Reinaldo Vera: Gran Maestro del Ajedrez Cubano by Nibaldo Calvo - HTML preview

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TABLERO POR MEDIO CON VERA

Fuera de los mundiales juveniles, ¿cuál fue tu primera actuación individual en el extranjero?

—El XXI Torneo Internacional Costa del Sol, en España, 1981.

―Fue un buen estreno; entre 12 participantes, siete de ellos GMs, finalicé en la sexta plaza con dos victorias, siete tablas y dos derrotas.

―Ese fue el torneo donde dividí el punto con el ex campeón mundial Mijail Tal.‖

—¿Alguna línea lleva tu nombre?

No. Sí existe una sublínea del sistema Botvinik de la defensa Eslava.

―La creé en 1984 y ese año en torneos oficiales la jugué dos veces contra Rainer Knaak (ex RDA), ambas con resultados de tablas. Primero en el Capablanca IM, después en un torneo en Tujan, Colombia.

―El cubano Leinier Domínguez la ha empleado con muchos éxitos y la ha mejorado con sus contribuciones.‖

—¿En algún momento te ha aburrido el ajedrez?

Nunca. Es que yo lo disfruto, forma parte de mi cotidianidad. Aunque no tenga que prepararme para algún evento, me pongo a reproducir partidas, es una costumbre que siempre ha estado a mi lado.

―Acostumbro navegar por internet para actualizarme de las competencias en diferentes países, y revisar resultados generales y particulares, novedades, etc...‖

—¿Qué opinas de la intuición ajedrecística?

Es la capacidad de comprender mejor sin poder calcular la posición completamente. Aunque continúes analizando descubres que no llegarás a una conclusión matemática, pero sientes que esa es la jugada correcta, aunque no puedas demostrártelo a ti mismo.‖

—¿Cómo anda tu intuición?

—La considero bastante buena. Mi juego se caracteriza por ser intuitivo. Poco a poco la experiencia te ayuda a desenvolverte en este sentido y, ante una posición te

´huelesśi hay algo o no.

―El fallecido Mijail Tal, conocido como el genio de Riga, es un buen ejemplo de la intuición ajedrecística.‖

—¿En el ajedrez has sido supersticioso?

Lo he sido por etapas...pero no he llegado a extremos...

——¿A qué te refieres con los extremos?

Por ejemplo, recuerdo el caso de mi paisano Lexy Ortega, durante un torneo en La Habana en que nos hospedamos en el St John, allá por los años ´80.

―La comida era excelente, sin embargo, Lexy estuvo como cuatro días comiendo arroz, huevo frito y col, porque decía que era lo que lo tenía con la racha victoriosa.

―Y está el español Juan Manuel Bellón, quien acostumbra colorear los bordes de su planilla y al anotar la C que identifica el caballo le hace un dibujito.

―Es costumbre verlo en torneos con su paquetico de plumones.

―Garry Kasparov no ha estado ajeno a estas cosas, le gustaba quitarse el reloj pulsera y ponerlo encima de la mesa.‖

—¿Cómo valoras tu estilo de juego?

―En la actualidad posicional y sólido. Prefiero acumular pequeñas ventajas y luego en el final buscar rematar con brillantez.

―No acostumbro ćhocar´ tempranamente. Quién sabe, a lo mejor hubiera alcanzado mejores resultados con sistemas de ese tipo.

―Cuando joven jugaba bastante agresivo, tenía un repertorio encaminado hacia ello. Con decirte que prefería el Peón Rey; a partir de los ´80 cambié para Peón Dama, en gran medida para seguir a dos vanguardistas cubanos: Guillermito García y Jesús Nogueira.‖

—¿Cuáles son tus aperturas y defensa predilectas?

―Mi apertura favorita es el Peón Dama y me siento bien cuando combato la India del Rey y la Nimzoindia, sobre todo en esta última cada vez que planteo la variante Capablanca.

―Con negras, contra el Peón Rey me inclino por la defensa Siciliana Variante Najdorf. Es lo más incisivo en mi repertorio. Esta línea te exige cruzar armas y con muchísima precisión.

―Contra el Peón Dama alterno entre la Indobenoni y la Semieslava.‖

—¿Además del mítico Bobby Fischer tienes otros ídolos?

―Simpatizo también con el legendario Garry Kasparov, quien, para mí, junto a Fischer y Capablanca, son los más grandes de todos los tiempos.

―Agrego al indio Wiswanatan Anand. Lo conozco personalmente, he tenido la oportunidad de compartir con él, verlo analizar posiciones y jugar.

―Y merecen algunas líneas nuestro José Raúl Capablanca, excelente finalista, campeón mundial desde 1921 hasta 1927.

―En la actualidad muchos lo toman como referencia. Eso dice mucho de su talento.

―Me impresionan aquellas partidas del match que sostuvo por el cetro de Cuba contra Corzo. Capablanca lo ganó con solo 13 años.

