XII. RESISTENCIAS INFORMALES A LOS DISCURSOS
Se considera importante recordar las diferencias socioeconómicas entre las dos comunidades:
Las resistencias a los discursos tradicionales estarán entonces mediatizadas por la clase social diferente que ambos grupos representan y por el género. Estas se dividirán, a su vez, entre las verbalizadas y las no-verbalizadas. En Villa del Mar, las resistencias serán menos verbales que en Villa del Sol. Sin embargo, ésto no excluye la existencia de las otras.
RESISTENCIAS EN LAS JÓVENES DE VILLA DEL MAR
Lo que más llama la atención del contenido de las respuestas a las entrevistas a profundidad en Villa del Mar es la pobreza de expresión de las jóvenes. Estas tienen dificultad para expresar criterios, sentimientos, ideas abstractas o siquiera identificar aspectos de su sexualidad. Fácilmente se detecta la falta de estímulos sociales y mentales. Cuando se les pidió, por ejemplo, que explicaran lo que era el sexo oral o las diferencias entre hombres y mujeres, las respuestas eran silencios o afirmaciones totalmente incorrectas. Sin embargo, en la práctica, algunas reportaron haber tenido relaciones sexuales que incluían el sexo oral, la homosexualidad y aún la pornografía y el uso de drogas. Además, la insuficiencia teórica no repercute en la edad de iniciación que en Villa del Mar, podría ser entre los 11 y 13 años.
La discrepancia entre el desconocimiento de las jóvenes sobre aspectos de la sexualidad en un plano cognoscitivo-crítico y su conocimiento práctico, denota la resistencia a los discursos tradicionales en formas no verbales.
En este tipo de resistencia, el cuerpo y sus experiencias y su participación en ritos de experimentación sexual, se convierte en la forma de expresión de resistencia a los discursos opresivos que bombardean a los jóvenes en el hogar, la escuela, la Iglesia y los medios de comunicación.
Las jóvenes de Villa del Mar niegan, al inicio de las entrevistas, haber sostenido relaciones sexuales, sin embargo, durante el transcurso de las entrevistas, algunas revelan lo contrario. Admiten también conocer la pornografía, las posiciones sexuales no convencionales y las prácticas no penetrativas como los apretones, la masturbación mutua y el sexo oral. Algunas de ellas participan en juegos sexuales de grupo y fuman marihuana. Hacen apuestas que terminan en obligaciones sexuales y miran películas pornográficas con sus compañeros. Sin embargo, cuando se les pregunta si éstas últimas son experiencias íntimas, responden que no. En sus percepciones de lo que es la sexualidad, solo la penetración vaginal cuenta como tal. De esta manera, las experimentaciones sexuales y la resistencia que representan pierden mucho de su rebeldía: se puede practicar casi de todo y aún continuar siendo virgen.
Estas actividades se desarrollan sin que los padres estén enterados y reflejan resistencias de las muchachas a los discursos restrictivos sobre sexualidad. Aunque se niegue que estas actividades son sexuales, las jóvenes saben que su práctica va en contra de lo que les enseñan en la escuela, en el hogar o en la Iglesia.
Con respecto al discurso de sexualidad que reciben en el colegio, las jóvenes expresan su malestar por la falta de honestidad y apertura de sus profesores (as). Ellas comentan que los(as) profesores (as) no dicen las cosas como son y que no practican lo que dicen. Además, les incomoda la exposición biologista de la sexualidad, divorciada de todo sentimiento y placer. Las jóvenes expresan su insatisfacción con esta educación sexual, leyendo periódicos y revistas que tratan más los temas de sexualidad. Además, miran las telenovelas que son una fuente de información sobre el amor pasional. Sin embargo, ellas negarán que sus experiencias sexuales sean similares a las de los adultos de sus programas de la televisión. En esto funciona la propia policía interna que sirve como mecanismo de negación de sus propias resistencias y de conservación de la virginidad.
