Los camioneros son hombres tradicionales, la mayoría está casada y tiene hijos. Como hombres cristianos reciben la instrucción religiosa sobre sexualidad principalmente del Catecismo Católico, que es obligatorio para la Confirmación. Aunque el cristianismo es el discurso sexual más importante y afecta todos los sectores de sus vidas, se vive más en 71 Ésto significa que no existe necesariamente una unión natural de las partes que conforman el todo (el ejercicio de la sexualidad). Los discursos no son todos integrados, sino que a veces son una serie de segmentos discontinuos que promueven comportamientos, actitudes, creencias y valores en diferentes áreas o temas.
72 Aunque pareciera contradictorio con el anterior, en los discursos son tan importantes los mensajes diseminados explícitamente, como los que se diseminan implícitamente. En otras palabras, en los discursos es tan importante lo que se dice como lo que no se dice, debido a que la parte que no pertenece al discurso moldea nuestra experiencia en forma tan crítica e importante como la que sí lo hace.
73 Se transforman en el tiempo y en el espacio. Un mismo discurso se desarrolla en forma distinta en lugares diferentes. Los discursos del género, por ejemplo, adquieren distintas formas en las zonas urbanas o en las zonas rurales y también en distintas clases sociales y generacionales.
74 En algunos casos, se puede determinar el nacimiento de los discursos con más precisión que en otros. En el caso del cristianismo, se calcula que la religión nació hace unos dos mil años atrás. En el caso de los discursos románticos, sus orígenes son menos exactos, pero se cree que fue por el siglo XII cuando se iniciaron en Europa con las historias de caballería. Existe mucha controversia acerca de los orígenes del patriarcado y si la historia de Occidente ha sido siempre caracterizada por un dominio de los hombres, o si ha habido períodos de dominio matriarcal. Sin embargo, existe evidencia de que los discursos tienen sus períodos de auge y de declive. Ésto no sucede en un lapso corto y tampoco se puede precisar cuántos años o siglos durarían determinados discursos. Pero muchos factores pueden intervenir para fortalecer o debilitar los discursos. Los discursos cristianos sobre la sexualidad eran más fuertes cuando las sociedades europeas estaban bajo el Papado que en los tiempos actuales de secularización. Los discursos del género parecen debilitarse en los lugares en que la industrialización ha integrado a las mujeres al mercado del trabajo y ha ofrecido así mayor independencia económica. El fundamentalismo parece fortalecerse en períodos de gran incertidumbre y pauperización económica. En diversos países latinoamericanos, por ejemplo, los discursos médicos crecieron a partir del establecimiento de los sistemas nacionales de salud. Los discursos también se debilitan, y es de esperar que mueran. La cultura sexual y los discursos sobre el amor entre mentores y jóvenes de la Grecia Clásica no están ya con nosotros. El surgimiento de discursos sexuales sobre la igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres, que promueve el feminismo, intenta terminar con el del género. El pensamiento secular humanista ha descartado la visión cristiana de la sexualidad, entre otras, y tiene como objetivo reemplazarla algún día.
75 Los discursos van de la mano de dominadores y subyugados, y nunca están libres del ejercicio del poder.
Con cada parte de los discursos que se promueve, se establece una relación de sabe y poder. Unos tendrán más que ganar de los discursos que otros, pero ninguno está desposeído totalmente de ejercer poder o resistirlo.
76 Como lo sostiene Foucault, “cuando se ejerce el poder, existe la resistencia” (Foucault, 1991). Los discursos, al ejercer el poder, crean las posibilidades de resistencia y nunca estamos del todo “atrapados”
por el poder, sin posibilidades de modificarlo. De ahí que los discursos estarán siempre “cuestionados” y socavados por la resistencia de los que menos se benefician de ellos.
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el hogar y en la comunidad. Es un discurso que promueve la asimetría entre el hombre y la mujer, pero por razones diferentes al machismo.
La creación es divina y la heterosexualidad es lo aceptado Carlos está convencido de que el hombre y la mujer fueron creados para hacerse compañía el uno con el otro. Por esta razón, Dios estableció la heterosexualidad como norma. Cuando le preguntamos el por qué piensa que Él hizo primero al hombre que a la mujer si tenía la intención de hacerlos a los dos desde el principio, el trailero nos da una interpretación teológica muy masculina: “Dios hizo primero al hombre que estaba solo en el Edén. Sin embargo, el hombre era muy descuidado y dejaba todo tirado por el jardín.
En unos días, el Edén era un desastre. Entonces el Señor decidió hacer a la mujer para que limpiara”.
