Para muchos traileros el ambiente que se “respira” en el gremio es de aventuras sexuales, de parejas múltiples, de muchas mujeres. Rolando dice que los traileros están deseando llegar al país del amor, lo que significa llegar a cualquier país para buscar mujeres. Él lo describe de esta manera:
Conozco a traileros, no voy a decir nombres, que están deseando llegar a su destino; vienen de Guatemala para El Salvador o de Honduras para Guatemala, de Costa Rica para El Salvador o de Nicaragua para Honduras. En este enredo lo único que están deseando es llegar y sentirse en el país del amor, le dicen así al lugar donde van, vamos al país del amor, así dicen ja, ja, ja. En Nicaragua, por ejemplo, te llueven las mujeres en todas las esquinas, las escoges si quieres.
En el sur de Costa Rica casi se te guindan del camión cuando vas a parquear.
Hay muchachas bonitas, como hay regulares y feas...
Roberto da su versión.
Bueno, la verdad es que a veces somos unos pícaros. Más si la hembra es sencilla le llenamos la cabeza de mentiras y le ofrecemos el cielo y la tierra. Nosotros ni lo tenemos y se lo ofrecemos, para que pase un rato con nosotros.
Julio es más explícito.
Entrevistador:
En su opinión ¿cómo se comporta sexualmente su gremio?
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Julio:
Vulgar,
completamente
vulgar.
Entrevistador:
¿En qué forma? ¿más o menos cómo podría explicarme eso?
Julio:
En asuntos de sexo. Por ejemplo, aquí a diario se miran mujeres en los camarotes, aquí en estos carros, a diario, todos los días.
Entrevistador:
¿Y por qué opina que sucede eso?
Julio:
Mire, el problema es que somos débiles, con un mes que estemos fuera de la casa no aguantamos y cualquier cosa va pa´dentro. Yo lo hago.
Los casados aventureros y el “segundo frente”.
Uno de los grupos que surge de las entrevistas a profundidad es el de los traileros casados que sostiene aventuras sexuales extra maritales. Éste representa un sector del 32% que sostuvo relaciones sexuales con su compañera habitual y otras ocasionales.
Daniel es uno de ellos. Durante la entrevista a profundidad nos comentó que ha estado casado tres veces y que tiene seis hijos. Él admite que cuando sale a trabajar tiene bastantes oportunidades de tener relaciones sexuales y que en ocasiones lo hace. Lo mismo sucede con Víctor, quien es casado, con cinco hijos y dice que se siente tranquilo porque él opina que no tiene hijos por fuera, a pesar de sus aventurillas. Rafael, casado y con cuatro hijos, dice que “hago levantes pero solo de vez en cuando”.
Juancho siente que su esposa “no lo comprende” y por eso tiene aventuras.
Juancho:
La fidelidad es algo difícil. Hay situaciones cuando la mujer a uno no lo satisface, entonces uno se encuentra X persona y resulta que sí lo hace. Ésto pasa cuando hay problemas en el hogar, que lo hacen a uno perder el control.
Entrevistador:
¿Se puede saber qué tipo de problemas?
Juancho:
Estoy falto de comprensión. A veces uno llega cansado, agotado del trabajo y encuentra un montón de problemas en la casa. La esposa está cansada y tiene problemas con mis hijos por majaderías.
Entrevistador:
¿Y usted qué hace?
Juancho:
Bueno, imagínese. A veces les saco una banderola blanca a mis amigos de otros traileres para decirles que me abstuve y que voy como lechero para la casa, con las bolsas llenas, ja ja ja. Uno viene que es un amor, a hacerle cariño a la mujer y ella lo rechaza.
Yo me siento mal y pienso que mejor me hubiera echado el polvo en la calle y me hubiera quedado allí más tiempo...entonces me desquito en la próxima salida y me voy con otras mujeres.
Otros reconocen que gustan simplemente de la sexualidad con varias mujeres.
