Taller Antihomofóbico by Jacobo Schifter - HTML preview

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Recreaciones del evento

Es cuando pocas cantidades de norepinefrina producen respuestas de emergencia tan intensas como las originales del evento traumático. La presencia continua de norepinefrina parece que afecta irremediablemente los nervios del sistema límbico de manera que la más mínima presencia de estrés, reproduce el evento traumático. Es un estado de sobreexcitación crónica en que nunca se puede relajar. Los eventos más pequeños estresantes, o los que son placenteros, pueden reiniciar esta reacción. Por eso las personas con traumas evaden ambos: no van a fiestas, no manejan cuando hay muchos carros, etc. Ambas situaciones necesitan estar vigilante y la norepinefrina. Con evadir estas situaciones se amortiguan los sentimientos, o sea no se sienten las emociones fuertes, sean buenas o malas.

Cuando hay recreciones, existe una repetición de los síntomas de PTSD.

Se da entonces un agotamiento de las endorfinas. Las víctimas entran en un estado de agotamiento de endorfinas, similar a la falta del opio y 71

pueden experimentar una abstinencia con síntomas como agitación, angustia, temblores, y otros síntomas parecidos a los de la gripe.

Además, la gente se asusta cuando esto pasa, haciendo las cosas peor.

¿Qué puede hacer la gente que no han tratado el trauma para lidiar con este ciclo permanente?

1- Dejar que esta excitación emocional alcance el punto en que su cerebro llegue a los estados químicos originales de norepinefrina cuando se dio el trauma. Se piensa que esta recreación mejora la capacidad de recordar y la resolución del problema. Teóricamente, al menos, la víctima podría reexperimentar las memorias intrusas y empezar a trabajar en la asimilación de este evento doloroso y en su dominio de él. Pero este proceso está lleno de espinas. Si se experiementa el evento todo al mismo tiempo, se corre un gran riesgo de abrumarse psicológicamente y de retraumatizarse bioquímicamente. El recordatorio debe darse en pasos pequeños y manejables.

2- Automedicarse los síntomas de abstinencia por medio de conductas adictivas que aumenten la presencia de las endorfinas. La adicción sexual, pleitos de puños, comer con exceso, mutilaciones físicas, la coca y el crack, manejar alocadamente, producen una liberación corta de las endorfinas. Pero no resuelven el trauma.

3- Atontar el dolor de los síntomas de separación con el alcohol y las drogas. Estos son automedicamentos para sedar el dolor. También lo son los tranquilizantes.

4- Alterar la bioquímica de los eventos traumáticos de maneras que son adaptativas y que no resultan en conductas adictivas (algunas medicinas, ejercicios de relajación, meditación, aeróbicos) Perdonar

No es necesario que usted perdone a los que abusaron de usted. Usted tiene derecho a escoger lo que es mejor. No existe una respuesta para todos que sea igual. Algunos consideran que por medio del perdón han podido dejar soltar el yugo del pasado y continuar con su recuperación.

Para otros, el perdón significa una aceptación del abuso. Algunos sobrevivientes ni siquiera están listos para considerarlo. Solo usted puede determinar lo que es bueno para sí. Si decide hacerlo, debe ser usted quien decida cuándo y cómo. Tiene aquí algunas sugerencias: 1- Tome su tiempo. No se apure a perdonar. No es del todo apropiado hacerlo en las primeras etapas de la recuperación. Existe mucho que 72

recorrrer por delante. Parte del trabajo consiste en identificar sus sentimientos con respecto al abuso y el abusador y darse permiso para sentir el enojo, el miedo, la herida y la humillación que le causó. En la medida que usted siente lo injusto de su infancia, tendrá necesidad de expresar su enojo a los individuos que participaron en ella de manera abusiva. Esto no puede hacerse en un clima de perdón.

2- Protéjase. No se deje atrapar por la lástima. Existe una tentación de proteger y salvar a los abusadores. Aunque usted los quiera, ellos no necesitan de su protección. Esto lo único que hará es minimizar su abuso y asumir responsabilidad por él .

3- Explore sus sentimientos reales. Considere perdonar. ¿Qué sentimientos despierta hacerlo? Usted se sorprenderá de averiguar de que ya siente algo al respecto. Examine su corazón y oiga lo que le dice.

4- Puede cambiar de opinión. La recuperación es un proceso muy dinámico. Usted puede pensar de que quiere ahora perdonar para cambiar luego de opinión. O puede que usted trate de hacerlo y no pueda. Está bien vacilar y cambiar de idea. Usted prueba alternativas y escoje lo que desea.