Alberto opina que la orden está relacionada con la prohibición de la masturbación que también está en la Biblia. Según este joven, cuando el hombre estaba solo en el Edén no hacía otra cosa que “sobársela” y pensar en “cosas sucias”. Para terminar con esta práctica, Dios hizo a la mujer. Sin embargo, le preguntamos en qué podía pensar el hombre si no habían todavía inventado a la mujer. “Pero sí había terneras y mulas”, nos dice con seguridad. Gilberto es más serio respecto al tema y nos dice que la relación hombre-mujer está en la Biblia y no aparece en ella “ningún otro Adán” con quien tener relaciones homosexuales. “Ni tampoco otra Eva”, le decimos. “Sí, aunque la serpiente era hembra porque fue la que inventó los chismes”, nos termina diciendo.
La sexualidad "va de la mano" con el pecado y el matrimonio es la alternativa para el pecado de la carne. El divorcio va contra la ley divina Jorge piensa que “Dios sufre mucho cuando ve las barbaridades que hace la gente depravada”. Cuando le preguntamos qué cosas opina él que Dios reprueba, nos dice que el Señor le da mucho asco cuando la gente es promiscua. “A Magdalena le dijo siempre que dejara de pecar y que se casara y tuviera hijos como toda una señora”, dice el hombre. “¿En dónde están esas recomendaciones?”, preguntamos con curiosidad. “Pues no sé pero en vista de que era puta, él se lo dijo al oído para no avergonzarla ante las otras mujeres”.
Para la religión cristiana la sexualidad humana, sin la finalidad de la unión y la procreación, es presa del cuerpo. Así lo reconoce Jorge quien nos dice que a “Adán y Eva los expulsaron por eso (sexo)”. “El matrimonio es un deber muy sagrado que Dios nos ha dado”, dice Miguel. Alberto piensa que Dios hizo el matrimonio para evitar el pecado.
“El Señor quería que cada uno tuviera su pareja y por eso inventó el matrimonio para que ninguno pecara más”. “¿Sabés cuándo inventó Dios el matrimonio?, le preguntamos con curiosidad. “Él lo inventó después que hizo a Eva. Ella venía con las ganas de casarse como toda mujer”. “No recuerdo que haya habido una boda en el Génesis”, le contesto extrañado. “Pues es que no había invitados y como eran muy pobres, la hicieron muy sencilla y en secreto”.
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En vista de que el matrimonio es un don divino, el hombre y la mujer deben hacer “todo lo posible”, nos dice Gilberto, para “proteger a la familia”. Según él, la familia es el centro de la sociedad y es deber hacer todo lo posible para su mantenimiento.
Entre bautizados católicos, “el matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano ni por ninguna causa, fuera de la muerte" 77. Ernesto tiene la idea
de que “el matrimonio debe ser para toda la vida”.
El fin del matrimonio es la procreación y la virginidad es un requisito para el matrimonio
“Uno tiene que casarse y tener hijos para complacer al Señor”, afirma Pedro con voz temblorosa. Él nos dice que “al Señor le encantan los niños y los adora. Por eso quiere tantos”. “¿Pero por qué no se conforma con menos y así todos comemos mejor?”, le preguntamos. “No sea ateo, hombre, ¿no ve que si al Señor le gusta jugar con los chiquitos, ¿qué tenemos los hombres que meternos en sus gustos?”
La mayoría de los entrevistados apoya la idea de que Dios quiere que todos lleguemos vírgenes al matrimonio. “Sé que algunos hombres por machistas no están de acuerdo, dice Pablo. Pero no hay nada más santo que llegar totalmente inocentes a la noche de bodas”. Heriberto no podría estar más de acuerdo. “La noche de bodas fue algo maravilloso porque mi esposa era una santa. Fui el primer hombre y estoy seguro que ésto agradó a Dios”. “¿Y vos también llegaste virgen a tu noche de bodas?”, preguntamos. “Pues para serte franco, no. Sin embargo, ahora me hubiera gustado hacerlo”.
El sexo recreativo es malo y también la planificación familiar “no natural”. La fornicación y el adulterio no deben ni pensarse
Para la religión judía, el desperdicio del semen era un grave pecado. Dentro de la enseñanza judía, se le consideraba como una ampliación del pecado de Onán (Gen. 28.9)
78 . Jorge mira la masturbación con “mucho asco” y como un “pecado” terrible que
“desagrada al Señor”. Le preguntamos si él se ha masturbado alguna vez. Nos responde que sí lo ha hecho pero “me la sobo con una media de vestir para que el Señor no vea directamente lo mal que estoy actuando”. “Si voy a pecar, continúa él, le pido al Señor perdón por lo que voy a hacer y le prometo que será ésta la última”. “¿Y ha sido la última?”, insistimos. “Pues no, ¿pero quién está contando?”
