amado ideal es distinto a los demás. Las mujeres esperan encontrar en su amor una liberación de su posición subordinada y su falta de libertad y de oportunidades. No es de extrañar que sea éste su discurso favorito. Sin embargo, los Asacrificios que demanda el amor romántico van en contra, muchas veces, de los mandamientos divinos.

El discurso religioso es también el punto de partida para el romántico. Podríamos decir que el romanticismo sirve como puente entre el ideal y lo real de la vida de los jóvenes. En otras palabras, el discurso romántico es utilizado para explicar las inconsistencias con los mandatos divinos: mientras uno peque por amor, todo puede ser perdonado. El amor es así visto como una fórmula limpiadora del pecado.

Debido a que las mujeres son las que tienen que preocuparse de no acceder a las relaciones sexuales, no es de extrañar que sean ellas las que utilicen más el amor romántico como explicación. Mientras hayan sucumbido por amor, existe cierta tolerancia hacia su Aerror. Su esperanza es que el amor sea el camino para el matrimonio y que el joven con quien tuvieron las relaciones sexuales llegue a casarse por la Iglesia.

En el caso de los varones, los discursos más poderosos son los eróticos y los del género. Para los varones, la religión y el romanticismo son asociados con las inquietudes de las mujeres por cuidar a los demás. En su construcción como dominadores, los varones miran los discursos del género como una racionalización de su superioridad y control sobre las mujeres.

En vista de su adoctrinamiento como tutores de ellas, los varones están más de acuerdo con el erotismo, o sea la sexualidad por el placer. Ellos no tienen que sufrir por un embarazo no deseado, ni perder su reputación por haber consentido a las relaciones sexuales. De ahí que el disfrute del cuerpo y sus placeres les sea menos amenazante y por lo tanto, más atractivo.

No obstante, los varones también creen en los principios religiosos y románticos y miran contradicciones entre el discurso del cuerpo y sus placeres y los principios morales. Ellos tienen madres y hermanas que han sufrido de engaños y vejaciones y muchos han sido criados exclusivamente por estas mujeres. De ahí que ellos estén conscientes de las contradicciones de lo que oyen sobre sexualidad en los discursos y la realidad en que viven.

Más se acentúan las contradicciones para los varones cuando se enamoran de las mujeres. El amor romántico para ellos es también una forma de romper con la visión de la mujer como inferior o como objeto de placer sexual. Cuando los varones se enamoran empiezan a hacer una división entre su amada y las demás mujeres. Esta ya no es una pieza de colección u objeto sexual a conquistar y para lucir ante los demás varones. La amada es una mujer a quien el varón debe proteger más bien del chisme y mantener, en el más estricto secreto, sus relaciones sexuales. De esta forma los discursos románticos entran en contradicción con los del género.

Estos discursos son más pronunciados en las clases populares. Como se dijo anteriormente, una sociedad que no ofrece alternativas económicas estimulará los placeres del cuerpo como compensación. Por esto es más común encontrar en ellas evidencia del cuerpo como campo de batalla. Los sectores más pobres librarán sus batallas del género más con los puños, los órganos sexuales y sus pies (para huir de las relaciones).

VILLA DEL SOL

En el caso de esta comunidad, las conductas arriba descritas no son tan pronunciadas. En el caso de los jóvenes de Villa del Sol, ellos enfrentan las contradicciones más por medio de la racionalización. Aspiran encontrar sentido y satisfacción personal por otros caminos fuera del cuerpo. Para ellos, la riqueza material, los logros académicos, el trabajo parcial y cierta independencia económica, son prioridades.

Estos jóvenes parecieran menos preocupados que sus contrapartes en Villa del Mar por experimentar con animales, seducir a personas casadas o trasgredir las reglas. De ahí que el discurso de lo erótico sea menos importante en Villa del Sol. Menos radicales son también los discursos del género, ya que esta comunidad muestra más conciencia de los postulados feministas, tanto en mujeres como en hombres. A diferencia de Villa del Mar, el discurso del catolicismo tradicional es más débil, ya que la comunidad necesita menos de salvaciones milagrosas.

En Villa del Sol han existido condiciones más favorables para establecer un hogar y criar una familia. La mayor riqueza material ha permitido que las parejas puedan casarse, comprar una casa y educar a sus hijos. Hasta hace poco, el hombre podía darse el lujo de ser el único proveedor. La mujer podía quedarse en su hogar. Esto brindó más estabilidad a las familias. Sin embargo en años recientes, nuevas presiones han hecho que ambos cónyugues deban trabajar para sostener el hogar y que las mujeres empiecen a cuestionar su papel tradicional de amas de casa. Este cuestionamiento ha incluido los preceptos religiosos del catolicismo tradicional.