Algo que es común a todas las jóvenes es el silencio como forma de resistencia a los discursos tradicionales. Este silencio puede reflejar muchos fenómenos distintos: falta de confianza, desacuerdo, resentimiento, cólera, rechazo, inhabilidad de expresar sentimientos, miedo, indiferencia, vergüenza, resignación al poder de la familia, la Iglesia y el status quo. Sin embargo, cualquiera que sea su origen, el silencio es una manera de comunicación de las jóvenes. La conducta es socialmente condicionada y aceptada como apropiada para las mujeres. Muchas de las entrevistadas admiten que prefieren callarse para no contrariar a las figuras de autoridad. Una de ellas nos dijo que uno no debe Acagar en el mismo lugar en que come, o sea que no debe hablar mal de quienes lo mantienen.
Una de las formas físicas de resistir los discursos principales es la participación en iglesias fundamentalistas. Aunque muy pocas de ellas conocen las diferencias litúrgicas y dogmáticas entre catolicismo y fundamentalismo protestante, su presencia en las nuevas iglesias y su contribución al crecimiento es un síntoma de resistencia femenina. El estudio etnográfico permitió establecer que muchas más jóvenes de Villa del Mar que varones y más que en Villa del Sol, asisten a las iglesias protestantes. El cambio de iglesia es en sí una forma de resistir la estructura masculina del catolicismo y la escasa participación de la mujer en el culto. Al mismo tiempo, es una forma de contrarrestar las presiones de los discursos del género con su doble moral sexual. En las iglesias protestantes, las jóvenes sienten que los mensajes antisexuales son iguales para ambos sexos.
Otra forma de resistencia es el soñar despierto. Pareciera que la fantasía tiene cierta relación con la cantidad de represión que reciben las jóvenes en sus hogares. Entre más restricciones, más fantasías.
Las jóvenes sueñan con encuentros románticos y soluciones milagrosas a sus problemas económicos.
Piensan en encuentros pasionales con hombres que las adoran, libres de culpa y de obstáculos. Su pasión por las telenovelas es una forma de dar vuelo a la imaginación.
Vale la pena mencionar que las muchachas que demuestran más desacuerdo con los discursos tradicionales, por medio de la experimentación y la falta de asistencia a la Iglesia, son las que más se identifican con el papel masculino. La resistencia que Raquel en contra de los discursos tradicionales demuestra que está estrechamente relacionada con su crianza entre muchachos, en que se sintió libre de jugar y experimentar con ellos. Raquel no aprendió, como lo hicieron otras compañeras, a tenerle miedo a tomar decisiones. Esta mayor apertura le ayudaría luego a experimentar más libremente su sexualidad.
RESISTENCIAS DE LOS VARONES DE VILLA DEL MAR
Los jóvenes de Villa del Mar demuestran sus resistencias no verbales por medio de la exhibición del cuerpo, por el uso de ornamentos y ropa atractiva, lo que también se observó en las muchachas. Muchos de ellos se dejan el pelo largo, usan aretes, o se hacen tatuar la piel. Algunos llevan gorras de fuertes colores y otros bandanas para cubrir su cabello. Esta ropa y ornamentación no son bien vistas por los mayores, quienes los des incentivan a usarlas. Sin embargo, los muchachos resisten que se inmiscuyan en lo que es Ala moda.
Otra forma de resistencia de los varones es su rechazo al mismo discurso del género. El que varios de los jóvenes de Villa del Mar confiesen que son vírgenes y que desean esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales, es una de las formas más claras de resistencia en esta comunidad. Estos jóvenes representan un grupo que desea abandonar la comunidad y buscar mejor vida en otros lugares del país. Su deseo de escapar la marginalidad los hace volverse en contra de los discursos del género predominantes.