Ni qué hablar del sexo oral y anal. Enrique es de la creencia que el hombre “ha sido un canalla” en desvirtuar el uso de sus órganos. Es inconcebible que el hombre use la boca o el ano para el sexo.
77 Catecismo de la Iglesia Católica, Congregación para la Doctrina de la Fe, Montevideo: LUMEN, 1992., p.528.
78 Jacobo Schifter y Johnny Madrigal, Las Gavetas Sexuales del Costarricense y el riesgo de infección con el VIH, San José, Costa Rica: IMEDIEX, 1996, p. 64.
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Aunque más problemas se perfilan con la prohibición de planificar la familia, los camioneros saben que si lo hacen, están contrariando a Dios. Pepe dice que él pide perdón cada vez que se pone un condón porque sabe “que no es bien visto por la Iglesia”.
Emilio casi llora cuando nos habla de lo mal que Dios mira la fornicación. “Me dan ganas de llorar cuando sé que tanta gente peca por no seguir este mandato. No es justo que hagamos sufrir a Nuestro Señor con tanta depravación”. “¿Creé usted que si uno fornica, se condena?” “No, no mijito, no es para tanto. Para eso los católicos tenemos el perdón y con solo arrepentirnos de verdad el Señor nos perdona”.
La prostitución representa la lacra humana y la homosexualidad es antinatural
¿Qué opinan de las prostitutas?, les preguntamos a varios traileros. “La prostituta es una mujer que ha perdido la vergüenza de su género y ha caído lo más bajo que uno puede caer”, nos dice Erick. “Una prostituta es quizás algo parecido a una serpiente, condenada por la tentación al infierno”, responde José. “¿Y opina usted que cuando mueran ambas irán al mismo lugar?” “Estoy seguro que el infierno estará lleno de ellas. Unas quemándose en el fuego y las otras pisoteadas por los diablos”, nos señala.
Los camioneros son muy homofóbicos, como analizaremos más adelante. La homosexualidad es vista con “desprecio”, “asco”, “disgusto” y “cólera”.
EL DISCURSO ROMÁNTICO
Los orígenes del amor romántico en Occidente se remontan al siglo XII cuando aparecen las primeras historias de caballería. En éstas se nos presentan los sacrificios que hacen los caballeros por el amor ideal de una mujer, la que era generalmente una amada imposible.
La pasión que sienten ambos hace que las hazañas más difíciles puedan ser realizadas 79.
En el siglo XX las novelas y los medios de comunicación han continuado con versiones modificadas de este discurso del romanticismo en la música, el cine, las telenovelas y el teatro. Su influencia en los traileros es importante y más aún en sus mujeres. Para este discurso, el fin principal de la sexualidad es compartir amor y la pasión es el sentimiento clave. Los traileros son menos románticos que sus mujeres aunque también lo practican, principalmente en el hogar.
El sexo es permitido solo cuando hay amor y pasión. Los enamorados deben decirse solo cosas “románticas” (no directas) en sus relaciones sexuales. El amor borra todo pecado de la carne. La virginidad femenina es importante, pero se comprende que se pierda por amor. Es más, se convierte en la mayor prueba para demostrar que se ama, principalmente de parte de las mujeres.
José está casado con una mujer muy religiosa. Con mi señora “nunca digo una mala palabra y cuando tenemos relaciones, solo le digo que la quiero y que la adoro”. Sin embargo, sabemos que tenía tres meses de embarazo para su boda. En vista de que él 79 Robert A. Johnson, We: Understanding the Psychology of Romantic Love. California: Harper and Row, 1983.
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acepta el dogma de la Iglesia con respecto a la virginidad, le preguntamos por qué no cumplieron. Él nos responde que ambos estaban “muy enamorados” y que “se dieron una prueba del amor”. Cuando le pedimos que nos contara en qué consistía esta prueba, nos dijo que si la mujer entrega la virginidad por amor, no comete ningún pecado. “Es una forma de demostrar la confianza el uno por el otro y de hacer sacrificios para complacer a la persona amada”, nos dice con orgullo. “¿Y te casaste entonces por la promesa que ella te dio?”, le preguntamos. “Pues la verdad es que me casé porque su padre me puso una pistola en la cabeza”, responde el trailero.