Las mujeres y los hombres en Villa del Sol, según revelan las entrevistas a profundidad, muestran estar más conscientes de las contradicciones de los discursos del género. Para muchas de ellas, a diferencia de Villa del Mar, el feminismo (como discurso contestatario al del género) ofrece más alternativas de salvación que el amor romántico o la devoción a Dios. La igualdad de oportunidades en el trabajo y en el estudio sustituyen las esperanzas de solución de afuera. Sin embargo, el feminismo contradice mucho de lo que aprenden del discurso religioso y romántico, a los que acusan por fomentar la pasividad y la renunciación de la mujer.

Las mujeres, sin embargo, desean casarse y no romper las relaciones con los hombres y, al mismo tiempo, quieren relaciones más justas e igualitarias. Esto las lleva rechazar tesis feministas más radicales. Las mujeres tienen la difícil tarea de intentar salvar sus relaciones con los hombres en contradicción con los postulados más ortodoxos del discurso religioso y del romántico y con el temor de que un feminismo acentuado, las lleve a quedarse solas.

En el caso de los varones de Villa del Sol, de las entrevistas a profundidad se deduce que sus esperanzas de construir una relación que vaya más allá de lo físico y que les brinde un significado en la vida es particular de sociedades más ricas. En Villa del Mar, la relación a la que se aspira es una en que las necesidades físicas sean satisfechas y la pareja se cuide y proteja de un mundo hostil. En Villa del Sol, por el contrario, los varones esperan alcanzar algo más: comprensión espiritual y psicológica.

La pareja es vista como una unidad en que contrarios se balancean y ambos adquieren un sentido en la vida. Además, una unidad que combine fuerzas para alcanzar una mejor vida económica y status social. De ahí que los varones no puedan dejar de percibir contradicciones con los mandatos de los discursos religiosos y los del género. La mujer en éstos es vista como pasiva e inferior. Esta visión va en contra de las aspiraciones de los varones de encontrar un apoyo en sus deseos de superación.

Los varones desean que sus mujeres estudien y trabajen, ya que sin ésto no podrían avanzar socialmente. También están de acuerdo en esperar para casarse, ya que una familia temprana les perjudicaría en sus ambiciones. Por lo tanto, los mandatos religiosos de no tener relaciones sexuales antes del matrimonio se tornan obsoletos para jóvenes que deben esperar hasta terminar una carrera universitaria.

El que en una comunidad más moderna y desarrollada, la pareja tenga ante sí una misión más complicada hace que las expectativas de inteligencia y de madurez psicológica de la mujer sean mayores. Los varones no pueden aspirar a mujeres sumisas y dedicadas al hogar, como en Villa del Mar, ya que una sociedad moderna exige inteligencia y eficiencia.

CONTRADICCIONES Y TOLERANCIA DE LA HOMOSEXUALIDAD

De acuerdo con el discurso religioso, la homosexualidad es un pecado repugnante y condenado. No solo es ofensivo a la bendición divina del matrimonio heterosexual sino que va en contra de las instrucciones brindadas a Adán y Eva de que se multipliquen Aen millones por medio de la procreación. Para el discurso católico, la homosexualidad no debería existir.

No obstante estas prohibiciones, algunos jóvenes entrevistados reportaron haber tenido relaciones homosexuales o contactos sociales con ellos. Los jóvenes de Villa del Mar mostraron tener más aceptación de los homosexuales.

Parte de la explicación de la mayor tolerancia hacia la homosexualidad podría analizarse por medio de los discursos predominantes en cada comunidad y sus contradicciones. En Villa del Mar, los discursos en contradicción son los del género y los del erótico en contra de los religiosos. En Villa del Sol, los discursos del género y los de la religión parecieran estar más de acuerdo que en contradicción y por ende, ganan poder sobre el erótico.

En sociedades donde predominan los discursos eróticos, la tolerancia hacia la homosexualidad pareciera ser mayor. La práctica es mirada como una fuente de placer prohibida dentro de una sociedad que prioritiza los placeres del cuerpo. En aquellas en que el estatus y la familia son prioridades, la homosexualidad es vista como una transgresión simbólica de los valores más preciados.

Es importante añadir que la percepción sobre la homosexualidad varía mucho en ambas comunidades. En Villa del Sol, ser homosexual es visto más como una condición psicológica, cuya génesis se debe a un supuesto desarrollo por etapas. Esta es una visión más acorde con la psicología moderna que ha propuesto teorías de normalidad y anormalidad. Para los jóvenes en Villa del Sol, si uno de ellos resulta homosexual es porque ha habido un Adesvío en un supuesto desarrollo natural hacia la heterosexualidad. De ahí que ellos tiendan a culpar a los padres o a la sociedad por esta supuesta Aanormalidad. Su aversión hacia esta preferencia sexual se asocia con un Acarácter homosexual, con supuestas Aanormalidades psicológicas.