Otro grupo de jóvenes que resiste a los discursos del género es el de casas jefeadas por mujeres, cuyos padres los han abandonado o no se han responsabilizado de su crianza. Alberto es un ejemplo de este grupo de jóvenes. El reconoce que su madre hace Ade hombre y de mujer en las labores de la casa. Ella es la única que trabaja y la que sostiene el hogar. Alberto reconoce que su madre no tiene nada de débil, como tampoco las otras mujeres:
... lo más injusto es que hay veces en que me han planteado a la mujer como si fuera más débil, como si fuera un vidrio la mujer y el hombre un trozo de hierro.
Alberto rechaza que las mujeres sean más débiles que los hombres y que deban ser tratadas como Aobjetos o como Aesclavas. Él expresa su resistencia a los discursos del género con su cuerpo: abstinencia sexual como forma de expresión de su respeto por ellas. Tampoco cree que las mujeres sexualmente activas sean prostitutas o inmorales. No obstante, no desea sostener relaciones Apor respeto a las mujeres.
Una forma de resistencia de los varones en Villa del Mar al discurso religioso es faltar a misa. Otra lo es cuestionar la pureza de los sacerdotes. En lugar de concentrar su resistencia en analizar la lógica de los principios cristianos, como lo hacen los jóvenes en Villa del Sol, ellos atacan los cuerpos sexuales de los sacerdotes. Los muchachos cuentan con fascinación las noticias de abuso sexual perpetrados por los líderes religiosos. Conocen bien las historias de abuso de menores de los religiosos. Cuestionan, sin culpa, la sinceridad de Alos representantes de Dios en la tierral. Además, objetan el monopolio masculino de la ordenanza sacerdotal.
En el colegio, los jóvenes de Villa del Mar resisten con la risa durante las clases de educación sexual. Las mujeres se quejan porque no es posible dar una clase sobre sexualidad sin que los varones se burlen, hagan mofa, saquen chistes e impidan siquiera que el tema se pueda tratar con seriedad. Sin embargo, los temas de sexualidad que se tocan en la escuela son del tipo anatómicos y reproductivos, que poco tienen que ver con los sentimientos de ellos. No es de extrañar el boicoteo inconsciente que ellos realizan.
Una de las formas más claras de resistir a los discursos es precisamente practicar la sexualidad prematrimonial, la masturbación, el voyerismo, el homosexualismo y todas las actividades prohibidas en la comunidad. En Villa del Mar los discursos de lo erótico son mucho más extendidos que en Villa del Sol y los jóvenes resisten con sus cuerpos la sexualidad monogâmica y reproductiva de los discursos principales.
En esta comunidad que vive a pocos metros del mar, los cuerpos se hacen visibles con ropas apretadas y espaldas y pechos desnudos. Las mujeres usan shorts tallados y los varones, pantalonetas ajustadas al cuerpo. A diferencia de Villa del Sol, donde los varones cubren sus cuerpos, los hombres de Villa del Mar los exhiben abiertamente.
Las escenas sexuales en la playa en que varias parejas van a hacer el amor es una resistencia evidente. Existen jóvenes, como el amigo de Kenneth, que va todos los días con sus binóculos a mirar a la gente hacer el amor en la playa. Si no es en la playa, el Centro tiene una serie de prostíbulos que los jóvenes visitan o participan en fiestas donde los jóvenes organizan orgías y reuniones para mirar películas pornográficas.
En esta comunidad, a diferencia de Villa del Sol, las minorías sexuales como trabajadores del sexo, tanto hombres como mujeres, gays y lesbianas, cacheros y sus compañeros, travestis y paidófilos están visibles en la calle. Los jóvenes saben quiénes son; algunos son sus amigos. Visitar a una travesti a mirar cine porno no es inusual en esta comunidad. Conversar con las trabajadoras del sexo sobre su oficio, es también posible.
Aunque en los hogares los jóvenes no hablan de sexo, la difusión de información entre ellos es más prolífera que en Villa del Sol. Los varones de Villa del Mar, por menores que sean, han oído de todo tipo de práctica sexual y conocen más sobre las técnicas amatorias.
