El aprendizaje de la cultura sexual se hace por medio de los discursos sexuales. La cultura sexual se concibe como todos los discursos (mensajes) que sobre el sexo y la sexualidad reciben las personas, las contradicciones que estos presentan, las resistencias que originan y la forma en que se implantan por medio de las “prácticas discursivas”.
También forman parte de la cultura sexual una serie de factores no discursivos, como la economía, la tecnología, el cuerpo y otros, como los vehículos. La cultura sexual machista, pues, es el resultado de la interacción de distintos discursos y la realidad en que se desenvuelven. El espacio, por ejemplo, es producto de una cultura y a la vez la recrea.
El que el trailero mire su vehículo dividido en sectores y que también lo haga con la vida en el predio, es tanto resultado como principio de una cultura que, como veremos, está caracterizada por su división en gavetas mentales y reales.
Como "discurso sobre el sexo" entendemos todas aquellas ideas, principios, nociones, mitos y simbolismos que distintas culturas formulan en distintos espacios y tiempos sobre la sexualidad. Los discursos sobre el sexo están presentes en toda cultura y son el factor predominante para determinarla. Ésto significa que el comportamiento sexual específico de un individuo, en una cultura determinada, es en parte el resultado de la asimilación que él mismo hace de los discursos.
Entre los discursos formales están los que promueve la ciencia -por medio de la medicina, la salud reproductiva, la psiquiatría o la sexología-, la religión -
fundamentalistas o no fundamentalistas-, las leyes, los medios de comunicación y el sistema educativo. Entre los informales están los discursos del género o machismo -que promueve la creación de las sexualidades masculinas y femeninas con actitudes, comportamientos, deberes y derechos diferentes entre hombres y mujeres-, el del amor romántico y el erótico, entre otros.
Los discursos sobre el sexo poseen una serie de características. A continuación se mencionan algunas de ellas.
1.
Son socialmente normativos 68
2. Son
3.
Son a veces dependientes y a veces mutuamente excluyentes 70
4.
68 Los discursos aspiran a definir lo que constituye la sexualidad, dar una explicación acerca de su significado, regular el contexto en que se manifiesta y prescribir por qué, para qué, cómo, con quién, dónde y el cuándo de las relaciones sexuales.
69 Desincentivan, prohíben y censuran todo lo que no rime con sus fines, principios y normas. Las penas por romper con las normas pueden variar desde la muerte, la condena eterna, el ostracismo social o hasta una simple desaprobación.
70 Dependen de una ideología y de una visión del mundo que va más allá de lo sexual. Forman parte de una filosofía de la vida que mira la sexualidad como un elemento de un todo.
56
5. Son
6. Son
dinámicos
7.
Evolucionan. Se puede decir que los discursos nacen, crecen, se fortalecen, se debilitan y mueren 74
8.
No son neutrales 75
9. Crean