Reinaldo Vera: Gran Maestro del Ajedrez Cubano by Nibaldo Calvo - HTML preview

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Campeonatos Nacionales

Cuatro subtítulos

En cuatro ocasiones Reinaldo Vera obtuvo el segundo puesto en estos certámenes. Sus seguidores se preguntaban cuándo le llegaría el momento de conquistar la máxima corona, sin desestimar esos desempeños que dan muestras de estabilidad competitiva.

Abrió con los subtítulos en 1983, en Sagua de Tánamo, donde con 7,5 puntos de 11 posibles quedó empatado en la cima con Guillermo García (fallecido) y fueron a un match de desempate.

Muy pocos imaginaron que el matancero quedara abrazado en la cima, puesto que requirió conquistar el punto en los tres últimos cotejos.

Aunque Guillermito tuvo mejor promedio (4 victorias y 7

empates) por 5 éxitos, 5 tablas y una derrota de Vera, el reglamento establecía la celebración de un match a 10

partidas.

Ganaría Guillermito si acumulaba 5 unidades, y Vera si llegaba a 5,5. Esta ventaja para el primero por haber terminado con mejor promedio en la etapa anterior.

Guillermito se agenció el match: 5,5 por 2,5.

Dos años después, en la provincia de Camagüey, sobrevino la segunda de plata, entre 16 participantes.

La última ronda se inició con un triple empate en la cima entre los MIs Jorge Armas, José Luis Vilela y Vera.

Armas derrotó al Maestro FIDE Evelio Otero en 26 movidas de una Defensa Indobenoni, luego Vera en solo nueve jugadas entabló con el GM Román Hernández en un Gambito de Dama.

Entonces la atención se centró en el encuentro entre los MI Lexy Ortega contra Vilela, ganado por el primero.

Así a Armas, con 10 unidades, lo secundaron Vera (9,5) y Vilela y Lexy, ambos con 9, por ese orden del sistema de desempate Sonemberg Berger.

Llegó 1990 y la magna cita cubana del ajedrez varonil le correspondió a Santiago de Cuba.

En pugna 26 trebejistas, que se enfrentarían bajo el sistema suizo a 11 rondas.

El GM holguinero Walter Arencibia no solo cargó con el título en esa 29 edición, sino que también conquistó su segunda norma de GM, convirtiéndose en el séptimo criollo con ese pergamino. Nunca antes un cubano había logrado una norma de GM en un campeonato nacional.

Vera llegó a la última ronda con 6,5 unidades y se enfrentó contra Joaquín C. Díaz, cotejo que concluyó con la división del punto.

Mientras que otro matancero, Juan Joel Arencibia, derrotó a Juan Borges y condujo a un abrazo en el segundo lugar con Vera, ambos con 7,5; pero el sistema de desempate le sonrió a Vera.

Un año después, en la provincia de Holguín, se llevó al cuello la cuarta plateada. Del evento rememora:

―Totalicé 8 puntos de 11 (5 victorias y 6 tablas). En la última ronda derroté a Irisberto Herrera, entonces Nogueiras y yo quedamos empatados en la cima; pero se decidió definir al campeón por el sistema de desempate y no mediante un match. Este método le favoreció.

―Recuerdo que en la clausura dijo de manera jocosa: ´¡qué suerte que esta vez no hay match de desempate!´, trayendo al caso lo ocurrido en el Nacional Juvenil de 1976.‖