Algunos de los varones de Villa del Mar no comparten los discursos religiosos sobre la prostitución. Mientras la Iglesia la mira como un pecado y una afronta al creador, ellos la describen como una profesión. Podrán sentir lástima por ellas pero no las condenan, como lo hacen las mismas mujeres. Para ellos, las mujeres se dedican a la prostitución para alimentar a sus hijos.
Las muchachas, por su parte, concuerdan más con la postura de la Iglesia Católica en contra de la prostitución. Su punto de vista es que es un oficio de mujeres inmorales que buscan el placer y no el dinero.
Esta diferencia radical de puntos de vista entre hombres y mujeres está relacionada con los discursos de la virginidad y la pureza versus el de la fornicación, que tanto castiga a las mujeres. En este discurso, toda mujer que tiene relaciones sexuales, y que las disfruta, es una prostituta. Debido a que son bombardeadas constantemente con la idea de que el disfrute sexual equivale a la prostitución, las jóvenes buscan disasociarse de las mujeres que lo hacen por placer. Ellas no pueden mirar la prostitución como una profesión sino como una afrenta moral. Al rechazarla, niegan su propia experimentación sexual con los hombres. Sus prácticas -razonan ellas- no son por placer como las de las prostitutas, sino por amor.
Otro punto de resistencia masculina en Villa del Mar es la institución Aamigos con derechos. Kenneth así describe sus relaciones sexuales con amigas que no son novias o relaciones permanentes: El término Aderecho significa libertad de involucramiento sexual con más de una pareja, sin que haya compromiso emocional. La práctica es igual para hombres y para mujeres. Ésta constituye una resistencia grupai a los discursos tradicionales del romanticismo y de la religión, con su énfasis en la pureza, la fidelidad y la virginidad. Los jóvenes aceptan el placer sexual y se liberan de las presiones de los mayores por encasillar sus relaciones. De esta manera, pueden experimentar sin ataduras y sentir placer sin culpas.
Finalmente, debemos mencionar que la partida de la comunidad por medio de logros académicos o por el trabajo en otras ciudades, es una forma de resistir la opresión de clase. Alberto desea Aser algo diferente afuera de aquí, o sea lejos de Villa del Mar.
RESISTENCIAS DE LOS VARONES EN VILLA DEL SOL
Como lo hemos mencionado, el grupo de Villa del Sol representa una sub cultura distinta a la de Villa del Mar. Su posición de clase, educación y oportunidades es superior. Pese a que los discursos tradicionales que se les enseña son los mismos que en Villa del Mar, la resistencia es expresada de manera distinta. Mientras que los jóvenes de Villa del Mar expresan su resistencia por medio del cuerpo, los de Villa del Sol lo hacen más con su pensamiento crítico y definen más su autoestima por las cosas materiales que acumulan. Para los varones, por ejemplo, trabajar durante el verano es importante para alcanzar cierta independencia económica. Para las jóvenes, su falta de interés por la apariencia femenina típica, como lo es tacones altos, uñas pintadas, vestidos cortos, etc, pareciera su forma de resistir los discursos tradicionales.
El silencio y la falta de comunicación sexual entre padres e hijos parece también ser aquí la norma. Sin embargo, es de interés notar que la habilidad de expresarlo es diferente. A diferencia de Villa del Mar, aquí se puede expresarlo por medio de la racionalización y la lógica.
Santiago es un buen ejemplo de este proceso de resistir por medio del intelecto. Sus padres se han divorciado y su madre regresó a Costa Rica. Él vive solo con ella y ambos dependen de la pensión que su padre les envía. Su visión del divorcio es amarga. El cree que su madre decidió divorciarse Asolo porque un día le roncó el culo hacerlo y se cansó de él. Sin embargo, también reconoce que su padre le era infiel y que no la trataba bien. Los efectos del divorcio fueron inmediatos. Santiago empezó a negar la existencia de Dios y a sentirse Asucio. Pertenecer a un hogar desintegrado lo hacía sentirse culpable.
