Taller Antihomofóbico by Jacobo Schifter - HTML preview

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Malos usos de la terapia

Muchas de las técnicas terapistas pueden ser abusivas para los sobrevivientes de abuso. Cuídese de ellas:

1- Sexo. No existe jamás una buena razón para que el terapista tenga sexo con un cliente. Siempre es abusivo. Algunos terapistas han tratado de racionalizarlo llamándolo "terapia sexual", o argumentando que es una manera de llegarle a los sentimientos, "abrir" al cliente o "enseñarle" cómo intimar. Nada de esto es cierto. Es una forma más de recrear el abuso original, aprovechándose de la vulnerabilidad del cliente.

2- Recreando el abuso. Usted no debe ser puesto una vez más en el papel de la víctima. Ya ha estado demasiado en esa posición. Cualquier juego de roles, sicodrama, inducción guiada u otra técnica que simule el abuso original, con usted en el papel de víctima, será aterradora y destructiva para su recuperación. Esto no quiere decir que el sicodrama o el doblaje sean técnicas destructivas. Son útiles cuando son usadas de forma terapétutica por alguien que sabe hacerlo. Deben ser realizadas por una persona que sepa lo que está haciendo. Por ejemplo, se puede hacer un sicodrama en que usted como adulto puede enfrentarse al agresor y tomar control de la situación. Otro acerca de cómo debieron haber sido las cosas en su infancia, en vez de como fueron. Es ésto más positivo y tambíén remueve sentimientos. Deben, como principio, ponerlo en control de las cosas y no al revés.

En vez de énfasis en las debilidades, se concentran en sus fuerzas.

3- Toques inapropiados. Cuando usted fue abusado, le robaron el control de su cuerpo. Parte de la recuperación es tomar control de éste. Usted tiene todo el derecho de decidir cuándo y cómo será tocado, por quién y adónde.

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Puede siempre decir que no. Esto se extiende hasta un apretón de manos.

Aunque los abrazos y el contacto físico pueden servir de apoyo y seguridad, para muchos pueden producir miedo e intranquilidad. Nadie debe tocarlo sin su permiso. No deje que lo manipulen haciendo un ejercicio que usted sienta no está bien para usted. Su cuerpo es suyo.

4- Autoritarismo. Cualquier terapia en que el terapista tiene todas las respuestas y sabe absolutamente qué hacer, puede parecer tentador. Sin embargo, ya usted ha sufrido suficiente por otros que controlaron su vida. El terapista no puede ser uno más. Usted necesita autonomía. Debe poder escoger y evaluar sus opciones.

5- Falta de retroalimentación. Existen terapistas que no dan nada de información a sus clientes. El cliente tienen que imaginarse lo que su terapista piensa, proyectándole sus propias ideas. Las preguntas directas no son respondidas. Aunque ésto puede servirle a algunos de ellos, no es bueno para sobrevivientes de abuso. Ha usted vivido suficiente en aislamiento como para que ahora nadie le de una respuesta. Usted necesita explorar con alguien que lo acompañe, sin que lo hagan por usted o dejándolo que usted lo haga solo.

6-Juicios y críticas. Usted ya es un experto en criticarse y no necesita pagarle a nadie para que lo haga también. Los terapistas que tienen una sola forma de ver las cosas, suelen tener problemas cuando el cliente no piensa como ellos. Es imposible para usted relajarse y tenerle confianza a alguien que no lo respeta y que más bien critica sus pensamientos o acciones.

Reglas básicas para miembros de grupos de autoayuda para hombres abusados

Honrarlas nos hará establecer

un ambiente más seguro.

Antes de unirse a un grupo,

se espera de todos los

participantes que:

1- Hayan establecido una

relación

apropiada

(no

abusiva) con un terapista,

preferiblemente de unos 6

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meses de duración, y que hayan trabajado los problemas del abuso. Los participantes deben firmar autorizaciones para que los facilitadores puedan consultar con sus terapistas, con el fin de que se trabaje en conjunto para la recuperación del individuo. La razón para ésto es que lo que surge en el grupo es tan fuerte e intenso que tres horas por semana, dividida entre 8 o 10 participantes, no es suficiente. Los amigos y los familiares no pueden ( y no se debería esperar que lo hicieran) ayudar en este proceso. La terapia individual es el lugar apropiado para hacerlo.

2- Estar con los problemas de drogas y alcohol bajo control. Por lo menos se requiere que hayan estado sobrios de seis meses a un año antes de unirse al grupo. La intensidad de lo que vivirán en el grupo puede poner en peligro una sobriedad muy reciente.

3- No haber tenido una hospitalización durante un año previo al taller. Es importante que hayan podido reestablecer una rutina de vida antes de lidiar con material tan intenso.

4- No estar en medio de una crisis seria. Estar en el grupo es en sí una crisis y no debe combinarse con otras parecidas.

5- No estar viviendo en un lugar en donde exista abuso o estar abusando de alguien. Existe una diferencia entre creer que se está siendo abusado y estarlo en realidad.

Además, como miembros del grupo, los participantes deben: 1- Absoluta confidencialidad. No se debe comentar con nadie la membresía y la participación de los demás en el grupo.