―Y fuera del terreno de juego el cubano fue una de las personas más inteligentes que ha existido en el ajedrez mundial. Era muy culto, muy aceptado socialmente.‖

—¿Cómo marchan tus encuentros con excampeones mundiales?

—A Vasily Smyslov, quien fuera campeón mundial en 1957, lo derroté en 1990 durante un torneo en Barcelona; mientras que contra Alexander Khalifman, titular del orbe en 1999, me he anotado 1,5 puntos. Le gané en 1989 en un torneo en San Petersburgo (entonces Leningrado) e hicimos tablas en el Mundial por Equipos de Lucerna-93.

―Contra Mijail Tal, el genio de Riga, titular mundial en 1960, el cotejo finalizó en tablas en Costa del Sol, 1981.

Y en el 2001 en el Mundial por Equipos logré idéntico resultado contra el ucraniano Ruslan Ponamariov, quien un año después fuera campeón mundial.‖

Y nada despreciable sería agregar aquí su victoria en Roma, 1990, contra un subcampeón mundial, David Bronstein, conocido por el genio del ajedrez moderno (igualó en 1951

el match por la corona ante Mijail Botvinik, 12 a 12; pero este último por ser el campeón la retuvo).

—¿Cuáles consideras tus partidas más significativas de por vida?

—Son dos. Cuando en el Abierto de Berlín, 1988, frente al yugoslavo Cvitan obtuve la segunda media norma de GM. La otra en la Olimpiada de Ajedrez de 1998, en Elista, Rusia, donde la victoria contra el sueco Stellan Brynell me abrió las puertas hacia la medalla de oro en el tercer tablero.

— ¿Y tu derrota más dolida?

—La de la última ronda del Campeonato Mundial Estudiantil de 1978, en México, ante el inglés David Goodman.

―Nuestro equipo –Guillermo García, Amador, Vilela, Nogueiras, Jorge Armas y yo- marchaba al frente del torneo, y caímos con Inglaterra y nos costó el primer lugar.

—¿Has sido víctima de alguna injusticia?

Recuerdo lo ocurrido en la Olimpiada Mundial del 2000.

¡Fui un desastre!, solo hice 1,5 puntos de 5 posibles.

―En gran medida influyó mi estado anímico. Me encontraba demasiado molesto porque yo tenía el mayor Elo de Cuba; al segundo, que era Jesús Nogueira, lo aventajaba como en 30

puntos; sin embargo, a él lo ubicaron en el primer tablero de la selección.

―Hubo mucho debate en la Comisión Nacional; pero todo quedó ahí, la realidad es que quedé desplazado en el orden de los tableros.

―Se creó una comisión para otorgar el veredicto final y, pese a que los miembros de mayor graduación y conocimiento ajedrecísticos votaron a mi favor, no fue decisivo.

―Opino que para tal determinación tuvieron en cuenta su historicidad, y no consideraron quién se encontraba mejor en ese momento. A mi entender, ese procedimiento fue injusto. Lo considero una injusticia hacia mi persona.

―Aunque en general Nogueiras ha sido mejor que yo, en ese momento yo tenía mejores resultados.‖

—Aparte del ajedrez, ¿a qué te gustaría haber dedicado tu empeño?

Me hubiera gustado dedicarme a escribir cuentos. He leído a Borges y me fascina ese otro mundo creador.‖

— ¿Te costó mucho trabajo conjugar los estudios escolares con tu carrera ajedrecística?

Durante la primaria, secundaria y preuniversitario no tuve dificultades en los estudios escolares. Yo no estudiaba mucho y sacaba buenas calificaciones.‖

—¿Te graduaste en la Universidad?

Sí. En 1986 me gradué de Licenciatura en Cultura Física.

―Yo había finalizado el primer año de Idioma Inglés, que era lo que había solicitado en segunda opción -la primera fue psicología, la carrera que más ansiaba-; pero las ausencias por compromisos competitivos decidieron que cambiara para Cultura Física.

— ¿Tu hijo Reinaldito se dedica al ajedrez?

A él no le motiva. Sabe jugar, de vez en cuando hecha una partida conmigo, pero de ahí no pasa. Ya él tiene 12

años.

―Ansiaría estar más tiempo junto a él. En ocasiones me ha dicho ´papi, tu casi nunca estás aquí, vienes un mes y te vas el otro´.

―Yo lo comprendo y no dudo que cuando esté más grandecito comprenda mis sacrificios.

―Vivo agradecido del apoyo que siempre me ha brindado mi esposa, Melba Naranjo, con quien estoy casado desde 1991.

Cuando entonces, de otro matrimonio ella tenía un hijo, Ramón Francisco, a quien siempre he querido como si lo fuera mío también.

―Ellos, junto a Reinaldito y mi suegra Teresita, han sido decisivo para que mi carrera deportiva esté rodeada de armonía y comprensión. Para toda actividad intelectual, esto es decisivo.‖