Santiago atravesó una crisis emocional por la pérdida de su padre que él mismo asocia como la pérdida de su Dios. En lugar de leer la Biblia, empezó a estudiar otras religiones y llegó a leer el Popol Vuh, el Corán y a Darwin. El joven estaba llegando muy lejos en su crítica a los discursos religiosos: veía la Iglesia Católica como una nueva Inquisición y una enemiga de los jóvenes.
Esta actitud no complació ni a su madre, ni a su padre, ni a sus profesores. De ahí que Santiago, para evitar más conflictos, resolvió su Acrisis nuevamente con la lógica. Según él, después de mucho estudio entendió que Atoda la evidencia científica apunta hacia la exactitud de la Biblia cristianad y que ésta en realidad Aestá completa y dice todo lo que uno necesita saber. Su amargura por el divorcio de sus padres y por vivir en un hogar que no representa los ideales cristianos, se substituyó por una relación personal con Dios. A Yo miro a Dios como mi verdadero padre, como el padre que nunca tuve. Este Dios más personal le permite resolver los conflictos con los mandatos de la Iglesia que no comulga.
Otro ejemplo de pensamiento crítico y racionalización de contradicciones es el de Aaron. Su padre murió hace algunos años y su madre se juntó con otro hombre Apor algún tiempo. Ella se acercó a ese hombre porque Aes una persona poderosa y un sostén económico para ella. Gracias a este compañero de su madre, él admite que Apudimos terminar nuestra casa.
El que su madre se juntara por razones económicas hacía que su hogar fuera mal visto en la comunidad. La respuesta de los dos hermanos ante esta tensión sería distinta. La crisis hizo que el hermano mayor, quien era antes muy religioso, Ase hiciera ateo y que no quisiera tener nada con la Iglesia Católica, a la que acusa de haber sido introducida forzadamente en la población indígena del país.
En el caso de Aarón también se dio una resistencia expresada en crítica. El no cree ya en una religión que no sea guiada por Arazones ya que solo Ala fe sin Ainteligencia no es adecuado. La Biblia y los mandamientos deben ser leídos con Aflexibilidad y de acuerdo con la lógica. Si existen aspectos que no van con los tiempos, nos dice él, pues deben cambiarse.Existe un punto en que empieza lo terrenal y termina lo celestial, dice él. De ahí que él acepte desde la fornicación hasta el homosexualismo.
El pensamiento racional es tanto una forma de resistir los discursos que producen tensiones como una manera de no romper del todo con ellos.
Guillermo, por ejemplo, resiste los discursos del género porque es Ainjusto para las mujeres. Él ha aprendido que debe cocinar o hacer oficios domésticos lo que no considera Atonto. Tampoco está de acuerdo con que solo se espera que la mujer llegue virgen al matrimonio: A)por qué solo la mujer tiene que llegar virgen?, el hombre también debe hacerlo, nos dice. Mucho menos acepta la violencia contra la mujer o que empiecen Aa manosear o joderla. Él cree que las mujeres tienen el derecho de practicar todos los deportes y escoger los trabajos que quieran. Le molesta que su hermana tenga que solicitar permiso para salir, lo que para él no es necesario.
Sin embargo, cuando a Guillermo se le pregunta si le gustaría cambiar entonces el sistema de género, él contesta que no. Tampoco cree en la experimentación sexual de la mujer. A La mujer no debe tener sexo porque es ilógico quedar embarazada, nos dice, y debe ser más vanidosa y suave Apor que así es la naturaleza. Lo mismo dice Jorge que concuerda con los puntos de vista de Guillermo. A pesar de todas las desigualdades que él reconoce de los discursos del género y que él Ano acepta, no cambiaría los roles sexuales, ya que existen Ahormonas que determinan ciertas características de los sexos. Si tuviera una hija Ano le enseñaría cosas de hombre, ya que no sería Alógico ir en contra de su naturaleza. La sexualidad prematrimonial tampoco es conveniente por Arazones claras: las enfermedades que existen.
