Taller Antihomofóbico by Jacobo Schifter - HTML preview

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Las personas abusadas que no han trabajado el tema, sufren de lo que se llama síndrome de estrés postraumático. Esto significa que tendrán algunas características como depresión, ansiedad, escenas intrusivas del abuso, problemas para dormir, disociaciones, reacciones ante situaciones que les recuerden el trauma y serios problemas para establecer relaciones íntimas con los demás. El reconocimiento del problema es el primer paso hacia la recuperación, para lo que necesita también apoyo de personas que han sufrido situaciones similares y asesoría psicológica Nota para el facilitador:

Lea usted y entregue los siguiente artículos:

Máscaras.

Tomado del libro de Mike Lew,Victims no longer. Men recovering from Incest and Other Sexual Child Abuse ( New York: Harper Collins Publishers, 1988), páginas 92-93.

Las máscaras tienen muchas fuciones. Usted puede esconderse con ellas, decorarse o disfrazarse o usarlas para dar un efecto especial. Muchos sobrevivientes de abuso, que no gustan de lo que ellos creen ser su 64

"verdadero" yo, crean estas imágenes, que consideran más aceptables, atractivas o protectoras.

El propósito de estas identidades asumidas es esconder lo que el sobreviviente considera son sus "defectos", y hacer que otras personas

"gusten" de ellos. El problema con las máscaras es que esconden tanto lo positivo como lo negativo. Son rígidas y no cambian. Siempre se ven de la misma manera y el que las usa aparenta reaccionar siempre igual..

Una máscara da evidencia de lo que yace tras ella. Para los que miran de cerca, las máscaras revelan tanto como esconden. Su escogencia de su

"persona", dice mucho acerca de cómo usted percibe el mundo y su propia imagen.

Los sobrevivientes del trauma traen una serie de máscaras a los grupos de autoayuda. Algunas de las clásicas:

Verborrea: Llena el salón de palabras de tal manera que no deja a nadie hablar. Sus defensas son tan frágiles que la mejor defensa es controlar a los demás con el discurso.

Siniestro: Silencioso y al rojo vivo, presentando una imagen oscura de una mal reprimida cólera y gran fuerza física.

Invisible: Tan silencioso y cuidadoso que parece desaparecer ante tus propios ojos.

Intimidante: Inteligente, astuto, habilidoso con la palabra, que hace que nadie se atreva a cuestionar sus análisis psicológicos.

Enojado: Expresa y emite cólera, crítica y cuestiona a todos, ataca antes de ser atacado.

Chocante: De palabras gruesas, de apariencia fuerte, de conducta inapropiada. Utiliza lo bizarro para crear barreras protectoras.

Mediador, apaciguador. Es tan bueno, cariñoso y da tanto apoyo que toda la atención se dirige hacia otros.

Comediante: Hace chistes, se fija en lo irrevelante, mira lo cómico. Distrae a todos de lo que verdaderamente teme: el dolor que lleva adentro.

Víctima: Es la causa perdida. Su imagen es de tal tragedia, que hace inútil, para los demás, cualquier intervención y salvación.

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Superoptimista: Pretende que todo está bien y que las cosas son todas mejores de lo que parecen. Esta máscara está hecha del material más poco substancioso.

Osito: La criatura cariñosa, amorfa, nada desafiante (usualmente asexual) que es el opuesto del siniestro.

Académico: Analiza de todo para no lidear con ningún sentimiento, toma la forma de intelectual, analista, filósofo. Trata de ser observador, disertador, coterapista.

Puede que usted tenga una puesta.Todas estas máscaras tienen en común que se interponen entre las conexiones que podemos hacer con los demás.

Nos impiden conocer nuestros aliados naturales. Pero la suerte es que son muy delicadas y frágiles. Las presentamos para que alguien las rompa, con el fin de que podamos algún día sacar la verdadera belleza que existe tras ellas.

Lea los siguientes síntomas del EPT:

Sentimientos asociados con el estrés postraumático Existen varios síntomas del estrés pos-traumático. Pero ellos calzan en tres categorías: síntomas de hipervigilancia, de intrusión y constrictivos.

Los de hipervigilancia reflejan la expectativa de peligro.Los intrusos, la huella imborrable del evento traumático y los constrictivos, la respuesta de "atontamiento" que se sintió cuando hubo que soportar el abuso.