En el caso de Villa del Mar, la homosexualidad es vista como una inversión del género que no responde a un desarrollo psicológico. Las personas homosexuales son las que trocan lo masculino por lo femenino. Un hombre puede ser heterosexual siempre que sea masculino y lo mismo para la mujer. De ahí que los Acacheros no sean percibidos como homosexuales, ni la idea de una Apsicología o un mundo interior específico para el homosexual. De esta forma los jóvenes no responsabilizan a los padres ni a la sociedad por la homosexualidad entre ellos. Los jóvenes que son homosexuales son vistos como productos de la naturaleza, sin que exista, en gran medida, el concepto de que los factores como la crianza influyan en un supuesto desarrollo psicológico.

En esta comunidad, los contactos con los homosexuales pasivos suceden en el mismo contexto que otros actos Aprohibidos por el discurso religioso, como el sexo con animales o personas casadas. Sostener relaciones de este tipo es una forma en que los Amachos ejercen su papel de dominación de hombres y de mujeres, según los discursos del género. Ya que solo el individuo Apasivo es visto como homosexual, la homosexualidad no cuestiona el discurso predominante del género. Los homosexuales pasivos son vistos como mujeres y los activos, como hombres.

En el caso de Villa del Sol, la homosexualidad no disfruta de la misma tolerancia entre los jóvenes. Aunque ellos revelan conocer el tema, son más reservados en admitir amistades de este tipo y prefieren mantenerse alejados de ellos.
En Villa del Sol, la lealtad a la familia y a sus valores es muy importante. Esta tiende a mantenerse intacta y unida por el matrimonio religioso. Los padres tienen su educación, carrera y empleo. En la medida en que el discurso religioso permea la vida de los jóvenes, la homosexualidad es vista como una amenaza a la familia y a los padres.

En Villa del Sol la homosexualidad no es vista como parte de una contraposición entre actividad y pasividad sino como un Acarácter que cuestiona la estructura misma social. Los homosexuales, pasivos o activos, son personas que rompen con el esquema de lo que se espera de ellos: no se casan, no tienen hijos, no participan en los aspectos simbólicos del género y de la heterosexualidad. Su existencia es analizada no como algo natural que adquieren los jóvenes por su constitución, sino como una aberración, y una pérdida de valores sociales y religiosos. La homosexualidad en Villa del Sol se convierte así en una amenaza a los valores familiares que va más allá de un simple goce del cuerpo y de la experimentación.

CONVIVIENDO CON LOS DISCURSOS: LA COMPARTIMENTALIZACIÓN

Los jóvenes suelen aceptar los discursos. Cuando les preguntamos de qué manera diferente les gustaría construir el género o la práctica sexual, los párvulos no saben qué contestar. La mayoría no está consciente de los diversos discursos, aunque sí perciben contradicciones. No pueden concebir un mundo en que no haya género o no haya orientación sexual, ni hombres o mujeres. Lo más radical que se les ocurre es hacer un bache y un arreglo a los aspectos más opresivos de uno que otro discurso. Pero pensar que los discursos podrían ser sustituidos y que las cosas no tienen que ser como son, está fuera de la conciencia de la mayoría.

La respuesta menos combativa ante las contradicciones y demandas opuestas de los discursos es la convivencia con ellos. Por Aconvivir entendemos la aceptación de las contradicciones de los discursos y la ausencia de esfuerzos por resolverlas.

)Pero cómo se vive en un mundo en que los mensajes son antagónicos y contradictorios y las demandas de distintos discursos imposibles de complacer? La manera es compartimentalizándose, o sea el proceso de mantener separadas estas contradicciones. Por este medio, los jóvenes aceptan mandatos y preceptos distintos, sin tener que rechazar ninguno. Su conducta varía, entonces, de acuerdo con el medio, las circunstancias, el papel que desempeñan, las personas con las que están, las épocas de la vida, la geografía y el espacio físico y muchos otros factores.

Para entender este proceso es necesario estudiar las historias de vida. Las variaciones inexplicables en las conductas y las transformaciones de la personalidad de los jóvenes, nos demuestran que existe una necesidad de realizar cortes bruscos en la personalidad.

María es un ejemplo. Ella nació en Villa del Mar, en un hogar jefeado por una madre soltera. Su progenitora se ha unido a varios hombres y tuvo hijos con dos de ellos. María vive con su hermanastra y con su padrastro.

La joven aprendió que debía cuidarse de los varones, quienes eran responsables de las desgracias de las niñas y de las mujeres. En sus clases de catecismo oyó que el sexo era pecado y que debía mantenerse virgen.