2- No tocar a nadie sin permiso. Hasta un apretón de manos debe ser por mutuo acuerdo.

El control del cuerpo de la persona debe ser respetado en todo momento.

3- Sexo entre los participantes está prohibido.

4- Se prohibe la violencia física o la amenaza de ésta.

5- Todo contacto entre miembros del grupo, aún una simple llamada de teléfono, debe ser compartida con el grupo. Aunque los participantes pueden desarrollar una amistad

entre sí y socializar de forma no abusiva, cualquiera tiene el derecho de no aceptar una invitación y sus límites y espacio deben ser respetados.

6- Asistir a cada sesión a tiempo, sobrio y sin drogas. De suficiente tiempo 90

de aviso de sus ausencias y llame en caso de emergencias.

Ejercicio 2

Discusión

Objetivos:

Permitir una amplia discusión del tema de la sexualidad en nuestras vidas.

Tiempo: 40 minutos

Procedimiento:

1- Diriga una discusión de lo que significa la sexualidad para los hombres gays como hombres y como gays: lo que aprendimos, lo que deseamos, lo que nos gusta y disgusta, lo que nos atrae y no nos atrae, lo que pedimos y lo que no pedimos. Indague en cómo se relaciona todo ésto con la falta de aprendizaje, del tabú impuesto , del miedo y del esconder la sexualidad.

Relaciónelo con los problemas sexuales que tenemos por ello, con los problemas de identidad.

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Sesión 9

Introducción

La homofobia es real. Pretende nuestra destrucción. El temor que tenemos tiene su justificación. Sin embargo, el temor que paraliza no es el más adecuado. Muchos de nosotros tememos tanto la revelación de nuestra sexualidad que nos la pasamos invirtiendo toda la energía en ocultarla. Se nos olvida que somos sobrevivientes de ella y que no pudo destruirnos cuando éramos más vulnerables y que no lo hará necesariamente ahora que tenemos más recursos.

Pero los gays nos olvidamos de estos nuevos recursos y vivimos con los miedos originales y primarios. Creemos que las dos únicas elecciones son tirarnos a la calle en una marcha gay o mantenernos en el closet.

En estos ejercicios trabajaremos técnicas de empoderamiento ante situaciones difíciles. A veces, cuando nos enfrentamos a las situaciones más temidas, éstas pierden el carácter de imprevisibles y por ello, parte del gran temor que nos producen. Se vuelven conocidas, manejables. No siempre saldremos impunes de ellas, pero sí lo haremos con más confianza en nuestro poder de sobrevivirlas.

Uno de los recursos con que contamos ahora es el de otros gays que están para ayudarnos. La experiencia de los demás, los sentimientos que experimentaron, sus estrategias de sobrevivencia, son armas nuevas en nuestro arsenal contra la homofobia.

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Sesión 9: TEMOR

Comentarios de la Sesión anterior

Ejercicio 1: Miedo (inducción)

Objetivos:

Sentir el miedo del acoso

Tiempo: 30 minutos

Materiales: Ninguno

Procedimiento:

1- Lea la siguiente Inducción:

Cierre los ojos. Póngale atención a su respiración. Inhale y Exhale. No piense en otra cosa que no sea su respiración. Inhale y Exhale. Si algún pensamiento se le viene a la cabeza, no luche contra él. Déjelo pasar como si fuera una nube en un cielo azul. No piense en otra cosa que en su respiración. Inhale y Exhale.

Pausa.

Ahora que está relajado, piense que acaba de recibir un préstamo de 200.000 colones para pagar una deuda. Este dinero lo necesita llevar a un negocio en Barrio México en donde lo están esperando. Te montás en el bus que para allá y sientes el dinero en tu bolsa. El bus arranca y toma la ruta.

En un momento, se presenta un problema mecánico y el bus tiene que desviarse de la ruta y bajar a todos los pasajeros, inclusive a vos.

Notas que es ya de noche y que te encuentras cerca del Cine Líbano.

Deseas tomar un taxi para que te lleve a tu destino. Pero está muy oscuro y no se ven taxis cerca. Empiezas a caminar y después de unos segundos, notas que alguien te está siguiendo. Piensas que no debes voltear para que no noten que estás ya alerta. Caminas más rápido y oyes que los pasos también se acercan. Siento todo lo que te está pasando.

Ahora vamos a regresar lentamente a la sesión del grupo. Cuando cuente del 1 al 3 vamos a ir primero moviendo los brazos y los pies, tomando 93

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conciencia del cuarto en donde estamos, y abriremos los ojos, sintiéndonos tranquilos y relajados. 1: muevan los pies y los brazos, 2: estiren el cuerpo y tomen conciencia en dónde están, 3: abran los ojos.

2- Discuta cómo se sintieron ante un peligro desconocido y relaciónelo con el acoso que sentimos los gays.