Arturo relata que “la prueba del amor” es la presión que hacen los hombres para acostarse con las novias. Según él, los machos usan el romanticismo para engañar a las mujeres.
“Ellas ven tantas telenovelas y películas románticas que caen como moscas cuando uno les pide que le den sexo”, nos dice con una gran sonrisa. “Hace poco salía con una muchachita guatemalteca que solo veía telenovelas y después de salir tres veces, le dije que había sufrido mucho con las mujeres y que no quería volver a sentirlo. “¿Pero por qué te voy a hacer sufrir?, me dijo sollozando. “Porque las mujeres son muy egoístas y solo buscan lo que les conviene”, le dije. “Te demostraré que conmigo no pasará lo mismo”, me dijo con firmeza. “Ya veremos cuando tengas que demostrarme que me quieres”, le respondí. Según Arturo, a la semana siguiente la hacía suya en un motel.
“¿Vistes que soy una muchacha sincera?”, le dijo orgullosa la doncella. “Sí mi amor, ahora sé que me quieres”, respondió el hombre con satisfacción. Le preguntamos a Arturo si ella se sintió mal al otro día. “No te puedo contestar porque nunca más la volví a ver”.
Cuando se ama, uno debe realizar todos los sacrificios. No debe haber obstáculos para los enamorados; el amor vence toda diferenciación social, política y religiosa.
Cirino nos dice que Amalia, su mujer, era una cristiana “brava” que solo pensaba en la palabra del Señor. Sin embargo, se enamoró locamente de él y entonces ella decidió hacer todo tipo de sacrificios por su amor. “Al principio le pedía que me hiciera sexo oral y Amalia no podía hacerlo. “En la Iglesia dicen que eso es pecado”, le respondía. Pero Cirino insistía: “Si me amaras en realidad, harías el esfuerzo para complacerme”. Amalia le concedió que lo hablaría con una “hermana” de la Iglesia y que lo pensaría. Al regresar al día siguiente, Cirino le preguntó cuál había sido la recomendación. “Mi hermana me dijo que mientras no lo hiciera durante la Cuaresma, en que se prohíbe comer carne, que lo viera como comerse la hostia”.
Las técnicas sexuales no son tan importantes. Amor es todo lo que se necesita. Y
cuando se deja de amar, el divorcio o disolución de la pareja es justificado.
Pepe no piensa que sea necesario aprender en el sexo porque el amor todo lo enseña. Le preguntamos si su experiencia sexual le ha deparado conocimientos que le han servido para obtener más placer y nos dice que sí. “Entonces, le preguntamos otra vez, ¿cómo puede usted decirnos que no hay técnicas qué aprender? “Es que le hablaba de las mujeres. Entre más inocentes son más apetitosas. No se mira romántico que una mujer sepa lo que quiere”, nos contesta. Marcos es de la misma opinión: “Una mujer debe 61
esperar que el hombre le enseñe todo sobre el sexo. Si ella sabe algo, es que es una puta y que no sabe amar de verdad”, nos dice con firmeza.
EL DISCURSO ERÓTICO
Los orígenes del discurso están presentes en los pueblos paganos y particularmente, en la
Grecia Clásica. Según Foucault 80, los griegos tenían una actitud diferente hacia el sexo y
a diferencia del cristianismo, el placer sexual o el acto mismo no eran vistos como intrínsecamente malos o pecaminosos. Según los griegos, se les reconocía una fuente de placer enorme, comparable con la buena comida y el vino. Este discurso ha encontrado apoyo entre los traileros y es practicado en la calle. A diferencia del machismo, no es asimétrico en los derechos del hombre y de la mujer. Considera que ambos tienen cuerpos y necesidades sexuales que satisfacer. Las mujeres de los traileros, con pocas excepciones, no comulgan con él. Sin embargo, es el discurso de las mujeres de la calle y de los homosexuales.
Existe una sexualidad en la calle que es distinta a la que se tiene en el hogar, la
“normal”. El placer es el principio a seguir. El cuerpo participa en toda su extensión. No existen prohibiciones para su uso, ni formas de controlar el lenguaje, a menos que causen daño. El sexo oral, el sadomasoquismo, la masturbación, el sexo anal y la fantasía sexual forman parte del "menú".
Como veremos más adelante, con la esposa se hace lo “normal”, es decir, sexo vaginal, pero con otras el límite lo pone la imaginación o el dinero. En el discurso de la calle, por otra parte, el lenguaje convierte a los órganos en alimentos y es parte de la relación sexual. La gente puede hablar de ellos y utilizarlos como parte de la relación.