5- El perdón toma diferentes formas. Pude hacerlo directamente o indirectamente. Puede escribir una carta o hacerlo por teléfono. Puede hacerlo indirectamente por medio de una silla

vacía o una meditación. Puede hacerlo desde su

corazón sin hacer nada más.

6- No es todo o nada. El perdón no debe ser

siempre total. Puede tratar perdonando un poco

para ir aumentando o para no hacerlo.

7- Piense en lo que es el perdón para usted. No perdone si tiene que aceptar el abuso o

legitimarlo. Lo que le hicieron a usted estuvo mal.

Un perdón no es una exoneración. Si lo hace, lo enmarca dentro de que usted perdona un abuso

que no debió ser realizado.

Ejercicio 3: El túnel.

Objetivos:

Ofrecer el apoyo que no se tuvo durante la niñez Reafirmar que no estamos ahora solos ni

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indefensos

Tiempo: 15 minutos

Materiales: Ninguno

Procedimiento:

1- La persona abusada pasa por el medio de dos filas que los demás forman y con los ojos cerrados, reciben el apoyo de los demás, en la manera que los participantes quieran. Se toca la música de fondo de Puente sobre Aguas Turbulentas. Todos pasan por el túnel para reafirmar que no estamos ya solos.

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Sesión 7

Introducción

Si ha habido un blanco en donde la homofobia se ha concentrado es nuestros cuerpos. Los gays hemos sufrido los primeros ataques en él ya sea porque no representábamos el ideal masculino o porque nuestros cuerpos hablaban lenguajes distintos a los de los heterosexuales.

Muchos los hemos querido cambiar, controlar, destruir, transformar . Solo el hecho de querer cambiar la orientación sexual fue una manera de irrespetarlo. Otros soñamos con el cuerpo de la mujer para "ajustarnos" a que solo las mujeres podían gustar de los hombres.

Es difícil que estemos contentos con nuestros cuerpos. Muchos hemos consumido demasiado alcohol, comida, humo, bulla, drogas, sexo, medicinas y todo lo que adormezca en alguna forma el dolor que nuestros cuerpos tienen. Otros se han dejado contagiar del virus del sida, arrollarse por carros, cambiarse por cirujía, mutilarse, destruirse con intentos de suicidio, con el fin de castigar el cuerpo por lo que el cuerpo habla.

Pero dejar hablar el cuerpo es lo menos que hacemos. ¿Qué nos dicen los cuerpos gays? ¿Qué sienten, sufren, aman? ¿Cómo son?

Una de las formas de sanar a nuestros cuerpos es dejarlos hablar con otros cuerpos gays que pueden verlos como nunca lo harán los heterosexuales y de ésto se tratan los ejercicios de esta sesión.

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Sesión 7: nuestros cuerpos

Ejercicio 1: Las manos

Objetivos:

Tomar conciencia del cuerpo y de la

intimidad en tocar

Darse cuenta de las dificultades en

expresar cariño

Duración: 10 minutos

Materiales: Ninguno

Procedimiento:

1- Pídales que se dividan en parejas y que se sienten uno frente al otro.

Luego, cierran los ojos y se comunicarán lo que deseen con las manos.

Cuando hayan terminado, el facilitador dará instrucciones para buscar otra pareja y hacer lo mismo.

2- Se discute luego los sentimientos que tuvieron con el ejercicio y lo que encontraron interesante

Comentarios:

Los hombres no hemos sido educados para darnos apoyo físico. Aunque los gays tenemos sexo con hombres, no necesariamente sabemos cómo expresarnos cariño sin sexualizarnos. Tampoco conocemos la gran capacidad erótica de nuestros cuerpos, la que ha sido reducida a la genitalidad por una sociedad patriarcal. Es importante que hablemos de lo incómodos que nos sentimos cuando nos tocamos de una manera más emocional y los problemas que tenemos con nuestros cuerpos para comunicarnos con otros.

Algunos consideran que los cuerpos de los gays han sido "robados". Esto significa que han sido el blanco inicial del ataque de la sociedad homófóbica: las burlas, las chotas, las ridiculizaciones contra la forma de hablar, caminar.

moverse, expresarse. Esto quiere decir que han sido atacados de tal forma, que hemos perdido contacto con ellos. No estamos seguros qué expresan nuestros cuerpos, qué formas prefieren, cómo serían sin la represión patriarcal. Nuestra recuperación de la autoestima debe, entonces, empezar por ellos: buscarlos, reconocerlos, sentirlos, quererlos, tocarlos.

