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Analizar el abuso en nuestras relaciones
Tomar conciencia del abuso en casos de negación Tiempo: 40 minutos
Materiales: Hojas, lapiceros, Guía de Abuso Sexual Procedimiento:
1- Cada participante escribe en una hoja todos los detalles de su primera relación sexual. A qué edad la tuvo, con quién, qué edad tenía el otro, cómo y en dónde se dio la relación, quién la inició, qué sintieron en el acto, qué pasó después y como la valorarían si buena, excelente, mala.
2- Se analizan en grupo las edades de las primeras relaciones sexuales y se distribuye la guía de abuso sexual.
3- Se revaloran grupalmente las primeras relaciones sexuales Comentarios
Muchos nos iniciamos en relaciones abusivas, en edades muy tempranas, y no las miramos -por que somos hombres- como abusivas. Sin embargo, a edades antes de los 12 años, generalmente el niño está buscando cariño y compañía antes que sexo. Tenerlo con hombres mayores nos produce una serie de angustias porque no estamos preparados, ni tenemos capacidad para explicarnos y entender lo que pasa..
Nota para el facilitador:
Lea usted el material a continuación y entréguelo a los participantes:
¿Qué cosas pierde el niño que ha sido abusado?
1- Pérdida de memoria de la niñez.
El abuso es algo muy difícil de soportar por lo que una estrategia es sacarlo de la mente. Si un niño tiene que hacerlo para sobrevivir, es muy probable que cuando crezca, haya perdido también todas sus memorias de la infancia.
Tendemos a recordar lo bueno y a olvidar lo malo. Cuando alguien ha perdido la memoria de su infancia, es muy posible que -aunque no lo sepa- haya sido abusado.
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2- Pérdida de una vida sociable saludable.
Si un niño siente que su única seguridad radica en aislarse, ésto afectará seriamente su capacidad de responder ante los demás. El aislamiento es perpetuado por el agresor porque así tiene más control de la víctima. El niño suele tener participación en el aislamiento con el fin de proteger el secreto familiar. Cuando adulto, puede continuar con este aislamiento. Solo cuando está solo, se siente suficientemente seguro como para bajar la guardia.
3- Pérdida de la capacidad de jugar.
Los niños suelen jugar gran parte de su tiempo. Pero para el niño abusado, jugar es interactuar y por ende, la participación de otros niños. El niño abusado suele no confiar en los demás lo suficiente como para disfrutar del juego. Una razón adicional para rehusar jugar es que el niño abusado prefiere no mirar la vida de otros niños normales. Es mejor para él o ella aguantar el abuso con la idea de que es algo normal. La confrontación de que no lo es puede resultar fatídica. Para los adultos que han sido abusados, todo lo que tiene que ver con relajarse, jugar, disfrutar y gozar, es difícil de realizar.
4- Pérdidas de oportunidades para aprender.
El juego es importante porque a través de él, los niños aprenden a interactuar, negociar, entenderse, intercambiar información, roles sexuales, creatividad y manejo de la agresión. El niño abusado, pierde estas avenidas para su desarrollo mental. Cuando adulto suele sentir que carece de conocimientos y habilidades para manejar situaciones distintas. Su visión del mundo es confusa. Habiendo sido robado de la oportunidad de aprender, el adulto sobreviviente de abuso, se siente tonto, inútil, incapaz.
5- Pérdida de control del cuerpo.
Durante la infancia, los niños aprenden a diferenciar lo que es su cuerpo y el de los demás. Lo más íntimo de uno es su cuerpo. Pero el abuso el perder el control del cuerpo. Sin esperar otra cosa que el abuso, el adulto pasa por la vida esperando nada distinto que más abuso y reconfirmándose que la vida es insegura. El adulto se siente pequeño, débil, poco ágil. Cuando se mira en el espejo, se ve feo, gordo, poco 'poderoso. Los extremos son comunes: o se vuelven rígidos, incapaces de perder el control o permiten al abuso de mil maneras.
6- Pérdida de relaciones nutrientes, amorosas.
Todos tenemos derecho a ser queridos sin que haya abuso de por medio.
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Quizás una de las peores pérdidas que inflige el abuso es la de una relación amorosa. El impacto sobre la autoestima de esta falta de amor es inmensa.
Lleva a los adultos a tremendos problemas en sus relaciones íntimas.
7- Otras pérdidas.
Las pérdidas anteriores producen otras muchas. Los adultos abusados cuando niños, reaccionan de mil maneras ante el hecho de haber perdido su infancia, autoestima, relaciones amorosas, su cuerpo. Se pueden volver rígidos o pueden terminar adictos a substancias, situaciones o personas.
Pueden perder sus fronteras y tener problemas en poner límites. Suelen hacerse codependientes o abusivos.