Rimas by Bartolomé Mitre - HTML preview

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Sobre

la

Patria

el

pensamiento

fijo,

Abrazando

las

gradas

de

su

altar;

Como Castelli y cual Beron de Astrada,

Como

Lavalle

de

alma

no

domada,

Muere

para

vivir,

vida

inmortal.

Con

mártires

de

grandes

corazones

Se

alzan

y

regeneran

las

naciones

Y su sangre es la ofrenda que les dan:

Mártir fué el Redentor, y de un madero

Do lo enclavó el impio, al mundo entero

Regeneró

con

su

mision

de

paz.

Bebiendo

el

entusiasmo

de

sus

hechos

Buscaremos

del

hombre

los

derechos

Á

la

radiante

luz

de

la

verdad;

En

el

templo

de

Mayo

elevaremos

Hostia

de

paz

y

allí

profesaremos

Su

doctrina

de

amor

y

de

hermandad.

Profética

la

mente

ve

otros

dias

En

que

se

oirán

sublimes

armonías

Bajo

el

domo

que

habremos

de

elevar

No

habrá

tiranos,

ni

sangrienta

guerra,

Tierra

de

promisión

será

esta

tierra,

Norma

de

la

aflijida

humanidad.

¡Oh

Mayo!

de

tu

espíritu

invisible

Penetrarás

un

mundo

indivisible,

Como

la

luz

la

vasta

la

inmensidad:

Y

al

relucir

tu

sol

del

alto

cielo

Se

elevará

sonoro

desde

el

suelo

Un coro de alabanza universal.

Coro

«Gran

lámpara

del

templo

soberano,

«Vasta

concretacion

del

ser

humano,

«Condensacion

de

la

inmortal

verdad;

«Fuente

perenne

de

fecunda

idea

«Que en los espacios, nuevos mundos crea,

«Antorcha

de

la

inmensa

eternidad.

«Inagotable

manantial

de

vida

«Que

fecunda

la

savia

bendecida

«Del

árbol

de

la

sacra

libertad;

«Árbol

que

ostenta

flores

inmortales

«Teñidas

de

colores

celestiales,

«Con

que

perfuma

Dios

la

humanidad.

«Cosmopolita

cifra

que

concreta

«Las

utopias

doradas

del

poeta

«Y

el

ideal

del

genio

pensador;

«Efluvio

poderoso

de

otros

mundos,

«Que haces brotar los gérmenes fecundos

«En

el

limbo

del

surco

de

labor.

«Del

gran

dia

celeste

monumento,

«Donde

arde

su

divino

pensamiento

«Como

el

fuego

sagrado

en

el

altar:

«Tú

alumbrarás

del

mundo

las

edades

«En

medio

de

las

negras

tempestades

«Para

impedir

al

mundo

naufragar.

«Númen

del

libre,

signo

de

victoria,

«Luz de los pueblos, astro de la gloria,

«Que

das

al

genio

noble

inspiracion:

«Tú,

la

divina

imágen

que

soñaron,

«Los

hombres

que

tus

luces

invocaron,

«Realizas

con

tu

sola

emanacion.

«Tú

guardas

de

los

hombres

el

tesoro

«Y en tus altares, de las urnas de oro

«Derramas

democrático

raudal;

«Tú bañas con tu linfa á las naciones,

«Y

viertes

en

sedientos

corazones

«De

la

justicia

universal

maná.

«Bajo

la

ígnica

cruz

del

cristianismo

«Que

corona

tu

domo,

el

despotismo

«Yace

herido

del

rayo

popular,

«Y

la

divina

imágen

que

soñaron

«Los

hombres

que

tu

basa

levantaron

«Le oprime con su planta de titan.»

V

EL CORSARIO

(PROSPECTO DE UN PERIÓDICO POLÍTICO EN 1840)

Es

mi

barco

mi

tesoro,

Es

mi

Dios

la

libertad.

Espronceda.

Es

una

linda

goleta

Ligera

como

la

brisa,

Que

en

el

Plata

se

desliza

Cual

fantástica

vision.

Ruge

el

viento

enfurecido

En

la

blanquecina

vela,

Mientras

ligero

revuela

Del

corsario

el

pabellon.

Sentado

un

hombre

en

la

popa

El

ancho

rio

admirando

Meditabundo

fumando,

Entre

una

nube

se

vé:

Es

su

frente

ancha

y

altiva,

Es

tostado

su

semblante,

Es

su

mirar

penetrante

Y

su

brazo

de

temer.

Entre

sus

manos

robustas

Una

guitarra

se

mira,

Que

blandamente

suspira

Como

querella

de

amor,

Y

mientras

ruge

en

los

cables

El

pampero

embravecido,

De

su

guitarra

al

sonido

Entona aquesta cancion.