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Ejercicio 2: El espejo

Objetivos:

Indagar sobre la manera en que nos percibimos

Profundizar en el tema del robo de nuestros cuerpos Tiempo: 20 minutos

Materiales: Un espejo

Procedimiento:

1- Pase un espejo y pídales que se miren lentamente sus rostros.

2- Discuta con ellos qué averiguaron con el

ejercicio

Comentarios:

Es probable que muchos nos veamos al espejo y que aún así no reconozcamos la imagen. No sabemos cómo es o qué refleja porque no hemos estado acostumbrados a mirarnos. Los gays hemos escondido por tanto tiempo nuestra intimidad que nuestros rostros no reflejan lo que somos, o por lo menos así lo sentimos. Cuando nos miramos de verdad podemos reconectarnos y apreciarnos por lo que somos y darnos cuenta de que tenemos rostros, cuerpos y sentimientos.

Ejercicio 3: Sintiendo el cuerpo

Duración: 45 minutos

Materiales: Ninguno

Procedimiento:

1- Lea el siguiente ejercicio:

Cierre los ojos. Póngale atención a su respiración. Inhale y Exhale. No piense en otra cosa que no sea su respiración. Inhale y Exhale. Si algún pensamiento se le viene a la cabeza, no luche contra él. Déjelo pasar como 77

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si fuera una nube en un cielo azul. No piense en otra cosa que en su respiración. Inhale y Exhale.

Pausa.

En unos momentos voy a contar del 20 al 0 muy lentamente y en la medida que lo haga, usted se dará cuenta de que todos los sonidos del exterior se volverán menos importantes. En esta forma, usted podrá tornar su atención más a lo que le pasa por dentro y a irse relajando. Cada vez va usted a relajarse más y más y a sentirse más y más confortable.

20,19,18....0

Ahora con los ojos de la mente nos

vamos a imaginar que estamos

tirados en la arena blanca de una

playa muy hermosa. El sol nos da

en nuestra cara y cubre también

todo el cuerpo. Miramos un mar azul

y oimos el sonido de las gaviotas, de

las olas cuando revientan. (Ponga ahora el casete con los sonidos del mar).

No hay gente en la playa y estamos solos frente al mar. Nos sentimos relajados y contentos. Vamos a quedarnos unos segundos en este estado de paz y tranquilidad.

Pausa.

Estando así de tranquilos frente al mar, notamos que la luz blanca del sol se convierte en un manto o en un bálsamo que empieza a cubrir nuestro cuerpo. Sienta su pelo cubrirse de luz y de una gran tranquilidad. Nos damos cuenta que por medio de esta luz, como si fuera un puente, podemos salirnos del cuerpo y observarlo desde afuera como si nosotros fuéramos la misma luz. Fíjese fuera del cuerpo mirándose desde arriba.

Ahora empiece a observar su pelo, su frente, sus ojos, su nariz, sus mejillas, boca, dientes, mentón, orejas. Hágalo con mucha calma y observe todos los detalles. Sienta cada una de estas partes del cuerpo. Observe su tamaño, su forma, su textura, su temperatura... todo lo que haya que obsevar en ellas.

Continúe con su cuello, hombros, pecho, brazos, manos y dedos. Haga el mismo procedimiento. Observe su tamaño, su forma, su textura, su temperatura... todo lo que haya que obsevar en ellas.

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Proceda ahora con su espalda, cintura, glúteos y estómago. Observe su tamaño, su forma, su textura, su temperatura... todo lo que haya que obsevar en ellos.

Siga con sus genitales. Mírelos, obsérvelos, présteles toda su atención.

Fíjese que su pene está flácido y que se siente relajado, sin presiones, sin perder su forma.

Ahora mire sus piernas, pantorillas, pies y dedos de los pies. Observe su tamaño, su forma, su textura, su temperatura... todo lo que haya que obsevar en ellos.

Una vez realizado este viaje por las partes de su cuerpo, observe con toda tranquilidad la totalidad de su cuerpo. La maravilla de todos los órganos trabajando y haciendo sus funciones. Su estado excelente de salud. Envíe ahora amor a todo el cuerpo y deje que ese amor se convierta en un bálsamo que lo cubre todo.

Observe ahora todos los sentimientos que se le vienen a la cabeza.

Pausa

Es hora de partir. Despídase del mar azul, de la playa blanca y del bálsamo de luz. Sienta que éste ha sido un viaje de cariño con su cuerpo y que usted puede darse este placer en el momento en que usted desee.

Pausa.