En su hogar, María observó cosas distintas. Su madre trabajaba en un restaurante y su padrastro a veces lo hacía y a veces no. El vivía de la pesca y de la venta de lotería. Muchas veces tomaba y se ponía violento. Su madre lo complacía en todo y éste a veces le pegaba delante de las dos niñas. En otras ocasiones, su madre tomaba y salía con un vecino.

María sabía que el sexo era pecado y que no debía dejarse tocar por un hombre. ATe casarás de blanco, le decía su madre. Sin embargo, sus compañeros de escuela aprovechaban cada momento para tocarla. En vista de que su madre solía trabajar todo el día, ella la pasaba sola con su hermanastra.

Un día su padrastro la llamó a su alcoba y le pidió que le tocara el pene. Ella no sabía qué era lo que él le estaba pidiendo pero sí que era algo malo, ya que él le dijo que nunca se lo contara a nadie, y mucho menos a su madre.

Ella mantuvo el secreto, pues de lo contrario, su padrastro la amenazaba con matar a su madre. Las relaciones se fueron intensificando hasta que a los 12 años, él la violó y la dejó sangrando.

María empezó a temerle tanto a su padrastro que buscó la compañía de sus amigos para salir de su casa. Además, buscó un apoyo espiritual en su Iglesia, aunque nunca contó lo sucedido. En el grupo juvenil, ella hizo amigos y empezó a tener un novio.

La muchacha necesitaba tanto de apoyo que pronto consintió en tener relaciones sexuales con su enamorado. Pese a que ella profesa una moral estricta y nos dice que el sexo prematrimonial es Apecado, admite que ha tenido sus Arelaciones con su novio. A Lo hice porque lo quiero , nos confiesa. )Cómo reconcilia esta conducta con sus creencias religiosas? A No sé, yo creo que uno pierde la razón cuando se enamora y hace cosas para demostrar el cariño, nos comentó. A Tuve una experiencia tan fea con mi padrastro que quería hacerlo por mi propia cuenta con alguien que quiero, añade ella. A) Y como te sentís ahora que sabes que no sos virgen y que tienes relaciones prematrimoniales?, indaga el entrevistador. A Pues bien, porque nadie lo sabe y yo lo hice porque me lo habían hecho a la fuerza antes, replica. A Y la Iglesia, )cómo crees que te tratarán si se dan cuenta?, vuelve a indagar el entrevistador. A Pues no sé, pero creo que bien, aunque no quiero que nadie se entere, finaliza ella.

A Perder la razón es una forma de referirse a la compartimentalización. Significa que uno hace algo contrario a lo que piensa y que cuando lo ejecuta, se deja de ser lo que uno es. Los jóvenes como María pierden constantemente la Arazón. Lo hacen cuando beben licor y Auno no es ya más uno mismo y hace locuras, como afirma Kenneth. A Hacer locuras significa, entonces, practicar cosas que uno no debe hacer y que no se harían a menos que se caiga en un caos mental. Los muchachos saben muy bien que bajo ciertas circunstancias, harán estas Alocuras. No es un secreto para ellos que ciertos lugares y ciertas personas son indicadas para Aperder la razón. Sin embargo, la posibilidad de romper la unidad de la conducta, por medio de las excepciones, los libra de hacer parte de su personalidad las prácticas Alocas. A No, yo creo en la virginidad y en la fidelidad, pero mi acción fue algo intempestivo, no es la María de todos los días.

Luis muestra también cortes violentos en su conducta, sin que éstos se integren a su forma de pensar. El nos confiesa que ha practicado el sexo oral con un amigo de colegio. Desde hace unos tres años, ambos practican felacio en el hogar, cuando sus padres se van a trabajar. A Yo le he dicho que esto es malo y debemos dejar de hacerlo, nos admite. Sin embargo, su compañero lo empieza a tocar y Ame pongo tan caliente que no puedo evitarlo. El se aprovecha de lo templado que soy, nos dice. Cuando se le pregunta a Luis, el por qué ambos escogen estudiar cuando sus padres se van de la casa, su respuesta es que Ahay menos ruido en la casa. En ningún momento se le ocurre analizar su participación en esta decisión. A No, yo creo que la homosexualidad es un pecado y una enfermedad, pero cuando uno está caliente, no piensa lo que hace.

La decisión de Luis de Aescoger el momento y el espacio para Aperder la razón es común en los jóvenes. Existen diversos lugares en que se acepta que uno puede hacerlo sin que ésto afecte la manera en que se es percibido. Los adultos participan en el juego aceptando, por su parte, que los jóvenes hacen Alocuras y Ano saben lo que hacen, como nos dice un orientador de colegio. Esta complicidad de adultos y jóvenes de hacer cosas