CANCION

"Es

mi

goleta

el

cisne

de

este

rio

Que tiende el ala cuando brilla el sol:

Es

en

el

puerto

libre

como

el

viento

Y

en

altos

mares

libre

como

yo.

A

mi

querida

la

llaman

La

goleta

«Libertad,»

Porque

asila

al

hombre

libre

Y

hace

fuego

á

la

maldad.

Y

de

todos

tiranos

los

pendones

Se

abaten

al

rugir

de

sus

cañones.

Ha

navegado

hasta

la

vieja

Europa

Enarbolando

el

argentino

sol,

Y en su crucero, al pabellon de Iberia

Con

sus

rayos

ardientes

eclipsó:

Y

al

divisarse

sus

velas

De

Cádiz

en

la

ciudad,

Decían

los

gaditanos:

«Allí

viene

la

«Libertad!»

Y

flotaba

el

pendon

Americano

Desafiando

las

balas

del

tirano.

Cubierto

el

puente

de

caliente

sangre

Izando

al

tope

flámula

de

honor

Ha

visto

la

bandera

de

un

Imperio

Sepultarse

entre

el

humo

del

cañon.

Y

al

pasar

por

su

costado

Brown

que

el

combate

ordenaba

Con

su

bocina

de

mando

A

los

bravos

saludaba.

En

el

Juncal,

donde

con

pecho

fuerte

Clamaban

todos:

«Libertad

ó

muerte!»

Ora

corsario

de

los

hombres

libres

Se

mi

enseña

por

do

quier

flotar,

Y

el

marinero

en

medio

de

la

noche

Suele

decir:

«Ahí

la

« Libertad! »

Soy

el

amigo

del

pueblo,

Ante

nadie

me

arrodillo,

Ni

á

los

esclavos

halago,

Ni

á

los

déspotas

me

humillo.

Vivo

en

el

mar,

desprecio

los

tiranos,

Nunca

con

ellos

enlacé

mis

manos.

Cuando

cruzando

el

Rio

de

la

Plata

Veo

flamear

de

Rosas

el

color,

De

alerta

el

grito

doy

á

mis

marinos

Empuñando

la

barra

del

timon.

Y

cuando

al

frente

aparecen

Grito

á

mis

valientes

¡fuego!

Por

no

tomar

esas

presas

A

las

llamas

las

entrego.

Que

allí

mi

Libertad

tan

solo

impera:

Bajo

sus

fuegos

rinden

su

bandera.

Mi

divisa

es:—«Valor

é

Independencia.»

Mi

ley:—«Aborrecer

al

opresor.»

Mi

religion:—«La

libertad

del

mundo.»

Mi

patria:—«El

continente

de

Colon.»

Y

sin

tener

mas

tesoro

Que

mi

barco

y

mi

puñal,

Primero

daré

la

vida

Que

rendir

la

Libertad.

Que ese pendon que brilla con la luna

Jamás

se

abate

ante

bandera

alguna.»

El

marinero

que

en

la

cofa

estaba

Gritó

al

Corsario

que

tambien

velaba,

«Un

barco

viene.»

El

se

levanta

magestuoso

y

mudo,

Y

de

los

vientos

al

silvido

rudo

Todo

previene.

Era

francés

el

buque

que

venia,

Y

allá

en

su

mástil

ondear

se

via

De

Julio

el

pabellon.

Viva

la

Francia!

gritan

muchas

veces;

Vivan

los

libres!

gritan

los

franceses

De

noble

corazon.

Sigue

el

buque

francés

su

derrotero

Impelido

del

soplo

del

Pampero

Por

el

piélago

azul.

En

tanto

que

el

Corsario

navegaba

Y

al

divisar

sus

velas

esclamaba

«A

los

libres,

salud.»

Un

negro

bergantin

pasó

á

lo

lejos,

Y

de

la

mústia

luna

á

los

reflejos,

Dijo,

al

ver

su

pendon:

«Mirad,

se

llama

de

la

mar

señora

«Esa

bandera

que

enlutada

llora

«En

el

templo

de

Dios.

«Hoy

de

la

Francia

muéstrase

celosa

«Porque

cree

que

fuerte

y

poderosa

«Nos

podrá

sojuzgar.

«Islas

quiere

la

Francia?

Ya

el

Britano

«Ha

robado

en

el

mundo

Americano

«Malvinas

y

Roatan.

«Quiere

nuestras

ciudades?

los

pedazos

«De

la

bandera

inglesa,

que

á

balazos

«Supimos

conquistar,

«Y

son

de

gloria

nuestra

herencia

rica,

«Levantados

en

lo

alto

de

una

pica

«A

la

Europa

dirán:

«Que

en

todo

el

continente

Americano

«Ni el francés, ni el inglés, ni el castellano

«Su

mano

asentará.

«A ver! que alguno la conquista intente

«Y

de

todo

un

ejército

insolente

«Los

cráneos

mostrará.»

Dijo el Corsario, y en su altiva frente