Ahora vamos a regresar lentamente a la sesión del grupo. Cuando cuente del 1 al 3 vamos a ir primero moviendo los brazos y los pies, tomando conciencia del cuarto en donde estamos, y abriremos los ojos, sintiéndonos tranquilos y relajados. 1: muevan los pies y los brazos, 2: estiren el cuerpo y tomen conciencia en dónde están, 3: abran los ojos.

2- Discuta con ellos todo lo que se sintió con esta inducción.

Comentarios:

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Muchos gays no hemos aprendido a querer a nuestros cuerpos. Existen partes que no nos gustan, con las que no estamos contentos. Esto es parte del robo que nos han hecho. Es importante indagar cuáles son las partes que nos gustan y cuáles son las que no. También el por qué de ésto. A veces solo aceptamos lo que otros aprecian. Sin embargo, esto es parte del robo, de la disociación que nos han producido. Nuestro cuerpo es uno, cada parte forma parte de un todo.

Ejercicio 4: Espejo.

Objetivos:

Recibir complementos y darse

cuenta

qué

pocos

reconocimientos hemos tenido

Duración: 20 minutos

Materiales: Ninguno

Procedimiento:

1- Cada persona deberá ser

analizada en grupo en lo que son

sus

características

más

atractivas. Se pondrá en el centro

por unos instantes y cada uno de

los miembros del grupo opina. Se

pregunta a la gente cómo se

siente al recibir retroalimentación

positiva de los demás y cómo no

haberla obtenido anteriormente, los está afectando ahora.

Comentarios

Los gays no recibimos complementos de nuestro atractivo de las personas que queríamos. Tuvimos que forzarnos para hacernos atractivos a las mujeres. Si no lo éramos, o si lo éramos, siempre dudamos de la sinceridad de nuestro atractivo porque no podíamos pedírselo a quienes en realidad queríamos. De ahí que hablemos de un "espejo nublado", o sea de la falta de retroalimentación durante la infancia y adolescencia de nuestro atractivo físico. Para remediarlo, es importante oir cómo los otros nos perciben, qué 80

gustan de nosotros, sin tener que hacer nada para lograrlo.

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Sesión 8

Introducción

Nadie nos enseñó cómo debía ser el sexo con los otros gays. Lo tuvimos que aprender a escondidas y generalmente con gente que tampoco había sido entrenada para ayudar a nadie . La mayoría de nuestras primeras relaciones sexuales estuvieron desprovistas de un ambiente de intimidad, ya sea que las hayamos hecho con menores o con adultos. No tuvimos padres ni hermanos mayores ni consejeros que nos ayudaran a darle un contexto a lo que hacíamos.

Como sabíamos que nos gustaban los hombres, muchos pensamos que las relaciones con adultos fueron satisfactorias y deseadas por nosotros. Sin embargo, esto es parte de la negación que muchos hacemos de nuestro trauma. En realidad, las relaciones con adultos que tuvimos no se diferencian en nada del abuso. Estuvimos en manos de personas que no hicieron más que usar nuestros cuerpos o alentarnos a mentir, sin explicar por qué. Muchos somos víctimas de abuso sexual por parte de nuestros familiares.

Tampoco aprendimos que la sexualidad es algo que se construye con nuestra participación. Las prácticas sexuales son negociadas; si no lo son, son abuso. A veces fue la presión de amigos, las reglas no declaradas, las que nos llevaron a hacer cosas que no queríamos Otras, las necesidades de afecto o de complacer a los demás.

Esta sesión pretende que nos pongamos en contacto con lo que fue nuestra iniciación sexual, las primeras relaciones, cómo fueron las cosas y cómo quisiéramos que hubieran sido. A la vez, cómo ésto todavía afecta nuestras vidas. ¿Cuáles son todavía las cosas de la sexualidad con las que todavía no nos sentimos bien? ¿Qué podemos hacer al respecto?

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Sesión 8: Sexualidad

Ejecicio 1: Diseño del árbol

Objetivos:

Que

los

participantes

se

concienticen de la dificultad de

hablar de la sexualidad

Que analicen si tienen facilidad o

no de hablar sobre la sexualidad

Duración: 30 minutos

Materiales:

Tarjetas, papelógrafos con el árbol,

cinta adhesiva, marcadores y

lapiceros.

Lectura del "Cristianismo: una

religión sexo negativa"

Procedimiento:

a- Se les entregan tres tarjetas a

cada participante. Cada una con los siguientes títulos:

-Lo que me molesta tener que hacer

-Lo que me molesta que me hagan

-Lo que me da verguenza

-Lo que no se hacer bien

b- Se les pide que llenen estas tarjetas con tres respuestas cada una.

