Nunca Esnifes al Anochecer by Marco Montero - HTML preview

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Flegg

( la excitación )

 

El efecto de la droga se disipó y Flegg se emergió de un sueño largo y fantasmagórico. Como siempre no recordaba mucho y estaba desorientado.

Abrió los ojos y miró alrededor. Se encontraba en su despacho tumbado debajo de la mesa en una alfombra roja. Por la ventana grande incidían dentro los rayos del Lix. Según su posición era medio día.

Se levantó lentamente y se apoyó contra la mesa. Le dolía un poco la cabeza, pero eso era normal. El cielo que se proyectaba detrás de la ventana estaba despejado. Su color verdemar le tranquilizaba.

Al cabo de un rato, se incorporó, se encaminó a una vitrina de cristal relieve y sacó una botella de Burk. La desenroscó y se bebió un trago. El líquido que era puro extracto de una planta llamada hiacitrux le estalló en la garganta. Enroscó la botella. La volvió a su sitio y se dirigió al sillón.

Después se sentó y cerró los ojos. El silencio en el despacho era casi absoluto. El dolor de la cabeza menguó, pero acudió el temblor de las manos. Odiaba las reverberaciones de la droga.

Un pequeño gormodrín atigrado con cinco alas se posó en el antepecho del despacho y comenzó a gorjear silbantemente. Flegg abrió los ojos y lo observó durante un instante. Luego gritó: – ¡Rugg fastid gua, ax jued typp!

El gormodrín se asustó, saltó y se fue volando.

Se apoyó contra el respaldo. Era hora de averiguar cómo se habían desarrollado las cosas en Rhod y probar la conexión con los Mixs. De modo que, redujo la respiración y despejó su mente.

El contacto con Número uno se estableció en seguida. Estaba al mando y se dirigía a la base militar. Se alegró. Al contrario, la conexión con Número dos igual que con Número tres falló totalmente. Intentó restablecerla pero fue en vano.

-¡Rax gua muyt gh pross!- maldijo y ralentizó aún más la respiración.

Luego abrió su mente por completo y durante varios segundos consiguió tocar la de Goff.

A pesar de que había muchas interferencias y muy poco tiempo obtuvo una información que le excitó más que cualquier droga: Goff se aproximaba a Lorm con intención de matarle.

Se levantó del sillón y se encaminó nuevamente a la vitrina. Luego sacó la botella de Burk y se dio otro buen trago. El líquido ardiente le recorrió rápidamente por la faringe y aterrizó en el estómago. Con la botella en la mano volvió al sillón. Por entonces, ya había comenzado a notar el efecto fuerte del alcohol.

´Quizás sea pronto para celebrar.Ún atisbo de incertidumbre entró a hurtadillas en su mente. Meditó sobre eso cuatro segundos enteros y después se vertió más Burk en su boca.

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Más tarde, ya en estado de embriaguez avanzada, trató de conectarse de nuevo con Goff, pero lo que logró era sólo el dolor de cabeza y la sensación de vértigo. Malhumoradamente apuró el resto de Burk e internó en la mente de Mix número uno.

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Cuando el Lix se empezó a declinar otra vez al horizonte, las ondas gravitatorias que había provocado la explosión tremenda de la supernova en la constelación BRX 785, penetraron en la atmosfera del Xo. Los científicos notaron las primeras anomalías 257 picotheoms después.

Querían informar sobre ello a Flegg pero éste estaba cerrado en su despacho y fuera de servicio.