El lenguaje de resistencia de los hombres es el de la lógica. En aquellos hogares de Villa del Sol en que la estructura familiar se ha desintegrado, la resistencia crítica es obviamente mayor. En las familias que se conservan intactas, por lo menos en lo público, los jóvenes más bien racionalizan el modelo imperante. Entre mayor el estatus social de la familia y el Aprestigio comunitario, así se verá reducida la resistencia
RESISTENCIAS DE LAS MUJERES EN VILLA DEL SOL
Las mujeres de Villa del Sol comparten las mismas características de los varones. Ellas están más conscientes que las de Villa del Mar del dominio masculino en la Iglesia y en la sociedad. También reportan la misma dificultad de comunicación sobre temas de sexualidad con sus padres. Algunas han tenido, a la vez, experiencias tempranas que luego interpretarán como distintas a las verdaderas relaciones sexuales. Comparadas con las de Villa del Mar, son más verbales e interactivas, tienen un vocabulario más rico y piensan en forma crítica.
Un ejemplo de la resistencia crítica en contra de los discursos tradicionales es Nidia. Ella es una de las pocas muchachas que se atreven a admitir sus experiencias sexuales y a hablar de ellas. Es un caso especial porque admite ser atea. Declara que toda su familia lo es y considera la Iglesia Católica como destructiva e inútil. Además, la ataca por promover el machismo, el racismo y el materialismo en una sociedad que ya lo es suficiente. Encuentra a la Iglesia Católica hipócrita y al Papa como "un farsante" que,
...lleva una cruz llena de diamantes y proclama el amor a la simplicidad cuando besa a un niño en Somalia, sin importarle que el niño no tiene pan qué comer. Además, nunca hemos visto a una papisa, un papa negro, latino, asiático o africano. Todos han sido blancos, europeos, de Roma...
Nidia no cree que la prostitución sea un pecado porque Aes la sociedad la que ha hecho a la mujer o al hombre en prostitutos, es una necesidad, las mujeres están sufriendo, lo que debemos hacer es ayudarles. Ella considera que mantenerse virgen para el matrimonio es una Aestupidez, si se hace para que el esposo la respete. Considera al divorcio como una solución saludable para un mal matrimonio. También mira la masturbación como algo normal y natural. Cree que el hombre y la mujer son iguales y que es la Iglesia la que promueve el doble estándar, para su propia conveniencia. Parte de esta doble moralidad se expresa en la descripción de Dios como hombre y la mujer como virgen y madre: A La Iglesia es machista, la virgen es débil, intocable, frágil, la que no sabe nada, pero Dios no es así, es fuerte, da órdenes y el contraste me parece estúpido. Nidia es elocuente, crítica y tiene una visión integrada sobre los discursos tradicionales. Está consciente de su propia culpa y vergüenza y aún así, lo puede hablar abiertamente. Nos cuenta que tiene problemas en alcanzar el orgasmo. Admite, como lo hacen otras mujeres en este estudio, que odia partes de su cuerpo. Desearía reducir sus senos para mejorar su autoestima. Resiste, según ella, los discursos del género al rehusar ponerse maquillaje y vestir de manera provocadora: A Deseo que me acepten por lo que soy y no por lo que aparento.
Comparada con el resto de las mujeres de la muestra, esta joven representa, en la manera más elocuente e integrada, la mujer contemporánea que está tratando de construir su identidad sexual en contra de todas las adversidades. Se enfrenta con su pensamiento crítico a un sistema rígido social y religioso que trata de imponerle su visión. Pero Nidia quiere luchar. Al terminar la entrevista, manifiesta que desearía participar en talleres de sexualidad. Esta petición apunta a la necesidad que tienen las Nidias de Costa Rica de construir su sexualidad de una manera diferente.