Comentarios

El temor a ser atacado es parte del temor de exponerse como gay ante la sociedad. Creemos que estaremos en serio peligro si la gente descubre nuestra homosexualidad. Sin embargo, esconderlo significa vivir constantemente en un estado de alerta que consume nuestra energía, como sucedió en el ejercicio anterior. Los participantes deben hablar ahora de cómo tienen que ocultarse y qué deben hacer para lograrlo. La finalidad es que sientan, en vez de analizar, el precio que pagan, o sea vivir como si el ejercicio del miedo se diera todos los días.

Ejercicio 2: Despido en la fábrica.

Objetivos:

Sentir la homofobia y enfrentarse a

uno de los miedos mayores de los

gays

Hacer la situación conocida para

que el temor se reduzca

Tiempo: 45 minutos

Materiales: Mesa de escritorio, 4

sillas.

Procedimiento:

1- Dos psicodramas se presentan. Dos jefes homofóbicos deciden expulsar de la fábrica a un hombre gay. La escena se repite en dos formas distintas.

En el primer caso, el empleado niega la orientación sexual; en el segundo, se confronta. Los actores deben tener ciertas consignas: los jefes deben ser hirientes, amenazantes y sumamente crueles. No deben dar pie para ninguna forma de arreglo. Despedirán, en ambos casos al empleado. En el caso de los empleados, el primero será una persona más sumisa y que niega su orientación sexual como forma de defensa. En el segundo caso, el 94

empleado debe atacar con todos los medios posibles, principalmente con confidencias sexuales de sus jefes, o insinuaciones de supuestas homosexualidades, etc. El facilitador debe interrumpir en ciertos momentos para preguntar cómo se sienten los actores y el público.

Comentarios

A veces nuestro temor de lo desconocido hace que ciertos miedos se hagan más grandes de lo que debieran. El temor de ser despedidos por nuestra homosexualidad es uno de los más grandes que existen. Entre más lo temamos, más vulnerables nos hacemos. Esto también lo intuyen nuestros enemigos. Cuando se pelea, los que nos atacan se debilitan. Aunque el ejercicio no es fácil de hacer, enfrentar el miedo es una forma de ganar control sobre él. Nunca después será desconocido.

Ejercicio 3 :Anclaje: Fuerza gay.

Objetivo:

Sentir la unión de la fuerza

Experimentar el apoyo de otros gays

Tiempo: 10 minutos

Material: Casete con música de mucha energía , grabadora Procedimiento:

1- Se pone una música con mucha energía y se pide que se den una mano, cierren los ojos y hagan un anclaje cuando el facilitador les pide que piensen en el poder de todos los gays. El anclaje servirá para los casos en que se necesite y desde ahora, no estarán más solos.

2- Se da todo el tiempo para la discusión de todos los sentimientos que afloraron en esta sesión.

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Sesión 10

Introducción

Uno de los temores más severos que tuvimos cuando niños, y muchos aún ahora, es el castigo divino por nuestra homosexualidad. La idea de que los gays seríamos llevados al infierno debió haber sido un trauma para muchos de nosotros. Algunos tenemos vívidas memorias de pesadillas con diablos y demonios que nos castigaban por nuestro pecado.

Estas ideas originales no se han ido del todo. Aunque hayamos cortado completamente con la religión, adaptado nuestras creencias para racionalizar la homosexualidad o hecho la vista gorda con el tema, resabios de estas amenazas quedan en los rincones de nuestra mente. Es importante buscar dónde están y qué nos dicen acerca de la forma en que nos miramos.

Para sanar estas heridas religiosas, es importante aprender lo fácil que es hacer lo que los homofóbicos han hecho con nosotros: adaptar las interpretaciones bíblicas en la forma en que convenga, buscar lo que sea con tal de reforzar una posición, convertirse en representantes de dios en la tierra. También lo será aprender algo del humanismo secular, un movimiento que rehúsa aceptar la divinidad de ningún dios y de las santas escrituras de ninguna religión.

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Sesión 10: Religión

Ejercicio 1: Dibujando al diablo

Objetivos:

Identificar miedos de castigo primitivos

Analizar el temor a la religión

Materiales: Papel blanco, crayones, témperas, lápices de colores Tiempo: 45 minutos

Procedimiento:

1- Pídales que dibujen al diablo, de la manera en que lo miren, crean o no en él.

2- Analice con ellos el tamaño, los colores, la forma, la posición y todos los detalles interesantes de los dibujos que revelen las ideas acerca del diablo.

Comentario

Desde niños hemos sido adoctrinados con la

idea de que el diablo nos castigaría por los pecados y por las malas acciones. Entre éstas

estaba el homosexualismo, que la Iglesia

Católica condena sin misericordia. Esta

amenaza de castigo debió tener un gran

impacto en nosotros y quizás está todavía en

nuestro subconsciente. Es importante indagar

en cuánto aún tenemos ese mensaje funesto y

cómo se manifiesta en nuestra vida.

Nota para el facilitador:

Entregue copia del Capítulo 7 de La formación de una contracultura de Jacobo Schifter y recuerde los siguientes puntos: 97

¿Condena la Biblia el homosexualismo?

1- El cristianismo es una de tantas religiones.No podemos utilizar sus posturas religiosas para hacer leyes o perseguir minorias. Ademas, no existe consenso en las diversas iglesias cristianas sobre el homosexualismo.

Algunas acept