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No es un asunto de que mi mujer me complazca o no. Ella no puede darme lo que me da una aventura nueva. No hay nada más sabroso en el mundo que tener sexo por sexo, sin que tener que inventar sentimientos que no tiene. (Mario) Es frecuente que los traileros convivan con dos mujeres. A la ilegítima se le llama
“querida”, “segundo frente”, “segunda mujer”, “la sucursal”, “la jota” o simplemente “la otra”. Esta relación, algunas veces, empieza como una relación ocasional que se perpetúa después de múltiples visitas. Mario nos cuenta cómo se enamoró de Alarova: La mujer era alta y hermosa, aunque un poco gordita. Me la encontré un día en un supermercado en Costa Rica. Estaba leyendo un libro y comprando, a la vez, sus comestibles. Me puse a seguirla sin que se diera cuenta y observé que llevaba unas cajitas de condones. Para iniciar la conversación, me le acerqué y le dije al oído: ´Perdone señorita, pero no le recomiendo esos condones que lleva, no son de buena calidad y se suelen romper´ La mujer no se enojó y más bien me sonrió y me dijo que ella daba talleres de prevención familiar y que los llevaba para hacer demostraciones. Fuimos a tomar un café ya que tenía algo de tiempo porque en la organización en que trabajaba, los tenía engañados con que escribía un libro. Pues le cuento que me terminó invitando a que le hiciera una demostración en su hogar. Ésto ha durado más de cinco años. La quiero, pero es una mujer casada y con hijos grandes, algo neurótica e inestable.
Dentro de este grupo se observó que existen los que apoyan económicamente a una segunda pareja habitual. En ocasiones, él es el padre de los/as hijos/as.
Tengo mujer e hijos en Honduras y en Nicaragua. Mi esposa oficial tiene cuatro hijos y la querida, tres. Como viven en países distintos, no suele haber problemas porque estoy con ella en tiempos distintos. Tengo que contribuir con las dos casas lo que me suele costar mucho dinero. (Carlos)
Miguel nos habló de su experiencia al respecto. Él convive con dos mujeres y las apoya económicamente, porque con ambas tiene hijos. Además, lo ve una ventaja, porque así evita meterse en problemas con otras mujeres. Otro aspecto de interés es que todas las involucrados conocen la situación y la toleran.
Miguel:
Tengo mi esposa y tengo mi querida, como le llamamos nosotros.
Con mi querida tengo ocho años de estar y tengo una unión de hecho. Con mi esposa tengo dieciséis años y siempre he vivido con ella.
Entrevistador:
¿Y para qué tienes dos?
Miguel:
Así evito meterme en problemas con otras mujeres. Confío en las dos y les tengo confianza.
Entrevistador: ¿Tiene
hijos?
Miguel:
Con las dos tengo hijos.
Entrevistador:
¿Ellas saben que usted está con las dos?
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Miguel:
Sí, claro, pero no ha sido fácil, ya que mi segunda mujer tiene un hijo mío y mi esposa se enojó mucho en ese entonces. Ahora creo que se acostumbró y también lo conoce.
Entrevistador:
¿Ayudás económicamente a las dos?
Miguel:
Ayudo a las dos y las dos me ayudan a mí, porque no necesito más mujeres.
El caso de Guayaba es bastante parecido al de Miguel, pues tiene “una sucursal”. El asunto novedoso aquí no es que ellas conocen sobre la situación que viven, sino que ambas mujeres son casi vecinas y aceptan la situación.
Guayaba:
Vivo con mi señora y tengo tres hijos.
Entrevistador:
¿Tienes alguna sucursal?
Guayaba:
Sí, tengo solo una, una licenciada, nada más.
Entrevistador:
¿Y cumplís con las dos?
Guayaba:
Claro, tanto en la cama como con plata. Hay que ayudar en todo, ja ja ja. Ellas son vecinas así que no es difícil ponerse de acuerdo.
Entrevistador:
¿Y explícame eso de que las dos son vecinas? ¿No te quieren ahorcar?
Guayaba:
Vivimos a las tres casas de la otra, pero no me quieren ahorcar.
No, eso no. Lo que pasa es que mi señora terminó aceptando el asunto porque ella vio que es imposible.
Entrevistador:
¿Qué es lo imposible?
Guayaba:
Pues, corregirme. Ya estoy hecho así y me quedo con las dos.
Gonzalo se mantiene en la clandestinidad de una relación adicional, pues su esposa no sabe que tiene un “segundo frente”.
Entrevistador:
Además de tu esposa, ¿tienes otros frentes?
Gonzalo:
Sí, uno más.
Entrevistador:
¿Y cómo haces con ella?
Gonzalo:
Le voy a explicar. Busco la manera de ser responsable. Ella está ahorcada económicamente y la ayudo. Si me entero de que anda con otro, la dejo.
Entrevistador:
¿La amas?
Gonzalo:
Mire, esa pregunta está bonita. Si mi esposa se da cuenta de ésto me tira de la casa sin nada. Entonces con mi segundo frente estoy terminando.
Entrevistador:
¿Y puede enterarse tu esposa?
Gonzalo:
Es probable, aunque la otra vive en la frontera. Es difícil que se entere. Pero el problema es que ella quiere quedar embarazada y le dije que no. Mi esposa me mataría, se enojaría mucho. No se si dejar a la otra. Ahora estoy confundido.