Pueden ser aspectos físicos, o emocionales. Una vez que las hayan llenado, las depositan en una caja que irá pasando el facilitador. Este las irá pegando en el papelógrafo del Arbol, ordenándolas en tres ramas.

c- Cada uno de los participantes pasa al papelógrafo y lee un grupo de respuestas.

d- Discuta los aspectos interesantes que se han encontrado en las áreas de la sexualidad. Analice del por qué de nuestra dificultad de hablar del sexo.

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e- Entregue la lectura "El Cristianismo: una religión sexo negativa" y pida que la lean en sus hogares.

Reflexión:

No es fácil hablar de nuestra sexualidad y no podemos esperar que los demás se abran a nosotros sino intentamos hacerlo primero. Comente con el grupo cómo existen aspectos de nuestra práctica sexual que preferimos no hablarlos con otras personas y que las minorías tienen aún más problemas en hacerlo ya que su práctica no es reconocida. No hemos contado con nadie que nos enseñe cómo hacer el amor con otro hombre y cada uno ha tenido que aprenderlo solo, a su manera.

Ejercicio 2: Atracción sexual (Inducción)

Objetivos:

Estudiar la relación de sexo y género en nuestras relaciones Indagar qué es lo que nos atrae más: el género o el sexo Tiempo: 1 hora

Materiales: Ninguno

Procedimiento:

1. Lea la siguiente inducción:

Cierre los ojos. Póngale atención a su respiración. Inhale y Exhale. No piense en otra cosa que no sea su respiración. Inhale y Exhale. Si algún pensamiento se le viene a la cabeza, no luche contra él. Déjelo pasar como si fuera una nube en un cielo azul. No piense en otra cosa que en su respiración. Inhale y Exhale.

Pausa.

Vamos a imaginarnos con los ojos de la mente que estamos en una cárcel de mujeres. Los hombres que hay, policías y administradores, están lejos de nosotros y apenas tenemos contacto con ellos. Tenemos ya varios meses de estar recluídos.

Ahora vamos a pensar en que estamos en la hora del almuerzo en el comedor. Nos encontramos en un amplio comedor, lleno de mujeres. Hay mujeres altas, bajas, gordas y flacas. Unas son mayores pero la mayoría son 84

muchachas. Hay mujeres rubias, trigueñas, negras y chinas. Hay cientos de mujeres juntas que son nuestras compañeras.

Nos damos cuenta que existen unas mujeres muy masculinas que parecen hombres jóvenes. Se visten con jeans tallados y tienen músculos en sus piernas de tanto jugar fútbol. Su pelo es corto y sus caras son atractivas. El atractivo de cualquier macho adolescente. Son planas de pecho y tienen buenos biceps. Cualquiera diría que son unos hombres jóvenes sin vello.

Notamos también que hablan como pachucos y que se mueven como hombres. Nos llama la atención que sean tan agresivas. Se diferencian de todas las demás mujeres. Unas trabajan de mecánicas, otras en carpintería y algunas manejan los camiones del penal.

Cuando observamos más, nos damos cuenta que una de ellas nos parece un hombre guapo. Tiene un cuerpo muy sabroso, con músculos y biceps. Si la viéramos en la calle, nos parecería un muchacho cualquiera. Es completamente masculina y viril. En medio de nuestra observación, ella se da cuenta de que la miramos y como todo pachuco, nos guiña el ojo y se rie con nosotros. Vemos que se nos insinúa como un varon.

Pensamos y sentimos todo lo que se nos presente en nuestro cuerpo y mente.

Ahora vamos a regresar lentamente a la sesión del grupo. Cuando cuente del 1 al 3 vamos a ir primero moviendo los brazos y los pies, tomando conciencia del cuarto en donde estamos, y abriremos los ojos, sintiéndonos tranquilos y relajados. 1: muevan los pies y los brazos, 2: estiren el cuerpo y tomen conciencia en dónde están, 3: abran los ojos.

Comentarios

Muchos estamos atraídos más al género que al sexo, o sea a los genitales de la persona. Cuando nos gusta un hombre, puede ser que más que el físico estamos atraídos a su manera de ser en el abanico del género.

Algunos preferimos a hombres afeminados, otros a los masculinos, otros a ni uno ni otro. ¿Qué significa todo ésto en términos de nuestras relaciones íntimas y sexuales.¿Qué cosas averiguamos importantes acerca de nuestra sexualidad cuando tomamos cuenta el género?